Bhaktivinoda Thakura


Sri Caitanya Siksamrita

Deliberación Acerca de los Mandatos Subordinados
–Y Sus Divisiones–

En el primer capítulo se ha demostrado que el Bhakti es el único medio prescrito en los shâstras para alcanzar el Prema (amor a Dios), el cual es la necesidad o el objeto por buscar para las jivas. También se ha demostrado que el karma y el jñana no son los medios directos o principales. Desde luego que existe alguna necesidad de éstos. Ellos son llamados medios indirectos o subordinados, mientras que los principales medios consisten en la audición, repetición o canto, etc., que es el Bhakti; éste es el mandato principal. Aun cuando únicamente indirecto, el karma y el jñana han sido llamados los medios para alcanzar el objeto que buscan las jivas atrapadas por la materia (Bh. XI.20.6). El jñana y el karma, sirven como medios para alcanzar el Bhakti, y el Bhakti es el medio para alcanzar el Prema. El karma y el jñana puede que sean los medios para alcanzar el objeto que se busca, si tan sólo el cuerpo, la mente y la sociedad pueden ser ajustadas para ser favorables para ello; de otra manera, los shâstras habrían menospreciado repetidamente la renuencia por el karma y el jñana.

Los mandatos subordinados son de tres clases: (1) los relativos a las personas; (2) los relativos a la sociedad y (3) los relativos al mundo por venir. Los mandatos relativos a las personas son a su vez divididos en dos clases, es decir, (a) los que se refieren al cuerpo y (b) los de la mente. Las reglas que se han establecido con el objeto de que el cuerpo humano sea alimentado y permanezca saludable, son físicas, es decir, relativas al cuerpo (Gita VI.16.18.29). Las reglas correspondientes a la moderación en el comer, el beber, dormir, los ejercicios físicos, etc., y para el tratamiento de las enfermedades de acuerdo a las ciencias médicas –son todos mandatos relativos al cuerpo–. A menos que los hombres las observen, ellos no pueden vivir cómodos y tranquilos. Lo mismo sucede con los preceptos relacionados con la mente, los cuales si no son observados, las facilidades de la mente como la conceptualización, la retención, la imaginación, la meditación y la deliberación no se desarrollarán plenamente y por lo tanto no podrán ejecutar sus funciones; ni mejora alguna se llevará a cabo dentro de las ciencias y las artes, e incluso no se adquirirá el conocimiento apropiado para cualquier asunto. Por otro lado, el intelecto no sabe cómo puede liberarse de los pensamientos materiales, aun cuando es necesario y el ideal para la actividad de meditar en Dios. En resumen, los pensamientos malvados y el control de la mente sin ninguna vinculación con Dios, mantienen al hombre tan mal como a un animal. Por lo tanto, las disposiciones relativas a las personas son extremadamente necesarias para hacer que la vida del hombre sea exitosa.

Los hombres viven en sociedad y con el propósito de mejorar su sociedad y liberarla de defectos, ellos crean reglas relativas a la sociedad. El sistema de matrimonio es uno de los más importantes mandatos relativos a la sociedad. Si no existiese tal sistema, entonces la sociedad humana no podría mejorarse más. Los hombres entonces rondarían a su antojo. En numerosos países no existía el sistema conyugal. Debido a los numerosos desórdenes sociales en éstos, el sistema se hizo preponderante. El matrimonio significa que el hombre, tras abandonar su conducta licenciosa y arbitraria, establece los fundamentos de su vida familiar, al aceptar a una mujer como su esposa con Dios como testigo y con el consentimiento de todas las personas. Al nacer los hijos, los cría y les provee de educación y de la adquisición de cualidades para que se hagan cargo de los asuntos de la familia. Los hombres que viven en familia progresan en su vida familiar al establecer sentimientos mutuos de hermandad, removiendo las aflicciones que puedan surgir entre ellos, ganándose la vida por medios justos y adecuados, siempre observando la veracidad, subyugando la falsedad, etc. La aptitud social es una gran virtud dentro de la raza humana. En todas las naciones y en todos los tiempos es notable la función de tal virtud entre los hombres. Los mandatos relativos a la sociedad serán maduros y firmemente establecidos en una nación, de acuerdo al progreso social e incremento de la civilización que se efectúe entre sus habitantes. Es admitido unánimemente por todos, que de entre todas las razas, los Arios son los más civilizados y son los que han alcanzado el desarrollo social más elevado. Así mismo no hay duda alguna que de entre todas las ramificaciones y los descendientes de la raza Aria, los Arios de la India han alcanzado el más elevado progreso en la erudición, el intelecto y las condiciones sociales. El respeto social de esta ramificación hindú de la raza Aria no debe ser minimizada debido a haber sido debilitada por su antigüedad. La ramificación India de la raza Aria no se verá rebajada porque algunas personas sin experiencia hablen en contra de sus progresos y civilización debido a la ignorancia. Cualquiera puede saber qué tan lejos el código de los mandatos relativos a la sociedad fue mejorado en las manos de la ramificación de la India producto de la raza Aria, cuando uno lee las escrituras religiosas basadas en los Vedas. Hablando con la verdad, todos los hombres de buen corazón provistos con un humor científico de deliberación admitirán que las instrucciones relativas a la sociedad alcanzaron su punto más elevado de progreso en manos de los Rishis (los sabios de la India). Ellos dividieron estos preceptos en dos clases, es decir, (1) el varna (el sistema de castas) y (2) el âsrama (el sistema de las condiciones de la vida) (Bh. XI 170 1). La condición de los hombres apegados a la sociedad es de dos clases, es decir, (1) natural y (2) constante. La natural depende en la virtud relacionada a las personas y la constante en aquélla relacionada con la sociedad. La virtud relativa a la gente no cesa de existir tan pronto se vuelve social; más bien es alimentada por su conexión con la sociedad. El varna (el sistema de castas) fue establecido de acuerdo con la naturaleza del hombre, y el âsrama (el sistema de la condición de vida) con la constancia. Las funciones tanto físicas como mentales del hombre se desarrollan gradualmente a través de la ejercitación de una manera estable. La predilección que es predominante en tal estado, por encima de otras predilecciones, se convierte en su naturaleza. Esta naturaleza es de cuatro tipos, es decir, la naturaleza brahmânica, la naturaleza kshatriya, la naturaleza vaisya y la naturaleza sudra.

Estas cuatro clases de naturaleza se originan de las mejores predilecciones del hombre; pero de las malas predilecciones se origina la naturaleza antyaja (la más baja clase). No existe otra prescripción para los hombres de naturaleza antyaja que el abandono de su naturaleza (Bh. XI 17 20). Desde su nacimiento hasta la maduración de predilecciones fuertes, sus semillas, brotes y árboles crecen y reciben alimentación de acuerdo con el carácter de las compañías y el cultivo de las mismas. Los compiladores de los shastras han redactado acerca del crecimiento de la naturaleza de acuerdo a los actos previos. Es natural que la naturaleza de la familia en la cual uno ha nacido determinará la cualidad de nuestra naturaleza por medio de la compañía; entonces ésta, la mejorará o la deteriorará de acuerdo al grado de entrenamiento y de la influencia de otras compañías. Se espera que la descendencia del hombre de la naturaleza sudra obtendrá la naturaleza sudra, y que el hombre de la naturaleza brâhmana obtendrá hijos de la misma naturaleza. Aun cuando no exista certidumbre respecto a esto. Por ello, los autores de los shastras elaboraron ciertas reglas para ritos purificatorios con la intención de ajustar el varna después de indagar la naturaleza. Ahora las reglas para los ritos purificatorios han sufrido cambios; y la nación ha experimentado un tropiezo debido a esos ritos purificatorios al haber caído éstos en desuso en los tiempos modernos (Bh. VII 11 35). No cabe duda de que el sistema de castas es verdaderamente una virtud social. Científicamente la forma de constancia (en los estados de la vida) son de cuatro clases, es decir, (1) brahmacharya (la vida de celibato para un estudiante que reside con el guru o preceptor), (2) grhasthya (vida de casado), (3) vânaprastha (vida de eremita) y (4) sannyasa (vida de monje). Aquéllos que adquieren erudición o deambulan por el país antes de contraer nupcias son llamados brahmachâris; los que llevan vida familiar en el hogar después de casarse son grihasthas; quienes en una edad avanzada se retiran del trabajo y llevan una vida solitaria, son los vanaprasthas; y aquéllos que cortan toda conexión con la vida familiar y deambulan son los sannyâsis. El sistema religioso que ha sido establecido tras considerar la relación entre los diferentes varnas y âsramas es conocido como varnâsrama-dharma. Este dharma es el sistema social de la ramificación India de los Arios. La nación, que no tiene este sistema no puede ser llamada avanzada.

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