INTRODUCCIÓN: LA SEMILLA DE LA VERDAD

" Yo soy la semilla de toda existencia. No hay existencia, movimiento o silencio, que exista sin Mí ". Krishna en el Bhagavad Gita

UN MUNDO DE MILAGROS

Hubo una vez un zapatero que vivió una vida simple y honesta. Él fue un hombre pobre y tuvo que trabajar duramente para mantener a su esposa y sus niños, mas cualquier pequeño excedente que, tuvo lo dedicó al culto de Visnu, el señor de creación. Él vivió al lado de un árbol baniano enorme. Como todos los árboles banianos, el tronco central de éste era macizo, rodeado por troncos más pequeños que cuelgan de las ramas mostrando sus frescas raíces. El árbol era muy viejo y daba la apariencia de un bosque pequeño. Un día, mientras trabajaba a la sombra del árbol del baniano, el gran maestro Narada vino a visitarle. Narada es famoso entre todos los hindúes como el mensajero personal y amigo de Visnu. Él puede ver a Visnu cada vez que quiere, pero gasta la mayor parte de su tiempo viajando a todo lo largo del universo, visitando a los devotos de Visnu e instruyéndoles. El zapatero estaba encantado de recibir a un invitado tan honorable. Después de darle la bienvenida con el debido respeto se aventuró a preguntarle si había visto a Visnu recientemente.

-Sí- le contestó Narada -justamente he estado con Él y él me ha enviado a verte.

El zapatero estaba muy asombrado de oír que Visnu había enviado a Narada a visitarlo a él. Nadie importante había venido nunca a verle. Él era sólo un zapatero, ¿qué interés podría tener Visnu en él? Después de algún tiempo su curiosidad superó su timidez.

-¿Por qué querría Visnu que usted me vea?

-Él pensó que podrías tener algunas preguntas- Contestó el sabio.

-¿Preguntas? El zapatero fue cogido por sorpresa. ¡Narada mismo había venido a contestar sus preguntas! ¡Por supuesto, él tenía preguntas de vez en cuando, pero ahora, con esta oportunidad única, su mente se quedó en blanco! En medio de su confusión hizo un gran esfuerzo mental por preguntar algo. Repentinamente se le ocurrió una. No fue muy importante, pero al menos era una pregunta.

-¿Qué estaba haciendo Visnu cuando usted le vio?

Visnu sabía que ese zapatero, aunque de corazón simple, era realmente una persona muy especial, y supo lo que ocurriría cuándo Narada apareciera frente a el. Él que lo sabe todo, sabía que el zapatero haría exactamente esta pregunta. Queriendo dar una lección a Narada, Él ya le había dicho que su respuesta debería ser: <Él estaba pasando un elefante a través del ojo de una aguja> Y Narada le dio esta respuesta.

-¿Pasando un elefante a través del ojo de una aguja? El zapatero estaba sorprendido, no esperaba que Visnu estuviese haciendo esto. Con una sonrisa, expresó.

-Pero una cosa sí es segura, sólo Visnu podría hacer eso.

-Seguramente no me crees- Dijo Narada sonriendo también, encontrando divertida la simplicidad del zapatero. Él había dado esta respuesta como una prueba al zapatero y no esperaba que la creyera.

-Yo mismo dudo que Visnu realmente pueda hacer eso, es imposible.

-¿Por qué Visnu no podría hacer eso? Respondió el zapatero, tomado por sorpresa por la falta de fe de Narada.

-Nada es imposible para Visnu. Este mundo está lleno de Sus milagros. Él hace al sol levantarse cada día. Él hace soplar al viento. Él hace correr los ríos y crecer a los árboles y las flores”.

El zapatero acogió con entusiasmo su propio argumente.

-Mira esto- Continuo, mientras se agachaba y recogía una semilla debajo del árbol del baniano. -Dentro de esta semilla está un árbol baniano tan grande como el mismo que esta encima de nosotros. Simplemente esperando a salir. Si Visnu puede introducir un árbol baniano entero en una semilla tan diminuta, sin duda alguna puede pasar a un elefante a través del ojo de una aguja.

Escuchando la sabiduría de las palabras del zapatero, Narada hubo de admitir que sus afirmaciones eran correctas; se dio cuenta de que este hombre no era el iluso que él había pensado sino que se trataba de alguien muy sabio, ya que podía ver en todo la mano de Dios.

EL GRAN COMPOSITOR

El zapatero poseía una gran capacidad de admiración por todas las cosas de su entorno, la que nosotros, en esta edad de ciencia y tecnología hemos perdido. Él todavía podía sorprenderse de lo que veía y lo consideraba milagros. Damos por hecho las cosas comunes de todos los días de este mundo, como la semilla del árbol baniano, y nada parece asombrarnos. No percibimos que realmente son milagros. Aunque podríamos explicar al zapatero en los términos científicos modernos, cómo una semilla produce un árbol, seríamos incapaces de comprender lo qué él entendió, es decir, la presencia divina dentro del árbol y su semilla. No importa cuán creíble pueda ser una explicación de la ciencia sobre el funcionamiento de la naturaleza, porque siempre estará incompleta; porque no puede explicar la razón y el propósito que existe detrás de ella. Nos puede decir CÓMO pero no nos puede decir POR QUÉ.

El mundo es como una bella pintura o una sinfonía musical. Podríamos saber cómo se mezclan los colores en el lienzo o cómo los instrumentos musicales son tocados en la orquesta, pero eso no nos ayuda a apreciar la belleza del cuadro o la música que se produce, o el significado interior que el artista o el compositor le han dado. Este es el significado interior que el zapatero pudo ver. Toda vida, del universo mismo hasta los árboles individuales y las semillas y la misma tierra debajo de tus pies, están llenos del divino propósito de Dios, el artista y el creador detrás de ello.

A menos que podamos comprender este propósito divino que yace detrás del mundo, no sabremos cómo usarlo, o cómo vivir correctamente en él. La ciencia ha avanzado en gran medida en los últimos doscientos años, haciendo posible manipular la naturaleza en formas que previamente fueron imposibles. Esto ha traído muchos beneficios como medicamentos y comodidades a la vida, pero también ha creado muchos peligros. Si no sabemos lo que el mundo significa, si no sabemos cómo usarlo correctamente, podemos hacerle un daño inmenso con el poder que la ciencia moderna nos ha dado. Por eso las Sagradas Escrituras hindués han recomendado que el conocimiento de la materia, es decir la ciencia, si algún beneficio ha de traer a la humanidad, debe estar referido al conocimiento espiritual.

LA VERDAD CENTRAL DE LA VIDA

A medida que el tiempo transcurre, la sociedad moderna va perdiendo la noción del propósito de la vida. Como el hombre que una vez compró una jaula antigua para decorar su casa; cuidadosamente la restauró, limpiando y puliéndola todo el día. Dentro de la jaula había un pájaro, pero no le prestó la menor atención, ni siquiera se molestaba en alimentarlo. Cuando orgullosamente exhibió la jaula a sus amigos, éstos se asombraron de que pese a la belleza de la jaula, el pobre pájaro adentro se moría de hambre. La cultura occidental ha sido muy hábil para construir una jaula muy sofisticada; pero en ella el espíritu humano languidece, a pesar de los excesos materiales. A pesar de su orfebrería, esta civilización rechaza el significado interior de la vida, y el pájaro en la jaula se está muriendo.

EL GRAN DILEMA

En el gran ciclo del Mahabharata, la historia épica de la vieja India, el maestro muestra al discípulo la sabiduría tal como se establecía en la tradición clásica. En el corazón de la épica está el Bhagavad Gita, la 'Canción de Dios', en la cuál Krishna le enseña a su amigo guerrero Arjuna, quien esta en un dilema horrible: Pelear en combate contra sus parientes y estimados amigos, o dejar que las fuerzas del mal invadan su reino. Tomando esto como una metáfora, Arjuna se encuentra a él mismo y le dice a Krishna, "estoy confundido; Tengo miedo; No sé qué hacer o en quién confiar. Por favor aconséjame”.

La posición de Arjuna tiene semejanzas obvias con abrumadores problemas ambientales y sociales de hoy. Como Arjuna, nos encontramos en una posición de peligro donde la confusión obscurece nuestro camino y nuestro deber no es claro. Hemos creado una civilización de gran complejidad en la cual nuestras necesidades económicas y sociales son elaboradamente tejidas en una trama global de causa y efecto sobre el cual tenemos cada vez menos control. El edificio entero, ha sido basado en el principio de reemplazar el orden natural con uno artificial, apuntando a satisfacer deseos materiales, lo que es muy inseguro. Tratamos de resolver nuestros problemas haciendo constantes ajustes al balance de nuestra vida, sin ninguna previsión de lo que pueden ser las consecuencias. Nos movemos a ciegas sin saber a donde vamos.

Mientras más avanzamos a lo largo de este camino, más profunda se vuelve nuestra desilusión. En una encuesta de opinión pública en Gran Bretaña bajo la dirección del Diario El Telégrafo (1) en agosto 1991, las personas las personas encuestadas, en una proporción del 42 %, dijeron que estarían dispuestos a renunciar a todos los beneficios de la tecnología y de la ciencia moderna para tornar a una forma de vida natural en un mundo que libre de contaminación. Pensamos que progresamos, pero nuestro progreso es como el del ciervo en el desierto, quien sale a la caza de un espejismo. El pobre animal se adentra más y más en el desierto hasta que no puede seguir. Guiado por su sed ardiente, es atrapado por su ceguera y su juicio erróneo, y con el tiempo se echa para morir en la tierra salvaje.

La civilización occidental necesita redescubrir el balance y la armonía que ha perdido. Debemos aprovecharnos del hecho de que ahora somos una comunidad global y ya no estamos limitados a aprender sólo una tradición. Hay muchas fuentes de sabiduría legadas para nosotros en todo el mundo. El occidente tiene mucho que aprender de las tradiciones de sabiduría de India. Habiendo expuesto a la mayoría del mundo nuestras propias tradiciones, ahora necesitamos aprender de otros; Apartando nuestras espadas y nuestras armas, nuestras computadoras y microscopios, nuestros autos y nuestros televisores, teniendo el coraje y la visión para viajar a nuevo territorio, donde estas ayudas aparentemente indispensables pueden ser de poco valor.

REDESCUBRIENDO EL CONOCIMIENTOD DEL ESPIRITU

La reencarnación es un buen ejemplo de una enseñanza práctica que ha sido mayormente ignorada por la civilización occidental, a pesar de que siempre ha existido de una forma u otra en las religiones extraoficiales de nuestros países. Es importante porque enfatiza la igualdad de todas las formas de vida y su transitoriedad también. No respalda la cultura occidental de tomar como centro al humano y rechaza que la sociedad humana aterrorice al reino animal y pretenda dominar los ciclos de la naturaleza para equivocada conveniencia. Ni respalda el imperio de las sociedades europeas, que quieren poseer del mundo tanto como puedan, creyendo que sólo tienen una vida en la que pueden hacer todo eso.

La reencarnación y otros conocimientos del espíritu son enseñados por los Vedas, los libros sagrados de los hindués. Ellos encierran la sabiduría acumulada de la cultura védica, la más vieja civilización conocida por el mundo, lo que en tiempos modernos ha llegado a conocido, en parte, como hinduismo. Ellos enseñan acerca del significado y el propósito del mundo a través de la filosofía y relatos de la historia védica. Como la respuesta de Narada para la pregunta del zapatero, muchas de las historias en los Vedas pueden ser difíciles de entender o creer, especialmente para nosotros en el siglo veinte, pero los hindués dirían que esas historias están mas cerca de la verdad real que la mayoría de las descripciones científicas de la vida que leemos en nuestros libros de física, medicina o psicología.

Los Vedas cuentan la historia de una de niño llamado Dhruva de cinco años de edad, quien fue al bosque para buscar a Visnu. A el le fue aconsejado practicar penitencias y meditación. Entonces, de pie sobre una sola pierna él desacelero su respiración al punto donde él apenas aspiraba o exhalar. Después de cuatro meses él logró dejar de respirar completamente y permaneció con su mente fija en la forma de Visnu, suspendido entre el aliento interior y exterior. En este punto él se torno uno con el universo y su pie parecía presionar en la tierra con un peso insoportable. Los devas de los cielos comenzaron a experimentar dificultad para respirar El sol, la luna y todos los elementos estaban sofocados por el intenso autocontrol de Dhruva, quien de cierta forma había sincronizado su propia respiración con la del universo entero.

Para salvar a los devas, Visnu compareció ante Dhruva y le bendijo. Luego Dhruva relajó su meditación y el universo fue liberado de su presión. En reconocimiento de su fuerza y su determinación, Visnu le dio a Dhruva la estrella polar como su reino. Desde entonces, en memoria del tiempo en que Dhruva trajo el universo entero bajo su influencia, los cielos han girado alrededor de su estrella.

Esta historia demuestra la relación profunda entre cada ser vivo y el universo mismo.Todos los seres, aun devas, están asociados en una completa dependencia mutua, donde cada una de las acciones afecta a todos los demás. Sólo Visnu, el supremo, tiene un lugar aparte. Aunque toda existencia finalmente depende de Visnu, y aunque Visnu está presente aun dentro del átomo, está simultáneamente distante, mucho más allá de los límites de la existencia física.

La meditación de Dhruva tuvo lugar en el bosque, donde los hindués han encontrado tanta inspiración. La sociedad moderna, ha dejado el bosque muy atrás. Ahora necesitan ver el propósito divino de Visnu que se extiende a toda la existencia. En su búsqueda del avance tecnológico siembra semillas de destrucción, semillas que pueden destruir la belleza y armonía de este mundo por mucho tiempo venidero. En este tiempo crucial, las historias y enseñanzas de este libro son extraídas de los Vedas y sus seguidores. Como la semilla del zapatero que ilustra verdades acerca del mundo natural, relevantes para la comprensión y la solución de los problemas del hoy, los Vedas son semillas de verdad, cuyas lecciones deben ser compartidas.

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