A.C. Bhaktivedanta Swami
Las enseñanzas del Señor Kapila
Las enseñanzas del Señor Kapila
Capítulo 1 El propósito del advenimiento de Kapiladeva
VERSO 1 saunaka uvaca kapilas tattva-sankhyata bhagavan atma-mayaya jatah svayam ajah saksad atma-prajñaptaye nrnam
TRADUCCIÓN
Sri Saunaka dijo: Aunque la Suprema Personalidad de Dios es innaciente, nació como Kapila Muni por medio de Su potencia interna. Descendió para diseminar conocimiento trascendental en beneficio de toda la raza humana.
SIGNIFICADO
La palabra atma-prajñaptaye indica que el Señor desciende para beneficiar a la raza humana dándole conocimiento trascendental. Las necesidades materiales quedan completamente cubiertas con el conocimiento que se da en las Escrituras védicas, que ofrecen un plan para vivir bien y elevarse gradualmente al nivel de sattva-guna, la modalidad de la bondad. Cuando una persona alcanza este nivel de sattva-guna, su conocimiento se expande. En el nivel de la pasión no hay conocimiento, pues la pasión es un ímpetu por disfrutar de beneficios materiales. En el nivel de la ignorancia no hay ni conocimiento ni disfrute, sino simple vida animal.
La finalidad de los Vedas es elevarnos de la modalidad de la ignorancia al nivel de la bondad. Cuando estamos influenciados por la modalidad de la bondad, podemos entender el conocimiento del yo, el conocimiento trascendental. Esa clase de conocimiento no la puede apreciar un hombre común; de ahí la necesidad de una sucesión discipular. Ese conocimiento lo exponen, o bien la Suprema Personalidad de Dios en persona, o bien Su devoto genuino. Saunaka Muni afirma aquí también que Kapila, la encarnación de la Suprema Personalidad de Dios, nació o apareció simplemente para diseminar el conocimiento trascendental. Entender que no somos materia sino almas espirituales (aham brahmasmi: «Yo por naturaleza soy Brahman») no es suficiente para entender el yo y sus actividades. Las actividades deben corresponder al plano Brahman. El conocimiento de esas actividades lo explica directamente la Suprema Personalidad de Dios. Ese conocimiento trascendental pueden apreciarlo los seres humanos, pero no los animales, como se indica claramente aquí con la palabra nrnam, «para los seres humanos». Los seres humanos deben llevar una vida regulada. También los animales, de un modo natural, tienen regulaciones, pero no es ésa la vida regulada que describen las Escrituras o las autoridades védicas. El conocimiento trascendental solamente se puede entender cuando se lleva una vida regulada de acuerdo con los Vedas.
Para propagar este conocimiento trascendental, Kapiladeva, la encarnación de la Suprema Personalidad de Dios, instruyó a Su madre, Devahuti, sobre la filosofía sankhya. Posteriormente apareció otro Kapiladeva y expuso la filosofía sankhya atea, que analizaba los veinticuatro elementos, pero sin dar información acerca de Dios. Se conoce al Kapila original como Devahuti-putra Kapila, y el otro recibe el nombre de Kapila ateo. En relación con Kapiladeva, Saunaka Rsi dice: kapilas tattva-sankhyata. Kapila es la Per- sona Suprema; por lo tanto, puede explicar la Verdad Absoluta. De hecho, sólo Bhagavan puede conocer realmente la verdad suprema. Nadie más puede conocerla. Bhagavan, Krishna o Su encarnación, visita a veces la Tierra para informar a la humanidad sobre el objetivo de la vida. Por esta razón, el Señor Supremo descendió como Kapiladeva, tattva-sankhyata. La palabra sankhyata quiere decir «aquel que expone», y tattva significa «la Verdad Absoluta». La Verdad Absoluta es el propio Bhagavan Sri Krishna. No podemos comprender la Verdad Absoluta o a la Persona Suprema por medio de la especulación mental, en especial si estamos bajo la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material (sattva-guna, rajo-guna y tamo-guna). Sólo aquellos que están influenciados por sattva-guna (la modalidad de la bondad) son aptos para entender la Verdad Absoluta. Según la Bhagavad-gita (18.42), están influenciados por sattva-guna aquellos que poseen cualidades brahmínicas.
samo damas tapah saucam ksantir arjavam eva ca jñanam vijñanam astikyam brahma-karma svabhavajam
«La serenidad, el autodominio, la austeridad, la pureza, la tolerancia, la honestidad, la sabiduría, el conocimiento y la religiosidad: ésas son las cualidades que rigen las acciones de los brahmanas».
Desde el punto de vista védico, en la sociedad debe haber hombres que sean realmente brahmanas, capaces de exponer la verdad tal y como es. Si todo el mundo se vuelve sudra, nadie puede entender la Verdad Absoluta. Se dice que hoy en día, en Kali-yuga, todos son sudras (kalau sudra-sambhavah), y que es muy difícil encontrar brahmanas cualificados, pues hay muy pocos. En esta era, no hay prácticamente ni un solo brahmana cualificado.
prayenalpayusah sabhya kalav asmin yuge janah mandah sumanda-matayo manda-bhagya hy upadrutah
«¡Oh, sabio!, en esta era de Kali, la era de hierro, los hombres tienen la vida muy corta. Son pendencieros, perezosos, mal dirigidos, desafortunados y, sobre todo, siempre están perturbados» (Bhag. 1.1.10). En esta era, la vida de la gente es muy corta, y son torpes para entender la vida espiritual. La vida humana tiene como fin la comprensión de los valores espirituales, pero como en esta era todo el mundo es sudra, a nadie le interesa. La gente ha olvidado el verdadero propósito de la vida. La palabra manda significa a la vez torpe y malo, y en esta era todo el mundo es o torpe o malo o una combinación de las dos cosas. La gente es desafor- tunada y la perturban un sinfín de cosas. El Srimad- Bhagavatam dice que llegará un momento en que no habrá lluvia y, por tanto, escasearán los alimentos. Los gobiernos, por su parte, impondrán impuestos muy altos. Ya se están experimentando en un cierto grado las características de esta era que predice el Srimad- Bhagavatam. En vista de que Kali-yuga es una era llena de miserias, Caitanya Mahaprabhu, que es el propio Sri Krishna, aconseja a todos que simplemente canten Hare Krishna.
harer nama harer nama harer namaiva kevalam kalau nasty eva nasty eva nasty eva gatir anyatha
«En esta era de Kali no hay más alternativa, no hay más alternativa, no hay más alternativa para el progreso espiritual que el santo nombre, el santo nombre, el santo nombre del Señor» (Brhan-naradiya Purana). Ese proceso no es una invención de Caitanya Mahaprabhu, sino que lo aconsejan los sastras, los Puranas. El proceso dado para Kali-yuga es muy sencillo. Lo único que se necesita es cantar el maha- mantra Hare Krishna. Pero si en esta era todos son sudras carentes de inteligencia, desafortunados y perturbados, ¿cómo puede nadie entender la Verdad Absoluta o el objetivo de la vida? Como el propio Señor afirma en la Bhagavad-gita (4.7):
yada yada hi dharmasya glanir bhavati bharata abhyutthanam adharmasya tadatmanam srjamy aham
«Cuando quiera y dondequiera que disminuya la práctica religiosa, ¡oh, descendiente de Bharata!, y aumente la irreligión de manera predominante, en ese momento, desciendo personalmente».
Hace unos miles de años, el Señor Krishna apareció como Deva- huti-putra Kapiladeva. El nombre de Su padre era Kardama Muni. Cuando Kapiladeva ya fue mayor, Su padre, siguiendo el sistema védico, se retiró, aceptó la orden de sannyasa, y dejó el hogar para cultivar vida espiritual. No se trata de pudrirse en este mundo mate rial durante toda la vida. Pañcasordhvam vanam vrajet. Según las declaraciones de los Vedas, hay cuatro asramas y cuatro varnas, y en el pasado se seguían de manera muy estricta. Kardama Muni, estricto seguidor de los Vedas, dejó el hogar y encargó a su hijo ya adulto, Kapiladeva, del cuidado de su esposa.
De Kapiladeva se dice: kapilas tattva-sankhyata bhagavan. El Señor Kapila es Bhagavan. Hoy en día, la palabra «Bhagavan» se toma muy a la ligera, porque se le da un uso erróneo; pero lo cierto es que Bhagavan no es un hombre común. Avajananti mam mudhah: Puesto que Bhagavan Sri Krishna apareció como ser humano, los necios y sinvergüenzas (mudhas) Le consideran un hombre común. Como el propio Krishna afirma en la Bhagavad-gita (7.13):
tribhir gunamayair bhavair ebhih sarvam idam jagat mohitam nabhijanati mam ebhyah param avyayam
«Engañado por las tres modalidades [bondad, pasión e ignorancia], el mundo entero Me desconoce: Yo estoy por encima de las modalidades y soy inagotable».
Sin embargo, hay mahatmas, grandes almas, que pueden entender a Krishna. Arjuna pudo entender que Krishna, aunque hacía el papel de amigo suyo, era la Suprema Personalidad de Dios. El conocimiento de Arjuna era perfecto, y aun así Krishna le instruyó para nuestro beneficio. Arjuna pidió instrucciones a Krishna, instrucciones que quedaron establecidas para toda la sociedad humana. Después de oír la Bhagavad-gita, Arjuna se dirigió a Krishna como param brahma param dhama, «el Brahman Supremo y la morada suprema».
Toda persona es en realidad Brahman, alma espiritual. En realidad no somos el cuerpo. Ser consciente de aham brahmasmi («soy Brahman») es verdadera autorrealización. Según la cultura védica, tenemos que entender que somos Brahman, no el cuerpo. No debemos permanecer ignorantes como perros y gatos, pensando: «Soy este cuerpo, soy americano, soy de la India, soy brahmana, soy ksatriya, soy hindú, soy musulmán», etc. Esas designaciones son todas corporales. Cuando se llega a la comprensión espiritual, se entiende aham brahmasmi, «soy Brahman». Esto se conoce como comprensión del Brahman. No es que mediante determinada práctica nos volvamos Brahman. El oro es oro aunque esté cubierto de barro, que sin duda se puede eliminar. De la misma manera, todos somos Brahman, almas espirituales, pero, de un modo u otro, nos hemos puesto en contacto con los elementos materiales (bhumir apo 'nalo vayuh), y hemos adquirido coberturas corporales. La consecuencia es que pensamos: «Soy este cuerpo». Esto es ignorancia, y a no ser que nos iluminemos con conocimiento espiritual, seguiremos siendo como animales.
La comprensión de nuestra identidad espiritual se denomina dharma. El propio Sri Krishna formula el objetivo final del dharma en la Bhagavad-gita (18.66). Sarva-dharman parityajya mam ekam saranam vraja: «Abandona toda clase de religión y sencillamente entrégate a Mí». En esta Tierra hemos creado muchos dharmas: dharma hindú, dharma musulmán, dharma cristiano... Todos esos dharmas son inventados, pero el verdadero dharma se alcanza cuando llegamos a la conclusión de que Sri Krishna lo es todo. De nuevo, en palabras de Sri Krishna en la Bhagavad-gita (7.19):
bahunam janmanam ante jñanavan mam prapadyate vasudevah sarvam iti sa mahatma sudurlabhah
«Después de muchos nacimientos y muertes, aquel que verdadera-mente posee conocimiento se rinde a Mí, sabiendo que Yo soy la causa de todas las causas y de todo lo que existe. Esa gran alma es muy difícil de encontrar». El movimiento para la conciencia de Krishna tiene como fin propagar ese mensaje. No estamos predicando un sistema religioso sectáreo en particular, sino una verdadera religión, dharma. Dharmam tu saksad bhagavat-pranitam: Nadie sabe verdaderamente lo que es dharma, y nadie puede inventarse el dharma. Dharma es la orden del Ser Supremo. Nadie puede inventarse las leyes del estado; el gobierno es quien las da. La definición más simple de dharma es que dharma es la orden del Ser Supremo. Como sólo hay un Ser Supremo, Dios, Su orden debe ser sólo una. Entonces, ¿cómo pueden existir diferentes dharmas? No es posible. Se crean diferentes dharmas debido a la ignorancia, que hace pensar a la gente en función de dharma hindú, dharma musulmán, dharma cristiano, este dharma o aquel dharma. No. El oro es oro. Si un cristiano tiene oro, ¿es, por eso, oro cristiano? El oro es oro, no importa que lo posea un hindú, un musulmán o un cristiano. Según la orden de la Suprema Personalidad de Dios, dharma significa entregarse a ese Ser Supremo. Eso es bhagavata-dharma, y hay que enseñar a todo el mundo cómo entregarse a Dios. Dios es uno; no puede haber dos Dioses. Si hay rivalidad, no hay Dios. Hoy en día hay un Dios diferente en cada esquina, pero Krishna no es ese tipo de Dios. Él es el Dios Supremo. Tal como el propio Krishna afirma en la Bhagavad-gita (7.7):
mattah parataram nanyat kiñcid asti dhanañjaya mayi sarvam idam protam sutre mani-gana iva
«¡Oh, conquistador de riquezas [Arjuna]!, no hay verdad superior a Mí. Todo descansa en Mí, como perlas ensartadas en un hilo». El propósito de este movimiento para la conciencia de Krishna es informar a todos de que nadie es superior a Krishna, Dios. Puesto que muchos jóvenes americanos y europeos son afortunados y no conocen a ninguno de esos falsos dioses, han tomado con seriedad nuestro genuino movimiento para la conciencia de Krishna. Krsnas tu bhagavan svayam: Bhagavan, Dios, quiere decir Sri Krishna. Lo único que hemos hecho ha sido presentar esta información, diciendo: «Aquí está Dios: Sri Krishna». Puesto que han tomado esto con seriedad, hay muchos jóvenes americanos y europeos que están desarrollando su conciencia de Krishna. Y mucha gente se sorprende al ver que americanos y europeos se hayan convertido en tan grandes devotos y bailen en éxtasis. ¿Cómo es que han avanzado tanto? Porque han tomado la información con seriedad: krsnas tu bhagavan svayam. Si tocamos el fuego, sepamos o no lo que es, nos quemará. No porque sea un niño el que lo toque, va a dejar de quemar. Estos jóvenes occidentales han tocado el fuego y, en consecuencia, éste actúa como fuego. acaryopasanam: esta información (krsnas tu bhagavan svayam) no es una invención, sino que todos los acaryas de la sucesión discipular la aceptan. Sankaracarya, aunque es impersonalista, ha aceptado que Krishna es la Suprema Personalidad de Dios. También lo han hecho así Ramanujacarya, Madhvacarya, Visnusvami, Nim- barka y Sri Caitanya Mahaprabhu y Sus seguidores. Todos ellos aceptan que Krishna es el Supremo, tal como hizo el propio Arjuna. Éste es el método más sencillo. No es necesario especular: «¿Qué es Dios? ¿Dónde está Dios?». ¿Por qué seguir buscando tontamente? Aquí está Dios: Krishna. Puede que pensemos que a Krishna no se Le puede ver, pero Krishna puede aparecer en la forma de Su energía. Por supuesto, una piedra no es Dios, pero la piedra es una de las energías de Dios. El calor y la luz no son fuego, pero sin fuego no puede haber calor ni luz. En ese sentido, el calor y la luz no son diferentes del fuego. Este mundo material es como el calor y la luz del fuego supremo.
ekadesa-sthitasyagner jyotsna vistarini yatha parasya brahmanah saktis tathedam akhilam jagat
«Tal como un fuego está situado en un lugar determinado pero difunde luz en todas direcciones, la Suprema Personalidad de Dios, Parabrahman, difunde Sus energías por todo el universo» (Visnu Purana 1.22.53).
El Sol está situado en un determinado lugar, y su luz y calor se expanden por todo del sistema solar. En cuanto percibimos luz y calor, deducimos la presencia del Sol. Como todos pueden percibir la luz y el calor, Krishna dice en la Bhagavad-gita (7.8): prabhasmi sasi-suryayoh: «Yo soy la luz del Sol y de la Luna». La gente dice: «¿Me puedes mostrar a Dios?», sin darse cuenta de que están viendo a Dios diariamente, a cada momento. Como en esta era la gente es necia, no entiende que podamos sentir la presencia del Señor al percibir Su energía.
Actualmente los jóvenes devotos del movimiento para la conciencia de Krishna están adorando a Krishna. ¿Cuáles son las características del devoto? Lo que realmente distingue al devoto es que ya no se interesa por el disfrute material: bhaktih paresanubhavo viraktir anyatra ca (Bhag. 11.2.42). Los discípulos de este movimiento para la conciencia de Krishna no van al cine, al restaurante ni a salas de fiestas, y no fuman ni beben. En Europa y América es muy fácil conseguir todas estas cosas, pero a estos jóvenes no les interesan. Lo único que les interesa es sentarse en el suelo y aprender sobre la conciencia de Krishna. ¿A qué se debe esto? A que realmente han rechazado el mundo material. Cuando uno llega a detestar el disfrute material, puede entender que ha avanzado espiritualmente. Vida espiritual no significa aceptar la orden de sannyasa y después fumar o tomar té. Debemos llegar a detestar verdaderamente la vida material. Así perdemos interés en las actividades materiales y nos interesamos únicamente en la comprensión de Dios, el Ser Supremo, y en Su servicio. Como se ordena en el Srimad- Bhagavatam (5.5.1):
nayam deho deha-bhajam nrloke kastan kaman arhate vid-bhujam ye
«De todas las entidades vivientes que han aceptado cuerpos materiales en este mundo, aquella que ha recibido esta forma humana no debe trabajar arduamente día y noche simplemente para complacer sus sentidos, lo cual pueden conseguir incluso los perros y los cerdos, que comen excremento». La palabra vid-bhujam quiere decir «comedores de excremento». Los cerdos trabajan arduamente día y noche sólo para comer excremento, y como el excremento contiene sustancias químicas, hidrofosfatos, el cerdo obtiene fuerza física, engorda mucho y disfruta de la vida sexual. En todo caso, la vida humana no se ha hecho para imitar la vida del cerdo, sino para hacer tapasya, austeridad:
tapo divyam putraka yena sattvam suddhyed yasmad brahma-saukhyam tv anantam
«Es mejor, Mis queridos hijos, ocuparse en penitencias y austeridades para alcanzar la posición divina del servicio devocional. Con esas actividades, el corazón se purifica, y al llegar a esa posición, se alcanza una vida eterna y bienaventurada, trascendental a la felicidad material, y que continúa para siempre» (Bhag. 5.5.1).
Ésta es la función de la sociedad védica. La sociedad varnasrama- dharma —compuesta de brahmanas, ksatriyas, vaisyas, sudras, grhasthas, vanaprasthas, brahmacaris y sannyasis— tiene como propósito elevar a la gente gradualmente hasta la etapa perfecta de comprensión de Dios. La finalidad de los diferentes varnas y asramas es la adoración del Señor Supremo. Esa comprensión puede alcanzarse mediante este sistema social, que permite el avance gradual. En la escuela, se empieza en el primer curso, y después se progresa hasta el segundo, tercero, y así sucesivamente. Y así se va progresando.
Cuando la sociedad humana acepta el varnasrama-dharma, gradualmente puede llegar a entender el Brahman. Por nacimiento, todo el mundo es sudra; por lo tanto, todos tienen que recibir educación. La palabra dvija quiere decir «nacido dos veces». Primero se nace por medio del vientre de una madre; y el maestro espiritual y el conocimiento védico dan el segundo nacimiento. El conocimiento védico es la madre, y el maestro espiritual es el padre. Aquel que nace por segunda vez (dvija) recibe un cordón sagrado de manos del maestro espiritual y comienza a aprender acerca de la vida espiritual. Entonces se le permite leer las Escrituras védicas. De esta manera se convierte en hijo de las Escrituras védicas. Nigama-kalpa-taror galitam phalam: El Srimad-Bhagavatam es la esencia de la cultura védica; es un árbol cumplidor de deseos, y de él podemos tomar lo que queramos. El conocimiento védico es perfecto, y si queremos llegar a conocerlo, debemos refugiarnos en un guru genuino (tad-vijñanartham sa gurum evabhigacchet).
Por desgracia, en esta era hay un gran desorden. Cuando la gente olvida el objetivo de la vida, el Señor Supremo viene en persona. El Señor Supremo desciende por compasión, porque está más ansioso Él por tenernos de regreso al hogar, de vuelta a Dios, que nosotros por ir. Por influencia de la ignorancia, no sabemos nada acerca del reino de Dios. No sabemos nada sobre cómo llegar allí ni cómo ser felices. Hemos olvidado todo eso. Por lo tanto, Krishna viene cada cierto tiempo, o envía a Su representante, el devoto puro. A veces viene Él en persona, y a veces envía a Su encarnación.
Kapiladeva es una encarnación de la Persona Suprema, Krishna. Por lo tanto, se afirma: kapilas tattva-sankhyata bhagavan atma- mayaya. La palabra maya no significa solamente «ilusión», sino también «afecto» y «energía». Cuando viene Krishna, vienen también todas Sus energías. Él no es forzado a venir. Nosotros tenemos que aceptar un determinado tipo de cuerpo porque somos forzados a hacerlo, pero esto no es lo que ocurre con Sri Krishna. Puede que ahora mi cuerpo sea humano, pero no puedo exigir un cuerpo humano para el futuro. El cuerpo que recibimos en la vida siguiente depende del karma, no del deseo. No se puede exigir ser un juez del tribunal supremo a no ser que se haya recibido la educación apropiada. Ante todo, hay que capacitarse. Si uno se capacita, puede llegar a ser un devata, es decir, un semidiós como Indra o Candra, o puede convertirse en un perro o un gato. Eso depende del propio karma, las actividades (karmana daiva-netrena). Cuando vienen Krishna o Su encarnación, Sus cuerpos no dependen del karma. El Señor Supremo está por encima del karma y es completamente independiente. Por eso se dice: atma-mayaya. El Señor Supremo viene por medio de Su propia energía, no de la energía externa o a la fuerza. Cuando el gobernador visita la prisión, no va a la fuerza. No hay que confundirle con un prisionero; él va por su propia buena voluntad, para ver cómo están las cosas. Pero, cuando se encierra en la cárcel a una persona común, entendemos que le han enviado ahí a la fuerza porque se ha probado que es un criminal. Tal vez el criminal piense que él y el gobernador son iguales, como los sinvergüenzas y necios que piensan que Krishna es uno de ellos. Avajananti mam mudha manusim tanum asritam. La persona inteligente sabe que cuando Krishna o Su encarnación descienden al mundo material, el Señor Supremo mantiene Su posición trascendental. Él no es un hombre común, ni se ve forzado por el karma a venir al mundo material. El Señor Supremo viene por Su propia buena voluntad. Param bhavam ajanantah. Los sinverg$uenzas no pueden entender a Krishna, y piensan que Krishna es un ser humano. Como el propio Krishna afirma en la Bhagavad-gita (7.3):
manusyanam sahasresu kascid yatati siddhaye yatatam api siddhanam kascin mam vetti tattvatah
«De entre muchos miles de hombres, puede que uno se esfuerce por alcanzar la perfección; y de entre aquellos que han logrado la perfección, difícilmente uno Me conoce en verdad».
Por lo tanto , no es tan fácil entender a Krishna. Como dice Krishna: De entre muchos miles de hombres, quizás uno llegue a ser un siddha, un ser autorrealizado. Y de entre muchos de esos siddhas, quizás uno pueda entender a Krishna. Es una gran fortuna para nosotros que Sri Caitanya Mahaprabhu, el propio Krishna, haya aparecido y nos haya dado un proceso muy fácil para entender a Krishna. ¿Cuál es ese proceso? Lo único que debemos hacer es escuchar acerca de Krishna. Eso es todo. Por esa razón, hemos abierto todos estos centros de conciencia de Krishna por todo el mundo.
srnvatam sva-kathah krsnah punya-sravana-kirtanah hrdy antah-stho hy abhadrani vidhunoti suhrt satam
«Sri Krishna, la Personalidad de Dios, que es el Paramatma [la Superalma] en el corazón de todos y el benefactor del devoto veraz, limpia el deseo de disfrute material del corazón del devoto en el que se ha desarrollado el vivo anhelo de oír Sus mensajes, que son virtuosos en sí mismos cuando se oyen y cantan apropiadamente» (Bhag. 1.2.17). Si escuchamos acerca de Krishna, nos purificamos. Oír acerca de Krishna significa tener la compañía de Krishna. De esta manera, podemos perfeccionar nuestras vidas.
Capítulo 2
El maestro trascendental y yogi supremo
VERSO 2 na hy asya varsmanah pumsam varimnah sarva-yoginam visrutau sruta-devasya bhuri trpyanti me 'savah
TRADUCCIÓN
Saunaka continuó: No hay nadie que posea más conocimiento que el Señor. Nadie es más digno de adoración ni más avanzado en el yoga que Él. Por lo tanto, Él es el maestro de los Vedas, y escuchar constantemente hablar de Él es el verdadero placer de los sentidos.
SIGNIFICADO
En la Bhagavad-gita se afirma que nadie puede ser igual ni más grande que la Suprema Personalidad de Dios. Esto se confirma también en los Vedas: eko bahunam yo vidadhati kaman. Él es la entidad viviente suprema, y abastece a todas las demás entidades vivientes de lo que necesitan. De modo que todas las demás entidades vivientes, tanto visnu-tattvas como jiva-tattvas, están subordinadas a la Suprema Personalidad de Dios, Krishna. Aquí se confirma la misma idea. Na hy asya varsmanah pumsam: De entre las entidades vivientes, nadie puede superar a la Persona Suprema, porque no hay nadie más rico, más famoso, más fuerte, más hermoso, más sabio ni más renunciado que Él. Estas cualidades hacen que Él sea el Dios Supremo, la causa de toda causa. Los yogis están muy orgullosos de sus maravillosas proezas, pero nadie puede compararse con la Suprema Personalidad de Dios.
Todo aquel que esté en contacto con el Señor Supremo es un yogi de primera categoría. Quizá los devotos no sean tan poderosos como el Señor Supremo, pero por estar en constante contacto con Él, se vuelven prácticamente como el propio Señor. A veces hay devotos que manifiestan más poder que el Señor. Por supuesto, se trata de una concesión de Su parte.
Aquí se utiliza también la palabra varimnah, que significa «el yogi más digno de adoración». Escuchar acerca de Krishna es el verdadero placer de los sentidos; por eso se Le llama Govinda, pues con Sus palabras, Sus enseñanzas, Sus instrucciones —con todo lo que se relaciona con Él—, da placer a los sentidos. Todas Sus instrucciones vienen del plano trascendental y, por ser absolutas, no son diferentes de Él. Escuchar acerca de Krishna, o de Sus expansiones, o las expansiones plenarias como Kapila, da un gran placer a los sentidos. La Bhagavad-gita se puede leer o escuchar muchas veces, pero como da un gran placer, cuanto más se lee, más se quiere leer y entender lo que dice, y en cada ocasión se obtiene mayor iluminación. Ésa es la naturaleza del mensaje trascendental. En el Srimad-Bhagavatam también encontramos esa misma felicidad trascendental. Cuanto más escuchamos y cantamos las glorias del Señor, más felices somos.
En el verso anterior se ha explicado que la encarnación de la Suprema Personalidad de Dios como Devahuti-putra Kapiladeva es bhagavan atma-mayaya. La palabra bhaga significa «opulencia», y van quiere decir «el que posee». Todas las opulencias de la creación se encuentran en Bhagavan. Como se afirma en los Vedas (Katha Upanisad 2.2.13):
nityo nityanam cetanas cetananam eko bahunam yo vidadhati kaman
Nitya, Bhagavan, es singular, y nityanam es plural, las jivas, los seres vivientes. Nityo nityanam: Nosotros somos muchos, pero Dios es uno. No hay límite al número de jivas; nadie las puede contar. La palabra ananta significa que son innumerables. A todas esas jivas o entidades vivientes las mantiene el Ser Supremo único. No podemos imaginar la cantidad de entidades vivientes que mantiene el Señor Supremo. Los grandes elefantes, las pequeñas hormigas, la totalidad de las 8.400.000 especies de vida: a todos los mantiene Bhagavan. ¿Por qué nos preocupamos pensando que no nos vaya a mantener a nosotros? Los devotos del Señor, que se han refugiado a Sus pies de loto, haciendo a un lado todo lo demás simplemente para prestarle servicio, recibirán ciertamente Su protección. En nuestro movimiento para la conciencia de Krishna tenemos más de cien centros, y Krishna los está manteniendo todos. Ninguno de nuestros devotos tiene un empleo del que reciba ingresos independientes, y, aun así, el Señor les mantiene a todos. En la Bhagavad-gita, Krishna nunca dice: «Haz esto o aquello, y entonces te mantendré». Por el contrario, no solamente declara que nos va a mantener, sino también que nos protegerá de los resultados del pecado, del karma pecaminoso (Bg. 18.66). Todo eso es lo que nos garantiza el Señor.
Tasyaiva hetoh prayateta kovidah. La palabra kovidah significa «inteligente». La persona inteligente debe tratar de refugiarse en los pies de loto de Krishna. El verdadero propósito de la vida humana es ponernos en contacto con los pies de loto de Krishna. Ése debe ser nuestro único interés. La palabra upari indica los sistemas planetarios superiores. Hay siete sistemas planetarios superiores, y nosotros estamos en el sistema intermedio, Bhurloka. En este universo hay catorce sistemas planetarios, y las entidades vivientes vagan con diferentes formas corporales por diferentes planetas. Según el karma, la entidad viviente a veces asciende y a veces desciende. De este modo, anda errante, pensando en cómo puede conseguir la felicidad material y satisfacer sus sentidos. Los sastras dicen que no es esto lo que debemos hacer, que nuestro deber es esforzarnos por entender a Krishna. No tenemos que preocuparnos por comer y dormir, pues la satisfacción de las necesidades del cuerpo está ya dispuesta. Para mantener el cuerpo, no es necesario hacer esfuerzos adicionales.
tal labhyate duhkhavad anyatah sukham kalena sarvatra gabhira-ramhasa
Nuestro único esfuerzo debe ser la búsqueda de la felicidad; ésa es nuestra verdadera lucha por la existencia. Según los sastras: tal labhyate duhkhavat. La palabra duhkhavat indica que aunque no queremos sufrir, sufrimos de todo modos. Para sufrir, no es necesario hacer ningún esfuerzo adicional. Nadie dice: «¡Ojalá se me incendie la casa!», o: «¡Que se muera mi hijo». Nadie aspira a que le ocurran esas cosas, pero, aun así, ocurren. Todo el mundo piensa: «¡Ojalá gane mucho dinero!», o: «¡Que mi hijo sea feliz!». No rezamos pidiendo catástrofes, pero, aun así, vienen sin que nadie las invite. Del mismo modo, la felicidad que tengamos destinada vendrá también sin que la pidamos. La conclusión es que no debemos esforzarnos por eso que se llama felicidad o aflicción, sino que debemos tratar de alcanzar aquella posición desde la cual podamos entender a Krishna y conseguir el refugio de Sus pies de loto. Eso es lo único por lo que deben esforzarse los seres humanos.
Fue Caitanya Mahaprabhu quien dijo a Rupa Gosvami: brahmanda bhramite kona bhagyavan jiva guru-krsna-prasade paya bhakti-lata-bija
«La entidad viviente vaga hacia arriba y hacia abajo, de un planeta a otro, y es muy afortunada si, por la misericordia del maestro espiritual y del propio Krishna, puede obtener la semilla del servicio devocional a Krishna» (Cc. Madhya 19.151). El movimiento para la conciencia de Krishna es un intento de hacer que la gente se vuelva afortunada. En esta era, todos son desafortunados (manda-bhagyah), pero nosotros estamos tratando de cambiar la situación.
En todas partes del mundo hay problemas. Un país tiene un tipo de problema, y otro país tiene otro. Hay disensión dentro de los propios gobiernos, e incluso los presidentes están cargados de problemas. Puede que a veces pensemos que somos muy afortunados, como el presidente Nixon, que pensaba: «Soy muy afortunado. Ahora soy el presidente de los Estados Unidos». Pero pronto se dio cuenta de que era sumamente desafortunado. En realidad, ésa es la situación en que todos estamos. No debemos pensar que al único culpable que han cogido es al presidente Nixon, y que nosotros estamos a salvo. Hay un proverbio bengalí que dice: El estiércol de vaca seco se usa como combustible, y cuando lo están quemando, el estiércol fresco se ríe diciendo: «¡Ah! ¡A ti te queman, pero yo estoy a salvo!». Lo que no sabe es que, cuando se seque, también lo echarán al fuego. Podemos reírnos ahora porque el presidente Nixon está en apuros, y pensar que nosotros estamos muy a salvo porque tenemos una gran cuenta bancaria; pero, en realidad, nadie está a salvo. Todos nos iremos secando y, en su momento, nos echarán al fuego; es un hecho. Puede que vivamos unos cuantos años más, pero no podemos evitar la muerte. Por eso se dice: «Tan seguro como la muerte». Y ¿cuál es el resultado de la muerte? Uno lo pierde todo: todo honor, dinero, posición y la misma vida material. Krishna dice en la Bhagavad-gita (10.34): mrtyuh sarva-haras caham: «Yo soy la muerte que todo lo devora». Krishna viene en la forma de la muerte y lo saquea todo: cuenta bancaria, rascacielos, esposa, hijos y lo que sea. No es posible decir: « Mi querida muerte, por favor dame un poco de tiempo para prepararme». No hay preparativo que valga; hay que salir de inmediato. La gente necia no es consciente de las condiciones miserables de la vida material. Krishna dice en la Bhagavad-gita (13.9): janma- mrtyu-jara-vyadhi-duhkha-dosanudarsanam: El verdadero conocimiento consiste en saber que, por grande que uno sea, se va a tropezar con los cuatro principios de la vida material: el nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte, que existen tanto en el sistema planetario más elevado (Brahmaloka) como en el más bajo (Patalaloka).
tasyaiva hetoh prayateta kovido na labhyate yad bhramatam upary adhah tal labhyate duhkhavad anyatah sukham kalena sarvatra gabhira-ramhasa
«Las personas que son verdaderamente inteligentes y tienen inclinaciones filosóficas deben esforzarse únicamente por aquel objetivo que no se puede conseguir ni siquiera vagando desde el planeta más elevado hasta el más bajo. En cuanto a la felicidad que se deriva del disfrute de los sentidos, se puede obtener automáticamente con el transcurso del tiempo, tal como con el transcurso del tiempo obtenemos sufrimientos aunque no los deseemos» (Bhag. 1.5.18).
Cuando Dharmaraja preguntó a Maharaja Yudhisthira cuál era la cosa más maravillosa del mundo, Maharaja Yudhisthira contestó: ahany ahani bhutani gacchantiha yamalayam: «Constantemen te hay alguien que se muere, pero los que siguen viviendo piensan: "Mi amigo ha muerto, pero yo viviré para siempre'' » (Mahabharata, Vana-parva 313.116). El estiércol de vaca fresco piensa del mismo modo. Es típico de los seres condicionados.
Bhagavan, el Señor Supremo, no está en esa situación. Por lo tanto, se dice: bhagavan atma-mayaya. Nosotros venimos a este mundo para disfrutar o sufrir unos cuantos días —cincuenta o cien años—, pero Bhagavan, la Suprema Personalidad de Dios, no viene con ese propósito (na mam karmani limpanti). También se dice: na hy asya varsmanah: «No hay nadie más grande que Él». Nadie es igual ni más grande que Bhagavan. Todos somos inferiores. De acuerdo con el Caitanya-caritamrta adi 5.142): ekale isvara krsna, ara saba bhrtya: Hay un solo amo: Krishna. Todos los demás somos subordinados, empezando con el Señor Brahma, Visnu, Mahesvara, Indra, Candra y todos los semidioses (hay treinta y tres millones de semidioses) y las especies intermedias e inferiores. Todos somos bhrtya, sirvientes. Cuando Krishna ordena: «Mi querido Sr. Fulano de Tal, salga de donde está, por favor, y váyase», hay que irse. Por lo tanto, todos somos sirvientes. Ésa es la posición del Señor Brahma, y también la de la hormiga. Yas tv indragopam athavendram aho sva-karma: Desde el Señor Indra hasta el indragopa, un insecto insignificante, todos están cosechando las consecuencias de su karma. En esta vida estamos creando nuestro propio karma, nuestro próximo cuerpo. Ahora estamos disfrutando o sufriendo como resultado de nuestro karma pasado, y, de la misma forma, estamos creando más karma para nuestro próximo cuerpo. En realidad, deberíamos obrar de tal manera que no recibiéramos otro cuerpo material. ¿Cómo se puede hacer eso? Simplemente tratando de entender a Krishna. Como dice Krishna en la Bhagavad-gita (4.9):
janma karma ca me divyam evam yo vetti tattvatah tyaktva deham punar janma naiti mam eti so 'rjuna
«¡Oh, Arjuna!, aquel que conoce la naturaleza trascendental de Mi advenimiento y actividades, al abandonar el cuerpo no vuelve a nacer en este mundo material, sino que alcanza Mi morada eterna».
Esto parece muy sencillo, pero en realidad entender a Krishna es muy difícil. Si nos volvemos devotos de Krishna, entender a Krishna es fácil. Pero si tratamos de entenderle por medio de jñana, karma o yoga, nos veremos frustrados. Hay muchas clases de yogis, pero aquel que está consagrado a Krishna es el más elevado. Sri Krishna está muy por encima de todos los procesos de yoga. En la India hay muchos yogis que pueden exhibir maravillas mágicas. Pueden caminar sobre el agua, volverse muy livianos o muy pesados, etc. Pero, ¿qué es eso, comparado con los poderes místicos de Krishna? Por Sus potencias, grandes planetas flotan en el espacio. ¿Quién puede arreglárselas para hacer flotar en el aire aunque sólo sea una pequeña piedra? Puede que a veces un yogi muestre un poquito de poder místico y cree un poco de oro, y somos tan necios que creemos que es Dios, olvidando que el verdadero yogi, el propio Señor Supremo, ha creado millones de minas de oro y las ha puesto a flotar en el espacio. A las personas conscientes de Krishna no las engañan yogis que pretenden ser Bhagavan. La persona consciente de Krishna sólo quiere servir al más importante de los yogis, Yogesvara (varimnah sarva-yoginam). Como estamos tratando de volvernos Sus devotos, aceptamos que el Señor Supremo, Yogesvara, es la Suprema Personalidad de Dios. El propio Krishna afirma en la Bhagavad-gita (18.55):
bhaktya mam abhijanati yavan yas casmi tattvatah tato mam tattvato jñatva visate tad anantaram
«Únicamente se Me puede comprender tal y como soy, como la Suprema Personalidad de Dios, por medio del servicio devocional. Y cuando, mediante esa devoción, se tiene plena conciencia de Mí, se puede entrar en el Reino de Dios». En realidad este proceso es muy sencillo. Ante todo, hay que entender que el primer problema es conquistar la muerte. Ahora pensamos que la muerte es inevitable, pero en realidad no lo es. Puede que le encierren a uno en la cárcel, pero la cárcel no es algo inevitable. Si por sus acciones uno es un criminal, le encerrarán en la cárcel. Pero ir a la cárcel no es obligatorio para todo el mundo. Como entidades vivientes, el lugar que nos corresponde es Vaikunthaloka.
paras tasmat tu bhavo 'nyo 'vyakto 'vyaktat sanatanah yah sa sarvesu bhutesu nasyatsu na vinasyati avyakto 'ksara ity uktas tam ahuh paramam gatim yam prapya na nivartante tad dhama paramam mama
«Existe otra naturaleza no manifiesta, que es eterna y trascendental a esta materia manifestada y no manifestada. Es suprema y nunca es aniquilada. Cuando todo en este mundo es aniquilado, esa parte permanece tal como es. Aquello que los vedantistas describen como no manifiesto e infalible, aquello que se conoce como el destino supremo, ese lugar del cual, una vez alcanzado, nunca se regresa, ésa es Mi morada suprema» (Bg. 8.20-21).
En Vaikunthaloka está todo. Allí podemos tener una vida eterna, bienaventurada y llena de conocimiento (sac-cid-ananda). Estar pudriéndose en este mundo material no es algo inevitable. La manera más fácil de ir a los Vaikunthalokas es: janma karma ca me divyam evam yo vetti tattvatah: Tratar sencillamente de entender a Krishna: ¿por qué viene?, ¿cuáles son Sus actividades?, ¿de dónde viene?, ¿por qué viene con forma de ser humano? Lo único que tenemos que hacer es tratar de entender eso y estudiar a Krishna tal y como Él mismo Se da a conocer en la Bhagavad-gita. ¿Qué tiene eso de difícil? Dios mismo explica exactamente cómo es Él, y si aceptamos la Bhagavad-gita tal como es, ya no tendremos que conti- nuar transmigrando. Tyaktva deham punar janma naiti. No tendremos que someternos a más nacimientos y muertes, pues podemos alcanzar nuestros cuerpos espirituales (sac-cid-ananda-vigraha) y vivir felices en la familia de Krishna. Krishna nos está sustentando aquí, y también allá nos proveerá de lo que necesitemos. De modo que debemos saber que nuestra felicidad está en regresar al hogar, de vuelta a Dios, donde podemos comer, beber y divertirnos en compañia de Krishna.
Capítulo 3 Cómo entender las actividades del Señor
VERSO 3 yad yad vidhatte bhagavan svacchandatmatma-mayaya tani me sraddadhanasya kirtanyany anukirtaya
TRADUCCIÓN
Por lo tanto, ten la bondad de relatar con precisión todas las actividades y pasatiempos de la Personalidad de Dios, que está plenamente satisfecho en de Sí mismo y que realiza todas esas actividades por medio de Su potencia interna.
SIGNIFICADO
La palabra anukirtaya es muy significativa. Anu-kirtaya quiere decir «atenerse a la descripción»: no crear con la mente una descripción inventada, sino atenerse. Saunaka Rsi rogó a Suta Gosvami que relatese lo que verdaderamente había escuchado de su maestro espiritual, Sukadeva Gosvami, acerca de los pasatiempos trascendentales que el Señor manifestó por medio de Su energía interna. Bhagavan, la Suprema Personalidad de Dios, no tiene cuerpo material, pero puede adoptar cualquier tipo de cuerpo por Su voluntad suprema. Esto lo hace posible Su energía interna. Para poder entender los pasatiempos del Señor, debemos seguir uno o varios de los procesos devocionales autorizados:
sravanam kirtanam visnoh smaranam pada-sevanam arcanam vandanam dasyam sakhyam atma-nivedanam
«Escuchar, glorificar y recordar el santo nombre, la forma, pasatiempos, cualidades y séquito del Señor; ofrecer servicio según momento, lugar y ejecutante; adorar a la Deidad, ofrecer oraciones, considerarse siempre el sirviente eterno de Krishna, hacer amistad con Él, y dedicarle todo. Éstos son los nueve procesos del servicio devocional» (Bhag. 7.5.23).
Hay nueve procesos básicos de servicio devocional: escuchar acerca del Señor Supremo, glorificarle, recordarle, servir Sus pies de loto, adorarle, ofrecerle oraciones, actuar como sirviente Suyo, hacerse amigo Suyo, y entregárselo todo. El comienzo es sravanam kirtanam, escuchar y glorificar. Hay que tener un gran deseo de escuchar y glorificar. Como se afirma en la Bhagavad-gita (9.14):
satatam kirtayanto mam yatantas ca drdha-vratah namasyantas ca mam bhaktya nitya-yukta upasate
«Siempre cantando Mis glorias, esforzándose con gran determinación, postrándose ante Mí, las grandes almas Me adoran perpetuamente con devoción».
Tenemos que hablar o cantar acerca de las santas actividades de la Suprema Personalidad de Dios, pero primero tenemos que escucharlas. El Srimad-Bhagavatam lo recitó Sukadeva Gosvami y lo oyó Maharaja Pariksit; y nosotros, por nuestra parte, tenemos que escuchar acerca de Krishna y entonces glorificarle (sravanam kirtanam visnoh). Cuando hablamos de Visnu, queremos decir Krishna. Krishna es el origen del visnu-tattva; o sea que Visnu es una expansión de Krishna. Cuando hablamos de Visnu, entendemos que el origen de Visnu es Krishna. Tal como dice Sri Krishna en la Bhagavad-gita (10.2): aham adir hi devanam: «Yo soy la fuente de los semidioses».
Los semidioses (devas) más importantes son Brahma, Siva y Visnu. Al principio de la creación existe el Señor Visnu, y del Señor Visnu nace el Señor Brahma. Del Señor Brahma nace el Señor Siva, y estos tres dioses se encargan de las tres modalidades de la naturaleza material. Visnu Se encarga de sattva-guna (la modalidad de la bondad), el Señor Brahma se encarga de rajo-guna (la modalidad de la pasión), y el Señor Siva se encarga de tamo-guna (la modalidad de la ignorancia). Sin embargo, antes de la creación no existían ni Brahma ni Siva. Sólo existía Krishna. Por esta razón, Krishna dice: aham adir hi devanam. Él es el creador de todos los semidioses y de todas las demás entidades vivientes. Una vez creada la manifestación cósmica, las entidades vivientes son puestas en su interior. Por eso en los Vedas se afirma que al principio no existían ni Brahma ni Siva, sino solamente Narayana (eko narayana asit). Narayana es también unas expansión plenaria de Krishna. Tenemos que aprender de las Escrituras que Krishna es el origen de todo: krsnas tu bhagavan svayam. Todos los visnu-tattvas y encarnaciones no son más que expansiones plenarias o expansiones de las expansiones plenarias de Krishna. Hay millones y millones de encarnaciones; tantas como olas en el mar. Hay saktyavesa- avataras, guna-avataras y svayam-avataras, y todos ellos se describen en el Srimad-Bhagavatam. Todos esos avataras o encarnaciones son svacchandatma, están libres de preocupación y ansiedad. Si nosotros organizamos un negocio, pasamos muchas ansiedades. En especial, el director gerente o propietario del negocio pasa muchas ansiedades. Aunque está sentado en su oficina sin que nadie le moleste, no es muy feliz, porque siempre está pensando en cómo hacer esto o aquello, en cómo administrar ese determinado asunto... Así es la naturaleza material, y por eso se dice que en el mundo material siempre hay ansiedad. Cuando Hiranya- kasipu, el padre de Prahlada Maharaja, preguntó a su hijo: «Mi querido hijo, ¿qué es lo mejor que has aprendido de tus maestros?», Prahlada Maharaja le respondió inmediatamente: tat sadhu manye 'sura-varya dehinam sada samudvigna-dhiyam asad-grahat (Bhag. 7.5.5): «He aprendido que los materialistas han aceptado la asad guna». Asat significa «lo que no es». No debemos quedarnos en ese nivel; debemos ir al nivel de sat (om tat sat). Ése es el mandamiento védico. El mundo material es asad-vastu: es imposible que permanezca. Todo, en el mundo material, será finalmente destruido. Todo lo que existe en el mundo material, lo hace sólo por algún tiempo. Es temporal. Los filósofos mayavadis dicen: brahma satyam jagan mithya: «La Verdad Suprema es real, mientras que el mundo es falso». Pero los vaisnavas no utilizan la palabra mithya (falso), porque Dios, el Brahman Supremo, es verdad, y de la verdad no puede emanar nada falso. Si hacemos un pendiente de oro, el pendiente también es oro. No podemos decir que el pendiente es falso. Yato imani bhutani jayante: La Suprema Verdad Absoluta es aquel de quien todo emana. Si todo emana de la Verdad Absoluta, en realidad, nada puede ser falso. Los filósofos vaisnavas consideran que el mundo es temporal, pero no falso, como piensan los filósofos mayavadis.
El mundo (jagat) ha emanado del Supremo; por lo tanto, no es mithya, pero es temporal. Esto se explica también en la Bhagavad- gita (8.19): bhutva bhutva praliyate: El mundo material empieza a existir, permanece durante algún tiempo, y luego es aniquilado. No es falso, pues se puede utilizar para comprender la Verdad Suprema. Ésta es la filosofía vaisnava. El mundo es temporal, pero debemos utilizarlo con propósitos espirituales. Lo que se utiliza para la Verdad Suprema, para la Verdad Absoluta, se vuelve parte de la Verdad Absoluta. Como afirma Srila Rupa Gosvami:
anasaktasya visayan yatharham upayuñjatah nirbandhah krsna-sambandhe yuktam vairagyam ucyate prapañcikataya buddhya hari-sambandhi-vastunah mumuksubhih parityago vairagyam phalgu kathyate
(Bhakti-rasamrta-sindhu 1.2.255-256) La palabra mumuksubhih se refiere a aquellos que aspiran a mukti, la liberación. Cuando una persona se siente harta de las actividades materiales, quiere deshacerse de todo aquello que tenga algo que ver con el mundo material. Sin embargo, el vaisnava dice: prapañcikataya buddhya hari-sambandhi-vastunah: Todo tiene alguna relación con la Persona Suprema, la Verdad Absoluta. Por ejemplo, un micrófono está hecho de metal, pero ¿qué es el metal? Es una forma del elemento tierra. En la Bhagavad-gita (7.4), Sri Krishna dice: bhumir apo 'nalo vayuh kham mano buddhir eva ca ahankara itiyam me bhinna prakrtir astadha «La tierra, el agua, el fuego, el aire, el éter, la mente, la inteligencia y el ego falso; estos elementos en conjunto constituyen Mis energías materiales separadas». Todos estos elementos son energías de Krishna, y si Krishna es su origen, ¿cómo van a ser falsos? No lo son. Un vaisnava nunca dirá que el metal no tiene relación con Krishna. Es un producto de una de Sus energías, tal como este mundo material es un producto del Sol. No podemos decir que la luz del Sol es falsa y que el Sol es real. Si el Sol es real, la luz del Sol también es real. Del mismo modo, nosotros no decimos que el universo material sea falso. Puede que sea temporal, pero no es falso. Por lo tanto, los Gosvamis, y el propio Krishna, nos dicen que, como todo pertenece a Krishna, todo se debe utilizar según Su propósito. Esta creación emana de Bhagavan, el Señor Supremo, que está libre de ansiedades. Krishna disfruta en compañía de Su consorte Srimati Radharani, y Se deleita tocando la flauta. Si Dios pasara ansiedad, ¿qué clase de Dios sería? Incluso el Señor Brahma y los demás semidioses pasan ansiedades. El Señor Brahma se dedica a meditar, el Señor Siva baila para destruir el universo, la diosa Kali se dedica a matar con su espada, etc. Los semidioses tienen muchos deberes, pero Krishna vive siempre tranquilo. El Krishna que mata a los demonios es Vasudeva Krishna, no el Krishna original. El Krishna original no va a ninguna parte; nunca da un paso fuera de Vrndavana. Las demás actividades, Krishna las lleva a cabo mediante Sus formas de Vasudeva, Sankarsana, Aniruddha y Pradyumna. Krishna Se expande como Sankarsana, Narayana, Visnu, Maha-Visnu, Garbhodakasayi Visnu y Ksirodakasayi Visnu. Dios puede expandirse en muchísimas formas. advaitam acyutam anadim ananta-rupam adyam purana-purusam nava-yauvanam ca (Brahma-samhita 5.33) Él es el adi-purusa, el alma original de todo. Govindam adi-purusam tam aham bhajami: El Señor Brahma dice que él no es adi-purusa, sino que Govinda, Krishna, es el adi-purusa. Este Krishna tiene muchas expansiones (advaitam acyutam anadim). Él no tiene principio, pero es el principio de todo. Se ha expandido en muchas formas. El visnu-tattva consiste en bhagavat-tattva-svamsa, las expansiones personales. Nosotros somos también formas de Krishna, pero somos vibhinnamsa, expansiones separadas. Somos expansiones de las energías. Como dice Krishna en la Bhagavad-gita (7.5): apareyam itas tv anyam prakrtim viddhi me param jiva-bhutam maha-baho yayedam dharyate jagat «Además de estos elementos, ¡oh, Arjuna, el de poderosos brazos!, hay otra energía Mía superior, que incluye a las entidades vivientes que están explotando los recursos de esta naturaleza material e inferior». Se trata pues de las jiva-prakrti, las expansiones de para-prakrti, que pertenecen a la energía superior de Krishna. De todos modos, Krishna es siempre svacchandatma, libre de toda ansiedad. Ni siquiera cuando está matando a un demonio, experimenta ansiedad alguna. Esto se confirma también en los Vedas: na tasya karyam karanam ca vidyate na tat-samas cabhyadhikas ca drsyate parasya saktir vividhaiva sruyate svabhaviki jñana-bala-kriya ca «El Señor Supremo no tiene nada que hacer, pues Sus diversas potencias lo hacen todo de manera automática. No hay nadie que sea igual ni más grande que Él» (Svetasvatara Upanisad 6.8).
Sri Krishna no tiene que hacer nada personalmente. Su energía lo hace todo. Cuando un hombre importante quiere que se haga algo, simplemente se lo dice a su secretario, y él se lo hace. El hombre importante confía completamente en que, como se lo ha dicho a su secretario, sus deseos serán cumplidos. El secretario es una persona, energía (sakti). Si incluso un hombre cualquiera de este mundo tiene muchas energías en forma de secretarios, difícilmente podemos imaginar cuántas energías posee Sri Krishna. Sri Krishna es jagad-isvara, el controlador del universo entero, el cual, por tanto, está bajo Su dirección. Los necios dicen que no hay un cerebro que dirige el universo, pero esto se debe a la ignorancia. Por la información de los sastras, las Escrituras, podemos entender quién es ese cerebro. Según Sri Krishna en la Bhagavad-gita (9.10):
mayadhyaksena prakrtih suyate sa-caracaram hetunanena kaunteya jagad viparivartate
«Esta naturaleza material, que es una de Mis energías, actúa bajo Mi dirección, ¡oh, hijo de Kunti!, y produce todos los seres móviles e inmóviles. Bajo su control, se crea y se aniquila una y otra vez esta manifestación cósmica». Vemos cómo en todo momento actúan Sus energías en este mundo material. Por ejemplo, el rayo, la lluvia, y de la lluvia vienen los alimentos que nosotros disfrutamos. Este proceso se resume en la Bhagavad-gita (3.14):
annad bhavanti bhutani parjanyad anna-sambhavah yajñad bhavati parjanyo yajñah karma-samudbhavah
«Todos los seres vivientes subsisten a base de granos alimenticios, que son producto de las lluvias. Las lluvias son producto de la ejecución de yajñas [sacrificios], y el yajña nace de los deberes prescritos». El origen de todo es la Suprema Personalidad de Dios, y tenemos que satisfacerle mediante yajñas, sacrificios, los cuales se pueden realizar cuando la sociedad sigue las normas del varnas- rama-dharma, el sistema de cuatro órdenes sociales (varnas) y cuatro órdenes espirituales (asramas). Hay cuatro varnas (brahmana, ksatriya, vaisya y sudra) y cuatro asramas (brahmacarya, grhastha, vanaprastha y sannyasa). Estos varnas y asramas tienen sus respectivos deberes, y a menos que la sociedad humana se divida según estas ocho divisiones científicas y todos actúen según su posición, no puede haber paz en el mundo.
varnasramacaravata purusena parah puman visnur aradhyate pantha nanyat tat-tosa-karanam
«A la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Visnu, se Le adora mediante la adecuada ejecución de los deberes prescritos en el sistema de varna y asrama. No hay otra manera de satisfacer a la Suprema Personalidad de Dios» (Visnu Purana 3.8.9).
El objetivo final de toda actividad es satisfacer al Señor Supremo, Visnu. Na te viduh svartha-gatim hi visnum (Bhag. 7.5.31). La gente necia no sabe que su mayor beneficio es satisfacer a Visnu. Por lo tanto, cuando hay dharmasya glanih, incumplimiento del dharma, vienen personalmente Krishna o Su encarnación. Por eso, se dice: yad yad vidhatte bhagavan: Aunque viene, está libre de ansiedades. Viene por medio de Su potencia interna, y no precisa la ayuda de nadie. Posee diversidad de energías, todas las cuales actúan correcta y perfectamente (parasya saktir vividhaiva sruyate svabhaviki jñana-bala-kriya ca). Los impersonalistas, como no pueden entender a la Suprema Personalidad de Dios, tampoco pueden entender la razón de que todo esté ocurriendo de manera perfecta: mohitam nabhijanati mam ebhyah param avyayam. Como afirma Krishna en la Bhagavad-gita (7.14):
daivi hy esa gunamayi mama maya duratyaya mam eva ye prapadyante mayam etam taranti te
«Esta energía divina Mía, integrada por las tres modalidades de la naturaleza material, es difícil de superar. Pero aquellos que se han entregado a Mí pueden sobrepasarla fácilmente». Aquel que está cubierto por las tres modalidades de la naturaleza material, no puede entender a la Suprema Personalidad de Dios. Sin embargo, el Señor Supremo Se revela a Sus devotos.
Nuestro deber es entender verdaderamente a Krishna; de este modo, nuestra vida será un éxito. Una comprensión superficial de Krishna no será suficiente para tener éxito. Por eso aquí se afirma: tani me sraddadhanasya kirtanyany anukirtaya. La palabra anukirtaya, como ya hemos señalado al principio, quiere decir que no debemos inventar nada. La palabra anu significa «seguir». Por lo tanto, el bhagavat-tattva, o Bhagavan, sólo se puede entender mediante el sistema parampara, el sistema de sucesión discipular.
evam parampara-praptam imam rajarsayo viduh sa kalaneha mahata yogo nastah parantapa
«Esta ciencia suprema se recibió a través de la cadena de sucesión discipular, y los reyes santos la entendieron de ese modo. Pero con el transcurso del tiempo la sucesión se rompió, y, por ello, la ciencia tal y como es parece haberse perdido» (Bg. 4.2).
Antiguamente los reyes (rajas) eran grandes santos. No eran gente ordinaria dedicada a beber y bailar. Hasta la época de Maharaja Pariksit, todos ellos eran rsis (sabios). Se les educaba para que no fueran hombres comunes; por eso recibían el nombre de naradeva. Naradeva se refiere a Bhagavan manifestado como ser humano. Se adoraba al rey porque era un rajarsi, rey y sabio al mismo tiempo. Sri Krishna dice que, si el rey conoce el propósito de la vida, puede gobernar bien. Si no lo conoce, pensará que lo único importante es comer, dormir, la vida sexual y defenderse. Y entonces, sus súbditos vivirán como animales. Hoy nadie conoce qué objeto tiene la vida humana; por lo tanto, aunque la gente necia de esta era trate de ser feliz, sus esperanzas nunca se cumplirán. Na te viduh svartha-gatim hi visnum durasayah. La gente trata de ser feliz en este mundo material con objetos materiales, pero sus planes nunca se verán satisfechos. En la historia del mundo vemos a muchos líderes que trabajaron arduamente hasta la muerte, sin que, a pesar de todos sus grandes esfuerzos, pudieran organizar las cosas como querían. Napoleón, Hitler, Gandhi, Nehru y tantos otros: finalmente ninguno tuvo éxito. Esto es durasaya. El objetivo final de la vida es entender a Visnu, pero la gente vive tratando ciegamente de satisfacer sus sentidos. Si un ciego trata de guiar a otro ciego, ¿cuál va a ser el resultado? Si los líderes y los seguidores son ciegos, caerán todos juntos al pozo, pues su naturaleza les subyuga.
Sravanam kirtanam, oír y glorificar, son el comienzo del bhakti, del servicio devocional. Por eso, se dice: tani me sraddadhanasya kirtanyany anukirtaya. La palabra anukirtaya quiere decir «seguir el sistema parampara». Ante todo, debemos recibir la información de manos de las autoridades; después podremos hablar la verdad. Primero hay que aprender a describir a Bhagavan, la Verdad Absoluta: Sus acciones, Su misericordia y Su compasión por todos los seres vivientes. El Señor Supremo está más ansioso por darnos educación e iluminación que nosotros por recibirla. Él nos da Sus Escrituras, Sus devotos y el sistema parampara, pero depende de nosotros el aprovecharlos o no. El movimiento para la conciencia de Krishna tiene como propósito dar a la sociedad la comprensión correcta sobre la Verdad Absoluta. No estamos presentando una filosofía falsa e inventada. ¿Por qué íbamos a perder innecesariamente el tiempo inventándonos una filosofía? Hay bastante ya que aprender con lo que nos ha dado la autoridad suprema. Todo lo que tenemos que hacer es tomar estas Escrituras védicas, tratar de entenderlas, y distribuirlas. Ésa es la misión de Sri Caitanya Mahaprabhu.
bharata-bhumite haila manusya-janma yara janma sarthaka kari' kara para-upakara (Cc. adi 9.41)
Es deber de todos, y especialmente de aquellos que han nacido en Bharatavarsa, la India, hacer de sus vidas un éxito sirviéndose de estas Escrituras védicas. Desafortunadamente, lo único que tratamos de aprender es tecnología, y ésa es nuestra desgracia. Verdadera educación significa resolver todos los problemas de la vida. Educación trascendental significa aprender cómo liberarse del enredo de la vida material. Esto se consigue recibiendo información sobre las actividades trascendentales del Señor.
Capítulo 4 La búsqueda de un guru genuino
VERSO 4
suta uvaca dvaipayana-sakhas tv evam maitreyo bhagavams tatha prahedam viduram prita anviksikyam pracoditah
TRADUCCIÓN
Sri Suta Gosvami dijo: El muy poderoso sabio Maitreya era amigo de Vyasadeva. Animado y complacido con la pregunta de Vidura sobre el conocimiento trascendental, Maitreya respondió con las siguientes palabras.
SIGNIFICADO
El intercambio de preguntas y respuestas resulta muy satisfactorio cuando el que pregunta tiene una curiosidad genuina y el que responde es autorizado. Aquí se dice que Maitreya es un poderoso sabio, y en consecuencia, también se usa la palabra bhagavan. Este tratamiento no sólo se puede aplicar a la Suprema Personalidad de Dios, sino también a todo aquel que sea prácticamente tan poderoso como el Señor Supremo. Maitreya recibe el tratamiento de bhagavan debido a su gran avance espiritual. Era amigo personal de Dvaipayana Vyasadeva, una encarnación literaria del Señor. Maitreya estaba muy complacido con las preguntas de Vidura, porque eran propias de un devoto genuino y avanzado, y por tanto se sentía animado a responder. Cuando devotos de la misma mentalidad conversan sobre temas trascendentales, las preguntas y respuestas son muy fructíferas e inspiradoras.
Éste es el procedimiento védico para adquirir conocimiento. Hay que dirigirse a la persona adecuada, el guru, y escuchar sumisamente su exposición de conocimiento trascendental. Como Sri Krishna aconseja en la Bhagavad-gita (4.34):
tad viddhi pranipatena pariprasnena sevaya
«Trata de aprender la verdad acudiendo a un maestro espiritual. Hazle preguntas con sumisión y ofrécele servicio».
El conocimiento trascendental no es muy difícil, pero hay que conocer el procedimiento. Si se nos estropea un dictáfono o una máquina de escribir, lo llevaremos a un técnico que entienda de máquinas, y lo reparará inmediatamente. Hay que conocer el procedimiento. Si para reparar el dictáfono buscamos a un experto en cavar pozos, no nos podrá ayudar. Puede que sepa excavar pozos, pero no reparar máquinas. Por eso, los sastras establecen que para obtener conocimiento trascendental hay que acudir a la persona adecuada. La palabra tad-vijñana se refiere al conocimiento trascendental, no al conocimiento material. Puede que un médico tenga conocimiento material acerca del cuerpo, pero no tiene conocimiento del alma espiritual que está en su interior. Él sólamente estudia la disposición mecánica del cuerpo, que es una máquina (yantra) hecha por la naturaleza. De hecho, en la Bhagavad-gita (18.61) se afirma que el cuerpo es una máquina:
isvarah sarva-bhutanam hrd-dese 'rjuna tisthati bhramayan sarva-bhutani yantrarudhani mayaya
«El Señor Supremo Se encuentra en el corazón de todos, ¡oh, Arjuna!, y dirige los movimientos de todas las entidades vivientes, que están sentadas como en una máquina hecha de energía material».
A aquellos que están apegados a la máquina corporal, se les recomienda el sistema de yoga. Si alguien está demasiado apegado al concepto corporal, se le enseña a concentrar la mente por medio de ciertos ejercicios de gimnasia. En el hatha-yoga se practican diversas disciplinas físicas, pero el verdadero propósito es entender a Visnu, el Supremo. Los diferentes sistemas de yoga son para la máquina del cuerpo, pero el proceso del bhakti es trascendental a las disposiciones mecánicas. Por eso se dice que es tad- vijñana, trascendental al entendimiento material. Si uno realmente quiere entender la vida espiritual y el conocimiento espiritual, tiene que acudir a un guru. La palabra guru significa «pesado», pesado en conocimiento. ¿En qué consiste ese conocimiento? Tad- vijñana. Ese peso es brahma-nistha, apego al Brahman y a Parabrahman, Bhagavan. Ésa es la característica del guru. Brahmany upasamasrayam. De acuerdo con el Mundaka Upanisad (1.2.12): tad-vijñanartham sa gurum evabhigacchet: «Quien desee entender esta ciencia trascendental, debe acudir a un maestro espiritual genuino». Eso también se afirma en el Srimad-Bhagavatam (11.3.21):
tasmad gurum prapadyeta jijñasuh sreya uttamam
«Toda persona que desee seriamente conseguir la verdadera felicidad, debe buscar un maestro espiritual genuino y refugiarse en él mediante la iniciación».
Los Upanisads nos informan de que guru es aquel que ha recibido conocimiento por escuchar los Vedas. Srotriyam brahma- nistham. Los Vedas reciben el nombre de sruti, y el guru genuino ha escuchado a la sucesión discipular. Como se afirma en la Bhagavad-gita (4.2): evam parampara-praptam. El guru genuino no imparte un conocimiento inventado a su antojo; su conocimiento es estándar y lo recibe de la sucesión discipular. Además, está completamente fijo en el servicio a la Suprema Personalidad de Dios (brahma-nistham). Éstas son sus dos características: debe haber escuchado el conocimiento védico de la sucesión discipular, y debe estar fijo en el servicio al Señor Supremo. No tiene que ser un gran erudito, pero debe haber escuchado a la autoridad adecuada. Dios nos da oídos para oír, y con tan sólo oír, podemos convertirnos en grandes predicadores. No necesitamos doctorados ni exámenes académicos. Ni siquiera hay que cambiar de situación; no es necesario ningún cambio. Ése es el propósito del varnasrama-dharma, con sus cuatro varnas y cuatro asramas. A menos que se divida en estas ocho categorías, la sociedad no es más que una civilización animal. Tiene que organizarse de manera sistemática y regulada. Por ejemplo, el cuerpo se divide en diferentes partes: la cabeza, los brazos, el estómago y las piernas. Sin las cuatro divisiones correspondientes, no hay manera de dirigir bien una sociedad. No habrá más que caos. Las palabras sthane sthitah significan «seguir dentro del varnasrama- dharma». Incluso un sudra puede entender lo que es el Brahman, y en ese caso se convierte automáticamente en un brahmana. Lo que hay que hacer es escuchar con atención. Eso es todo.
Aquí se explica que Vidura escuchó a Maitreya Rsi, y que Maitreya Rsi estaba muy complacido. Si no se satisface al guru, no se puede recibir el conocimiento correcto. Esto es completamente natural. Si un discípulo recibe a su guru como es debido, le ofrece un asiento cómodo, y con su comportamiento le complace, el guru podrá hablar francamente y sin reservas, y esto será de gran beneficio para el estudiante. Ir a un maestro espiritual y pedirle instrucciones para luego no seguirlas, es una simple pérdida de tiempo. Y tampoco hay que dirigirse al maestro espiritual con una actitud desafiante, sino con la intención de ofrecerle servicio. La palabra nipat significa «caer», y pra significa «sin reservas». El conocimiento trascendental se basa en pranipata. Por eso dice Krishna: sarva- dharman parityajya mam ekam saranam vraja: «Sencillamente entré- gate a Mí». Tal como nos entregamos a Krishna, nos tenemos que entregar a Su representante, el maestro espiritual. El guru es el repre- sentante externo de Krishna, y el guru interno es el propio Krishna, que está en el corazón de todos. No es que Krishna sólo esté en Vaikuntha o en Goloka Vrndavana. Está en todas partes; incluso dentro del átomo. Goloka eva nivasaty akhilatma-bhutah (Bs. 5.37). Ésa es la definición de Paramatma, la Superalma. Yo soy atma, un alma espiritual, y ustedes son atma. Todos nosotros estamos en un solo lugar: ustedes dentro de sus cuerpos y yo en el mío; pero Paramatma está en todas partes. Ésa es la diferencia entre atma y Paramatma. Se equivocan quienes dicen que no hay diferencia entre ambos, pues sí hay una diferencia. Son iguales en el sentido de que ambos son conscientes y son entidades vivientes (nityo nityanam cetanas cetananam), pero cuantitativamente son diferentes. Krishna afirma en la Bhagavad-gita (13.3):
ksetrajñam capi mam viddhi sarva-ksetresu bharata
«¡Oh, vástago de Bharata!, debes comprender que Yo soy también el conocedor en todos los cuerpos». Ksetrajña es el propietario del ksetra (el cuerpo). El alma individual no es realmente el propietario, sino el ocupante. Es como el inquilino y el dueño de una casa: el inquilino es el ocupante, y el dueño es el propietario. De la misma manera, el atma no es más que el ocupante del cuerpo; el propietario es Paramatma. Cuando el propietario dice al inquilino que se vaya de la casa, el inquilino tiene que irse. De la misma manera, cuando Paramatma nos dice que tenemos que irnos del cuerpo, lo tenemos que hacer. Para recibir este conocimiento védico, tenemos que acudir al guru genuino. Las cualidades del guru se describen en todos los sastras. En el Srimad-Bhagavatam (11.3.21) se dice:
tasmad gurum prapadyeta jijñasuh sreya uttamam
Si no tenemos interés en conocer la meta final de la vida, no debemos aceptar un guru. Un hombre corriente al que sólo le interesan las comodidades del cuerpo no necesita un guru. Por desgracia, hoy en día la palabra guru se refiere a alguien que puede curar el cuerpo. Uno va a un Mahatmaji y le dice: «Padezco esta enfermedad. Por favor, ayúdeme». Y el Mahatmaji dice: «Sí, tengo un mantra que le va a curar y que le va a dar prosperidad. Déme un poco dinero y tómelo». Esto no es un verdadero guru. A un guru hay que dirigirse para aprender acerca de tattva, la Verdad Absoluta. No debemos buscar un guru para que nos cure de una enfermedad material; para eso lo que necesitamos es un médico. Del mismo modo, la gente piensa que si alguien puede hacer que sus negocios prosperen, esa persona es un guru. Los sastras tampoco confirman eso. Guru es aquel que conoce los Vedas y la conclusión de los Vedas. La conclusión de los Vedas es entender a Krishna. Vedais ca sarvair aham eva vedyah: «Mediante todos los Vedas, es a Mí a quien hay que conocer» (Bg. 15.15).
No es que tengamos que entender a Krishna completamente. Eso no es posible. No tenemos la capacidad de entender lo ilimitado. Advaitam acyutam anadim ananta-rupam (Bs. 5.33). Con nuestro conocimiento limitado no podemos entender lo ilimitado; en realidad, ni siquiera Krishna Se puede entender a Sí mismo. Su atractivo es ilimitado, y para entender por qué es tan atractivo, Se convirtió en Sri Caitanya Mahaprabhu y asumió las emociones extáticas de Srimati Radharani (radha-bhava-dyuti). Si Krishna no puede comprender el límite de Su propia atracción y bienaventuranza, para nosotros es absolutamente imposible con nuestro limitado conocimiento. Si logramos simplemente entender a Krishna en parte, ésa es nuestra perfección. Por lo tanto, Krishna dice: janma karma ca me divyam evam yo vetti tattvatah. Si entendemos a Krishna erróneamente y creemos que es un ser humano como nosotros, seremos unos mudhas, unos necios. El cuerpo de Krishna no se compone de elementos materiales, como el nuestro, y si pensamos que no es así, estamos equivocados. La naturaleza material pertenece a Krishna, y Él es quien la controla. Y a nosotros nos controla la naturaleza material; ésa es la diferencia.
Quien tiene verdadero conocimiento sabe que prakrti, la naturaleza material, actúa bajo la dirección de Krishna. No podemos entender cómo sucede todo esto, pero podemos entender lo básico: janmady asya yato 'nvayad itaratas ca: Todo emana de la Suprema Verdad Absoluta, Krishna. Saber esto es suficiente. A partir de ahí, podemos aumentar este conocimiento para entender cómo actúa la naturaleza material bajo la dirección de Krishna. Los científicos modernos piensan equivocadamente que la naturaleza material funciona por sí sola y que las cosas evolucionan únicamente debido a algún proceso químico. Sin embargo, la vida no viene simplemente de la vida o de alguna evolución química. Como afirma Krishna en la Bhagavad-gita (10.8):
aham sarvasya prabhavo mattah sarvam pravartate
«Yo soy la fuente de todos los mundos espirituales y materiales. Todo emana de Mí». El Vedanta-sutra presenta la misma conclusión: janmady asya yatah: «Brahman es aquel de quien todo emana». «Todo» incluye a las entidades vivientes y la materia inerte. Tanto la materia como las entidades vivientes vienen de Krishna. En verdad, el mundo entero es una combinación de materia y espíritu, prakrti y la entidad viviente.
La energía material es inferior, y la energía espiritual es superior. ¿Por qué? Porque la energía superior (jiva-bhuta), la entidad viviente, controla la naturaleza material. En realidad, no la controla, sino que trata de utilizarla. Por ejemplo, los seres humanos son entidades vivientes avanzadas y han creado esta civilización moderna valiéndose de materia inerte. Ésa es nuestra superioridad. Sin embargo, puesto que somos para prakrti, también somos prakrti. Así es como tenemos que entender tattva-jñana. El Srimad-Bhagavatam es un comentario sobre el Vedanta-sutra. El Vedanta-sutra explica que el Supremo es la fuente de todo, y la naturaleza de esa fuente se explica en el Srimad-Bhagavatam (1.1.1): janmady asya yato 'nvayad itaratas carthesv abhijñah svarat. Esa fuente es abhijña, consciente. La materia no es consciente; por lo tanto, la teoría de la ciencia moderna según la cual la vida proviene de la materia, es incorrecta. La entidad de quien todo emana es abhijña, consciente; lo cual significa que puede entender. El Bhagavatam (1.1.1) afirma también: tene brahma hrda ya adi-kavaye: Krishna impartió a Brahma el conocimiento védico. Si el origen de todo no es una entidad viviente, ¿cómo puede impartir conocimiento? El Srimad-Bhagavatam es una compilación hecha por Vyasadeva, quien también recopiló el Vedanta-sutra. Generalmente, los mayavadis dan mucha importancia al Sariraka-bhasya, el comentario de Sankaracarya sobre el Vedanta-sutra, pero ése no es el comentario original sobre el Vedanta-sutra. El comentario original lo hizo el propio autor, Vyasadeva, en la forma del Srimad- Bhagavatam. Para entender el verdadero significado del Vedanta- sutra, debemos referirnos al comentario que hizo el propio autor. Como Sri Krishna afirma en la Bhagavad-gita (13.5):
rsibhir bahudha gitam chandobhir vividhaih prthak brahma-sutra-padais caiva hetumadbhir viniscitaih
«El conocimiento del campo de las actividades y del conocedor de las actividades lo explican diversos sabios en diversos escritos védicos. Se presenta especialmente en el Vedanta-sutra con todo el razonamiento en cuanto a la causa y el efecto».
Por lo tanto, el conocimiento trascendental es muy lógico. Según el sistema védico, el acarya, para que se le pueda aceptar como tal, debe entender el Vedanta-sutra (llamado también Brahma-sutra). Tanto la sampradaya mayavada como la vaisnava han explicado el Vedanta-sutra. Sin entender el Vedanta-sutra, no se puede entender el Brahman. Se dice que Vidura recibió el conocimiento trascendental de labios de Maitreya, y que Maitreya es amigo de Vyasadeva. Esto quiere decir que tanto Vidura como Maitreya saben lo mismo que Vyasadeva. Tenemos que acudir a un maestro espiritual que pertenezca a la sucesión discipular de Vyasadeva. Cualquiera puede decir que está siguiendo a Vyasadeva, pero hay que seguirle de verdad. Vyasadeva aceptó que Krishna es la Suprema Personalidad de Dios, y también Arjuna aceptó a Krishna como Parabrahman, la Persona Suprema. Alguien podría decir que Arjuna aceptó a Krishna como Parabrahman porque era amigo Suyo, pero no es así. Arjuna explicó que Vyasadeva también había aceptado este hecho:
param brahma param dhama pavitram paramam bhavan purusam sasvatam divyam adi-devam ajam vibhum ahus tvam rsayah sarve devarsir naradas tatha asito devalo vyasah svayam caiva bravisi me
«Arjuna dijo: Tú eres la Suprema Personalidad de Dios, la morada suprema, lo más puro que existe, la Verdad Absoluta. Tú eres la persona original, trascendental y eterna, el innaciente, el más grande. Todos los grandes sabios, como Narada, Asita, Devala y Vyasa, confirman esta verdad acerca de Ti, y ahora Tú mismo me lo estás expresando» (Bg. 10.12-13).
Vyasadeva aceptó a Krishna como param brahma, y empezó su comentario sobre el Vedanta-sutra con las palabras om namo bhagavate vasudevaya. Si verdaderamente deseamos entender, debemos acudir a un representante de Vyasadeva como Maitreya. Maitreya recibe también el tratamiento de bhagavan, aunque, por supuesto, el Bhagavan Supremo es Krishna (krsnas tu bhagavan svayam). Pero la palabra bhagavan se refiere también a otras personas poderosas, como Brahma, Siva, Vyasadeva o Maitreya. El verdadero Bhagavan es el propio Krishna, pero esas grandes personalidades saben de Krishna tanto como es posible saber. No es posible conocer a Krishna al cien por cien. Ni siquiera el propio Narayana es capaz de ello. Aun así, aquellos que siguen las instrucciones de Krishna sin desviación reciben a veces el nombre de Bhagavan. Existe mucho Bhagavan artificial, pero el auténtico Bhagavan es aquel que conoce lo que ha enseñado Krishna. Vidura tenía un intenso deseo de recibir conocimiento trascendental, y por esa razón, Maitreya estaba muy complacido con él. Al maestro espiritual se le puede complacer simplemente con la entrega y el servicio, diciéndole: «Señor, yo soy tu muy obediente servidor. Por favor, acéptame e instrúyeme». Aunque Arjuna era un amigo muy íntimo de Krishna, antes de recibir la Srimad Bhagavad-gita se entregó a Él, diciendo: sisyas te 'ham sadhi mam tvam prapannam: «Ahora soy Tu discípulo y un alma entregada a Ti. Por favor, instrúyeme» (Bg. 2.7).
Así es cómo hay que pedir conocimiento. No hay que dirigirse al maestro espiritual con una actitud desafiante. Para entender la ciencia espiritual, hay que ser inquisitivo. No podemos creernos superiores al guru. En primer lugar, se debe encontrar a un guru a quien poder entregarse, y si esto no es posible, no se debe perder el tiempo. Pero si nos entregamos a la persona adecuada, muy pronto podremos llegar a entender el conocimiento trascendental.
Capítulo 5
Kapiladevacuida de Su madre, Devahuti
VERSO 5
maitreya uvaca pitari prasthite 'ranyam matuh priya-cikirsaya tasmin bindusare 'vatsid bhagavan kapilah kila
TRADUCCIÓN
Maitreya dijo: Cuando Kardama partió hacia el bosque, el Señor Kapila Se quedó en la ribera del Bindu-sarovara para complacer a Su madre, Devahuti.
SIGNIFICADO
Cuando el padre está ausente, el deber del hijo mayor es cuidar de su madre y servirla lo mejor que pueda, de modo que no sufra por estar separada de su esposo. Por su parte, el deber del esposo es abandonar el hogar tan pronto como tenga un hijo ya mayor que pueda cuidar de la esposa y de los asuntos familiares. Así es el sistema védico de vida familiar. No se debe permanecer implicado continuamente en asuntos familiares hasta el momento de la muerte. El esposo debe irse, y uno de sus hijos mayores puede cuidar de los asuntos familiares y de la esposa. Kardama Muni era un gran yogi, y, por lo tanto, no le interesaba mucho la vida familiar. Aun así, decidió casarse, y Svayambhuva Manu le entregó a su hija Devahuti para que lo sirviese como esposa. Kardama Muni, como era un yogi, vivía en una choza, y Devahuti era una princesa, la hija de un rey. Como no estaba acostumbrada a trabajar, adelgazó mucho, y Kardama Muni, sintiendo compasión por ella, pensó: «Esta muchacha está a mi cuidado, pero para ella esta situación es muy incómoda». Entonces, con sus poderes yóguicos, Kardama Muni creó un gran palacio con muchos sirvientes, jardines y otras opulencias. No sólo eso: creó también una gran nave espacial, del tamaño de una pequeña ciudad. Las líneas aéreas modernas han construido enormes aviones, como el Jumbo, pero Kardama Muni creó con sus poderes místicos una nave espacial que contenía lagos, palacios y jardines. Además, esa nave espacial podía viajar por todo el universo. Los científicos modernos trabajan día y noche para hacer una pequeña nave que pueda ir a la Luna, pero Kardama Muni creó una gran nave espacial que podía viajar a todos los planetas. Esto se consigue con los poderes yóguicos. Hay diferentes siddhis (perfecciones yóguicas) —anima, lagima, prapti, etc.—, y los yogis pueden hacer todo aquello que deseen. Ése es el verdadero sistema de yoga. Yogi no es aquel que se aprieta la nariz y hace un poco de gimnasia, sino aquel que realmente alcanza los siddhis yóguicos. Con estos siddhis, el yogi puede volverse muy pequeño o muy grande, muy pesado o muy ligero. En un instante puede producir en su mano lo que quiera, y puede viajar al lugar que desee. Kardama Muni había alcanzado ese nivel de perfección en el siddhi-yoga. Su esposa, Devahuti, le dio nueve hijas, que él entregó como esposas a los Prajapatis: Daksa Maharaja y otros. El único hijo varón de Kardama Muni fue Kapiladeva, una encarnación de Krishna. Este Kapiladeva fue uno de los mahajanas. La palabra mahajana significa «autoridad», y según los sastras védicos, hay doce autoridades, que son: Svayambhu, Narada, Sambhu, Kumara, Kapila, Manu, Prahlada, Janaka, Bhisma, Bali, Sukadeva Gosvami y Yamaraja. Svayambhu es Brahma, y Sambhu es el Señor Siva. Si queremos alcanzar a la Suprema Personalidad de Dios y entender la finalidad de la vida religiosa, debemos seguir a estas autoridades. Mahajano yena gatah sa panthah. Estos mahajanas siguen los principios establecidos en la Bhagavad-gita por la Suprema Personalidad de Dios, Krishna. No es fácil entender la verdadera esencia de los sistemas religiosos, pero si seguimos a estos mahajanas, podremos entenderla. Kapila Muni explicó las glorias del servicio devocional a Su madre, Devahuti. Si nosotros Le seguimos, podremos conocer la realidad del servicio devocional. Según el sistema de varnasrama-dharma, todo aquel que tenga más de cincuenta años debe abandonar el hogar, ir al bosque y dedicar su vida exclusivamente a la iluminación espiritual. Éste es el verdadero sistema de varnasrama-dharma. No es un sistema hindú, pues la palabra «hindú» es un nombre dado por los musulmanes y no aparece en ninguna Escritura védica. Sin embargo, sí mencionan el varnasrama-dharma. Los seres humanos civilizados deben seguir estrictamente el sistema de varnasrama. Aquel que nace en una familia de brahmanas, recibe una esmerada educación como brahmacari; luego se casa y pasa a ser grhastha. Cuando abandona el hogar recibe el nombre de vana- prastha, y más adelante puede adoptar la orden de sannyasa. Kardama Muni, como era un yogi, seguía estrictamente estos principios, y cuando Kapiladeva tuvo la edad suficiente, puso a su esposa bajo Su custodia. Entonces abandonó el hogar. Como se dice en este verso: pitari prasthite 'ranyam matuh priya-cikirsaya. Según la Manu-samhita, a la mujer nunca se le debe dar libertad. Cuando no es su marido el que la protege, deben protegerla sus hijos. Las mujeres no saben utilizar correctamente la libertad, y es mejor que dependan de alguien. Una mujer independiente no puede ser feliz. Es así. En los países occidentales hemos visto muchas mujeres muy desgraciadas simplemente por querer ser independientes. Ni la civilización védica ni el varnasrama-dharma recomiendan esa independencia. Por esta razón, Devahuti quedó bajo el cuidado de su hijo, Kapiladeva, y Él sabía perfectamente que tenía que velar por ella. El deber del padre es proteger a su hija hasta que alcanza la pubertad, y casarla con un esposo idóneo, quien, de ahí en adelante, velará por ella. Por lo general, un hombre debe casarse alrededor de los veinticinco años, y una muchacha no debe pasar de los dieciséis. Si se hace así, cuando el hombre tenga cincuenta años, su hijo mayor tendrá unos veinticinco, edad suficiente para hacerse cargo de la madre. Según estos cálculos, Kapiladeva tenía unos veinticinco años y podía cuidar perfectamente bien de Su madre, Devahuti. Sabía que debía cuidar a Su madre y complacerla siempre, pues Su padre la había dejado bajo Su custodia. Matuh priya-cikirsaya. Kapiladeva no era un irresponsable, sino que estaba siempre dispuesto a complacer a Su madre. Kapiladeva era un brahmacari, y Su madre Le aceptó como maestro. Ésa es la prerrogativa del varón. Como se afirma en la Bhagavad-gita (9.32): mam hi partha vyapasritya ye 'pi syuh papa-yonayah striyo vaisyas tatha sudras te 'pi yanti param gatim «¡Oh, hijo de Prtha!, aquellos que se refugian en Mí, aunque sean de nacimiento inferior —las mujeres, los vaisyas [comerciantes] y los sudras [los trabajadores]—, pueden alcanzar el destino supremo». Se considera que la mujer está al mismo nivel que los sudras, y aunque quizá esté casada con un brahmana, no se le da cordón sagrado. También se dice que Vyasadeva escribió el Maha- bharata para las mujeres, los sudras y los dvija-bandhus (aquellos que nacen en familias de brahmanas pero no tienen cualidades brahmínicas), porque ellos no podían entender el conocimiento védico de un modo directo. Stri-sudra-dvijabandhunam trayi na sruti-gocara (Bhag. 1.4.25). Por esta razón, el Mahabharata recibe el nombre de «quinto Veda». Los cuatro primeros Vedas son el Sama, Yajur, Rg y Atharva. La Bhagavad-gita, la esencia del conocimiento védico, es parte del Mahabharata. Las mujeres son inferiores a los hombres, y la civilización védica es tan perfecta que deja a las mujeres completamente bajo el cuidado de los hombres. Por eso se dice: matuh priya-cikirsaya. El hijo está siempre dispuesto a velar por la felicidad de la madre. Kapiladeva Se preocupaba de que Su madre no sufriese por la ausencia de Su padre, y estaba dispuesto a proporcionarle el más esmerado de los cuidados y a instruirla. Como las mujeres tienen poca inteligencia, se les debe dar instrucciones, y ellas, por su parte, deben seguirlas. Deben obedecer las instrucciones de su padre, las instrucciones de su esposo y las instrucciones de hijos adultos y eruditos como Kapiladeva. De este modo, sus vidas pueden ser perfectas. En todos los casos, las mujeres deben depender siempre de alguien. Tasmin bindusare 'vatsid bhagavan kapilah kila. Es importante mencionar que este verso da a Kapiladeva el tratamiento de Bhagavan, lo cual indica que posee toda riqueza, fama, conocimiento, belleza, fuerza y renunciación. Estas seis opulencias están presentes en plenitud en Krishna; por lo tanto, se acepta que Krishna es la Suprema Personalidad de Dios (krsnas tu bhagavan svayam), y que las demás encarnaciones son expansiones Suyas (visnu- tattva). En el Bhakti-rasamrta-sindhu, Rupa Gosvami ha analizado las características de Bhagavan. El Bhagavan original es el propio Sri Krishna, pero el Señor Brahma también goza de algunas de esas opulencias. El Señor Brahma es un jiva-tattva, un ser viviente como nosotros. Si nos volvemos espiritualmente poderosos, podemos ocupar también el puesto del Señor Brahma. Superior al Señor Brahma es el Señor Siva, y superior al Señor Siva es Visnu, el Señor Narayana, y superior a todos es Krishna. Ése es el análisis de los sastras védicos y de la Brahma-samhita. Incluso Sankaracarya, el filosofo mayavadi impersonalista, acepta que Krishna es la Suprema Personalidad de Dios (sa bhagavan svayam krsnah). Todos los acaryas —Ramanujacarya, Madhvacarya, Visnusvami, Nimbarka y Sri Caitanya Mahaprabhu— aceptan también que Krishna es el Señor Supremo. Kapiladeva es una encarnación de Krishna; Él instruyó a Su madre, Devahuti. Debemos distinguir entre los dos Kapilas. Un Kapila es este Bhagavan Kapila, y el otro es el Kapila ateo. A Bhagavan Kapila también se Le llama Devahuti-putra Kapila. Los dos Kapilas expusieron la filosofía sankhya, pero el Kapila ateo la expuso sin incluir el entendimiento, percepción o comprensión de Dios. A orillas del lago Bindu-sarovara, Kapiladeva expuso personalmente la filosofía sankhya a Su madre, Devahuti, tal como Krishna expuso personalmente a Su amigo Arjuna el conocimiento de la Bhagavad-gita. Como Arjuna, Devahuti era consciente de que estaba ante su maestro espiritual, como lo indica el siguiente verso. De hecho, el Señor Brahma le había informado de que su hijo era una poderosa encarnación.
VERSO 6 tam asinam akarmanam tattva-margagra-darsanam sva-sutam devahuty aha dhatuh samsmarati vacah TRADUCCIÓN Una vez, Kapila, que podía mostrar a Su madre la meta final de la Verdad Absoluta, estaba plácidamente sentando ante ella, y Devahuti, recordando las palabras de Brahma, empezó a hacerle preguntas. SIGNIFICADO La meta final de la Verdad Absoluta es el estado de conciencia de Krishna, el servicio devocional. El estado liberado no es lo más elevado. Si únicamente entendemos que no somos el cuerpo, que somos almas espirituales, nuestro conocimiento es insuficiente. Tenemos también que actuar como Brahman; entonces tendremos una posición estable. brahma-bhutah prasannatma na socati na kanksati samah sarvesu bhutesu mad-bhaktim labhate param «Aquel que se sitúa así en el plano trascendental, comprende de inmediato el Brahman Supremo y se vuelve plenamente dichoso. Nunca se lamenta ni desea poseer nada. Tiene la misma disposición para con todas las entidades vivientes. Cuando alcanza ese estado, Me ofrece servicio devocional puro» (Bg. 18.54). La persona liberada puede obtener bhakti; el alma condicionada no puede. ¿Cómo es esto posible? En la Bhagavad-gita (14.26), Krishna dice: mam ca yo 'vyabhicarena bhakti-yogena sevate sa gunan samatityaitan brahma-bhuyaya kalpate «Aquel que se dedica por completo al servicio devocional, firme en todas las circunstancias, trasciende de inmediato las modalidades de la naturaleza material y llega así al plano del Brahman». Debemos ocuparnos en los nueve procesos del servicio devocional, el primero de los cuales es oír (sravana). A partir de ahí, bajo la dirección del maestro espiritual y los sastras, es posible llegar a ser, de inmediato, una persona liberada. Si nos ocupamos en servicio devocional, ya no tenemos que hacer ningún otro esfuerzo para liberarnos. Debemos estar firmemente convencidos de que si nos dedicamos al servicio de Krishna, estaremos libres de toda contaminación material. Esto es algo imperativo. Las palabras tattva-marga-darsanam se aclaran en otro pasaje del Srimad-Bhagavatam: brahmeti paramatmeti bhagavan iti sabdyate. Cada estudiante, según su nivel, entiende la Verdad Absoluta de manera diferente. Algunos entienden la Verdad Absoluta como Brahman impersonal, otros como Paramatma localizado, y otros como Suprema Personalidad de Dios, Krishna o Visnu. Brahman, Param- atma y Bhagavan, la Suprema Personalidad de Dios, no son diferentes. Son, simplemente, diferentes aspectos del Dios completo. Si miramos una montaña desde lejos, quizá veamos una nube entre brumas, y si nos acercamos más, veremos un objeto verde. Pero si subimos por las laderas de la montaña, encontraremos muchas casas, árboles y animales. Habremos estado mirando la misma montaña, pero debido a nuestras diferentes situaciones, habremos visto bruma, verdor o diversidad. En la etapa final, hay diversidad: árboles, animales, hombres, casas, etc. La Verdad Absoluta no carece de diversidad. Tal como hay diversidad material, hay diversidad espiritual. Los filósofos mayavadis, como ven la Verdad Absoluta desde lejos, piensan que no tiene variedad. Creen que la variedad es material, pero se trata de un malentendido. En la Brahma-samhita (5.29) se explica que la Verdad Absoluta está llena de variedad: cintamani-prakara-sadmasu kalpa-vrksa- laksavrtesu surabhir abhipalayantam laksmi-sahasra-sata-sambhrama-sevyamanam govindam adi-purusam tam aham bhajami «Yo adoro a Govinda, el Señor primigenio, el primer progenitor, que está cuidando las vacas, cumpliendo todos los deseos, en moradas construidas con gemas espirituales y rodeadas de millones de árboles de deseos. Es constantemente servido con gran reverencia y afecto por cientos y miles de diosas de la fortuna». En el mundo espiritual están los planetas Vaikunthas, y allí hay devotos, todos ellos liberados. Esos devotos son aksara, es decir, nunca caen al mundo material. Permanecen en el mundo espiritual de los Vaikunthas. Son también personas como nosotros, pero son personas eternas que gozan de la plenitud del conocimiento y la bienaventuranza. Ésa es la diferencia entre ellos y nosotros. Esto es tattva-jñana. A no ser que entendamos la diversidad de la Verdad Absoluta, es posible que caigamos. Limitarnos al aspecto impersonal e indefinido de la Verdad Absoluta no es suficiente: aruhya krcchrena param padam tatah patanty adho 'nadrta-yusmad-anghrayah (Bhag. 10.2.32) Como a los impersonalistas no se les permite entrar en los planetas Vaikunthas, se quedan en la refulgencia Brahman. De modo que caen de nuevo a la diversidad material. Hemos visto a muchos sannyasis impersonalistas que renuncian al mundo diciendo que es falso (brahma satyam jagan mithya). Consideran que ellos son Brahman (aham brahmasmi), y que el mundo es falso (jagat es mithya); y como no tienen nada que ver con el mundo material, finalmente dicen: «Ahora soy Narayana». Entonces llegan al estado de daridra-narayana (Narayana pobre). Se convierten en Narayana, pero por falta de algo mejor que hacer, por falta de variedad, emprenden actividades humanitarias. Aunque consideran que sus esposas son mithya (falsas), vuelven a ellas. Las esposas preguntan: «Tú ya te habías ido. ¿Por qué vuelves de nuevo?». Esto significa que esos supuestos sannyasis no tienen nada que hacer. Se someten a rigurosas penitencias y austeridades para llegar al nivel del Brahman impersonal, pero como allí no hay placer, descienden de nuevo para disfrutar de la diversidad material. Si construimos un cohete y lo mandamos al espacio, los astronautas que lo tripulen volarán por el cielo impersonal, pero llegará un momento en que se cansarán y orarán a Dios: «Déjanos volver a tierra, por favor». Hemos leído que los astronautas rusos cuando viajaban por el espacio echaban de menos Moscú constantemente. Viajar por lo impersonal es algo que agita mucho; del mismo modo, la identificación con el aspecto impersonal de la Verdad Absoluta no puede ser permanente, porque lo que se quiere es diversidad, y la caída es inevitable. A un caballero que leyó mi libro Viaje fácil a otros planetas, le entusiasmaba la idea de ir a otros planetas. «Oh, sí —le dije—, con este libro podemos ir.» «Sí —dijo el caballero—, y después de ir, regresaré.» «¿Por qué regresar? Quédese allí.» «No, no —dijo—. Yo no quiero quedarme. Sólo quiero ir y volver.» Ésa es la mentalidad de «disfrutar». Sin variedad, no podemos disfrutar. La variedad es la madre del placer, y ni la comprensión Brahman ni la comprensión Paramatma nos dan ananda, una felicidad permanente. Queremos ananda. anandamayo 'bhyasat. Las entidades vivientes somos Brahman; Krishna es Parabrahman. Krishna está disfrutando de ananda perpetuamente y, como partes integrales de Krishna, nosotros también queremos ananda. ananda no puede ser impersonal o vacío; ananda implica variedad. A nadie le gusta solamente beber leche o comer azúcar, pero con leche y azúcar podemos hacer gran variedad de alimentos: pera, barfi, ksira, rabari, dahi, y muchos otros. Hay cientos de recetas. La cuestión es que para disfrutar se necesita variedad. La última palabra en tattva-jñana es entender a Krishna, que está lleno de variedad. Kapiladeva es tattva-margagra-darsanam. Es una encarnación de la Suprema Personalidad de Dios, y explicará a Su madre qué es tattva, cómo podemos elevarnos hacia tattva- jñana, y cómo podemos disfrutar verdaderamente en el estado de tattva-jñana. Esto no es mera especulación árida. Esta filosofía de conciencia de Krishna incluye la variedad espiritual. A veces la gente se confunde pensando que esa variedad es material, y anhelan nirvisesa, nirakara, el vacío. Sin embargo, nuestra filosofía no es vacía; está llena de variedad y felicidad trascendental. Más adelante, el Señor Kapiladeva hablará específicamente de esto.
Capítulo 6 Capítulo 6 Devahuti desea conocimiento trascendental
VERSO 7 devahutir uvaca nirvinna nitaram bhumann asad-indriya-tarsanat yena sambhavyamanena prapannandham tamah prabho TRADUCCIÓN Devahuti dijo: Mi Señor, estoy hastiada de que los sentidos materiales me agiten, pues por culpa de esa agitación de los sentidos, he caído en el abismo de la ignorancia. SIGNIFICADO Aquí, al comienzo de las preguntas de Devahuti, es significativa la palabra asad-indriya-tarsanat. Asat quiere decir «no permanente», «temporal»; indriya significa «sentidos»; y tarsanat se refiere a una agitación. De modo que asad-indriya-tarsa- nat quiere decir: «de ser agitada por los sentidos temporales del cuerpo material». Al ir pasando por diferentes especies de existencia corporal material —a veces en un cuerpo humano, a veces en un cuerpo animal—, también van cambiando las cosas en que se ocupan nuestros sentidos materiales. Todo lo que cambia se dice que es temporal, asat. Debemos saber que, además de estos sentidos temporales, tenemos unos sentidos permanentes, que ahora están cubiertos por el cuerpo material. Los sentidos permanentes, al estar contaminados por la materia, no actúan apropiadamente. Como consecuencia del servicio devocional, los sentidos se liberan de esa contaminación. Cuando los sentidos están completamente libres de contaminación y actúan en el estado puro de conciencia de Krishna sin mezclas, alcanzamos el plano de sad- indriya, de las actividades eternas de los sentidos. Las actividades eternas de los sentidos reciben el nombre de servicio devocional, mientras que las actividades temporales de los sentidos reciben el nombre de complacencia de los sentidos. A no ser que uno se canse de la complacencia material de los sentidos, no tendrá la oportunidad de escuchar mensajes trascendentales de alguien como Kapila. Devahuti dijo que ya estaba cansada. Ahora que su esposo había abandonado el hogar, quería consolarse escuchando las instrucciones del Señor Kapila. Las Escrituras védicas explican que este mundo material es oscuridad. Y realmente es oscuro; por eso necesitamos la luz del Sol, la de la Luna, y la electricidad. Si no fuese oscuro por naturaleza, ¿cuál sería la necesidad de tantas medidas para tener luz artificial? Los Vedas nos recomiendan que no sigamos en la oscuridad: tamasi ma jyotir gama, que vayamos hacia la luz; y esa luz es el mundo espiritual, que está directamente iluminando por la refulgencia de Krishna, por los rayos del cuerpo de Krishna. Como se afirma en la Brahma-samhita (5.40): yasya prabha prabhavato jagad-anda-koti- kotisv asesa-vasudhadi-vibhuti-bhinnam tad brahma niskalam anantam asesa-bhutam govindam adi-purusam tam aham bhajami «Yo adoro a Govinda, el Señor primigenio, que está dotado de gran poder. La refulgencia brillante de Su forma trascendental es el Brahman impersonal, que es absoluto, completo e ilimitado, y que manifiesta las diversidades de incontables planetas, con sus diferentes opulencias, en millones y millones de universos». Los animales no pueden darse cuenta de que los cubre la oscuridad, pero los seres humanos sí. La persona inteligente es aquella que, al igual que Devahuti, se siente hastiada de la oscuridad de la ignorancia. Na hanyate hanyamane sarire. Como afirma la Bhagavad-gita (2.20), para el alma no hay nacimiento ni muerte; no se destruye con la aniquilación del cuerpo. El alma se pone y se quita cuerpos como si fuesen vestidos. Este sencillo conocimiento aparece al principio de la Bhagavad-gita; sin embargo, muchos grandes eruditos y líderes todavía no pueden entender que el cuerpo es diferente de la persona. Se debe a que no estudian la Bhagavad-gita del modo adecuado. Por esta razón, nadie está completamente consciente o convencido de que el cuerpo no es la verdadera persona. Eso se llama oscuridad, y la vida humana comienza cuando la persona se siente hastiada de esa oscuridad. Las personas que ya están hastiadas de la existencia material necesitan las instrucciones de un guru. Tasmad gurum prapadyeta jijñasuh sreya uttamam. Como esposa de un gran yogi, Devahuti entendía su naturaleza original, y por eso presenta el problema a su hijo, Kapiladeva, una encarnación de Dios. Aunque Kapiladeva es su hijo, Devahuti no vacila en pedirle que la instruya. Ella no piensa: «¡Ah!, Él es mi hijo. ¿Qué me va a explicar Él a mí? Yo soy Su madre, y soy yo quien debe instruirle». Las enseñanzas hay que recibirlas de quien posea conocimiento. No importa cuál sea su posición: si es hijo, joven, sudra, brahmana, sannyasi o grhastha. Se debe aprender de aquel que sabe. Ésa es la instrucción de Caitanya Mahaprabhu. El propio Caitanya Mahaprabhu, aunque era brahmana y sannyasi, aceptó las instrucciones de Ramananda Raya, que era sudra y grhastha, pero, a pesar de ello, de un nivel espiritual muy elevado. Cuando Caitanya Mahaprabhu vio que Ramananda Raya titubeaba en darle instrucciones, el Señor dijo: «¿Por qué dudas? Aunque tú eres grhastha y has nacido en una familia de sudras, estoy dispuesto a recibir tus instrucciones». kiba vipra, kiba nyasi, sudra kene naya yei krsna-tattva-vetta, sei 'guru' haya (Cc. Madhya 8.128) Ésa es la enseñanza de Caitanya Mahaprabhu. Cualquier persona competente en el proceso de conciencia de Krishna puede ser guru. No hay que tener en consideración ni su familia ni su identidad material. Basta con que conozca la ciencia. Cuando consultamos a un ingeniero, médico o abogado, no preguntamos si es brahmana o es sudra. Si es competente, puede ayudarnos en un asunto concreto. De la misma manera, si una persona conoce la ciencia de Krishna, puede ser guru. Devahuti recibía instrucciones de su hijo porque Él conocía la ciencia de Krishna. El oro hay que cogerlo aunque esté en un lugar sucio. Los Vedas también dicen que se puede aceptar como esposa a una muchacha hermosa y de muy buenas cualidades aunque pertenezca a una familia inferior. O sea que lo importante no es la cuna, sino las cualidades. Caitanya Mahaprabhu quería que todas las gentes de la India conociesen la ciencia de Krishna y predicasen conciencia de Krishna. Esto es muy sencillo. Lo único que hace falta es repetir lo que ha dicho Krishna o lo que han dicho sobre Krishna las Escrituras védicas. Sin conciencia de Krishna, la sociedad humana no puede ser feliz. Krishna es el disfrutador supremo, y nosotros, Sus sirvientes. El amo disfruta, y los sirvientes ayudan al amo a disfrutar. Las entidades vivientes somos sirvientes eternos de Dios, y nuestro deber es ayudar a nuestro amo a disfrutar. Srimati Radharani es la sirvienta más elevada de Krishna, y Su labor es siempre hacer que Krishna Se sienta complacido. Krishna está muy encariñado con Radharani, porque Ella Le ofrece el mejor servicio. En las Escrituras védicas se mencionan Sus sesenta y cuatro cualidades. Por desgracia, en el mundo material estamos atareados tratando de disfrutar de nuestros sentidos materiales. Como se afirma en la Bhagavad-gita (3.42): indriyani parany ahur indriyebhyah param manah manasas tu para buddhir yo buddheh paratas tu sah «Los sentidos de trabajo son superiores a la materia inerte; la mente está por encima de los sentidos; la inteligencia está por encima de la mente; y ella (el alma) está incluso por encima de la inteligencia». El alma está en el nivel espiritual. En el nivel material, nuestro interés es complacer los sentidos, y de este modo, nos enredamos en las leyes de la naturaleza. Como se afirma en los sastras: nunam pramattah kurute vikarma yad indriya-pritaya aprnoti na sadhu manye yata atmano 'yam asann api klesada asa dehah «Cuando una persona considera que la complacencia de los sentidos es la finalidad de la vida, corre como un loco en busca de vida materialista, y se ocupa en toda clase de actividades pecaminosas. Ignora que, a causa de sus pecados pasados, ha recibido ya un cuerpo que, aunque temporal, es la causa de su miseria. En realidad, la entidad viviente no debería tener un cuerpo material, pero se le ha concedido para que pueda complacer sus sentidos. Por lo tanto, no me parece digno de un hombre inteligente volverse a enredar en las actividades de la complacencia de los sentidos, que son la causa de que obtenga perpetuamente un cuerpo material tras otro» (Bhag. 5.5.4). En este mundo material, las entidades vivientes están muy ocupadas tratando de complacer los sentidos. Podemos ver para qué se reúnen los perros en la calle: vida sexual. Por muy crudo que parezca, los seres humanos están buscando lo mismo, tal vez de un modo un poco más refinado. Debemos saber que la complacencia de los sentidos es para los animales, y el control de los sentidos, para los seres humanos. Mediante la tapasya, la penitencia, podemos purificarnos y recuperar nuestra vida eterna. En realidad, nuestros verdaderos sentidos no son los sentidos materiales. Están cubiertos, como el cuerpo cuando está cubierto por un vestido. Nuestro verdadero cuerpo está dentro del cuerpo material. Dehino 'smin yatha dehe. El cuerpo espiritual está dentro del cuerpo material. El cuerpo material va cambiando, desde la infancia, a la juventud, luego a la vejez, y al final desaparece. Aunque no es éste nuestro verdadero cuerpo, lo utilizamos para complacer los sentidos. Sin embargo, para obtener la felicidad suprema, debemos tratar de purificar los sentidos. No es posible eliminar los sentidos o no tener deseos. El deseo es una actividad material, y es imposible no tener deseos. Para poder actuar de manera trascendental, tenemos que purificar los sentidos. El bhakti-yoga no requiere que eliminemos los sentidos, sino que los purifiquemos. Cuando los sentidos se purifican, podemos servir a Krishna: sarvopadhi-vinirmuktam tat-paratvena nirmalam hrsikena hrsikesa- sevanam bhaktir ucyate «Bhakti, servicio devocional, quiere decir que ocupamos todos nuestros sentidos en el servicio del Señor, la Suprema Personalidad de Dios, el amo de todos los sentidos. Cuando el alma espiritual ofrece servicio al Supremo, se producen dos efectos secundarios: la liberación de todas las designaciones materiales, y la purificación de los sentidos, por el simple hecho de ponerlos al servicio del Señor» (Narada-pañcaratra). La manera de servir a Hrsikesa, el amo de los sentidos, es mediante los sentidos. Somos partes integrales de Krishna, tal como la mano es parte integral del cuerpo. De la misma manera, nuestros sentidos también son parte integral del cuerpo espiritual de Krishna. Cuando purificamos nuestros sentidos, podemos actuar según nuestra naturaleza original y servir a Krishna. Cuando olvidamos nuestra posición y tratamos de satisfacernos a nosotros mismos, quedamos condicionados por lo material. Cuando olvidamos que nuestro deber es servir a Krishna, caemos al mundo material y nos enredamos en la complacencia de nuestros propios sentidos. Mientras continuamos tratando de satisfacer nuestros propios sentidos, tenemos que aceptar otro cuerpo. Krishna es tan bondadoso que, si queremos ser tigres, nos dará un cuerpo de tigre. Si queremos ser devotos, nos dará un cuerpo de devoto. Esta vida es una preparación para la siguiente, y si queremos disfrutar de nuestros sentidos trascendentales, tenemos que purificarnos para ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Con este propósito, Deva- huti se somete a su hijo, como un discípulo se somete a su maestro.
VERSO 8 tasya tvam tamaso 'ndhasya dusparasyadya paragam sac-caksur janmanam ante labdham me tvad-anugrahat TRADUCCIÓN Señoría, Tú eres mi único medio para escapar de la región más oscura de la ignorancia, pues eres mi ojo trascendental que, únicamente por Tu misericordia, he obtenido después de muchos, muchos nacimientos. SIGNIFICADO Este verso es muy instructivo, porque muestra la relación entre el maestro espiritual y el discípulo. El discípulo, el alma condicionada, ha sido puesto en la región más oscura de la ignorancia y, como consecuencia, se enreda en la existencia material de la complacencia de los sentidos. Es muy difícil salir de ese enredo y conseguir la libertad, pero si somos lo bastante afortunados como para entrar en contacto con un maestro espiritual como Kapila Muni o Su representante, por su gracia podremos liberarnos del fango de la ignorancia. Por esa razón, el discípulo adora al maestro espiritual, pues él le ilumina con la antorcha del conocimiento y le libera del fango de la ignorancia. La palabra paragam es muy significativa: se refiere a aquel que puede llevar al discípulo al otro lado. Este lado es la vida condicionada; el otro lado, la vida de libertad. El maestro espiritual lleva al discípulo al otro lado abriéndole los ojos con el conocimiento. Sufrimos solamente por ignorancia. La instrucción del maestro espiritual disipa la oscuridad de la ignorancia, y de esta manera el discípulo se capacita para cruzar al lado de la libertad. En la Bhagavad-gita se afirma que, después de muchísimos nacimientos, la persona se entrega a la Suprema Personalidad de Dios. De la misma manera, si después de muchísimos nacimientos uno puede encontrar un maestro espiritual genuino y entregarse a ese representante fidedigno de Krishna, puede ser conducido al lado de la luz. El maestro espiritual genuino es el verdadero vedantista, pues conoce realmente el Vedanta y los Vedas, y entiende a la Suprema Personalidad de Dios, Krishna. La palabra veda significa «conoci miento», y anta quiere decir «la última fase». Hay diversas clases de conocimiento. Nos interesamos por el conocimiento ordinario que nos proporciona un beneficio económico, pero ése no es el verdadero conocimiento; ése es el arte de ganarse la vida. Se puede estudiar para electricista y ganarse la vida reparando líneas eléctricas. Ese tipo de conocimiento se llama silpa-jñana. Pero el verdadero conocimiento es el conocimiento védico: conocerse a sí mismo, qué soy yo y qué es Dios, y entender la relación que se tiene con Dios y cuál es nuestro deber. Aquel que busca conocimiento se llama jñanavan. El conocimiento comienza con la pregunta athato brahma-jijñasa: «¿Qué es el Brahman?». El conocimiento también comienza con la comprensión de que en el mundo material hay tres clases de miserias: adhyatmika, adhibhautika y adhidaivika. Sufrimos por causa de otras entidades vivientes y por los actos de la naturaleza, y también debido al cuerpo y la mente. El alma es diferente del cuerpo y de la mente, pero sufre a causa de la contaminación material. Nosotros no tenemos control sobre esas tres clases de miserias. Están bajo el control de una sirvienta de Krishna, la diosa Durga, la naturaleza material. Ella no es independiente de Krishna. Pero es tan poderosa que puede crear y mantener. Prakrti, la naturaleza, puede ser muy despiadada. A menudo se representa a madre Durga castigando a los demonios, hiriéndoles con un tridente. Las personas eruditas e inteligentes aspiran a que la Suprema Personalidad de Dios les conceda Su misericordia, para liberarse de las tres miserias de la existencia material. Aunque el mundo material no es más que oscuridad, la gente está muy orgullosa de sus ojos. Siempre están diciendo: «¿Puedes mostrarme a Dios?». La respuesta es: «¿Tienes ojos para ver a Dios?». ¿Por qué tanto énfasis en ver? Por supuesto que se puede ver a Dios, como se afirma en la Brahma-samhita (5.38): premañjana-cchurita-bhakti-vilocanena: «El devoto cuyos ojos están ungidos con el bálsamo del amor ve siempre a Govinda [Krishna]». Si somos devotos, amantes de Dios, el ung$uento del amor aclarará nuestros ojos. Para ver a Dios, tenemos que limpiar nuestros ojos extirpando las cataratas de la contaminación material. Aunque tal vez estemos ansiosos de ver a Dios, no Le podemos ver con estos ojos materiales. No solamente no Le podemos ver, sino que tampoco podemos entenderle, aunque conozcamos Su nombre. Entender a Dios significa, en primer lugar, entender Su nombre. Por lo tanto, desde el principio debemos cantar el maha-mantra Hare Krishna. Dios no es diferente de Su nombre. El nombre de Krishna y Su persona son lo mismo. «Absoluto» quiere decir que el nombre, la forma, la residencia, el vestido, los pasatiempos, es decir, todo lo de Krishna, es idéntico a Él. Krishna está presente en Su nombre, pero como no sentimos amor por Él, no podemos verle. Sanatana Gosvami era un gran sabio erudito, y se le daba el tratamiento de pandita, lo cual indica que era un brahmana muy culto. Cuando Sanatana Gosvami se dirigió a Sri Caitanya Mahaprabhu, Le dijo: «En mi aldea, la gente me llama pandita, y eso me apena mucho». Caitanya Mahaprabhu le preguntó: «¿Qué es lo que te aflige?». Sanatana Gosvami contestó: «Soy un pandita tan mediocre que ni siquiera conozco la meta de la vida. Ni siquiera sé qué es bueno para mí. La complacencia de los sentidos me arrastra». Así es como se presentó Sanatana Gosvami ante Caitanya Maha- prabhu. No acudió a Él en busca de un poco de oro o alguna medicina. Fue para averiguar qué era lo que verdaderamente le convenía. Ése es el verdadero propósito con que hay que presentarse ante un guru. Devahuti se dirigió al Señor Kapiladeva de la misma manera. Dijo: «Mi querido Kapila, has aparecido como hijo mío, pero eres mi guru, porque me puedes informar acerca de cómo puedo cruzar el océano de nesciencia que es el mundo material». Así pues, aquel que siente la necesidad de cruzar el oscuro océano de nesciencia que es la existencia material, necesita un guru. No es tarea de un guru dar oro y medicinas. Ahora se ha puesto de moda tener un guru como quien tiene un perro o un gato. Eso no sirve de nada. Debemos inquirir acerca de esa parte de la creación de Dios que está más allá de esta oscuridad. Los Upanisads y la Bhagavad-gita describen un mundo que está más allá de esta naturaleza material. Según las palabras de Krishna en la Bhagavad-gita (15.6): na tad bhasayate suryo na sasanko na pavakah yad gatva na nivartante tad dhama paramam mama «Mi morada suprema no la iluminan el Sol ni la Luna, ni el fuego ni la electricidad. Aquellos que llegan a ella, nunca regresan a este mundo material». Nosotros no podemos ir a ese paravyoma utilizando medios materiales. Es imposible traspasar los límites del universo material, a no ser que se entienda a Krishna. Por misericordia de Dios, es posible iluminarse, porque Krishna en persona viene a darnos información. Si no viene personalmente, envía a Su devoto, o deja tras de Sí la Bhagavad- gita. Sin embargo, somos tan necios que no lo aprovechamos. No aprovechamos la presencia de Su devoto, que anhela dar este conocimiento, sacrificándolo todo. Por eso dice Sri Caitanya Mahaprabhu: brahmanda bhramite kona bhagyavan jiva guru-krsna-prasade paya bhakti-lata-bija «La entidad viviente condicionada y caída, atrapada por la energía externa, está vagando por el mundo material; pero si tiene la buena fortuna de entrar en contacto con un representante genuino del Señor y aprovecha la oportunidad que dicho guru supone, recibe la semilla del servicio devocional» (Cc. Madhya 19.151). La persona que recibe la semilla del servicio devocional es sumamente afortunada. Aquellos que están cultivando bhakti en la Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna son las personas más afortunadas del mundo. Por misericordia de Krishna se puede recibir el bhakti-lata-bija, la semilla del servicio devocional. Si no estamos libres de las reacciones del pecado, no podemos entender ni el bhakti ni a Bhagavan. Por lo tanto, debemos actuar de forma piadosa abandonando la vida sexual ilícita, las drogas y el alcohol, el consumo de carne, y los juegos de azar. Si llevamos una vida piadosa, podremos entender a Dios. Este movimiento para la conciencia de Krishna está educando a la gente con esta finalidad, de modo que sus vidas sean un éxito.
VERSO 9 ya adyo bhagavan pumsam isvaro vai bhavan kila lokasya tamasandhasya caksuh surya ivoditah TRADUCCIÓN Tú eres la Suprema Personalidad de Dios, el origen y Señor Supremo de todas las entidades vivientes. Tú has aparecido para difundir los rayos del Sol, a fin de disipar la oscuridad de la ignorancia del universo. SIGNIFICADO Kapila Muni es una encarnación reconocida de la Suprema Personalidad de Dios, Krishna. Aquí la palabra adya significa «el origen de todas las entidades vivientes», y pumsam isvarah quiere decir «el Señor (isvara) de las entidades vivientes» (isvarah paramah krsnah). Kapila Muni es la expansión directa de Krishna, que es el sol del conocimiento espiritual. El Sol disipa la oscuridad del universo, y similarmente, la luz de la Suprema Personalidad de Dios disipa de inmediato la oscuridad de maya. Nuestros ojos, sin la luz del Sol, no sirven para nada. Similarmente, sin la luz del Señor Supremo, es decir, sin la gracia divina del maestro espiritual, no se pueden ver las cosas tal y como son. En este verso, Devahuti también se dirige a su hijo como Bhagavan. Bhagavan es la Persona Suprema. Si tuviésemos aunque sólo fuera un poquito de sentido común, podríamos entender que toda organización precisa de un líder. Sin líder, no podemos organizar nada. Los filósofos necios dicen que el universo se formó espontáneamente. Dicen que al principio existía una masa de materia y que de ahí se generó la manifestación cósmica. Pero, ¿de dónde salió esa masa de materia? El hecho es que detrás de cualquier cosa organizada, tiene que haber un cerebro, un líder. Los Vedas nos dan información sobre ese líder: nityo nitya- nam cetanas cetananam. El Señor Supremo es eterno, y también nosotros somos eternos. Pero el Señor Supremo es uno, y nosotros, muchos. El Señor Supremo es muy grande, y nosotros, muy pequeños. Él es omnipresente e infinito, y nosotros, finitos e infinitesimales. Si analizamos la creación, podemos ver que no todo el mundo está en el mismo nivel. Una persona es más inteligente u opulenta que otra. Si seguimos analizando, llegaremos hasta los semidioses, y entre ellos descubriremos que el semidiós más importante es el Señor Brahma. Él es el primer ser creado del universo, y a pesar de ello, no es el ser más inteligente. Se dice que, en el principio, Brahma recibió conocimiento de la Suprema Personalidad de Dios. Los periódicos dicen que la fe en un Dios personal está disminuyendo. Esto quiere decir que la gente es cada vez más necia. Es algo natural en la era de Kali, pues a medida que progresa la era de Kali, disminuyen la fuerza corporal, la memoria y la misericordia. De hecho, podemos ver que la generación actual no es tan fuerte como la anterior. Además, la gente tiene poca memoria. Y hemos oído que a veces matan a alguien en presencia de otras personas, y nadie hace nada. Así que también disminuye la misericordia.Como todo está disminuyendo, la conciencia de Dios también disminuye; por lo tanto, es normal que digan que está disminuyendo la fe en un Dios personal. En la Bhagavad-gita (7.15), a la persona que no acepta un Dios personal se la describe como mudha, necio: na mam duskrtino mudhah prapadyante naradhamah mayayapahrta-jñana asuram bhavam asritah «Esos malvados que son sumamente necios, que son lo más bajo de la humanidad, a quienes la ilusión les ha robado el conocimiento, y que participan de la naturaleza atea de los demonios, no se entregan a Mí». En realidad, hoy en día la gente no sabe ni qué significa Dios, qué decir de entregarse a Él. Por otro lado, están los que son eruditos y bien educados, pero maya, la ilusión, les ha robado el conocimiento. Aunque a nivel superficial tengan muchos títulos académicos, no poseen verdadero conocimiento. Son también asuras, demonios que simplemente desafían a Dios diciendo: «Yo soy Dios, tú eres Dios, ¿por qué estás buscando a Dios? La calle está llena de Dioses. A ellos es a quien hay que atender». Por eso no nos sorprende que los periódicos den la noticia de que la fe en un Dios personal está decreciendo. Pero a pesar de ello, Dios es una persona. Ya adyo bhagavan. También el Señor Brahma adora a Krishna, diciendo: govindam adi-purusam tam aham bhajami. Dice: «Yo adoro a Govinda, la persona original». adi-purusam: nadie es anterior a Krishna; por lo tanto, recibe el nombre de «original». Se dice que Krishna es el hijo de Vasudeva, pero eso solamente quiere decir que Krishna aceptó que Vasudeva fuese Su padre. Sri Krishna Se relaciona con Sus devotos en diferentes rasas: santa, dasya, sakhya, vatsalya y madhurya. Todos tenemos una relación con Krishna, pero ahora está cubierta. Por lo tanto, tenemos que revivirla. El simple reconocimiento del Supremo se llama santa-rasa. Cuando este sentimiento se desarrolla completamente, se desea ofrecer algún servicio; esto se llama dasya. Cuando hay una mayor intimidad, el devoto pasa a ser amigo de Krishna, y eso se llama sakhya. Al avanzar más, se quiere ofrecer a Krishna un servicio como padre o madre, y eso es vatsalya. Ser padre o madre quiere decir servir al hijo. El concepto cristiano de que Dios es el Padre Supremo no es del todo perfecto, pues si consideramos que Dios es nuestro padre, nos ponemos en una posición de recibir cosas de Él. Todo el mundo quiere recibir algo de su padre. Siempre se dice: «Padre, dame esto. Padre, dame aquello». Sin embargo, aceptar al Señor Supremo como hijo nuestro significa ofrecer servicio. Yasodamayi tuvo a Krishna como hijo, y estaba siempre preocupada de que no corriese ningún peligro. De manera que siempre Le estaba protegiendo. En realidad, Krishna protege el universo entero, pero Yasoda protegía a Krishna. Ésa es la filosofía vaisnava. Yasoda enloqueció al ver que el demonio Trnavarta se llevaba a Krishna. Sin embargo, Krishna Se hizo tan pesado que el demonio no pudo volar por el cielo y cayó al suelo y murió. Yasoda dijo inmediatamente: «¡Dios ha salvado a mi Krishna!». Y comenzó a dar gracias a algún otro Dios, algún devata. No sabía que Krishna es la Suprema Personalidad de Dios. Si hubiese pensado que Krishna es la Suprema Personalidad de Dios, la relación entre madre e hijo se hubiera acabado. Así pues, Krishna jugaba como un niño corriente, y madre Yasoda Le trataba como hijo suyo. Los amigos de Krishna, los pastorcillos de vacas, tampoco consideraban a Krishna el Señor Supremo. Las gopis incluso reñían a Krishna a menudo. Si el devoto puede tener una relación así con Krishna, ¿por qué va a querer ser uno con Dios? Es mejor ser el padre de Dios, el controlador de Dios. Ésto es bhakti-marga, el sendero del servicio devocional. El devoto no quiere ser igual a Dios o ser uno con Dios. Sólo quiere ofrecer servicio. A fin de entender la Verdad Absoluta, tenemos que entender lo que significa Bhagavan. Devahuti no era una mujer corriente. Era la esposa de Kardama Muni, un gran yogi. Obviamente, había aprendido algo de su esposo, pues, de no haber sido muy elevada, ¿cómo iba Bhagavan Kapiladeva a nacer como hijo suyo? Todo el mundo debe saber qué es Bhagavan y recibir enseñanzas de Bhagavan. El Señor Kapila es Bhagavan, y Él enseñó personalmente la filosofía sankhya a Su madre. Con este conocimiento podemos desarrollar o despertar nuestro latente amor por Dios. Entonces, cuando nuestros ojos estén ungidos con amor por Dios, podremos verle. Así es; podremos ver a Dios en todas partes y en todo instante. Veremos a Dios, y no veremos nada aparte de Dios. No solamente veremos a Dios en nuestros corazones. Cuando vayamos al mar, veremos a Dios. Siendo un poquito reflexivo, se puede ver que el gran mar permanece en su sitio. El mar ha recibido órdenes de no pasar de determinados límites. Cualquier hombre inteligente puede ver a Dios mientras pasea por la playa. Pero hay que tener un poquito de inteligencia. Los que son como asnos, los mudhas, los duskrtis, no pueden ver a Dios, pero los que son inteligentes pueden ver a Dios en todas partes, porque Dios es omnipresente. Está dentro del universo y dentro del corazón, e incluso dentro del átomo. ¿Por qué decimos que no podemos verle? Dios dice: «Trata de verme de esta manera; pero si eres demasiado torpe, trata de verme de otra manera». ¿Cuál es el camino fácil? Krishna dice en la Bhagavad-gita: «Yo soy el sabor del agua». ¿Hay alguien que no haya probado el agua? Dice también: «Yo soy la luz del Sol». ¿Hay alguien que no haya visto la luz del Sol? Entonces, ¿por qué dice la gente: «Yo no he visto a Dios»? Ante todo, tenemos que tratar de ver a Dios. Es tan fácil como el abecedario. Cuando veamos a Dios en todas partes, veremos al Dios personal. Entonces entenderemos. Bhagavan pumsam isvarah. Bhagavan es isvara, el controlador. No somos independientes. Nadie puede decir realmente: «Yo soy independiente». Las modalidades de la naturaleza material nos tienen estrechamente encadenados y, a pesar de ello, creemos que somos independientes. Eso es pura estupidez. Por eso se dice que en el mundo material todos están ciegos debido a la oscuridad de la ignorancia. Cuando la gente está ciega, por ignorancia dice: «Dios no existe. Yo no puedo ver a Dios». Entonces viene Dios como Krishna o Kapiladeva y dice: «Aquí estoy. Mira Mis rasgos. Soy una persona. Toco la flauta y disfruto en Vrndavana. ¿Por qué no Me puedes ver?». De esta manera, Dios viene, explica cómo es Él, y nos deja Sus enseñanzas, la Bhagavad-gita. Aun así, la gente es tan necia que dicen que no entienden a Dios. Si tratamos de ver a Dios a través de las enseñanzas que el Señor Kapila dio a Devahuti, nuestras vidas alcanzarán el éxito.
VERSO 10 atha me deva sammhoham apakrastum tvam arhasi yo 'vagraho 'ham mametity etasmin yojitas tvaya TRADUCCIÓN Mi Señor, ten ahora la bondad de disipar mi gran ilusión. A causa de mi sentimiento de ego falso, Tu maya me ha ocupado en su servicio y me he identificado con el cuerpo y con las consiguientes relaciones corporales. SIGNIFICADO Maya es el ego falso de identificar el cuerpo con el ser, y pretender que se poseen las cosas relacionadas con el cuerpo. En el Capítulo Décimoquinto de la Bhagavad-gita, el Señor dice: «Yo estoy situado en el corazón de todos, y de Mí vienen el recuerdo y el olvido». Devahuti ha afirmado que el apego a las posesiones corporales y la identificación falsa del cuerpo con el ser también están bajo la dirección del Señor. ¿Quiere eso decir que el Señor hace diferencias, ocupando a una persona en Su servicio devocional y a otra en la complacencia de los sentidos? Si eso fuese cierto, sería una incongruencia por parte del Señor Supremo, pero en realidad no es así. La entidad viviente, tan pronto como olvida su verdadera naturaleza original de sirviente eterno del Señor y prefiere disfrutar de la complacencia de los sentidos, cae víctima de maya. Eso hace que se identifique falsamente con el cuerpo y se apegue a las posesiones del cuerpo. Así es como actúa maya, y como maya es también un agente del Señor, se trata indirectamente de una acción del Señor. El Señor es misericordioso; si alguien quiere olvidarle y disfrutar de este mundo material, Él le da todas las facilidades, no directamente, sino por medio de Su potencia material. Por lo tanto, como la potencia material es una energía del Señor, la facultad de olvidar proviene indirectamente de Él. Por eso Devahuti dice: «El hecho de que me dedicara a la complacencia de los sentidos, se debía también a Ti. Ahora ten la bondad de liberarme de este enredo». Por la gracia del Señor se puede disfrutar de este mundo material, pero cuando estamos hastiados del disfrute material y nos frustramos, y por ello, nos entregamos sinceramente a los pies de loto del Señor, el Señor es tan bondadoso que nos libera del enredo. Krishna dice en la Bhagavad-gita: «Primero entrégate, y entonces Yo me ocuparé de ti y te liberaré de las reacciones de todas las actividades pecaminosas». Las actividades pecaminosas son aquellas que se ejecutan sin tener en cuenta nuestra relación con el Señor. En el mundo material, las actividades supuestamente piadosas que buscan el disfrute material son también pecaminosas. Por ejemplo, a veces se da dinero como caridad a una persona necesitada con la idea de que vuelva multiplicado por cuatro. Dar con el propósito de ganar es caridad en la modalidad de la pasión. Todo lo que aquí se hace cae bajo la influencia de las modalidades de la naturaleza material y, por lo tanto, todas las actividades, a excepción del servicio al Señor, son pecaminosas. Debido a las actividades pecaminosas, nos sentimos atraídos por la ilusión del apego material, y pensamos: «Yo soy este cuerpo». Pienso que yo soy el cuerpo, y que las posesiones del cuerpo son «mías». Devahuti rogó al Señor Kapila que la liberase de este enredo de la identificación falsa y la posesión falsa. Al hacer esta pregunta, Devahuti está aceptando como guru a su hijo, Kapila. Él, en consecuencia, le explica cómo solucionar los problemas materiales. La vida material no es más que atracción sexual. Pumsah striya mithuni-bhavam etam (Bhag. 5.5.8). Vida material significa que los hombres van en busca de mujeres y las mujeres en busca de hombres. Esto no lo encontramos solamente en la sociedad humana, sino también entre las aves, los perros, los gatos y los semidioses. Tan pronto como un hombre y una mujer se unen para satisfacer su deseo sexual, la atracción se hace cada vez más intensa. Necesitan un apartamento para tener intimidad, y tienen que ganarse el sustento y conseguir algo de tierra. Si no hay niños, la vida matrimonial es una frustración, y por supuesto, cuando los hay necesitan educación. Y de esta manera, al crearse todas esas situaciones, aumenta el enredo en la vida material. Pero a la hora de la muerte, Krishna viene y Se lo lleva todo: la casa, la tierra, la esposa, los hijos, la reputación y todo lo demás. Y luego tenemos que empezar otra vida. No es que morimos y todo se termina; vivimos eternamente. El cuerpo se termina, pero tenemos que aceptar otro cuerpo, uno de entre las 8.400.000 formas que hay. Y así nuestra vida está pasando, pero nosotros pensamos en relación a esposa, hijos, etc. Todo eso es ilusión. En cualquier caso, no se nos permitirá quedarnos aquí, y aunque estemos apegados a todo esto, la muerte nos lo quitará. Sea cual sea la posición que estemos ocupando —ya sea de presidente o de Señor Brahma—, lo hacemos de manera temporal. Quizás estemos aquí cinco años, o quizás diez, cien, o quizás cinco millones. Sea como sea, nuestra posición es limitada. Nuestra posición en el mundo material no es eterna, pero nosotros sí somos eternos. ¿Por qué, entonces, nos confunde lo que no es eterno? Por naturaleza, somos partes integrales de Krishna, y Krishna es sac-cid-ananda-vigraha. A fin de trascender la oscuridad de la vida material e ir al mundo de la luz, necesitamos acudir a un guru. Ésa es la razón por la que Devahuti acude al Señor Kapiladeva. Por la mañana, cuando sale el Sol, desaparece inmediatamente la oscuridad de la noche. Del mismo modo, cuando viene Dios o Su encarnación, se disipa la oscuridad de la vida material. Cuando vino Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, Arjuna vio despejada su ilusión. Antes estaba pensando: «¿Por qué tengo que luchar con mis parientes?». La realidad es que el mundo entero gira bajo este concepto de «yo» y «mío». Hay conflictos entre naciones, sociedades, comunidades y familias. La gente piensa: «¿Por qué te metes en mis asuntos?», y entonces surge el conflicto. La ilusión hace que no consideremos temporales esas situaciones. En el tren a veces hay gente que discute y se pelea por un asiento, pero aquel que sabe que sólo va a estar en el tren durante dos o tres horas, piensa: «¿Para qué pelear? Sólo voy a estar aquí un rato». Uno piensa así, y el otro está dispuesto a pelear, pensando que su asiento es permanente. A nadie se le va a permitir quedarse en este mundo material; todos tendremos que cambiar de cuerpo y de situación, y mientras estemos aquí, tendremos que pelear y luchar por la existencia. Así es la vida material. Tal vez temporalmente consigamos solucionar algo, pero finalmente, el mundo material está lleno de miserias. Estamos muy apegados al mundo material, pero según el sistema védico, la renuncia es obligatoria: cuando se llega a los cincuenta años, se renuncia a la vida familiar. La naturaleza nos previene: «Ya has pasado los cincuenta. Ya está bien. Has luchado en este mundo material. Ahora, deja esos asuntos». Los niños juegan en la playa haciendo castillos de arena, pero al rato llega el padre y dice: «Bueno, niños, ha llegado la hora. Dejad eso y vámonos a casa». Ésa es la labor del guru: enseñar a sus discípulos desapego. El mundo no es nuestro hogar; nuestro hogar es Vaikunthaloka. Krishna viene a recordarnos esto. El dharma, la orden de la Persona Suprema, es que nos volvamos devotos Suyos y pensemos siempre en Él. Krishna dice: man-mana bhava mad-bhakto mad-yaji mam namaskuru «Ocupa siempre tu mente en pensar en Mí, sé Mi devoto, ofréceme reverencias y adórame» (Bg. 9.34). De modo que Krishna abre la puerta; pero desafortunadamente, nosotros no Le aceptamos. Krishna dice a Arjuna: «Como tú eres Mi amigo, te estoy revelando el dharma más confidencial». ¿En qué consiste?: «Simplemente entrégate a Mí». Ése es el dharma que enseñó la Suprema Personalidad de Dios, y las encarnaciones de Krishna y Sus devotos enseñarán el mismo dharma. Todos buscamos la felicidad, pero no sabemos cómo disfrutar. Queremos disfrutar de nuestros sentidos, pero eso no es posible con estos falsos sentidos cubiertos. Hay que eliminar la cobertura de los sentidos, y en eso consiste el proceso de purificación. El concepto que tenemos de nosotros mismos está condicionado por una serie de identificaciones materiales falsas, pero debemos se- guir el consejo de Sri Caitanya Mahaprabhu: jivera 'svarupa' haya —krsnera 'nitya-dasa'. Tenemos que llegar a entender: «Soy el sirviente eterno de Krishna». Al fin y al cabo, empleamos nuestros sentidos para satisfacer a alguien, ya sea a nosotros mismos o a otra persona. Esto es kama, krodha, lobha y matsara: ilusión. Cuando no estamos sirviendo a nuestros propios deseos de disfrute (kama), servimos a la ira (krodha). Si yo fuera el dueño de mi ira, podría dominarla; y si fuera el dueño de mis deseos, podría dominarlos. En cualquier caso, soy un sirviente, y debo transferir mi servicio a Krishna. Ésa es la perfección de la vida. Si estamos situados en la posición trascendental (bhakti), podemos entender a Krishna. No podemos entender a Krishna mediante la especulación mental; si así fuera, Él habría dicho que se Le podía entender por medio de jñana, karma o yoga. Sin embargo, dice claramente: bhaktya mam abhijanati: «Sólo se Me puede entender mediante el servicio devocional». Si queremos conocer a Krishna tal como es, tenemos que aceptar el proceso de bhakti. Ese proceso de bhakti es lo que Kapila va a revelar a Devahuti.
VERSO 11 tam tva gataham saranam saranyam sva-bhrtya-samsara-taroh kutharam jijñasayaham prakrteh purusasya namami sad-dharma-vidam varistham TRADUCCIÓN Devahuti continuó: Yo me he refugiado en Tus pies de loto porque Tú eres la única persona en quien refugiarse. Tú eres el hacha que puede cortar el árbol de la existencia material. Por lo tanto, ofrezco mis reverencias ante Ti, el más grande de los trascendentalistas, y Te pido que me expliques la relación entre hombre y mujer y entre espíritu y materia. SIGNIFICADO La filosofía sankhya, como se sabe, trata de prakrti y purusa. Purusa es la Suprema Personalidad de Dios o cualquiera que imita a la Suprema Personalidad de Dios como disfrutador, y prakrti es la naturaleza. En el mundo material, los purusas, las entidades vivientes, explotan la naturaleza material. En el mundo material, las complejidades de la relación entre prakrti y purusa, lo disfrutado y el disfrutador, dan origen al samsara, el enredo material. Devahuti quería cortar el árbol del enredo material, y encontró en Kapila Muni el arma apropiada. En el Capítulo Decimoquinto de la Bhagavad-gita se explica que el árbol de la existencia material es un árbol asvattha con la raíz hacia arriba y las ramas hacia abajo. Allí se recomienda cortar la raíz de ese árbol de la existencia material con el hacha del desapego. ¿En qué consiste el apego? El apego aparece de la relación entre prakrti y purusa. Las entidades vivientes tratan de dominar la naturaleza material. Como el alma condicionada cree que la naturaleza material es el objeto de su disfrute y adopta la posición de disfrutador, recibe el nombre de purusa. Devahuti hizo preguntas a Kapila Muni, pues sabía que sólo Él podía cortar su apego al mundo material. Las entidades vivientes, bajo la apariencia de hombres o mujeres, tratan de disfrutar de la energía material; de modo que en un sentido todos son purusas, pues purusa quiere decir «disfrutador», y prakrti quiere decir «disfrutado». En el mundo material, los supuestos hombres y mujeres están imitando al verdadero purusa; en sentido trascendental, la Suprema Personalidad de Dios es en realidad el disfrutador, mientras que todos los demás somos prakrti. Según el análisis de la Bhagavad-gita, la materia es apara, naturaleza inferior; pero más allá de esa naturaleza inferior hay otra naturaleza superior: las entidades vivientes. Las entidades vivientes también son prakrti, objetos de disfrute, pero bajo el hechizo de maya, tratan de ponerse en una falsa posición de disfrutadores. Ésa es la causa de samsara-bandha, la vida condicionada. Devahuti quería liberarse de la vida condicionada y llegar a un estado de entrega total. El Señor es saranya, que quiere decir «la única persona a quien vale la pena entregarse completamente», porque posee en plenitud todas las opulencias. Para todo aquel que de verdad quiera liberarse, lo mejor es entregarse a la Suprema Personalidad de Dios. Aquí se describe también que el Señor es sad-dharma-vidam varistham. Esto indica que la mejor de todas las ocupaciones trascendentales es el servicio amoroso eterno a la Suprema Personalidad de Dios. A veces se traduce dharma como «religión», pero ése no es el significado exacto. En realidad dharma significa «aquello que no se puede abandonar», «lo que no se puede separar de uno». El calor del fuego no se puede separar del fuego; por lo tanto, se dice que el calor es el dharma, la naturaleza, del fuego. Del mismo modo, sad-dharma significa «ocupación eterna». Esa ocupación eterna es el servicio amoroso trascendental del Señor. La finalidad de la filosofía sankhya de Kapiladeva es difundir el servicio devocional puro, libre de contaminación, y por eso aquí se dice que Él es la persona más importante entre los que conocen la ocupación trascendental de la entidad viviente. Como antes señalamos, Bhagavan, la Suprema Personalidad de Dios, es el verdadero refugio de todos (saranam saranyam). Todos estamos buscando un refugio, porque, por constitución, todos somos sirvientes. Originalmente, somos sirvientes de Dios; por lo tanto, nuestra naturaleza es refugiarnos en Él. Unos buscan servir a un hombre eminente; otros buscan servir al gobierno, o cualquier otra cosa. Pero el refugio supremo es Krishna, la Suprema Personalidad de Dios. Kapiladeva, siendo una encarnación de Krishna, también es un refugio. Krishna tiene formas y encarnaciones ilimitadas. En el Srimad-Bhagavatam se dice que continuamente aparecen nuevas encarnaciones de Krishna, como olas en el océano. Ni siquiera se pueden contar. En la Brahma-samhita se dice: Advaitam acyutam anadim ananta-rupam. En la India hay muchos miles de templos, y en su interior hay arca-vigrahas, Deidades. No hay diferencia entre todos esos Krsnas; son uno. Krishna reside en Vaikuntha, y también en el templo. Los Krsnas no son diferentes, aun- que son ananta, ilimitados. Krishna es también el testigo que está en el corazón de todos, y está viendo todas nuestras actividades. No podemos ocultarle nada, y recibimos los resultados de nuestro karma porque el propio Krishna, que está en el corazón, es el testigo. ¿Cómo podemos, entonces, eludirle? Sin el permiso de Krishna, no podemos hacer nada. ¿Por qué Krishna nos da permiso para hacer cosas incorrectas? Lo hace porque insistimos. En realidad, lo único que Él nos dice que hagamos es entregarnos a Él. Nosotros queremos hacer determinada cosa, y tal vez Krishna lo apruebe, pero seguimos adelante y lo hacemos por nuestra propia cuenta. Krishna no es el responsable. Sin embargo, debemos saber que sin la aprobación de Krishna no podemos hacer nada. Es un hecho. La verdad es que, por constitución, somos sirvientes de Krishna. Aunque tal vez proclamemos ser independientes, no lo somos. Por el contrario, somos sirvientes que proclaman falsamente ser independientes. La autorrealización consiste en entender que dependemos de la Suprema Personalidad de Dios. En palabras de Caitanya Mahaprabhu: ayi nanda-tanuja kinkaram patitam mam visame bhavambudhau krpaya tava pada-pankaja- sthita-dhuli-sadrsam vicintaya «Mi querido Señor Krishna, hijo de Maharaja Nanda, Yo soy Tu sirviente eterno, pero de un modo u otro he caído a este océano de nesciencia. Por favor, sácame de este océano de muerte, y colócame como uno de los átomos a Tus pies de loto» (Siksastaka 5). Como la ilusión nos está cubriendo, Devahuti dice: sva-bhrtya- samsara-taroh kutharam. En la Bhagavad-gita (15.1-4) se compara la existencia material con un árbol de los banianos con las raíces hacia arriba y las ramas hacia abajo. Las raíces de ese árbol son muy fuertes, pero se pueden cortar con un hacha (kutharam). Por el hecho de refugiarnos a los pies de loto de Krishna, podemos cortar la poderosa raíz de la existencia material. Como hemos abandonado el servicio a Krishna, nos hemos convertido en sirvientes de muchas otras cosas. Estamos obligados a servir a nuestros padres, esposa, hijos, país, etc. Estamos en deuda con mucha gente y con los semidioses que proporcionan luz y calor. Aunque no pagamos la factura, nos beneficiamos de la luz y el calor del Sol. Si utilizamos la electricidad, tenemos que pagar la factura; pero no pagamos la factura del Sol. Esto quiere decir que tenemos una verdadera deuda con el dios del Sol, Vivasvan. Del mismo modo, el rey del cielo, Indra, nos abastece de agua en forma de lluvia. Los sinvergüenzas dicen que todo eso es producto de la naturaleza, pero no saben que alguien está controlando la naturaleza. Si no pagamos nuestras deudas ejecutando sacrificios, podemos estar seguros de que habrá escasez. Todas esas cosas vienen del Padre Supremo, la Suprema Personalidad de Dios, pero nosotros pensamos que vienen de la naturaleza, y las utilizamos sin que nos preocupe si la factura está pagada o no. Es correcto utilizar la propiedad de nuestro Padre, pero en el momento presente no estamos actuando como hijos de nuestro Padre; somos hijos de maya. No mostramos interés por nuestro Padre; no obstante, la naturaleza actúa bajo Su dirección. Si no mostramos interés por Él, la naturaleza reducirá sus dones, pues la naturaleza no permite que los demonios prosperen. Como se dice en la Bhagavad-gita (16.19): tan aham dvisatah kruran samsaresu naradhaman ksipamy ajasram asubhan asurisv eva yonisu «A aquellos que son envidiosos y malvados, que son lo más bajo entre los hombres, Yo los arrojo perpetuamente al océano de la existencia material, en diversas especies de vida demoníaca». Los demonios están siempre sujetos a recibir un castigo, y el Señor castiga personalmente a los grandes demonios como Ravana e Hiranyakasipu. Pero a los demonios corrientes les castigan las leyes de la naturaleza material. Krishna no necesita venir para castigar a demonios insignificantes, pero cuando hay grandes demonios, como Ravana, Hiranyakasipu y Kamsa, el Señor viene como Rama- candra, Nrsimhadeva o Krishna para castigarlos. Si no queremos ser castigados, tenemos que seguir las reglas y regulaciones (sad- dharma). Dharma quiere decir «las leyes de Dios». Dharmam tu saksad bhagavat-pranitam. Las leyes las da Bhagavan, y están escritas en libros como la Manu-samhita y otras Escrituras védicas. Según la ley, tenemos que obedecer al gobierno, y según el dharma, tenemos que obedecer a Krishna, Dios. No podemos inventarnos en casa nuestras leyes, ni podemos inventarnos el dharma. El que lo haga, está engañando al público. El Srimad-Bhagavatam no da cabida a esos dharmas falsos: dharmah projjhita. El verdadero dharma lo establece Sri Krishna cuando dice: sarva-dharman parityajya mam ekam saranam vraja (Bg. 18.66). Todos los demás dharmas no son más que formas de engañar. Debemos aceptar los principios de la Bhagavad-gita, que constituyen el abecé del dharma. En realidad, simplemente tenemos que aceptar el principio de la entrega a Krishna; pero esa aceptación viene después de muchísimos nacimientos. No es algo fácil, pues solamente después de esforzarse durante muchos nacimientos llega uno a la verdadera perfección y se entrega a Krishna. En ese momento, entiende perfectamente que Vasudeva, Krishna, lo es todo. Ésa es la lección más importante de la Bhagavad-gita. Todo es energía de Krishna, y todo lo que vemos no es más que una exhibición de dos tipos de energía. Todo el mundo sabe que el Sol tiene dos tipos de energía: calor y luz. Del mismo modo, Krishna tiene una energía externa y una energía interna, y tiene también una energía marginal, que es una mezcla de las otras dos. La energía externa es este mundo material, la energía interna es el mundo espiritual, y la energía marginal es la entidad viviente. La entidad viviente es marginal porque puede quedarse tanto en el mundo material como en el mundo espiritual. La Bhagavad-gita describe dos clases de entidades vivientes: ksara y aksara: las que viven en el mundo material y las del mundo espiritual. Las que han caído al mundo material se ven atraídas por el árbol del samsara, el árbol de los banianos de la existencia material que se describe en la Bhagavad-gita (Capítulo Decimoquinto). Es esencial que nos separemos de ese árbol mediante el desapego. Cortar ese árbol es muy difícil, pero se puede conseguir con el arma del desapego. Hay un proverbio bengalí que dice: «Pescar el pez sin tocar el agua». Ése es el tipo de inteligencia que se necesita. En los Estados Unidos se ven muchos hombres mayores ya retirados de sus negocios perdiendo el tiempo en la playa, tratando de pescar. No son muy prudentes y se mojan. Tenemos que vivir en el mundo material de tal manera que lo hagamos todo para Krishna, pero sin tocar el agua del mundo material. De esta manera, no estaremos apegados a las cosas del mundo material. Podemos tener muchos grandes templos, pero no debemos apegarnos a ellos. Construimos templos para Krishna, pero tenemos que entender que los templos son propiedad de Krishna. Nuestra misión es enseñar a la gente que todo pertenece a Krishna. Sólo un ladrón tomaría algo de otra persona diciendo que es suyo. El movimiento para la conciencia de Krishna predica que todo pertenece a Krishna, y que todo se debe utilizar para beneficio de Krishna. Él es el beneficiario de todo, y nuestro beneficio proviene de ese conocimiento. Isavasyam idam sarvam. Aquel que entiende que todo pertenece a Krishna, se convierte en el mahatma más grande. Ser un mahatma no significa llevar una gran barba y un tipo de ropa especial. No. Debemos estar conscientes de esto. Tenemos que ofrecer a Krishna todo lo que tengamos. Si tenemos alimentos de la mejor calidad, debemos ofrecérselos. Si no tenemos nada, podemos ofrecerle una hoja, una flor, un poco de agua o fruta. Esto es algo que cualquiera puede conseguir en cualquier lugar sin tener que pagar nada. Tal como Sri Krishna afirma en la Bhagavad-gita (9.26): patram puspam phalam toyam yo me bhaktya prayacchati tad aham bhakty-upahrtam asnami prayatatmanah «Si alguien Me ofrece con amor y devoción una hoja, una flor, fruta o agua, Yo lo aceptaré». Lo importante es que debemos ofrecer algo a Krishna con devoción. No es que Krishna tenga hambre y esté pidiendo comida. No. Él está alimentando a todos, abasteciendo a todos con todo lo que necesitan: eko bahunam yo vidadhati kaman (Katha Upanisad 2.2.13). ¿Qué es, entonces, lo que pide? Pide bhakti, devoción, porque quiere que Le amemos. Estamos sufriendo en el mundo material, enredados en el árbol de la existencia material, pasando de una rama a otra; ésa es la causa de nuestro sufrimiento. Krishna no quiere que suframos saltando como monos de rama en rama. Debemos ir a Él y entregarnos a Él. Cuando entendemos esto, nuestro conocimiento es perfecto. Cuando nos refugiamos a los pies de loto de Krishna, dejamos ya de tener deudas con nadie. Na kinkaro nayam rni (Bhag. 11.5.41). Krishna nos asegura: aham tvam sarva- papebhyo moksayisyami: «Yo te liberaré por completo» (Bg. 18.66). Esto es lo que en realidad queremos. Por eso aquí Devahuti se refugia en Kapiladeva y Le dice: «Tú eres el hacha que puede hacer que yo me desapegue». Cuando se corta nuestro apego por el mundo material, nos liberamos. Bhakti es el método por el cual podemos desarrollar ese desapego. Vairagya-vidya-nija-bhakti-yoga. El bhakti-yoga es la ciencia del desapego. Este verso lo compuso Sarvabhauma Bhattacarya cuando entendió que Sri Caitanya Mahaprabhu era la Suprema Personalidad de Dios. Sarvabhauma Bhattacarya era un gran lógico, y compuso cien versos a Caitanya Mahaprabhu, en uno de los cuales dice al Señor: vairagya-vidya-nija-bhakti-yoga- siksartham ekah purusah puranah sri-krsna-caitanya-sarira-dhari krpambudhir yas tam aham prapadye «Yo me refugio en la Suprema Personalidad de Dios, Sri Krishna, que ha descendido como Sri Caitanya Mahaprabhu para enseñarnos el verdadero conocimiento, Su servicio devocional, y el desapego de todo lo que no nos ayude a ser conscientes de Krishna. Él ha descendido porque es un océano de misericordia trascendental. Yo me entrego a Sus pies de loto» (Cc. Madhya 6.254). Cuando una persona avanza en el bhakti-yoga, automáticamente se desapega de la atracción de la materia. En este movimiento para la conciencia de Krishna hay muchos chicos y chicas americanos y europeos que han nacido en países donde pueden disfrutar de mucha abundancia material, pero consideran que esa felicidad y esa riqueza material son como la basura de la calle. Como son devotos de Vasudeva, ya no siguen apegados a esas cosas materiales. Eso es el resultado del bhakti-yoga, que nos da la posibilidad de desapegarnos del disfrute material. Ese desapego es la señal de que se está avanzando en el bhakti-yoga. Bhaktih paresanubhavo viraktir anyatra ca (Bhag. 11.2.42). Ésa es la prueba de que se avanza en el bhakti- yoga. Si somos avanzados, el disfrute material deja de atraernos. No se trata de creerse un gran devoto y seguir disfrutando de las cosas materiales. Como se afirma en la Bhagavad-gita (5.22): ye hi samsparsaja bhoga duhkha-yonaya eva te ady-antavantah kaunteya na tesu ramate budhah «Una persona inteligente no participa de cosas que son fuente de desdicha, que se deben al contacto con los sentidos materiales. ¡Oh, hijo de Kunti!, esos placeres tienen un comienzo y un final, y por eso el hombre sabio no se deleita en ellos». Cuando una persona ve algo superior, rechaza inmediatamente lo que es inferior. En realidad no podemos provocar esto con nuestro propio esfuerzo; por lo tanto, tenemos que refugiarnos en Krishna, y Él ayudará. Puesto que nuestro único deber es refugiarnos en Krishna, Devahuti dice: «Yo me refugio en Ti, para que puedas cortar mi apego a la vida material. ¿Por qué debes hacer esto? Porque soy Tu sirvienta eterna». Bhaktivinoda Thakura dice: anadi karama-phale, padi' bhavar- nava-jale, taribare na dekhi upaya. Si nos arrojan al océano, tendremos que luchar mucho, incluso si somos grandes nadadores. En este mundo material no existe la paz, por muy bien que nos desenvolvamos en él. Lo único que hay es lucha. Aquí no podemos vivir en paz. No se puede. Incluso si practicamos la no violencia y no hacemos mal a nadie, tendremos problemas. Sin embargo, si de alguna manera nos las arreglamos para alcanzar la orilla, encontraremos la paz. Aunque sólo estemos a un centímetro del agua, estaremos en paz. Tava pada-pankaja-sthita-dhuli-sadrsam vicintaya (Siksastaka 5). Si de alguna manera llegamos a ser una de las partículas de polvo en los pies de loto de Krishna, nos liberaremos. Quizá seamos hindúes, musulmanes o cristianos durante cincuenta o sesenta años, o cien como mucho, pero de nuevo tendremos que nacer y ser otra cosa. Pensamos en relación a esas designaciones religiosas, que reciben el nombre de asad-dharma, que significa que en cualquier momento pueden cambiar. Pero, ¿cuál es nuestro verdadero dharma? El verdadero dharma es sad-dharma, aquello que no va a cambiar, y en el sad-dharma es indispensable entregarse a Krishna. Este dharma continuará eternamente. Hay muchos que exponen el sad-dharma, pero de hecho la Suprema Personalidad de Dios es quien mejor lo expone, pues Él conoce la realidad. Por eso se dice de los Gosvamis: nana-sastra-vicaranaika-nipunau sad-dharma-samsthapakau. Los discípulos directos de Sri Caitanya Mahaprabhu, los Gosvamis, trataron de establecer el sad-dharma, y nosotros estamos intentando seguir sus huellas estableciendo por todo el mundo el verdadero dharma mediante este movimiento para la conciencia de Krishna.
Capítulo 7 Capítulo 7 El Señor Kapila comienza a explicar el proceso de autorrealización
VERSO 12 maitreya uvaca iti sva-matur niravadyam ipsitam nisamya pumsam apavarga-vardhanam dhiyabhinandyatmavatam satam gatir babhasa isat-smita-sobhitananah TRADUCCIÓN Después de que Su madre Le expresase su inmaculado deseo de iluminación trascendental, el Señor le agradeció internamente sus preguntas y, con el rostro sonriente, explicó el sendero de los trascendentalistas, que se interesan en la autorrealización. SIGNIFICADO Devahuti ha confesado su enredo material y su deseo de liberarse. Las preguntas que ha hecho al Señor Kapila son de gran interés para quienes tratan sinceramente de liberarse del enredo material y alcanzar la perfección. Aquel que no se interesa en comprender su vida espiritual, su posición constitucional, y que tampoco se siente incómodo en la existencia material, está desperdiciando su forma humana de vida. Sólo un necio se despreocupa de las necesidades trascendentales de la vida y se dedica simplemente a comer, dormir, defenderse y aparearse, como un animal. El Señor Kapila estaba muy satisfecho con las preguntas de Su madre, pues las respuestas estimularían los deseos de liberarse de la vida condicionada de la existencia material. Esas preguntas son apavarga-vardhanam. A aquellos que tienen un interés sincero por lo espiritual se les llama sat, devotos. Satam prasangat. Sat significa «lo que existe eternamente», y asat, «lo que no es eterno». Quien no esté en el plano espiritual no es sat; es asat. El asat se establece en un plano que dejará de existir, pero todo aquel que se establezca en el plano espiritual existirá eternamente. Como almas espirituales, todos existimos eternamente, pero el asat ha aceptado como refugio el mundo material, y por lo tanto está lleno de ansiedades. Asad-grahan, el deseo de disfrutar de la materia, es la causa de que el alma sea asat. En realidad, el alma espiritual no es asat. En cuanto es consciente de este hecho y adopta el proceso de conciencia de Krishna, pasa a ser sat. Satam gatih, el sendero de lo eterno, es muy interesante para las personas que buscan la liberación, y Su Señoría Kapila comenzó a explicar ese sendero. De modo que las personas sat son trascendentalistas avanzados en la vida espiritual, y se sienten muy felices cuando escuchan las preguntas de aquellos que desean entender la vida espiritual. A los trascendentalistas no les interesan las conversaciones mundanas. Por el contrario, las aborrecen, y evitan la compañía de aquellos que hablan sobre absurdos asuntos mundanos. Sri Caitanya Mahaprabhu aconsejó a Sus discípulos: gramya-katha na sunibe. La palabra gramya se refiere a aquello que forma parte de nuestro pueblo, sociedad o vecindario. A la gente le interesa hablar acerca de gramya-katha. Los periódicos, por ejemplo, están repletos de gramya-katha. En ellos no hay entendimiento espiritual. En los Estados Unidos hay muchos periódicos, y solamente para publicar el New York Times tienen que matar muchos árboles. Ahora escasea el papel. ¿Por qué matan árboles inútilmente, sólo para gramya-katha? Sólo les interesa ganar dinero. Existe, no obstante, otra clase de katha: krsna-katha. Hay obras que tal vez desde el punto de vista literario sean muy buenas, pero si no glorifican al Señor Supremo, son inútiles. na yad vacas citra-padam harer yaso jagat-pavitram pragrnita karhicit tad vayasam tirtham usanti manasa na yatra hamsa niramanty usikksayah «Las personas santas consideran que aquellas palabras que no describen las glorias del Señor, que es el único que puede santificar la atmósfera del universo entero, son como lugares de peregrinaje para cuervos. Puesto que las personas completamente perfectas son habitantes de la morada trascendental, no encuentran allí ningún placer» (Bhag. 1.5.10). La literatura mundana es como los lugares donde disfrutan los cuervos. Entre las aves encontramos cuervos y cisnes. A los cuervos les interesan los lugares donde se tira la basura. Pero los cisnes prefieren disfrutar en aguas claras y limpias, con flores de loto. Análogamente, hay hombres que son como los cuervos, y hombres que son como los cisnes. Se trata de una división natural. Según un antiguo proverbio inglés, los pájaros del mismo plumaje vuelan juntos. Los cuervos, con los cuervos, y los cisnes, con los cisnes. Puesto que los devotos son como cisnes (hamsas), al devoto muy avanzado se le llama paramahamsa. A los paramahamsas no les interesan los temas de los cuervos. Los paramahamsas se alegran cuando alguien pregunta sobre temas trascendentales, krsna- katha. Por esa razón, Kapiladeva estaba muy contento al escuchar que Su madre anhelaba saber cómo liberarse del cautiverio material: atha me deva sammoham apakrastum tvam arhasi yo 'vagraho 'ham mametity etasmin yojitas tvaya «Mi Señor, ten ahora la bondad de disipar mi gran ilusión. A causa de mi sentimiento de ego falso, Tu maya me ha ocupado a su servicio y me he identificado con el cuerpo y con las consiguientes relaciones corporales» (Bhag. 3.25.10). Caitanya Mahaprabhu aconsejó a Sus discípulos que nunca comiesen alimentos sabrosos, que nunca conversaran sobre los asuntos mundanos de la aldea, y que nunca leyesen novelas, periódicos o poemas ordinarios. Podríamos preguntarnos: «¿Cómo es que en esta época moderna, a esos europeos y americanos del movimiento para la conciencia de Krishna no les interesan los periódicos?». En Occidente los periódicos son muy populares. Cada día publican tres o cuatro ediciones, y se venden todas. Sin embargo, estos jóvenes americanos que se han unido al movimiento para la conciencia de Krishna han dejado de leer periódicos. No están al corriente de lo que va sucediendo en el mundo; y no importa: todo eso es una pérdida de tiempo. Es mejor que lean las Escrituras, como el Srimad-Bhagavatam y la Bhagavad-gita. ¿Por qué desperdiciar el valioso tiempo? Kapiladeva estaba muy contento de que el único interés de Su madre fuese el avance espiritual. El mundo material recibe el nombre de pavarga, y contrarrestar sus efectos se llama apavarga. En el mundo material, la gente trabaja arduamente tan sólo para ganar un poco de dinero. Eso crea una situación infernal; así es la vida material. La gente se ha vuelto tan torpe que no entienden la importancia de la liberación. Se han vuelto exactamente como los animales. Informemos a un animal de la existencia de algo como la liberación..., ¿cómo lo va a entender?: no es posible. De manera similar, hoy en día los seres humanos se han vuelto exactamente como animales. No conocen la importancia de apavarga, la liberación. Pero en el pasado la gente entendía que apavarga es el objetivo de la vida humana. Devahuti hace las preguntas, y Kapiladeva da las respuestas. Eso es apavarga-vardhanam. En lo que respecta al sustento del cuerpo, los sastras no le dan mucha importancia. Al contrario, dicen que es algo que llega automáticamente. Dios provee de alimento a toda clase de animales. ¿Por qué iba a negárselo a la persona interesada en apavarga? Desgraciadamente, la gente no tiene fe. Por ello necesitan relacionarse con personas que la tengan. No se debe perder el tiempo relacionándose con cuervos; hay que relacionarse con cisnes. Tiremos basura, y los cuervos y los perros se acercarán a ver qué encuentran, pero el hombre sensato no se acercará. Aquellos que se interesan en extraer placer de este mundo material, en realidad, están masticando lo ya masticado. Punah punas carvita-carvananam (Bhag. 7.5.30). Sólo un tonto recogería un pedazo ya masticado de caña de azúcar. Tenemos que saber que esa caña ya no tiene jugo. ¿Qué vamos a ganar con masticarla? Sin embargo, hay animales que sólo se interesan en masticar lo masticado. La vida material es masticar lo masticado. El padre educa a su hijo para que se gane el sustento, se case y se establezca, pero sabe que con esas cosas él mismo no ha sido feliz. Entonces, ¿por qué le enseña a su hijo lo mismo? Un verdadero padre no permite que su hijo mastique lo masticado. Pita na sa syaj janani na sa syat...na mocayed yah samupeta-mrtyum: Quien no esté capacitado para salvar a sus hijos de las inminentes garras de la muerte no debe ser padre (Bhag. 5.5.18). Ése es el deber de los padres. Y, ¿cómo lograrlo?: deben educar a su hijo en el proceso de conciencia de Krishna. Entonces puede salvarse. Deben educarle de tal manera que no haya pavarga. Si no avanzamos hacia la liberación, promovemos una civilización de perros y gatos. Comer, dormir, aparearse, defenderse, temer y morir son cosas por las que también pasan los perros y los gatos, pero la vida humana tiene otro objetivo. Por supuesto, tenemos que mantener el cuerpo; no vamos a descuidarlo. Pero no debemos ocuparnos innecesariamente en la manutención del cuerpo. yasyatma-buddhih kunape tri-dhatuke sva-dhih kalatradisu bhauma ijya-dhih yat tirtha-buddhih salile na karhicij janesv abhijñesu sa eva go-kharah «Un ser humano que identifica el ser con este cuerpo hecho de tres elementos, que considera que los subproductos del cuerpo son sus familiares, que considera adorable la tierra en que ha nacido, y que va a los lugares de peregrinaje simplemente para bañarse, en vez de buscar a los hombres de conocimiento trascendental que allí se encuentran, debe ser considerado como una vaca o un asno» (Bhag. 10.84.13). De los Vedas podemos recibir toda clase de educación. En el árbol de mango hay mangos maduros y mangos verdes. El Srimad- Bhagavatam es el mango maduro del árbol de deseos del conocimiento védico: nigama-kalpa-taror galitam phalam. Si un mango lo ha probado un loro, es doblemente sabroso. La palabra suka significa loro, y Sukadeva Gosvami habló el Srimad-Bhagavatam. Proviniendo de sus labios es, por lo tanto, más sabroso. nigama-kalpa-taror galitam phalam suka-mukhad amrta-drava-samyutam pibata bhagavatam rasam alayam muhur aho rasika bhuvi bhavukah «¡Oh, hombres pensadores y expertos!, saboread el Srimad- Bhagavatam, el fruto maduro del árbol de deseos de las Escrituras védicas. Puesto que ha emanado de los labios de Sri Sukadeva Gosvami, ese fruto se ha vuelto aún más sabroso, aunque su nectáreo jugo era ya muy agradable para todos, incluso para las almas liberadas» (Bhag. 1.1.3). Es lamentable que la gente de la India, que tiene estas Escrituras a su alcance, no tengan interés por ellas. Les interesa la literatura marxista, pero el Srimad-Bhagavatam, no: ésa es la desgracia de la India. Cuando un estudiante escucha atentamente los temas espirituales, el maestro espiritual se siente muy feliz. Kapiladeva estaba muy feliz de ver a Su madre deseosa de entender los temas espirituales. Por ello, le agradeció sus preguntas. Por lo general, a la gente le interesan las cosas que dan un placer inmediato. Queremos saborear algo grato a la lengua, sin tener en cuenta si es comestible o no. Los cerdos comen excremento de muy buena gana, y lo hacen sin ninguna discriminación. De tapasya, penitencia, no tienen ni la idea. Cuando una persona se dedica a la comprensión espiritual, tiene que hacer tapasya. No obstante, Caitanya Mahaprabhu ha hecho que esto sea muy fácil: ceto-darpana-marjanam bhava-maha-davagni-nirvapanam. Todo lo que tenemos que hacer es invertir un poco de tiempo en cantar Hare Krishna, pero no estamos dispuestos a hacer ni siquiera esa tapasya. Está más interesado Krishna en llevarnos por la senda de la liberación que nosotros en ir. Él nos ha dado un método muy sencillo: harer nama harer nama harer namaiva kevalam. Sólo necesitamos cantar Hare Krishna, y para perfeccionar ese canto no hay ninguna regla estricta. Por el simple hecho de cantar, alcanzaremos la perfección. Sin embargo, como estamos contaminados por Kali-yuga, somos desafortunados y, por lo tanto, no sentimos atracción alguna hacia los santos nombres de Krishna. Por eso, cuando Kapiladeva o Su representante ven que alguien tiene un ligero interés, se alegran mucho y se lo agradecen. Cuando Kapiladeva vio que Su madre tenía interés, se lo agradeció internamente, sin expresárselo. Kapiladeva estaba muy contento, y empezó a hablar. Kapiladeva era una encarnación de Dios, y al mismo tiempo un muchacho joven; Su rostro, por lo tanto, era muy hermoso. Cuando respondía a las preguntas de Su madre, Su belleza aumentó aún más, y sonreía complacido con ellas. Krishna también es muy hermoso, pero cuando un devoto Le sirve y se dirige a Él, Se vuelve todavía más hermoso. Cuando el devoto sirve a Krishna de todo corazón, Lo viste con hermosas ropas y Le da una flor, Krishna sonríe. Si podemos hacer que Krishna nos sonría, aunque sólo sea una vez, habremos cumplido con el objetivo de nuestra vida. Sonriendo, Kapiladeva comenzó a iluminar a Su madre.
VERSO 13 sri-bhagavan uvaca yoga adhyatmikah pumsam mato nihsreyasaya me atyantoparatir yatra duhkhasya ca sukhasya ca TRADUCCIÓN La Personalidad de Dios respondió: El sistema más elevado de yoga es aquel que se refiere al Señor y al alma individual, que tiene como objetivo el beneficio supremo de la entidad viviente, y que produce desapego de toda felicidad y aflicción del mundo material. SIGNIFICADO En el mundo material todos nos esforzamos por la felicidad material, pero tan pronto como la conseguimos, nos encontramos también con cierto sufrimiento. La felicidad pura no puede existir en el mundo material. Cualquier felicidad que tengamos nos viene contaminada de sufrimiento. Por ejemplo, si queremos beber leche, tenemos que tomarnos el trabajo de mantener una vaca y darle los cuidados necesarios para que produzca leche. Beber leche es muy bueno; también es un placer. Pero para poder beber leche tenemos que aceptar muchas molestias. El sistema de yoga, como afirma aquí el Señor, debe acabar con toda felicidad y aflicción materiales. Y el mejor yoga, según enseña Krishna en la Bhagavad-gita, es el bhakti-yoga. En la Gita también se dice que debemos tratar de ser tolerantes y no perturbarnos con la felicidad y la aflicción materiales. Por supuesto, podemos decir que la felicidad material no nos molesta, pero también tenemos que saber que después de disfrutar de esa supuesta felicidad material vendrá la aflicción material. Ésa es la ley del mundo material. El Señor Kapila dice que el sistema de yoga es la ciencia del espíritu. El yoga se practica para obtener la perfección en el plano espiritual, donde no hay ni felicidad ni aflicción materiales; es trascendental. Kapiladeva explicará esto más adelante, pero aquí se da una introducción preliminar. El intento que se hace en el mundo material de aumentar al máximo la felicidad y reducir al mínimo el sufrimiento se denomina lucha por la existencia. Generalmente se practica yoga para obtener algún beneficio material. Hay ocho tipos de siddhis, perfecciones yóguicas: anima, laghima, prapti, isitva, vasitva, mahima, prakamya y kamavasayita. Un verdadero yogi puede volverse más pequeño que lo más pequeño, más ligero que lo más ligero, y más grande que lo más grande. Puede producir en su mano inmediatamente cualquier cosa que desee. Puede incluso crear un planeta. Éstos son algunos yoga-siddhis, pero aquí se afirma que el objetivo del sistema de yoga supremo no es la felicidad material, ni el alivio de los sufrimientos creados por los inconvenientes materiales. Todo el mundo trata de dejar de sufrir y de obtener algo de felicidad material. Sea como sea, en lo material sólo encontramos placeres y sufrimientos ilusorios. Pongamos por ejemplo los fuegos artificiales: para alguien pueden ser felicidad, pero para nosotros, aflicción. Alguien piensa que esos fuegos artificiales son un gran placer, y nosotros pensamos que son una gran molestia. Así es el mundo material: por un lado hay felicidad, y por otro, aflicción. En realidad, tanto la felicidad como la aflicción son ilusiones. El agua en verano es felicidad, pero en invierno es aflicción. Es la misma agua, pero en una situación produce felicidad, y en otra, aflicción. Cuando nace un hijo, trae felicidad, y aflicción cuando muere. Pero el hijo es el mismo en los dos casos. El mundo material es el mundo de la dualidad, en el que no podemos entender la felicidad sin sufrimiento, ni el sufrimiento sin felicidad. Por eso se dice que es relativo. La felicidad espiritual está por encima de estas dualidades, y esa felicidad espiritual es la perfección del yoga. Yoga adhyatmikah. Yoga es la felicidad del alma, y el alma individual puede ser feliz cuando está con la Superalma, el Alma Suprema. Nityo nityanam cetanas cetananam: Hay un Alma Suprema, un ser viviente supremo, y hay muchas almas individuales, muchos seres individuales. Nosotros somos muchos, pero el ser viviente principal es uno, Krishna. Él es el fuego, y nosotros somos las chispas de ese fuego. Las chispas estan iluminadas cuando están con el fuego original, pero cuando dejan de estar en contacto con el fuego, se extinguen. Análogamente, nuestra felicidad verdadera está en disfrutar con el Ser Supremo. Felicidad es estar en Su compañía. Krishna no está solo; siempre está con Sus amigos, con las gopis, con los pastorcillos de vacas, o con Su madre y Su padre. Nunca encontramos a Krishna solo. Estará con Radharani, o con Sus devotos. Es como un rey o un presidente. Si decimos que viene el rey o el presidente, entendemos que no viene solo. Viene con sus secretarios, ministros y muchos otros acompañantes. La palabra yoga significa «conexión», y atma significa «alma», y en ocasiones «mente» o «cuerpo». El cuerpo material no tiene nada que ver con el Ser Supremo, porque el Ser Supremo es completamente espiritual, no tiene cobertura material. Si alguien piensa que Krishna, el Ser Supremo, tiene una cobertura material, es él quien está cubierto por maya. Krishna no dice que viene como un ser viviente común. No. Por el contrario, Su advenimiento es totalmente trascendental. Janma karma ca me divyam evam yo vetti tattvatah (Bg. 4.4). Tenemos que entender el nacimiento de Krishna, que no es un nacimiento común. Si fuese un nacimiento común, ¿para qué íbamos a celebrar la ceremonia de Janmastami? Su nacimiento es divyam, divino. Todo lo relacionado con Krishna es divino, y si pensamos que Krishna es como nosotros, inmediatamente nos convertimos en mudhas, necios. En palabras de la Bhagavad-gita (9.11): avajananti mam mudha manusim tanum asritam param bhavam ajananto mama bhuta-mahesvaram «Los necios se burlan de Mí cuando desciendo con forma humana. No conocen Mi naturaleza trascendental como Señor Supremo de todo cuanto existe». Krishna en realidad es el ser supremo y original, el alma espiritual original. Nosotros no somos más que diminutas partes integrales de Krishna. Si nos ponemos en contacto con Krishna, nos iluminamos como Él. Si perdemos nuestro contacto con Krishna, nuestro poder o iluminación espirituales se extinguen. La palabra yoga significa conectarse o unirse con esa fuente original. Yoga es la palabra sánscrita que significa «conexión», y viyoga significa «desconexión». A Kapiladeva se Le menciona aquí como Bhagavan, la Suprema Personalidad de Dios. Bhagavan no comete errores. Narayanah paro 'vyaktat; incluso Sankaracarya dice: «Bhagavan, Narayana, no pertenece a este mundo material». Cuando hablamos de Bhagavan, o cuando los sastras mencionan a Bhagavan, nos referimos a aquel que está más allá del entendimiento material. Como aquí se afirma: sri-bhagavan uvaca. No dice vyasadeva uvaca, o kapiladeva uvaca. Del mismo modo, en la Bhagavad-gita Vyasadeva dice: sri-bhagavan uvaca. Bhagavan se refiere a aquel que está por encima de los defectos de este mundo material. Bhagavan no padece los cuatro defectos de las entidades vivientes. Como son imperfectas, las entidades vivientes están sometidas a la ilusión y a cometer errores. Tienen también la tendencia a engañar a los demás. Si alguien no posee conocimiento y trata de actuar como maestro o predicador, en realidad está engañando a los demás. Nosotros, puesto que no poseemos conocimiento perfecto, simplemente tratamos de enseñar lo que dice Sri Bhagavan. No nos inventamos nuestras propias enseñanzas. Los hombres supuestamente eruditos se inventan sus propias enseñanzas y presentan sus propias opiniones. Sobre todo en Occidente encontramos muchas especulaciones filosóficas y acrobacias mentales, pero esas filosofías nunca pueden ser perfectas. Nuestras ideas tienen que venir de Bhagavan; entonces serán perfectas. Leemos la Bhagavad-gita porque es perfecta. En ella no hay error; en ella no hay ilusión; en ella no hay engaño. Y Su orador no es alguien con sentidos imperfectos. Krishna dice en la Bhagavad-gita (7.26): vedaham samatitani vartamanani carjuna bhavisyani ca bhutani mam tu veda na kascana «¡Oh, Arjuna! Como Suprema Personalidad de Dios, Yo conozco todo lo que ha ocurrido en el pasado, todo lo que está ocurriendo en el presente, y todas las cosas que aún están por venir. También conozco a todas las entidades vivientes; pero a Mí, nadie Me conoce». Dios lo sabe todo, pero nosotros no sabemos qué es Dios. Ésa es nuestra posición: no saber. Isvarah sarva-bhutanam hrd-dese 'rjuna tisthati (Bg. 18.61). Isvara, Dios, Krishna, está en el corazón de todos. Sarvasya caham hrdi sannivistah: «Yo he entrado en el corazón de todos» (Bg. 15.15). El Señor Supremo no se refiere solamente al corazón de los seres humanos, sino también al de los animales y de todo lo demás. andantara-stha-paramanu-cayantara-stham govindam adi-purusam tam aham bhajami (Brahma-samhita 5.35) El Señor Supremo está dentro del átomo como Paramatma, y por lo tanto, está también dentro del alma individual. Al estar dentro de todo, lo sabe todo. Y como lo sabe todo, tenemos que recibir Sus instrucciones. Si aceptamos lo que dice Bhagavan como conocimiento perfecto, recibimos conocimiento perfecto. Para poder recibir ese conocimiento, hay una sucesión discipular (parampara), que se describe en la Bhagavad-gita (4.2): evam parampara-praptam imam rajarsayo viduh «Esta ciencia suprema se recibió a través de la cadena de sucesión discipular, y los reyes santos la entendieron de ese modo». Esta filosofía de conciencia de Krishna es muy sencilla, porque no inventamos ideas nuevas. Aceptamos las palabras y las ideas de Krishna, la Persona Suprema, de Su encarnación o de Su representante. Su representante no dice nada que el propio Krishna no haya dicho. Ser un representante es muy fácil, pero no puede representar a Krishna quien trate de interpretar las palabras de Krishna de manera caprichosa. No hay autoridad superior a Sri Krishna, y si permanecemos fieles a este principio, podemos actuar como guru. Para ser guru no necesitamos cambiar nuestra situación. Todo lo que tenemos que hacer es seguir la sucesión discipular que proviene de Sri Krishna. Caitanya Mahaprabhu ha aconsejado: amara ajñaya guru haña tara' ei desa (Cc. Madhya 7.128). Caitanya Mahaprabhu ordenaba a todos que aprendiesen Sus instrucciones y que luego fuesen a sus pueblos a enseñar a la demás gente. Quizás alguien piense: «Soy un ignorante sin niguna educación. No he nacido en una familia muy elevada. ¿Cómo voy a ser guru?». Caitanya Mahaprabhu dice que no es muy difícil. Yare dekha, tare kaha `krsna'-upadesa: «Simplemente di lo que dice Krishna. Entonces eres un guru». Aquel que diga cosas que Krishna no haya dicho no es un guru, es un sinverg$uenza. El guru sólo repite lo que ha dicho Krishna. Ése es el mandamiento de los sastras. sat-karma-nipuno vipro mantra-tantra-visaradah avaisnavo gurur na syad vaisnavah sva-paco guruh «Un brahmana erudito experto en todos los temas del conocimiento védico no puede ser maestro espiritual si no es vaisnava, pero una persona nacida en una familia de clase baja puede ser maestro espiritual si es vaisnava» (Padma Purana). La gente está en la oscuridad, y tiene que ser iluminada. Por fin hemos salido del reino animal y llegado a la forma humana, que nos brinda la oportunidad de salir del ciclo de nacimientos y muertes. La misión de esta Asociación para la Conciencia de Krishna es despertar en la gente su conciencia original. Jiva jaga, jiva jaga, gora- canda bale. La palabra goracanda se refiere a Caitanya Mahaprabhu, que dice a la entidad viviente: «¡Despierta!, ¡despierta! ¿Por cuánto tiempo vas a seguir durmiendo?». Kata nidra yao maya-pisacira kole. Aquí se repite lo mismo. El deber principal de los seres humanos es conectarse de nuevo con el Alma Suprema. El propósito del yoga es despertar nuestra conciencia de Krishna y conectarnos de nuevo con Krishna. Eso es adhyatmika-yoga. Yoga no es exhibir un poco de magia mística. El propio Sri Krishna describe al yogi supremo en la Bhagavad-gita (6.47): yoginam api sarvesam mad-gatenantaratmana sraddhavan bhajate yo mam sa me yuktatamo matah «Y de todos los yogis, aquel que tiene una gran fe y que siempre mora en Mí, piensa en Mí y Me ofrece servicio amoroso trascendental, es el que está más íntimamente unido a Mí en yoga, y es el más elevado de todos. Ésa es Mi opinión». Hay muchos yogis y muchos sistemas de yoga; la Bhagavad-gita los explica todos. Hay hatha-yoga, karma-yoga, jñana-yoga y raja- yoga; sin embargo, el verdadero sistema de yoga tiene como fin revivir nuestra relación con Krishna. Se dice aquí: yoga adhyatmikah pumsam. adhyatmikah: somos entidades vivientes, almas. No estamos desconectados de Krishna; solamente Le hemos olvidado. No es posible estar desconectado, pero es posible estar cubierto. En palabras de Krishna en la Bhagavad-gita (7.25): naham prakasah sarvasya yogamaya-samavrtah mudho 'yam nabhijanati loko mam ajam avyayam «Yo nunca Me manifiesto a los necios y poco inteligentes. Para ellos, estoy cubierto por Mi potencia interna [yogamaya], y por lo tanto, no saben que soy innaciente e infalible». Tenemos yoga y yogamaya. Yogamaya significa olvido. En primer lugar tenemos que entender qué es el alma. Hoy en día la oscuridad es tan grande que la gente no entiende ni siquiera el alma. Por eso, lo primero que explica la Bhagavad-gita (2.13) es el alma: dehino 'smin yatha dehe kaumaram yauvanam jara tatha dehantara-praptir dhiras tatra na muhyati «Del mismo modo que el alma encarnada pasa en este cuerpo continuamente de la niñez a la juventud y a la vejez, pasa también a otro cuerpo en el momento de la muerte. Una persona sensata no se confunde ante ese cambio». La palabra dehi significa «el propietario del cuerpo». Pensamos: «Yo soy este cuerpo», pero en realidad no es así. Somos los propietarios del cuerpo, y ésa es la verdadera comprensión del yo. No decimos: «Yo soy este dedo», o: «Yo soy esta mano». Sino que decimos: «Este dedo es mío», «Esta cabeza es mía», «Esta pierna es mía», etc. Lo mismo puede decirse sobre el cuerpo entero: «Este cuerpo es mío». Esto significa que yo soy el propietario del cuerpo. El cuerpo es un producto de maya, la energía material. prakrteh kriyamanani gunaih karmani sarvasah ahankara-vimudhatma kartaham iti manyate «El alma espiritual que está confundida por la influencia del ego falso, se cree el autor de actividades que en realidad son ejecutadas por las tres modalidades de la naturaleza material» (Bg. 3.27). La entidad viviente recibe cuerpos de diferentes tipos, según el karma. A una entidad viviente le corresponderá un cuerpo de gato, a otra un cuerpo de perro, etc. ¿Por qué tantos cuerpos diferentes? ¿Por qué no un tipo de cuerpo solamente? Esto también se responde en la Bhagavad-gita (13.22): karanam guna-sango 'sya sad-asad-yoni-janmasu «Esto se debe a su contacto con las modalidades de la naturaleza material. De ese modo, se encuentra con el bien y el mal en diversas especies». El alma que está en un cuerpo, debido a su contacto con las tres modalidades de la naturaleza material (bondad, pasión e ignorancia), recibe diferentes tipos de cuerpos. No hay que aspirar al siguiente cuerpo; basta saber que será un cuerpo diferente. Por otra parte, Krishna no dice qué clase de cuerpo recibiremos. Eso depende de los méritos. Si alguien está en contacto con la modalidad de la bondad, se eleva a los sistemas planetarios superiores. Si está en contacto con la modalidad de la pasión, se queda aquí. Y si está en contacto con la modalidad de la ignorancia y la oscuridad, desciende a las formas inferiores de vida: animales, árboles y plantas. Esto es lo que Sri Krishna proclama en la Bhagavad-gita (14.18): urdhvam gacchanti sattva-stha madhye tisthanti rajasah jaghanya-guna-vrtti-stha adho gacchanti tamasah «Aquellos que están situados en la modalidad de la bondad ascienden gradualmente hacia los planetas superiores; los que están en la modalidad de la pasión viven en los planetas terrenales; y los que están en la abominable modalidad de la ignorancia descienden a los mundos infernales». Hay 8.400.000 especies de vida, y todas ellas resultan de distintas relaciones con la modalidades de la naturaleza (karanam guna- sango 'sya). Y nuestro cuerpo nos condiciona a distintos tipos de felicidad y de aflicción. No se puede esperar que la felicidad de un perro sea la misma que la de un rey o un hombre rico. Nuestra felicidad y nuestro sufrimiento, cualesquiera que sean, se deben al cuerpo material. Yoga significa trascender la felicidad y la aflicción del cuerpo material. Si nos conectamos con Krishna por medio del yoga supremo, podemos liberarnos de la felicidad y de la aflicción materiales que provienen del cuerpo. Restablecer la conexión con Krishna, se llama bhakti-yoga, y Krishna viene a instruirnos acerca de ese yoga supremo. En esencia, Él dice: «¡Eh, sinvergüenza!, revive tu relación conmigo. Deja todas esos yogas y religiones inventados y entrégate a Mí». Ésa es la instrucción de Krishna, y el representante de Krishna, la encarnación o el guru, dice lo mismo. Kapiladeva, aunque es una encarnación de Krishna, actúa como representante de Krishna, como guru. Con tan sólo aceptar el principio de entrega a Krishna, seremos realmente trascendentales a la supuesta felicidad material. No debemos dejarnos cautivar por la felicidad material, ni afligirnos por el sufrimiento material. Ambos son causas de cautiverio. La felicidad material no es verdadera felicidad. En realidad es sufrimiento. Tratamos de ser felices ganando dinero, pero el dinero no es fácil de conseguir, y para ganarlo tenemos que sufrir mucho. Sin embargo, lo aceptamos, esperando obtener un poco de felicidad falsa. Pero si purificamos nuestros sentidos, podemos alcanzar el plano espiritual. La verdadera felicidad está en ocupar nuestros sentidos en satisfacer los sentidos de Krishna. De esta manera se espiritualizan nuestros sentidos, y esto se denomina adhyatmika-yoga o bhakti-yoga. Ése es el yoga que está exponiendo aquí el Señor Kapiladeva.
Capítulo 8 Capítulo 8 Bhakti-yoga: El sistema de yoga supremo
VERSO 14 tam imam te pravaksyami yam avocam puranaghe rsinam srotu-kamanam yogam sarvanga-naipunam TRADUCCIÓN ¡Oh, muy piadosa madre!, ahora voy a explicarte el antiguo sistema de yoga, que en el pasado expliqué a los grandes sabios. Es práctico y provechoso en todo aspecto. SIGNIFICADO El Señor no inventa un sistema de yoga nuevo. De vez en cuando se oye decir que alguien se ha convertido en una encarnación de Dios, y que está presentando un nuevo aspecto teológico de la Verdad Absoluta. Pero aquí vemos que Kapila Muni, aunque es el propio Señor y puede inventar una doctrina nueva para Su madre, a pesar de todo dice: «Voy a explicarte el mismo sistema que ya antiguamente expliqué a los grandes sabios, pues también ellos estaban deseosos de conocerlo». Cuando ya tenemos un proceso inmejorable en las Escrituras védicas, no hay necesidad de inventar un sistema nuevo que descarriará al público inocente. En la actualidad se ha puesto de moda rechazar el sistema tradicional y presentar alguna superchería como proceso de yoga recién inventado. El antiguo y supremo sistema de yoga trata del alma. Actualmente el hatha-yoga es muy popular, especialmente en los Estados Unidos. Atrae a señoras gordas que van a las clases buscando perder kilos y mantener en buen estado sus aparatos digestivos. Hay mucha gente interesada en ese tipo de yoga gimnástico, pero el verdadero yoga es adhyatmika. adhyatmika significa hacer consciente al alma de su posición correcta. El alma es purusa, espíritu, y su deber es restablecer su perdida relación con Krishna. Kapiladeva dice aquí que Él reveló anteriormente este sistema de yoga a los grandes rsis, los grandes sabios. Ése es el proceso de sravana, escuchar. Debemos tener un gran deseo de escuchar, pues escuchar es el comienzo de la vida espiritual: atah sri-krsna-namadi na bhaved grahyam indriyaih sevonmukhe hi jihvadau svayam eva sphuraty adah (Bhakti-rasamrta-sindhu 1.2.234) Ésta es la afirmación de los sastras: Es imposible apreciar o entender a Krishna con nuestros torpes sentidos materiales. El nombre, la forma, las cualidades, los pasatiempos, los objetos y la morada de Krishna son todos partes integrales de Krishna. No obstante, para entender a Krishna se empieza cantando y escuchando Su nombre. Después está Su forma. Por lo general, esta práctica es esencial para el neófito: escuchar acerca de Su nombre y cualidades, ver Su forma y adorarla. Ésa es la instrucción personal de Krishna: man-mana bhava mad-bhakto mad-yaji mam namaskuru «Ocupa siempre tu mente en pensar en Mí, sé Mi devoto, ofréceme reverencias y adórame» (Bg. 9.34). Bhagavan Sri Krishna está presente en la forma de la Deidad del templo, y se considera devoto incluso al niño que venga a ofrecerle sus respetos. El niño quizá no sepa nada, pero por el simple hecho de ver a la Deidad, cantar y bailar, se beneficia. Los templos tienen la finalidad de dar a todos la oportunidad de desarrollar su conciencia de Krishna paso a paso. svalpam apy asya dharmasya trayate mahato bhayat «Un pequeño avance en esta senda puede proteger del más peligroso tipo de temor» (Bg. 2.40). Lo que hagamos en el sendero del bhakti, por poco que sea, pasa a nuestra cuenta. Por ejemplo, un depósito de tan sólo dos dólares ingresado en una caja de ahorros, se guarda en nuestra cuenta, y aumenta con los intereses. Del mismo modo, el servicio devocional que ejecutemos, por pequeño que sea, no se pierde. Alguien se une a este movimiento para la conciencia de Krishna, presta algún servicio, y después de un tiempo cae. Aun así, el servicio que haya prestado le brinda un mérito permanente. Nunca se perderá. Cuando empiece de nuevo, empezará en el mismo punto en que lo dejó. Ésa es la enseñanza de la Bhagavad-gita (6.41): sucinam srimatam gehe yoga-bhrasto 'bhijayate El yogi que fracasa nace en una familia de personas virtuosas, o en una familia de la rica aristocracia». De esta manera, quien no logra la perfección en el bhakti-yoga recibe otra oportunidad en su siguiente vida. Según un poema bengalí: suci haya muci haya yadi krsna tyaje muci haya suci haya yadi krsna-bhaje Aquel que emprende el proceso de conciencia de Krishna, aunque haya nacido en la familia de un zapatero (muci), se vuelve superior a un brahmana (suci). Sin embargo, aquel que nace en una familia de brahmanas y abandona el proceso de conciencia de Krishna, se convierte en un muci, un zapatero. La puerta de la devoción está abierta a todos, sin discriminación alguna. El propio Krishna dice que cualquiera que se refugie en Él, sea cual sea su posición, puede alcanzar el destino supremo. mam hi partha vyapasritya ye 'pi syuh papa-yonayah striyo vaisyas tatha sudras te 'pi yanti param gatim «¡Oh, hijo de Prtha!, aquellos que se refugian en Mí, aunque sean de nacimiento inferior —las mujeres, los vaisyas (los comerciantes), y los sudras (los trabajadores)—, pueden alcanzar el destino supremo» (Bg. 9.32). Y Sukadeva Gosvami dice: kirata-hunandhra-pulinda-pulkasa abhira-sumbha yavanah khasadayah ye ‘nye ca papa yad-apasrayasrayah sudhyanti tasmai prabhavisnave namah «Las razas kirata, huna, andhra, pulinda, pulkasa, abhira, sumbha, yavana y khasa, e incluso otras adictas a las actividades pecaminosas, pueden purificarse si se refugian en los devotos del Señor, porque Él es el poder supremo. Yo Le ofrezco mis respetuosas reverencias» (Bhag. 2.4.18). El proceso de conciencia de Krishna es tan completo que lo abarca todo. Toda persona tiene un deber que cumplir como brahmana, ksatriya, vaisya o sudra, deber que no hay que abandonar para volverse consciente de Krishna. Y si alguien emprende el proceso pero no tiene éxito, ¿qué ha perdido? Incluso si cae, no pierde nada. Por otra parte, si un hombre ejecuta per fectamente sus propios deberes (sva-dharma) pero no es consciente de Krishna, ¿qué gana? La verdad es que no gana nada. Kapiladeva explica que aquel que emprende la senda del bhakti-yoga, en realidad nunca cae. Una vez comenzado, el bhakti-yoga continúa, aunque haya una caída temporal. Se recibe otra oportunidad naciendo en una buena familia, ya sea en una familia rica, en una familia culta o en una familia de brahmanas. Si un brahmana ejecuta sus deberes, Visnu estará muy complacido con él. También lo estará con el ksatriya o el sudra que ejecuten sus deberes a la perfección. No es necesario cambiar de posición. En la Bhagavad-gita (18.46), Sri Krishna dice que todo hombre puede llegar a ser perfecto obrando en conformidad con sus cualidades: yatah pravrttir bhutanam yena sarvam idam tatam sva-karmana tam abhyarcya siddhim vindati manavah «Por adorar al Señor, que es la fuente de todos los seres y que es omnipresente, el hombre puede alcanzar la perfección mediante el desempeño de sus propios deberes». De modo que Visnu estará complacido con la persona que ejecute perfectamente sus deberes como ksatriya, vaisya, sudra o lo que sea. El propósito de la acti- vidad es complacer a Visnu. Por desgracia, la gente ha olvidado esto. Por eso es muy importante el varnasrama-dharma, el sistema social védico, pues su objetivo es dar a los seres humanos una oportunidad de perfeccionar sus vidas complaciendo a Krishna. Por desgracia, en esta era el varnasrama-dharma se ha perdido. Por ello Caitanya Mahaprabhu, para socorrer a las almas condicionadas que se estan pudriendo en esta era de Kali, nos ha dado el maha-mantra. harer nama harer nama harer namaiva kevalam kalau nasty eva nasty eva nasty eva gatir anyatha «En esta era de riña e hipocresía, el único proceso de liberación es cantar el santo nombre del Señor. No hay otra manera. No hay otra manera. No hay otra manera» (Brhan-naradiya Purana). Aunque tratemos de restablecer el perfecto sistema del varnasrama, en esta era no se puede. La gente es caída, está perturbada, es desgraciada: prayenalpayusah sabhya kalav asmin yuge janah mandah sumanda-matayo manda-bhagya hy upadrutah «¡Oh, sabio! En esta era de Kali, la era de hierro, los hombres tienen la vida muy corta. Son pendencieros, perezosos, mal dirigidos, desafortunados y, sobre todo, siempre están perturbados» (Bhag. 1.1.10). En esta era habrá escasez de lluvias y de alimentos, y el gobierno despojará a los hombres de sus ingresos por medio de fuertes impuestos. En el Srimad-Bhagavatam se describen todas esas características de Kali-yuga. Los hombres se sentirán tan hartos que, de improviso, dejarán a sus esposas e hijos y se irán al bosque. ¿Cómo se puede restablecer el pacífico varnasrama, si la gente de esta era se ve tan hostigada? Es prácticamente imposible. Por eso se debe adoptar el sistema de bhakti-yoga, el canto del maha-mantra Hare Krishna. El único propósito del bhakti-yoga es satisfacer a Visnu. Yajñaih sankirtana-prayaih: El propio Visnu, Krishna, vino como Caitanya Mahaprabhu para enseñarnos el sendero del sankirtana. En la actualidad se ha puesto de moda inventar nuevos sistemas religiosos, pero Kapiladeva, al igual que Krishna, no inventa nada nuevo. Este sistema no es nuevo, sino muy antiguo (pura). En la Bhagavad-gita (4.2), Krishna dice también lo mismo: evamparampara-praptam imam rajarsayo viduh: «Esta ciencia suprema se recibió a través de la cadena de sucesión discipular, y los reyes santos la entendieron de ese modo». Así pues, Krishna y Kapiladeva no están enseñando nada nuevo. Simplemente repiten el mismo mensaje, porque, con el paso del tiempo, el conocimiento se ha perdido. Arjuna pregunta: «¿Por qué me lo dices a mí? ¿Por qué no a otro?». Sri Krishna contesta: bhakto 'si me sakha ceti: «Porque tú eres Mi devoto y también Mi amigo» (Bg. 4.3). Asi pues, sin ser bhakta, devoto de Krishna, no se puede entender realmente la ciencia del bhakti-yoga. Entender la Bhagavad-gita significa entender a Krishna. Toda esta información se da únicamente en la Bhakti-sampradaya, y en ninguna otra escuela. Por ello Krishna dice al final de la Bhagavad-gita (18.55): bhaktya mam abhijanati: Aquel que verdaderamente quiera entender a Krishna y su relación con Él debe adoptar este proceso de bhakti-yoga. El bhakti-yoga, tal como lo explica el Señor Kapiladeva, es sankhya-yoga. El Señor Kapiladeva afirma aquí: tam imam te pravaksyami yam avocam puranaghe La palabra anaghe se refiere a una persona sin pecado. Agha se refiere a pecados pasados, y an significa «sin». No se puede, entonces, entender la conciencia de Krishna sin estar libre de pecado. Yesam tv anta-gatam papam: Sólo quien está completamente libre de toda reacción pecaminosa puede seguir en el proceso de conciencia de Krishna. Se puede argumentar: «Eso requerirá algún tiempo. No me puedo liberar de las reacciones pecaminosas de la noche a la mañana». Pero Krishna dice: «No, no. Sí te puedes liberar de inmediato. Simplemente entrégate a Mí, y Yo te absolveré de todos los pecados». De este modo, por el simple hecho de entregarse a Krishna, comienza nuestra vida espiritual. Tenemos que entender que los distintos tipos de cuerpos que recibimos se deben a nuestras actividades pecaminosas. Ahora, con la forma humana, se nos da una oportunidad de ejecutar nuestro deber. Bahunam janmanam ante. Para recibir este cuerpo hemos pasado por todo el proceso evolutivo, y esta forma humana nos brinda una gran oportunidad. Narottama dasa Thakura canta: hari hari viphale janama gonainu: «Mi querido Señor Krishna, no he hecho más que perder mi tiempo». ¿Por qué? manusya-janama paiya, radha-krsna na bhajiya, janiya suniya visa khainu «Porque he recibido la forma humana de vida, cuyo fin es entender a Krishna, pero yo no he hecho más que perder mi tiempo, sin aprovechar esta oportunidad. He hecho de todo, menos adorar a Radha-Krishna. Así pues, he tomado veneno a sabiendas». Tomar veneno a sabiendas es cometer suicidio, y no aprovechar la forma humana es algo similar. Si no entendemos a Krishna en esta vida, estamos tomando veneno a sabiendas. La vida material es como un voraz incendio forestal. Comer, dormir, disfrutar de la vida sexual y defenderse son las principales actividades materiales. Cuando sólo nos ocupamos en eso, nuestro corazon arde constantemente, como si hubiésemos tomado veneno. ¿Cómo nos podemos curar? golokera-prema-dhana, hari-nama-sankirtana, rati na janmila kene taya «Mi querido Señor, Tú nos has dado la medicina del hari-nama- sankirtana, el canto de Hare Krishna. Desafortunadamente, no siento atracción por Tus santos nombres». También dice: vrajendra-nandana yei, saci-suta haila sei, balarama haila nitai «Krishna ha venido ahora en la forma de Sri Caitanya Mahaprabhu, el hijo de madre Saci. Y Balarama ha venido como el Señor Nityananda». ¿Y qué hacen? Están liberando a toda clase de hombres pecadores simplemente con el canto de Hare Krishna. Y, ¿qué evidencia hay de eso? La evidencia es que Sri Caitanya Mahaprabhu y Nityananda Prabhu liberaron a los pecadores Jagai y Madhai. En la actualidad todo el mundo es como Jagai y Madhai: adictos a las drogas y la bebida, y locos por la vida sexual. Miles de Jagais y Madhais se están liberando ahora por la gracia de Caitanya Mahaprabhu. Esta activa medicina, el maha-mantra Hare Krishna, es lo que lo está haciendo. Es el sistema de yoga perfecto. Este proceso no es una creación del hombre, y nosotros no hemos inventado nada. Lo único que hemos hecho ha sido aceptar las palabras de Krishna tal como son. El propio Sri Krishna describe las características de Su devoto de la siguiente manera: satatam kirtayanto mam yatantas ca drdha-vratah namasyantas ca mam bhaktya nitya-yukta upasate «Siempre cantando Mis glorias, esforzándose con gran determinación, postrándose ante Mí, esas grandes almas Me adoran perpetuamente con devoción» (Bg. 9.14). No necesitamos ser muy eruditos. Lo único que nos es imprescindible son las bendiciones del Señor. Esas bendiciones del Señor nos capacitarán para ser eruditos y para seguir Sus instrucciones. Sólo necesitamos seguir estrictamente los principios de este movimiento para la conciencia de Krishna basándonos en la Bhagavad- gita. Cuando progresamos un poco más, podemos leer el Srimad- Bhagavatam. Fue el propio Caitanya Mahaprabhu quien despejó el camino con este movimiento de sankirtana. Sin conciencia de Krishna, el mundo entero está en tinieblas, y la gente de esta era es tan torpe que ni siquiera entiende la diferencia entre mukti (liberación) y bandha (cautiverio). Un ser humano que no comprenda esa diferencia no es mejor que un animal. Ahora estamos sometidos al control de las tres gunas, las modalidades de la naturaleza material: sattva-guna, rajo-guna y tamo- guna. De estas tres, la mejor es sattva-guna, la modalidad de la bondad. El brahmana, caracterizado por la modalidad de la bondad, posee veracidad y autodominio. Controla su mente y sus sentidos, y es muy sencillo y tolerante. Tiene conocimiento completo, y sabe cómo aplicarlo en la vida. Tiene plena fe en la autoridad de los Vedas; esta cualidad se denomina astikyam. Caitanya Mahaprabhu ha explicado la diferencia entre nastikyam y astikyam. De acuerdo con la visión védica, el que no cree en los Vedas es un nastika. Caitanya Mahaprabhu dice: veda na maniya bauddha haya ta' nastika (Cc. Madhya 6.168). El Señor Buddha cuestionó la autoridad de los Vedas, pero tenía la misión de acabar con la matanza de animales. En los Vedas se regulan los sacrificios de animales, y el Señor Buddha, para impedir esas matanzas, rechazó los Vedas. En esta era no pueden ejecutarse tales sacrificios, pues no hay brahmanas cualificados para llevarlos a cabo. Las personas inteligentes saben que esos sacrificios de animales no pueden tener éxito en esta era, porque nadie conoce los mantras necesarios para dar un cuerpo nuevo a un animal viejo. En un sacrificio de animales ejecutado correctamente, el animal viejo que se sacrifica sale del fuego con un cuerpo nuevo, cosa que en esta era es imposible. Pero lo que sí es posible es el sankirtana-yajña, el canto del maha- mantra Hare Krishna. Ése es el yajña, o sacrificio, especialmente adecuado para esta era. Lo único que tenemos que hacer es cantar Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare/Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare. El resultado de la ejecución de este yajña será: ceto-darpana-marjanam: el espejo de la mente se limpiará. Con la limpieza del espejo de la mente viene, automáticamente, la liberación. La conciencia es el principio fundamental, ya sea para la vida condicionada o para la vida liberada. Por eso proponemos el proceso de conciencia de Krishna, que significa liberarse del ciclo de nacimientos y muertes. Desgraciadamente, en esta era la gente es tan torpe que ni siquiera puede sospechar la manera de detener el nacimiento y la muerte. Creen que no se los puede detener; esto lo admiten incluso científicos famosos. Sin embargo, Sri Krishna dice en la Bhagavad-gita que siempre debemos tener presentes las cuatro miserias: el nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. Cuando seamos capaces de ponerles punto final, nos liberaremos. No necesitamos más que limpiar nuestra conciencia pensando en Krishna. El propósito de este movimiento para la conciencia de Krishna es que fijemos en Krishna nuestras mentes. Krishna es la Suprema Personalidad de Dios, y es una persona. Cuando Arjuna comprendió a Krishna, se dirigió a Él llamándole purusam. Dios es purusa, masculino, no femenino. Purusa significa «el disfrutador», y prakrti significa «lo disfrutado». El purusa supremo disfruta de todo. También se afirma que nosotros somos en realidad prakrti, no purusa. El vestido humano es simplemente maya, ilusión. Creemos que somos purusa, el disfrutador, pero de hecho somos lo disfrutado. El hombre, pensando en disfrutar, trata de imitar al purusa, pero en realidad es prakrti. Como consecuencia, es arrojado a este mundo material. La entidad viviente, por querer disfrutar del mundo material y estar apegada a las tres gunas, recibe diversos tipos de cuerpos. Quien está bajo la influencia de la bondad recibe un cuerpo de brahmana erudito, que en cierto modo es elevado, pues le permite entender gradualmente a Dios. Bajo la influencia de las modalidades de la pasión y la ignorancia no se puede entender a Dios. Además, desde el punto de vista material, el que está situado en la modalidad de la bondad puede ascender a los sistemas planetarios superiores. No obstante, ni siquiera quien llega a Brahmaloka, el planeta más elevado del mundo material, está perfectamente situado. Realmente no hay en ello beneficio, pues las cuatro miserias de la existencia material —nacimiento, vejez, enfermedades y muerte— están presentes incluso en Brahmaloka. También el Señor Brahma nace y muere. De las Escrituras védicas aprendemos que el Señor Brahma nació de la flor de loto que se genera del ombligo de Visnu. De modo que nace; y cuando muera, toda la manifestación cósmica material se terminará. Tanto el Señor Brahma como la pequeña hormiga y el insecto tienen que pasar por el mismo proceso del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. La cuestión es que la entidad viviente tiene que liberarse de este cautiverio, porque es eterna por naturaleza. Según la Bhagavad-gita, la entidad viviente realmente nunca nace y realmente nunca muere. Na jayate mriyate va kadacit: «Para el alma nunca hay nacimiento ni muerte» (Bg. 2.20). Lo que está destinado a morir es el cuerpo, tanto el del Señor Brahma como el de la pequeña hormiga. No debemos pensar que si podemos vivir millones de años estamos liberados. La vida del Señor Brahma abarca millones de años terrestres; aun así, él también está sujeto al nacimiento y la muerte. La vida condicionada es así. Para liberarnos del ciclo de nacimientos y muertes debemos sacar provecho del conocimiento perfecto que dan las Escrituras védicas, los grandes rsis, Bhagavan Kapiladeva, y también Bhagavan Sri Krishna. Recibir conciencia de Krishna significa recibir luz. La gente está exhausta del modo de vida materialista, especialmente en Occidente. Ahora el movimiento para la conciencia de Krishna está dando una nueva vida a la sociedad occidental. Por naturaleza, como entidades vivientes, estamos liberados. En realidad, el nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades no existen. Siendo partes integrales de Krishna, del Señor Supremo, ¿cómo podemos tener esos problemas? Krishna es sac-cid-ananda-vigraha y, como partes integrales de Krishna, nosotros también tenemos Su misma naturaleza. Somos cualitativamente iguales a Él, aunque no en cantidad. ¿Por qué tenemos entonces que sufrir las angustias de la muerte? En relación con esto, Kapiladeva explicó en el verso anterior: yoga adhyatmikah pumsam mato nihsreyasaya. El alma está presa en el cuerpo, y el proceso de yoga perfecto es liberarla de esa prisión y de las cuatro miserias que infestan el cuerpo. ¿Cómo puede lograrse este yoga perfecto? El Señor Kapila lo explica en el verso siguiente: ratam va pumsi muktaye. Para liberarnos basta con que nuestra conciencia esté apegada a Krishna. Las grandes almas siempre están glorificando a Krishna. Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare/Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare. Además, se esfuerzan con gran determinación en su servicio devocional. En los templos del movimiento para la conciencia de Krishna, por ejemplo, los devotos se levantan temprano, a las 4.00 de la mañana, e inmediatamente se bañan. A las 4.30 van a mangala-arati, y después estudian las Escrituras védicas. Este proceso nos permite despertar nuestro latente amor por Krishna. Como somos partes integrales de Krishna, del mismo modo que el hijo es parte integral del padre, sentimos un amor natural por Él. Sin embargo, de una u otra forma, el hijo se va de casa y olvida a su padre. El padre, por supuesto, nunca le olvida. Piensa: «¡Oh, mi hijo se ha ido! ¡Ojalá regrese!». Así piensa Krishna. Todos somos hijos de Krishna, y Krishna está más ansioso que nosotros de que regresemos al hogar, de vuelta a Dios. Por eso, Krishna viene y dice: «¡Tú, sinverg$uenza!, deja todas esas tonterías materiales. Abandona todas esas religiones y dharmas que te has inventando y simplemente entrégate a Mí». Krishna viene en persona, y a Su paso deja Sus palabras. Sus palabras son también Su misma persona, pues son absolutas. Actualmente no vemos a Krishna, pero si avanzamos verdaderamente, Lo veremos. Cuando vemos a la Deidad en el templo, pensamos: «¡Oh!, esto es un ídolo. No es Krishna». Si pensamos de esta manera, no habremos visto a Krishna. Krishna está presente también en Sus palabras, en la Bhagavad-gita. Eso es krsna-vani, el mensaje de Krishna. Con el desarrollo de nuestra conciencia de Krishna podremos alcanzar esa etapa en que se percibe a Krishna. Entonces podremos entender que Krishna está presente en la Deidad, en la Bhagavad-gita, en el sabor del agua, en la luz del Sol, en la luz de la Luna y en todos los sonidos. Krishna está presente en todas partes, pero para aprender a ver a Krishna tenemos que adquirir conocimiento. Eso es mukti, liberación. Eso es conciencia de Krishna. Eso es también el proceso del bhakti-yoga: sravanam kirtanam visnoh smaranam... Adorar a la Deidad es arcanam, recitar oraciones es vandanam, y dasyam es trabajar para Krishna y difundir este movimiento para la conciencia de Krishna. Por lo general, nos encontramos con que a la gente lo que principalmente le interesa es ver a Krishna, pero... ¿por qué tanto énfasis en ver? Escuchemos acerca de Él. Debemos acercarnos con un poquito de fe, y a medida que escuchemos, esa fe aumentará. Debemos ir al templo, escuchar acerca de Krishna, y luego, después de algún tiempo, recibir formalmente la iniciación en el servicio del Señor. Eso se denomina bhajana-kriya. Entonces hay que abandonar la vida sexual ilícita, el consumo de drogas y alcohol, el comer carne, y los juegos de azar. Aquel que siga apegado a todos esos hábitos debe saber que no está progresando. Cuando avancemos verdaderamente en bhajana-kriya, todos esos anarthas (cosas no deseadas) desaparecerán. Param drstva nivartate. Cuando se encuentra algo mejor, se rechazan todas las formas de necedad. Una vez se obtiene un gusto en el proceso de conciencia de Krishna, no se puede pasar sin él. Un borracho no puede pasar sin beber, y el devoto está borracho de conciencia de Krishna. Esta conciencia de Krishna inmuniza contra todas las enfermedades materiales. Para ser inmunes a la infección de las gunas, tenemos que ocuparnos en bhakti-yoga. Cuando llegamos a la etapa perfecta, obtenemos amor extático por Dios. En ese estado no podemos permanecer sin Krishna ni por un momento. Eso se denomina bhava, y ese bhava puede aumentar hasta maha-bhava. Para los seres humanos comunes, esto no es posible, pero sí lo fue para las gopis y para Radharani. No podían vivir sin Krishna. Ésa es la etapa más elevada de la liberación.
Capítulo 9 Capítulo 9 Purificación de la mente para la autorrealización
VERSO 15 cetah khalv asya bandhaya muktaye catmano matam gunesu saktam bandhaya ratam va pumsi muktaye TRADUCCIÓN Se llama vida condicionada al estado en que la conciencia de la entidad viviente está atraída por las tres modalidades de la naturaleza material. Pero cuando esa misma conciencia está apegada a la Suprema Personalidad de Dios, nos encontramos en el estado de conciencia liberada. SIGNIFICADO Aquí se hace una distinción entre conciencia de Krishna y conciencia de maya. Gunesu, la conciencia de maya, implica el apego a las tres modalidades de la naturaleza material, que nos hace trabajar a veces bajo la bondad y el conocimiento, a veces bajo la pasión, y a veces bajo la ignorancia. Estas diversas actividades cualitativas, que giran alrededor del disfrute material, son la causa de la vida condicionada. Cuando la misma cetah (con ciencia) se transfiere a la Suprema Personalidad de Dios, Krishna, es decir, cuando nos volvemos conscientes de Krishna, estamos en el sendero de la liberación.
VERSO 16 aham-mamabhimanotthaih kama-lobhadibhir malaih vitam yada manah suddham aduhkham asukham samam TRADUCCIÓN La mente se purifica cuando uno se limpia por completo de las impurezas del deseo de disfrute y la codicia, que surgen de la identificación falsa del cuerpo con el «yo» y de las posesiones del cuerpo con «lo mío». En ese estado puro, se trasciende el plano de la felicidad y la aflicción materiales. SIGNIFICADO Kama y lobha son las características de la existencia material. Todo el mundo desea constantemente poseer algo. Aquí se dice que el deseo y la codicia son productos de la falsa identificación con el cuerpo. Cuando uno se libera de esa contaminación, su mente y su conciencia se liberan también y recuperan su estado original. La mente, la conciencia y la entidad viviente existen. Cuando se habla de entidad viviente, se incluye la mente y la conciencia. La diferencia entre vida condicionada y vida liberada se da cuando purificamos la mente y la conciencia. Con esa purificación, nos volvemos trascendentales a la felicidad y la aflicción de la vida material. Al principio, el Señor Kapila dijo que el yoga perfecto nos capacita para trascender la felicidad y la aflicción de la vida material. Aquí se explica la manera de hacerlo: la mente y la conciencia tienen que purificarse, lo cual es posible con el sistema de bhakti- yoga. Como explica el Narada-pañcaratra, la mente y los sentidos deben purificarse (tat-paratvena nirmalam). Los sentidos deben ser ocupados en servicio devocional al Señor. Ése es el proceso. La mente debe tener alguna ocupación, no puede estar vacía. Por supuesto, podemos ser lo bastante necios como para tratar de dejar la mente en blanco o vacía, pero no es posible. El único proceso que purificará la mente es ocuparse en el servicio de Krishna. La mente ha de tener alguna ocupación. Si ocupamos la mente en el servicio de Krishna, de modo natural nuestra conciencia se purificará por completo, y no habrá posibilidad de que entren la codicia y los deseos materiales. La mente es nuestro amigo, y también nuestro enemigo. Si está limpia, es nuestro amigo, y si está sucia, contraemos enfermedades materiales. Manteniéndonos limpios, puros, no nos contaminaremos. La civilización védica estipula que nos bañemos tres veces al día: por la mañana, al mediodía y por la tarde. Así lo hacen quienes siguen estrictamente las reglas y regulaciones brahmínicas. La limpieza está a un paso de la santidad. La vida condicionada consiste en que la mente está cubierta de suciedades; ésa es nuestra enfermedad. Esas suciedades son muy notorias cuando estamos bajo la influencia de las modalidades inferiores de tamo-guna y rajo-guna. Tenemos que elevarnos a la modalidad de sattva (bondad) mediante el proceso de sankirtana y sravana. Tenemos que escuchar krsna-katha. Krishna está en el corazón de todos. El alma individual es parte integral de Krishna, y Krishna quiere que el alma individual vuelva su atención hacia Él. Desafortunadamente, el alma condicionada está apegada al disfrute material, que la encadena al nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades. Y es tan necia que no da importancia a la repetición de esas miserias. Es como el asno del lavandero, que tiene que cargar pesados fardos de ropa. Por unos bocados de hierba, el asno acarrea durante todo el día su pesada carga, aunque ni una sola pieza de ropa le pertenece. Así se comportan los karmis. Puede que sean grandes multimillonarios, pero son como asnos que trabajan arduamente día y noche. Tengan el dinero que tengan, la capacidad de su estómago es limitada. Y para dormir, les basta con un espacio de un par de metros. No obstante, esos grandes karmis se creen personas muy importantes. Piensan: «Sin mí, todos los ciudadanos de mi nación morirían. Trabajaré día y noche hasta morir». Piensan: «Pertenezco a esta familia, a esta nación, a esta comunidad. Tengo esta obligación y aquella otra», etc. No saben que todo eso no son más que designaciones falsas. Por eso Sri Caitanya Mahaprabhu enseña: jivera 'svarupa' haya krsnera 'nitya-dasa': Nuestra verdadera posición consiste en ser sirvientes eternos de Krishna. Erróneamente nos consideramos sirvientes de una familia o nación, pero eso se debe a la ignorancia, tamo-guna. Sin embargo, si seguimos las instrucciones de la Bhagavad-gita, podemos alcanzar el nivel de sattva-guna. Oír krsna- katha, los temas relacionados con Krishna, limpia todas las suciedades de la mente. Esas suciedades se limpiarán también si cantamos y bailamos. La mente es la causa del cautiverio, y la mente es la causa de la liberación. Cuando está sucia, origina cautiverio. En la vida condicionada, nacemos, vivimos durante un tiempo, y disfrutamos, o sufrimos. Pero no se puede hablar de disfrute. Solamente hay sufrimiento. Cuando morimos, tenemos que abandonar el cuerpo y aceptar otro. Inmediatamente entramos en el vientre de otra madre, permanecemos en él unos nueve meses, y luego salimos. Comienza entonces un nuevo capítulo de la vida. Así es la vida condicionada; y se repite una vez, y otra vez, y otra vez. De este modo padecemos las tribulaciones del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. Los perros y los gatos no pueden entender ese proceso, pero en la vida humana sí podemos entenderlo mediante las Escrituras védicas. Si no sacamos provecho de esas Escrituras, toda nuestra educación no sirve de nada. La gente pierde el tiempo hablando de política, sociología, antropología, etc. Leen muchos libros que no glorifican al Supremo Señor Hari, y de ese modo desperdician su tiempo. Este movimiento para la conciencia de Krishna está dando a todo el mundo la oportunidad de volverse piadoso. Punya-sravana-kirtanah. No es necesario dar dinero ni bañarse en el Ganges. En los sastras se recomiendan muchas actividades piadosas y muchos procesos para volverse piadoso. Sin embargo, en Kali-yuga la gente ha perdido toda su fortaleza. Son tan pecaminosos que no es posible que se vuelvan piadosos con todos esos métodos prescritos. El único procedimiento es escuchar acerca de Krishna y cantar Sus nombres. Krishna nos ha dado oídos para oír y una lengua para hablar. Podemos escuchar a un alma iluminada y de este modo perfeccionar nuestras vidas. Se nos da así la oportunidad de purificarnos. No podemos ser devotos si no nos purificamos. La vida humana es para purificarse. Por desgracia, en esta era la gente no está interesada en Krishna y sufren a lo largo de la existencia material vida tras vida tras vida. Puede que en una vida sean muy opulentos, sin que les preocupe la siguiente. Piensan: «Comamos, bebamos, ¡disfrutemos!». Esto es lo que ocurre en todo el mundo, pero los sastras dicen que la gente está cometiendo un error. Nunam pramattah kurute vikarmah (Bhag. 5.5.4): Están locos por la complacencia de los sentidos, y como consecuencia, realizan toda clase de actividades prohibidas. Karma significa trabajo regulado, y vikarma es justamente lo opuesto: actividades ilegales, prohibidas. La palabra akarma significa que los resultados de la acción no afectan al ejecutor. Como se dice en la Bhagavad-gita (3.9): yajñarthat karmano 'nyatra loko 'yam karma-bandhanah tad-artham karma kaunteya mukta-sangah samacara «Todas las actividades deben ejecutarse como un sacrificio en honor de Visnu, pues de lo contrario, encadenan al mundo material. Por lo tanto, ¡oh, hijo de Kunti!, desempeña tus deberes prescritos para Su satisfacción, y de este modo permanecerás libre de cautiverio». Bajo la influencia de las modalidades de la pasión y la ignorancia, la gente ejecuta vikarma. No se preocupan por sus vidas futuras, y están habituados a comer de todo, como los cerdos. No les importan los mandamientos de los sastras, y son completamente irresponsables. Son como niños de la calle: no tienen ninguna educación y no se preocupan por nada. Los golfillos hacen lo que les da la gana, pues sus padres no se ocupan de ellos. Bajo tamo-guna, la ignorancia, la vida es así de irreflexiva: la gente actúa ilícitamente sin considerar los resultados de sus acciones. Actúan para complacer los sentidos, y de hecho les complace cometer pecados. En Calcuta he visto cómo disfrutaban cortando el pescuezo a las gallinas, y cómo reían al verlas saltando y aleteando. En los países occidentales a veces llevan a los estudiantes de visita a los mataderos, para que vean cómo se mata una vaca. En esta era, la gente disfruta cometiendo toda clase de pecados. Sus cerebros no les permiten ver que este cuerpo es temporal y está lleno de sufrimientos. La modalidad de la oscuridad los cubre por completo, como a los animales que ellos mismos matan. Separemos un animal de la manada que pasta en el campo y cortémosle el cuello. Los demás animales no harán nada; mirarán y seguirán comiendo hierba. No se dan cuenta de que cualquiera de ellos puede ser el siguiente. La gente en Kali-yuga está en la misma situación, pero el movimiento para la conciencia de Krishna está tratando de dar a esos necios un poco de sentido común. Estamos diciendo: «No sean animales. Vuélvanse seres humanos». En palabras de Caitanya Mahaprabhu: krsna bhuli' sei jiva anadi-bahirmukha ataeva maya tare deya samsara-duhkha «Olvidando a Krishna, la entidad viviente se ha visto atraída por el aspecto externo desde tiempo inmemorial. De esta manera, la energía ilusoria [maya] le da toda clase de miserias en su existencia material» (Cc. Madhya 20.117). Quien olvida su relación con Krishna actúa como un gran necio, y maya le da sufrimiento tras sufrimiento. También se dice: maya-mugdha jivera nahi svatah krsna-jñana jivere krpaya kaila krsna veda-purana «El alma condicionada no puede revivir su conciencia de Krishna por su propio esfuerzo. Pero el Señor Krishna, por Su misericordia sin causa, ha compilado las Escrituras védicas y sus suplementos, los Puranas» (Cc. Madhya 20.122). Si queremos liberarnos de la contaminación de tamo-guna y rajo- guna, debemos utilizar las Escrituras védicas: el Vedanta, los Upanisads, el Ramayana, el Mahabharata y muchas otras. El mundo entero gira movido por de kama y lobha. Kama significa «deseo lujurioso», y lobha significa «codicia». La gente quiere más dinero y más vida sexual, y por ello sus corazones están llenos de contaminación, que tiene que limpiarse escuchando, repitiendo y cantando. La vida humana es para que nos saquemos de encima los anarthas, las cosas indeseables; pero, ¿dónde está la universidad o el instituto en que se enseña esa ciencia de la purificación? La única institución es este movimiento para la conciencia de Krishna. Krishna está en el corazón, y ahí se encuentran también las contaminaciones, pero Krishna nos ayudará a limpiarlas. Nasta-prayesv abhadresu nityam bhagavata-sevaya (Bhag. 1.2.18). Debemos escuchar el Srimad-Bhagavatam y cantar Hare Krishna con regulari- dad; éstos son los dos procesos recomendados por Caitanya Mahaprabhu. Haridasa Thakura cantaba trescientos mil santos nombres al día, pero nosotros hemos establecido la cantidad de dieciséis rondas. Aun así, somos tan desafortunados y caídos queT ni siquiera podemos hacer eso. No hay que perder el tiempo leyendo y hablando tonterías, sino que debemos dedicarnos al estudio del Srimad-Bhagavatam. Nuestro tiempo es muy valioso, y no debemos desperdiciarlo. Canakya Pandita dice: ayusah ksana eko 'pi na labhyah svarna-kotibhih. Puede que vivamos cien años, pero de ellos no podremos recuperar ni un momento, ni siquiera si estamos dispuestos a pagar millones de dólares. No podemos añadir ni recuperar ni un solo momento. Si el tiempo es oro, pensemos en cuánto oro hemos perdido. No obstante, el tiempo es todavía más precioso, porque no se puede recuperar. Por lo tanto, no se debe perder ni un solo instante. La vida humana debe utilizarse únicamente para cantar y leer las Escrituras védicas. La Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna está publicando muchos libros para que la gente pueda utilizar correctamente su tiempo leyéndolos y hagan de sus vidas un éxito. No sólo debemos leer el Srimad-Bhagavatam, sino que también debemos servir a la persona bhagavata, aquel cuya vida es el Srimad-Bhagavatam en práctica. Nityam bhagavata-sevaya. Este proceso nos permitirá alcanzar la etapa de bhagavad-bhakti, pero primero tenemos que sacarnos de encima todos los anarthas, las cosas indeseables. Perdemos el tiempo pensando: «Éste es mi país. Ésta es mi nación. Éste es mi cuerpo y ésta mi familia», etc. Nityam bhagavata-sevaya. Cuando lleguemos al plano de sattva-guna, podremos destruir todos esos conceptos falsos. Entonces no nos perturbarán ni tamo-guna, ni rajo-guna, ni kama (el deseo de disfrute), ni lobha (la codicia). Ése es el estado vasudeva. Om namo bhagavate vasudevaya. En el verso siguiente, el Señor Kapiladeva señala los resultados de la culminación con éxito de ese proceso purificatorio.
VERSO 17 tada purusa atmanam kevalam prakrteh param nirantaram svayam-jyotir animanam akhanditam TRADUCCIÓN En ese momento el alma puede ver que es trascendental a la existencia material y siempre refulgente, nunca fragmentada, aunque de tamaño muy diminuto. SIGNIFICADO En el estado de conciencia pura, o conciencia de Krishna, uno puede verse a sí mismo como una diminuta partícula de la misma naturaleza que el Señor Supremo. Como se afirma en la Bhagavad-gita, la jiva, el alma individual, es eternamente una parte integral del Señor Supremo. Del mismo modo que los rayos del Sol son partículas diminutas del brillante Sol, la entidad viviente es una partícula diminuta del Espíritu Supremo. El alma individual y el Señor Supremo no están separados como en las diferenciaciones materiales. El alma individual es una partícula desde el mismo principio. No debemos pensar que como el alma individual es una partícula, se ha fragmentado del espíritu total. La filosofía mayavada formula que el espíritu total existe, pero que una parte de él —la jiva— está atrapada por la ilusión. Pero esa filosofía es inaceptable, pues el espíritu no se puede fragmentar como un trozo de materia. Esa parte, la jiva, es parte eternamente. Mientras exista el Espíritu Supremo, existirá también Su parte integral. Mientras exista el Sol, existirán también las moléculas de sus rayos. Las Escrituras védicas dicen que la partícula jiva tiene un tamaño igual a la diezmilésima parte de la punta de un cabello. O sea que es infinitesimal. El Espíritu Supremo es infinito, pero la entidad viviente, el alma individual, es infinitesimal, aunque cualitativamente no es diferente del Espíritu Supremo. En este verso hay dos palabras que se deben señalar particularmente. Una es nirantaram, que quiere decir «no diferente» o «cualitativamente igual». Aquí se expresa también que el alma individual es animanam. Animanam significa «infinitesimal». El Espíritu Supremo es omnipresente, pero el espíritu diminuto es el alma individual. Akhanditam no quiere decir exactamente «fragmentada», sino «siempre infinitesimal por constitución». Nadie puede separar del Sol las partes moleculares de la luz solar, pero al mismo tiempo la parte molecular de la luz solar no irradia tanto como el propio Sol. Del mismo modo, la entidad viviente es cualitativamente igual al Espíritu Supremo por constitución, pero es infinitesimal. Autorrealización es ver nuestra propia identidad como jiva infinitesimal. En las actuales circunstancias vemos el cuerpo, pero ésa no es nuestra verdadera identidad. No podemos ver realmente a la persona que ocupa el cuerpo. La primera lección que recibimos de la Bhagavad-gita (2.13) nos informa de que el cuerpo y el propietario del cuerpo son diferentes. Entender que no somos el cuerpo es el comienzo de la autorrealización; esa etapa se llama brahma-bhuta. Aham brahmasmi: no soy este cuerpo material, sino un alma espiritual. Y ¿cuáles son las características de la jiva, delalma? En primer lugar es animanam, muy diminuta, infinitesimal. Nosotros también somos jyoti, refulgentes, como Dios, pero Dios es brahma-jyoti, omnipresente e infinito. Según la teoría mayavada, ese brahmajyoti y nosotros somos lo mismo. Los mayavadis dan el ejemplo del cántaro y el espacio. Fuera del cántaro hay espacio, y dentro del cántaro también. Sólo están separados por la pared del cántaro. Cuando el cántaro se rompe, el espacio de dentro y el espacio de fuera pasan a ser uno. Sin embargo, no es correcto aplicar este ejemplo al alma, tal como la describe la Bhagavad-gita (2.24): acchedyo 'yam adahyo 'yam akledyo 'sosya eva ca nityah sarva-gatah sthanur acalo 'yam sanatanah «Esta alma individual es irrompible e insoluble, y no se la puede quemar ni secar. Es eterna, omnipresente, inmutable, inmóvil, y eternamente la misma». Al alma no se la puede cortar ni dividir en pedazos. Eso quiere decir que el alma es eternamente diminuta. Nosotros somos las eternas partes integrales de Sri Krishna. Como el propio Sri Krishna afirma en la Bhagavad-gita (15.7): mamaivamso jiva-loke jiva-bhutah sanatanah «Las entidades vivientes del mundo condicionado son Mis partes fragmentarias eternas». La palabra sanatana significa «eternas», y amsa significa «partículas». Dios, Krishna, es muy grande. Nadie es igual ni más grande que Él. Se dice que Dios es grande, pero nosotros no entendemos realmente cuán grande es. Es tan grande que de los poros de Su cuerpo emanan millones de universos. yasyaika-nisvasita-kalam athavalambya jivanti loma-vilaja jagad-anda-nathah visnur mahan sa iha yasya kala-viseso govindam adi-purusam tam aham bhajami «Los brahmas y demás controladores de los universos materiales aparecen de los poros de Maha-Visnu y viven el tiempo que dura una de Sus exhalaciones. Yo adoro al Señor primigenio, Govinda, porque Maha-Visnu es una porción de Su porción plenaria» (Brahma-samhita 5.48). De la respiración de Maha-Visnu emanan millones de universos. En el Capítulo Décimo de la Bhagavad-gita, Krishna da a Arjuna algún indicio de Su infinita gloria, y concluye Sus descripciones con la siguiente afirmación (Bg. 10.42): athava bahunaitena kim jñatena tavarjuna vistabhyaham idam krtsnam ekamsena sthito jagat «Pero, ¿qué necesidad hay, Arjuna, de todo este conocimiento detallado? Con un solo fragmento de Mí mismo, Yo penetro y sostengo todo este universo». Este universo (jagat) se sostiene por la potencia de una parte de los poderes yóguicos de Krishna. Así debemos entender la grandeza de Dios y nuestra propia identidad como partículas diminutas. En los Puranas se afirma que el alma espiritual mide la diezmilésima parte de la punta de un cabello. Si de algún modo pudiésemos dividir la punta de un cabello en diez mil partes, podríamos empezar a entender la invisibilidad del alma. Autorrealización significa que conocemos nuestra identidad como pequeñas partículas. La pequeña partícula que es el alma espiritual está dentro de cada uno de nosotros, pero no se puede ver con los ojos materiales. En el universo material no existe ningún instrumento con el que se pueda realmente ver el alma. Debido a nuestra incapacidad de percibir el alma, decimos que es nirakara, carente de forma. Ni siquiera podemos calcular sus dimensiones (akara). Pero, aunque no podamos medirla, existe. La entidad viviente tiene una forma completa. Hay microbios e insectos pequeños que apenas podemos ver, pero tienen una anatomía que consta de muchas partes activas. El alma espiritual está también en el pequeño insecto, y también existe dentro del elefante y otros animales grandes. Cuando de verdad comprendemos nuestra identidad como Brahman, nuestra vida alcanza el éxito. Ahora nos identificamos con el cuerpo, pero mientras lo hagamos, no seremos mejores que perros y gatos, aunque tengamos mucho conocimiento científico. Las almas condicionadas consideran que el cuerpo es el yo, y esto las hace identificarse como americanos, hindúes, brahmanas, ksatriyas, hombres, mujeres, elefantes, etc. Al pensar en función del cuerpo, la gente considera que sus esposas e hijos son suyos, y que la tierra donde han nacido es digna de adoración. Pensando así, están dispuestos a luchar y morir por su patria. Actualmente todo el mundo se está esforzando bajo esa ilusión, pero si queremos entender nuestra identidad espiritual, debemos encontrar al guru genuino. Comprender nuestra identidad significa comprender que somos eternamente partes integrales de Krishna, que somos muy diminutos, infinitesimales, y que tenemos una relación eterna y perpetua con Krishna, del mismo modo que la parte tiene una relación con el todo. En ningún momento podemos ser tan grandes como Krishna, aunque cualitativamente somos iguales a Él. Nadie es igual a Dios, y nadie es más grande que Él. Si alquien pretende ser Dios, tiene que probar que nadie es igual a él y que nadie es más grande que él. Si puede hacerlo, es Dios. Es una definición muy sencilla. La Brahma-samhita (5.1) confirma esta afirmación: isvarah paramah krsnah. La palabra isvara significa «controlador», y parama significa «supremo». Nosotros, las pequeñas entidades vivientes, somos controladores en un cierto grado. Podemos controlar, a veces, a los miembros de nuestra familia, esposa, hijos, etc. O podemos controlar nuestra oficina, fábrica, país o alguna otra cosa. Hay controladores pequeños y controladores más grandes. Si vamos hasta Brahma, vemos que controla todo el universo, pero él no es el controlador supremo. En los sastras se afirma que Brahma, el ser viviente más importante del universo, también está meditando para aprender a controlar. Tene brahma hrda ya adi-kavaye (Bhag. 1.1.1). Brahma, en primer lugar, aprendió a controlar el universo; entonces pudo ocupar el puesto de Brahma. Aunque era Brahma por nacimiento, tuvo que ser educado. Si él era el primer ser viviente del universo, ¿quién lo educó? Krishna. Sri Krishna dice en la Bhagavad-gita (10.2): aham adir hi devanam: «Yo soy el origen de los semidioses». Los semidioses originales son Brahma, Visnu y Siva. El Señor Krishna es Visnu, pero Él instruye a Brahma y a Siva. Por eso se dice que el Señor Krishna es el origen de todos los semidioses. No debemos ser necios y pretender que somos tan grandes como el Dios Supremo. Tenemos que entender que somos como chispas del fuego original. La chispa también es fuego, pero si se separa de la llama original, se apagará. No debemos pensar que, como somos cualitativamente iguales a Dios, somos Dios. Se puede ser un isvara, un controlador, pero no se puede ser el isvarah paramah, el controlador supremo. Hoy en día está muy de moda la pretensión de haberse vuelto Narayana, Dios. Entre sí, los mayavadis se tratan de Narayana, y de esa manera supuestamente todos se vuelven Narayanas. De modo que por todas partes está lleno de Narayanas. Pero, ¿cómo pueden convertirse todos en Narayana? Narayana es uno, y los sastras nos advierten: yas tu narayanam devam brahma-rudradi-devataih samatvenaiva vikseta sa pasandi bhaved dhruvam «Quienquiera que piense que el Señor Visnu y los semidioses están al mismo nivel, debe ser inmediatamente considerado un engañador en lo que se refiere a la comprensión espiritual». Aquel que compara a Narayana con los semidioses no hace más que revelar su falta de inteligencia. También está de moda hablar del daridra-narayana, el Narayana pobre, proclamando que el hombre pobre de la calle es Narayana. ¿Qué tontería es ésa? Narayana es la excelsa Suprema Personalidad de Dios. Incluso Sankaracarya dice: narayanah paro 'vyaktat: Narayana está más allá de este universo. Avyaktad anda-sambhavah: El universo entero es producto de ese avyakta. No debemos comparar a Narayana con nadie, y menos con el hombre pobre de la calle (daridra). Es un disparate. Narayana es Laksmipati, el esposo y controlador de la diosa de la fortuna. ¿Cómo puede entonces ser daridra? Todo esto se debe a una falta de comprensión. Así pues, los sastras nos advierten que aquel que piense que los semidioses son iguales a Narayana es un pasandi, un ateo. No debemos pensar que cuando nos liberamos obtenemos la posición de Narayana. Mediante severas austeridades y penitencias es posible elevarse hasta el Brahman, pero ésa no es la posición del Parabrahman. aruhya krcchrena param padam tatah (Bhag. 10.2.32). Aunque alguien se eleve al plano de Brahman, caerá de nuevo a la posición material si no adora lo pies de loto de Krishna. Aunque alcance la refulgencia Brahman, como allí no encontrará refugio, tendrá que regresar a la atmósfera material. Incluso si llega a Brahmaloka, el planeta más elevado del cielo material, estará en una posición temporal. Sin embargo, en el paravyoma, el cielo espiritual, hay muchos planetas espirituales, que reciben el nombre de Vaikunthalokas. Hay millones de esos gigantescos planetas, y a menos que nos refugiemos en uno de ellos, caeremos de nuevo a la atmósfera material. No es suficiente elevarse hasta el nivel del Brahman. El Brahman es sat (existencia), y es una experiencia parcial de la Verdad Absoluta. Lo que realmente buscamos es ananda. Sac-cid ananda: cit significa «conocimiento», y eso también es parcial. Para tener una experiencia completa, debemos añadirle ananda (bienaventuranza). No podemos tener ananda con sólo volar por los cielos. En algún momento tenemos que aterrizar en un aeropuerto. No encontraremos ananda tan sólo por elevarnos hasta la refulgencia Brahman. ananda se experimenta cuando entramos en los planetas espirituales, en los cuales está presente Narayana, Krishna. Paras tasmat tu bhavo 'nyo 'vyakto 'vyaktat sanatanah (Bg. 8.20). Para ser felices, tenemos que entrar en los planetas eternos y relacionarnos con la Suprema Personalidad de Dios. Si no alcanzamos esa posición, tendremos que regresar al mundo material. Y, ¿cómo se puede alcanzar esa posición? Simplemente tenemos que tratar de entender a Krishna: ¿Por qué viene? ¿Qué hace? ¿Qué forma tiene? El propósito de este movimiento para la conciencia de Krishna es enseñar a la gente cómo entender a Krishna. Si tenemos la fortuna de entender a Krishna, nuestra vida es un éxito. Esto no lo podremos entender mientras tengamos codicia y lujuria. El bhakti-yoga es el proceso de purificación por el cual podemos liberarnos de kama y de lobha, la lujuria y la codicia, y de la influencia de las gunas inferiores, tamo-guna y rajo-guna, la ignorancia y la pasión. Desde el momento en que nos ocupamos en servicio devocional, nos liberamos de la influencia de las gunas. Como no somos expertos en nuestra relación con el Señor Supremo, tenemos que seguir los principios del bhakti-yoga enunciados por los acaryas. El niño que empieza en la escuela tiene que seguir las reglas y regulaciones, pero después de un tiempo se acostumbra a ellas y ya no hay que recordárselas. En otras palabras, aprende automáticamente a ir a la escuela a una hora determinada, sentarse y estar atento. También en este movimiento para la conciencia de Krishna tenemos ciertas reglas y regulaciones. Debemos levantarnos temprano por la mañana para asistir a mangala-arati, cantar diariamente dieciséis rondas de Hare Krishna, y cumplir con las prácticas del bhakti-yoga. De esta manera, nos apegamos a ofrecer servicio a Krishna, y nos volvemos expertos en esta ciencia. Cuando lleguemos a ese nivel, inmediatamente habremos alcanzado la autorrealización.
Capítulo 10 Capítulo 10 Apego espiritual y desapego material
VERSO 18 jñana-vairagya-yuktena bhakti-yuktena catmana paripasyaty udasinam prakrtim ca hataujasam TRADUCCIÓN Desde esa posición de autorrealización, la práctica del conocimiento y de la renunciación en el servicio devocional permite verlo todo en la perspectiva correcta; aquel que alcanza esa posición se vuelve indiferente a la existencia material, y la influencia de la materia actúa en él con menos fuerza. SIGNIFICADO Al igual que los gérmenes de una enfermedad pueden afectar a las personas más débiles, la influencia de la naturaleza material, la energía ilusoria, puede actuar sobre un alma débil o condicionada, pero no sobre un alma liberada. El estado liberado se caracteriza por la autorrealización. El conocimiento y la renunciación, vairagya, nos permiten entender nuestra posición constitucional. Sin conocimiento no se puede obtener iluminación. La comprensión de que somos partes infinitesimales del Espíritu Supremo hace que nos desapeguemos de la vida material condicionada. Ése es el comienzo del servicio devocional. Sin estar liberado de la contaminación material, no hay posibilidad de ocuparse en el servicio devocional del Señor. En este verso, por lo tanto, se afirma: jñana-vairagya-yuktena: Aquel que tiene pleno conocimiento de su posición constitucional y está en la orden de vida de renuncia, desapegado de la atracción material, puede, por medio del servicio devocional, bhakti-yuktena, ocuparse como un sirviente amoroso del Señor. Paripasyati significa que puede verlo todo en su perspectiva correcta. Entonces la influencia de la naturaleza material prácticamente desaparece. Esto se confirma también en la Bhagavad-gita: brahma-bhutah prasannatma: El alma autorrealizada es feliz y se libera de la influencia de la naturaleza material; se libera también del anhelo y la lamentación. El Señor confirma que esa situación es mad-bhaktim labhate param, el verdadero comienzo del servicio devocional. Así mismo, el Narada- pañcaratra confirma que cuando los sentidos se purifican, pueden ocuparse en el servicio devocional del Señor. Aquellos que están apegados a la contaminación material no pueden ser devotos. En el estado condicionado nos influencia la naturaleza material. Ya hemos hablado de cómo nos condicionan las tres modalidades de la naturaleza material (ignorancia, pasión y bondad). La bondad es superior a la ignorancia y a la pasión, porque desde el plano de la bondad podemos llegar a entender a Krishna, y con ello, trascender las tres modalidades. En esta era, la gente por lo general estamos bajo la influencia de las modalidades inferiores, la pasión y la ignorancia. Esa influencia nos impide servir a Krishna. Nuestra posición constitucional es servir a alguien, y si no servimos a Krishna, servimos a maya. En ningún caso podemos ser los amos. ¿Quién puede decir que es señor, que no está sirviendo a nadie? Servimos a la familia, a la sociedad, al país, a los negocios, al automóvil o a cualquier otra cosa. Quien no encuentra un objeto para su servicio, va y se compra un gato o un perro y le sirve. ¿Por qué? Porque nuestra naturaleza es servir. Lo único que nos falta es saber cómo orientar nuestra tendencia a servir. El servicio debe ofrecérsele a Krishna. En el mundo material servimos a nuestros deseos de disfrute, en vez de servir a Krishna, y eso no nos proporciona placer. Servimos también en alguna oficina o en algún empleo para ganar un poco de dinero. En ese caso servimos al dinero, no a la persona. Así pues, en este mundo material servimos a los sentidos y al dinero. De una forma u otra, servimos. Tenemos que servir. El único amo es Krishna. Ekale isvara krsna, ara saba bhrtya (Cc. adi 5.142). Todos los semidioses, seres humanos, animales, árboles y demás especies, son sirvientes. La autorrealización consiste en comprender que somos sirvientes eternos de Krishna, y que nuestro deber es servirle. Autorrealización no es pensar aham brahmasmi: «Ahora soy Brahman, Bhagavan». ¿Cómo podemos ser Bhagavan? Si fuésemos Bhagavan, seríamos el poderoso supremo. Si es así, ¿por qué estamos en una condición miserable? ¿Por qué estamos bajo la influencia de maya? ¿Está Bhagavan bajo la influencia de maya? No. En la Bhagavad-gita Krishna dice específicamente que Él dirige la acción de prakrti, de maya. Maya es la sirvienta de Krishna, y ¿cómo podemos ser nosotros Krishna, Bhagavan, si tenemos que servir a maya? Cuando recuperamos nuestro discernimiento espiritual, podemos entender que nos hemos equivocado y estamos sirviendo a maya, y que nuestro deber es servir a Krishna. Eso es la autorrea-lización. Como aquí se afirma: jñana-vairagya- yuktena. Verdadero entendimiento es saber que somos sirvientes de Krishna, y de nadie más. Controlados por la ilusión, estamos sirviendo a kama, lobha, moha, matsarya —a la lujuria y la codicia— sin beneficio ni satisfacción. Kamadinam kati na katidha palita durnidesa: «Las cosas indeseables que los deseos de disfrute nos ordenan no tienen límite» (Bhakti-rasamrta-sindhu 3.2.25). Cuando consigamos entender que la fuente de nuestro placer está en servir únicamente a Krishna, habremos obtenido jñana-vairagya. Por eso el Srimad-Bhagavatam (1.2.7) dice: vasudeve bhagavati bhakti-yogah prayojitah janayaty asu vairagyam jñanam ca yad ahaitukam «Por ofrecer servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios, Sri Krishna, inmediatamente se adquiere conocimiento sin causa y desapego del mundo». Aquel que se ocupa en servir a Vasudeva, Krishna, adquiere ese conocimiento y se convierte en un mahatma. Mahatma es aquel que comprende que Krishna lo es todo. Él no está en contra de Krishna ni trata de volverse Krishna. Quien así obre no es mahatma, sino duratma, un sinvergüenza. ¿Cuál es la posición y el conocimiento de un mahatma? Krishna afirma: mahatmanas tu mam partha daivim prakrtim asritah bhajanty ananya-manaso jñatva bhutadim avyayam «¡Oh, hijo de Prtha!, aquellos que no están bajo la ilusión, las grandes almas, se hallan bajo la protección de la naturaleza divina. Están plenamente ocupados en el servicio devocional, porque saben que Yo soy la Suprema Personalidad de Dios, original e inagotable» (Bg. 9.13). Un mahatma no es algo que nosotros podamos crear. El mahatma depende de daivi prakrti, la naturaleza divina. Hay dos clases de prakrti: para prakrti y apara prakrti. Apara prakrti es el mundo material, y daivi prakrti es el mundo espiritual. En cuanto entendemos que en el mundo material estamos sirviendo inútilmente a maya bajo la forma de sociedad, amigos, país, etc., llegamos al nivel de jñana, conocimiento. En cuanto alcanzamos ese conocimiento, llegamos al nivel brahma-bhuta, la comprensión Brahman, y nos volvemos prasannatma, felices. Podríamos preguntarnos: «¿Por qué tengo que servir a Krishna?». Ya hemos explicado que ser una parte significa servir al todo. El todo es Krishna, y las partes individuales existen para dar satisfacción a Krishna. Isavasyam idam sarvam. Hay muchos isvaras, o controladores, pero el isvara supremo es Krishna. En cuanto comprendemos esto, alcanzamos el conocimiento perfecto, y ofrecemos servicio en bhakti-yoga. Hay gente necia que dice que el bhakti es para los ajñanis, para gente poco inteligente, pero eso no es cierto. Krishna indica en la Bhagavad-gita que, después de muchos nacimientos, el jñani, el hombre de conocimiento, se entrega a Él. Mientras no entendamos a Krishna, Vasudeva, debemos entender que aún somos ignorantes. Podemos presentarnos como grandes jñanis, eminencias en erudición, pero en realidad somos unos necios. Ésa es la conclusión de los sastras. Si de verdad fuésemos jñanis, nos entregaríamos a Krishna. Hay muchos dharmas, o actividades. Unos son piadosos, y otros, impíos; pero Krishna nos dice que los abandonemos todos. Arjuna pensaba que luchar contra sus parientes era impío, pero Krishna insistía en que luchase. ¿Cómo podía ser impío lo que iba a hacer Arjuna? No lo era, porque el servicio a Krishna es trascendental a las actividades piadosas e impías. A medianoche, cuando las gopis escucharon el sonido de la flauta de Krishna, corrieron al bosque a reunirse con Él. Según los sastras, es inmoral que una muchacha vaya a ver a un joven al bosque a medianoche. Pero esa actividad no era impía, porque las gopis lo hicieron por Krishna. Caitanya Mahaprabhu era tan estricto que las mujeres no podían acercársele ni siquiera para ofrecerle sus respetos; a pesar de ello, dijo: ramya kacid upasana vraja-vadhu-vargena ya kalpita: «¿Puede haber algo más maravilloso que la adoración de las gopis?». Aunque de hecho parecería inmoral que las gopis bailasen con Krishna, Caitanya Mahaprabhu afirma que esa relación con Krishna es la forma de adoración más elevada. Esto es verdadero conocimiento trascendental. Para ser trascendental a todas las actividades piadosas e impías, hay que servir a Krishna. Al fin y al cabo, la piedad y la impiedad están dentro de la jurisdicción de las modalidades materiales. El servicio a Krishna es trascendental a lo bueno y lo malo, lo pío y lo impío. El bhakti-yoga comienza cuando se han completado jñanay vairagya. Jñana es conocimiento, y vairagya es desapego de la materia y dedicación de la mente al espíritu. Quien se ocupa en el servicio devocional de Krishna, obtiene jñana y vairagya automáticamente.
VERSO 19 na yujyamanaya bhaktya bhagavaty akhilatmani sadrso 'sti sivah pantha yoginam brahma-siddhaye TRADUCCIÓN Ningún yogi puede obtener la perfección de la autorrealización a menos que se ocupe en el servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios, pues éste es el único sendero auspicioso. SIGNIFICADO Aquí se dice explícitamente que el conocimiento y la renunciación nunca son perfectos a menos que vayan acom pañados de servicio devocional. Na yujyamanaya significa «sin ser acoplado». Cuando hablamos de servicio devocional, nos podemos preguntar a quién ofrecerlo. El servicio devocional debe ofrecerse a la Suprema Personalidad de Dios, la Superalma de todo, pues ése es el único sendero seguro para la autorrealización o comprensión del Brahman. La palabra brahma-siddhaye significa entender que somos diferentes de la materia, entender que somos Brahman. Los Vedas expresan esto con las palabras aham brahmasmi. Brahma-siddhi significa que debemos saber que no somos materia, que somos almas puras. Hay diferentes tipos de yogis; para serlo, deben haber alcanzado la autorrealización, la comprensión del Brahman. Aquí se afirma claramente que quien no está ocupado por completo en servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios, no puede acceder fácilmente al sendero de brahma-siddhi. Al principio del Capítulo Segundo del Srimad-Bhagavatam se afirma que con el desempeño del servicio devocional a Vasudeva automáticamente se manifiesta conocimiento espiritual y renunciación al mundo material. Así pues, el devoto no tiene que hacer ningún esfuerzo adicional por la renunciación o el conocimiento. El servicio devocional es en sí tan poderoso, que por su ejecución todo se revela. Aquí se afirma: sivah pantha: «Éste es el único sendero auspicioso para la autorrealización». El sendero del servicio devocional es el método más confidencial para comprender el Brahman. La comprensión perfecta del Brahman se obtiene por medio del auspicioso sendero del servicio devocional; esto nos indica que la mal llamada comprensión del Brahman consistente en la comprensión de la refulgencia brahmajyoti, no es brahma- siddhi. Más allá de ese brahmajyoti está la Suprema Personalidad de Dios. En los Upanisads, un devoto ora pidiendo al Señor que tenga la bondad de retirar Su refulgencia brahmajyoti, de modo que pueda ver en el interior del brahmajyoti la verdadera forma eterna del Señor. Sin comprensión de la forma trascendental del Señor, no puede haber bhakti. Para que haya bhakti, tienen que existir el receptor del servicio devocional y el devoto que ofrece el servicio devocional. El brahma-siddhi del servicio devocional es la comprensión de la Suprema Personalidad de Dios. El estado perfecto de brahma-siddhi, la comprensión del Brahman, no consiste en entender los refulgentes rayos del cuerpo de la Divinidad Suprema. Tampoco es perfecta la comprensión del aspecto Paramatma de la Persona Suprema, porque Bhagavan, la Suprema Personalidad de Dios, es akhilatma: Él es la Superalma. Aquel que comprende la Personalidad Suprema comprende también los otros aspectos: el aspecto Paramatma y el aspecto Brahman. Esa comprensión total es brahma-siddhi. Como se explicó antes, la palabra yoga significa «conectar». Brahma-siddhaye significa «autorrealización», y aham brahmasmi significa «yo soy alma espiritual». Pero entender que somos espíritu no es suficiente. Hay que progresar más. Podemos eliminar la fiebre, pero no estaremos completamente curados mientras no recuperemos también la fuerza y el apetito. Entonces podremos llevar una vida sana y normal, libres de la enfermedad. Del mismo modo, no basta con entender que somos almas espirituales. Hay que ocuparse en una actividad espiritual, y esa actividad espiritual es el bhakti. Los filósofos mayavadis creen que suspender toda actividad material es suficiente, y los filósofos budistas predican el nirvana, el cese de la vida material. Ninguno de ellos da más información. En realidad, la causa de nuestro sufrimiento es esta combinación de materia; eso es un hecho. El cuerpo se compone de tierra, agua, fuego, aire, éter, mente, inteligencia y ego. Los budistas y mayavadis predican la aniquilación de los componentes. Dicen: «Que la tierra vaya a la tierra, el agua al agua, el fuego al fuego: volvámonos cero». Si desmantelamos la casa del cuerpo material y nos volvemos cero, obtenemos nirvana. Nirvana significa el cese del placer y del dolor. Los mayavadis y budistas dicen que cuando llenamos de agua un cántaro, mientras no está completamente lleno escuchamos el sonido del agua. En cuanto se llena, ese sonido deja de oírse. Con esto explican que para quien es consciente del Brahman dejan de existir todos los mantras e himnos védicos. En otras palabras, los budistas y mayavadis dicen que el mundo material es falso, mithya, y que de una u otra forma debemos reducirlo a cero. Sin embargo, comprender solamente el Brahman, comprender nuestra identidad como almas espirituales, no es suficiente. Debemos comprender que Bhagavan está en todas partes: eko 'py asau racayitum jagad-anda-kotim yac-chaktir asti jagad-anda-caya yad-antah andantara-stha-paramanu-cayantara-stham govindam adi-purusam tam aham bhajami «Yo adoro a la Personalidad de Dios, Govinda, que, como una de Sus porciones plenarias, entra en la existencia de cada universo y de cada partícula atómica, y de este modo manifiesta ilimitadamente Su infinita energía por toda la creación material» (Brahma-samhita 5.35). Sri Bhagavan no está solo. No solamente está localizado, sino que también está en todas partes. Aunque tiene un lugar específico, Krishna está en todas partes. No por estar en un lugar, deja de estar en otros. Como estamos condicionados, nosotros no podemos estar en casa cuando estamos en la oficina. A Krishna no Le ocu- rre eso. Goloka eva nivasaty akhilatma bhutah. Krishna está siempre en Goloka Vrndavana, y aun así es andantara-stha-paramanu- cayantara-stham, está dentro de cada átomo de este universo. Este universo existe debido a Garbhodakasayi Visnu. No hay sólo un universo, sino muchos millones, y todos funcionan correctamente porque en ellos está presente Garbhodakasayi Visnu. No debemos pensar que todos esos planetas flotan en el espacio sin que se hayan realizado las disposiciones necesarias. Por supuesto que hay un orden establecido. Para librarnos completamente de las modalidades materiales, tenemos que llegar al nivel del bhakti; jñana y vairagya no son suficientes. Cuando hablamos de bhakti, algunos responden: «Yo le ofrezco bhakti a mi esposa. La quiero mucho y me preocupo por ella. Si no la veo, me vuelvo loco». Así vemos que la gente tiene bhakti por su familia, su país, la diosa Durga, otros semidioses, etc... Sin embargo, esa clase de bhakti no va a dar resultado. Por eso se dice: bhaktir bhagavati: El bhakti debe ofrecérsele al Supremo. Tampoco se trata de ofrecer bhakti a un Bhagavan de imitación. Si alguien dice que es Bhagavan, debemos preguntarle: «¿Está usted presente en el corazón de todos? ¿Me puede usted decir en qué estoy pensando ahora?». Si es Bhagavan, debe ser akhilatma. Si es isvara, debe estar presente en el corazón de todos (sarvasya caham hrdi sannivistah). Tenemos que comprobar minuciosamente todo esto, antes de aceptar como Bhagavan a cualquier sinvergüenza. Tampoco debemos ofrecer bhakti al semidiós que nos parezca, a la familia, al país, a la esposa, al gato, al perro o a cualquier otra cosa. Todo eso no es verdadero bhakti, sino bhakti de imitación. En realidad es deseo de disfrute. Si podemos desarrollar bhakti por Krishna, conciencia de Krishna, nuestras vidas tendrán éxito. Y, de hecho, no hay alternativa. Como se afirma en este verso: sadrso 'sti sivah pantha. El Parabrahman es Krishna, y brahma-siddhaye significa entender nuestra relación con Krishna. Está bien que entendamos que somos Brahman (aham brahmasmi), pero ¿cuál es nuestra relación con el Parabrahman? Siempre hablamos de dos: Brahman y Parabrahman, atma y Paramatma, isvara y Paramesvara, el ser viviente individual y el ser viviente supremo, nitya y nityanam, cetanas y cetananam. Siempre hablamos de dos, y dos quiere decir relación. Por lo tanto, debemos entender nuestra relación con el Supremo, con Parabrahman. Entender esa relación es brahma-siddhaye. Cualitativamente somos iguales a Parabrahman, pero Para- brahman es muy grande, y nosotros somos muy pequeños. Parabrahman es uno (kaivalya). No hay otro y no se puede duplicar. Nadie es igual ni más grande que Él. Eso es lo que significa kaivalya. La finalidad de la vida humana es indagar acerca de Parabrahman y de nuestra relación con Él. Por desgracia, nadie hace preguntas acerca de Parabrahman. Todo el mundo se informa de las noticias y lee el periódico, y a todos les interesa ir al mercado para comprarse muchas cosas por poco dinero. Eso es lo que está ocurriendo en la sociedad humana, y también en la sociedad de perros y gatos. Este mundo está lleno de oscuridad e ignorancia, pero todo lo relacionado con Krishna es trascendental al mundo material. Para el que es consciente de Krishna no hay oscuridad, sino solamente luz. Si tratamos de encontrar algo cuando es de noche, es muy difícil; pero cuando se hace de día, el problema desaparece. Los sastras ordenan que dejemos la oscuridad y vayamos a la luz. Esa luz la da el guru. om ajñana timirandhasya jñanañjana-salakaya caksur unmilitam yena tasmai sri-gurave namah «Nací en la ignorancia más oscura, y mi maestro espiritual abrió mis ojos con la antorcha del conocimiento. Yo le ofrezco mis respetuosas reverencias». La tarea del guru es iluminar mediante el conocimiento. El guru ha asimilado por completo la esencia védica de la vida. El conocimiento, sruti, se recibe oyendo. No es experimental. Mediante la experimentación no podemos entender lo que está más allá de la percepción de los sentidos. No podemos saber quién es nuestro padre por medio del conocimiento experimental. No podemos decir: «Voy a hacer un experimento para descubrir quién es mi padre». Nuestro padre ya existía antes de nacer nosotros, y el conocimiento experimental no nos permite saber quién es nuestro padre. La verdadera autoridad es la madre; por esta razón se compara el conocimiento védico con la madre, y los Puranas con las hermanas. Por medio de los Vedas debemos entender cuál es realmente el conocimiento supremo. El objetivo final del conocimiento es Krishna; simplemente con entender a Krishna, podemos entenderlo todo. No tenemos que hacer esfuerzos adicionales para entender las cosas. Krishna está en nuestro corazón. No está lejos; al contrario, está en todas partes. Si Krishna ve que estamos apegados a Él, Se hace amigo nuestro. Él es amigo de todos, pero, en especial, es amigo de Sus devotos. Como el propio Krishna dice en la Bhagavad-gita (10.11): tesam evanukampartham aham ajñanajam tamah nasayamy atma-bhava-stho jñana-dipena bhasvata «Para otorgarles una misericordia especial, Yo, morando en sus corazones, destruyo con la deslumbrante lámpara del conocimiento la oscuridad que nace de la ignorancia». El jñana está presente, pero lo cubre la cortina de la ignorancia. Existen la luz y la oscuridad, pero cuando reina la oscuridad, no podemos ver las cosas como son. Krishna dice que cuando alguien se consagra a ofrecerle servicio, Él personalmente disipa la oscuridad de la ignorancia. Si verdaderamente queremos lograr la perfección en esta vida, sólo necesitamos ocuparnos en servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios, Bhagavan. Bhagavan no es difícil de encontrar. Bhagavan está en el corazón. Isvarah sarva bhutanam hrd-dese 'rjuna tisthati (Bg. 18.61). Ése es el verdadero Bhagavan: el que está en el corazón de todos. Ese Bhagavan siempre está activo. Él instruyó a Brahma, el señor del universo, quien, después de recibir las instrucciones de Krishna, creó el universo entero. Simplemente por dedicarnos al servicio devocional, Krishna nos dará instrucciones a nosotros también.
VERSO 20 prasangam ajaram pasam atmanah kavayo viduh sa eva sadhusu krto moksa-dvaram apavrtam TRADUCCIÓN Todo hombre erudito sabe muy bien que el apego por lo material es el enredo más grande para el alma espiritual. Pero ese mismo apego, cuando se dirige a devotos autorrealizados, abre las puertas de la liberación. SIGNIFICADO Aquí se afirma claramente que el apego por una cosa es causa de cautiverio en la vida condicionada, y que el mismo apego, cuando se dirige a otra cosa, abre las puertas de la liberación. No se puede acabar con el apego; simplemente hay que transferirlo. El apego por las cosas materiales se llama conciencia material, y el apego por Krishna o por Su devoto se llama conciencia de Krishna. Así pues, el apego se basa en la conciencia. Aquí se afirma con toda claridad que, si purificamos la conciencia, simplemente haciéndola pasar de conciencia material a conciencia de Krishna, obtenemos la liberación. A pesar de la afirmación de que el apego debe abandonarse, la entidad viviente no puede estar libre de deseos. Por constitución, la entidad viviente tiene la propensión de apegarse a algo. Vemos que si alguien no tiene un objeto de apego —por ejemplo, no tiene hijos—, dirigirá su apego a un perro o un gato. Esto indica que la propensión a apegarse no se puede eliminar; lo que hay que hacer es utilizarla de la mejor manera. Nuestro apego por las cosas materiales perpetúa nuestro estado condicionado; pero el mismo apego, cuando se transfiere a la Suprema Personalidad de Dios o a Su devoto, es el origen de la liberación. Aquí se recomienda transferir el apego a los devotos autorrealizados, los sadhus. Y, ¿quién es un sadhu? Sadhu no es tan sólo un hombre cualquiera que lleva un hábito azafrán o una larga barba. Sadhu, como se explica en la Bhagavad-gita, es aquel que se ocupa sin desviación en el servicio devocional. Se acepta como sadhu a aquel que tiene una fe resuelta en Krishna, la Persona Suprema, aunque no siga todas las estrictas reglas y regulaciones del servicio devocional. Sadhur eva sa mantavyah. Sadhu es el seguidor estricto del servicio devocional. Aquí se recomienda a quien tenga algún deseo de comprender el Brahman, de alcanzar la perfección espiritual, que transfiera su apego al sadhu, al devoto. Esto lo confirma también el Señor Caitanya: lava-matra sadhu-sange sarva-siddhi haya: Por un sólo momento de relación con un sadhu, se puede lograr la perfección. Mahatma es sinónimo de sadhu. Se dice que el servicio al mahatma, el devoto elevado del Señor, es dvaram ahur vimukteh, el camino abierto a la liberación. Mahat-sevam dvaram ahur vimuktes tamo-dvaram yositam sangi-sangam (Bhag. 5.5.2). Pero el servicio que se ofrece a los materialistas produce el efecto contrario. Aquel que ofrece sus servicios a un materialista consumado, a una persona interesada únicamente en el disfrute de los sentidos, abre con esa relación las puertas del infierno. Aquí se confirma el mismo principio. El apego al devoto es apego al servicio del Señor, porque quien se relaciona con un sadhu aprende de él cómo ser devoto, cómo adorar y servir sinceramente al Señor. Éstos son los dones del sadhu. Si queremos relacionarnos con un sadhu, no podemos esperar que nos dé instrucciones sobre cómo mejorar nuestra condición material, sino que nos enseñará a cortar el nudo de la contaminación de la atracción material, y a elevarnos en el servicio devocional. Ése es el resultado de la relación con un sadhu. La primera instrucción de Kapila Muni es que el sendero de la liberación comienza con esa relación. En palabras de Sri Caitanya Mahaprabhu: 'sadhu-sanga', 'sadhu-sanga'—sarva-sastre kaya lava-matra sadhu-sange sarva-siddhi haya «El veredicto de todas las Escrituras reveladas es que por un sólo momento de relación con un devoto puro, se puede alcanzar el éxito completo» (Cc. Madhya 22.54). Se dice que el hombre es un animal social, y que nuestro carácter se puede moldear según nuestras compañías. Los hombres de negocios se relacionan entre sí para desarrollar sus capacidades empresariales. Hay muchos tipos diferentes de relaciones, y la relación crea un apego por una cosa determinada. El apego a la complacencia de los sentidos se fortalece con la relación con materialistas. La mujer es el símbolo de la complacencia de los sentidos; por esta razón, todo lo relacionado con la complacencia de los sentidos recibe el nombre de yosit-sanga. Este mundo material está lleno de yosit-sanga, porque todos se interesan en la complacencia de los sentidos. Como se dice en la Bhagavad-gita (2.44): bhogaisvarya-prasaktanam tayapahrta-cetasam vyavasayatmika buddhih samadhau na vidhiyate «En la mente de aquellos que están demasiado apegados al disfrute de los sentidos y a la opulencia material, y que están confundidos por esas cosas, no se presenta la determinación resuelta de ofrecer servicio devocional al Señor Supremo». La palabra bhoga significa «compla-cencia de los sentidos». Bhogaisvarya: aquellos que están muy apegados a la opulencia y a la complacencia de los sentidos no pueden entender la vida espiritual, y son muy perezosos en adoptarla. Actualmente la gente es manda, muy perezosa. No toman muy en serio este movimiento para la conciencia de Krishna, porque la civilización moderna sólo les ha enseñado a disfrutar de la vida por medio de la complacencia de los sentidos. En los países occidentales, sobre todo, hay gran cantidad de artículos para la complacencia de los sentidos. Hay incluso máquinas para afeitarse, aunque antes con una simple navaja había bastante. Ahora, gracias a la máquina, ni siquiera hay que mover la mano. Y eso se considera progreso. Sin embargo, de los sastras aprendemos que la vida humana no es para el disfrute de los sentidos, sino para tapasya. Ésa es la civilización védica. En primer lugar, hay que recibir una educación de brahmacari y aprender a restringir los sentidos. Un brahmacari debe educarse en la tapasya, no en el disfrute. En el pasado, los brahmacaris tenían que ir de puerta en puerta pidiendo limosna para el asrama, y aprendían desde el mismo principio a dirigirse a toda mujer como madre. Hoy en día, la condición es tan miserable que la gente dice: «Déjennos morir. Déjennos morir». Sin embargo, en la Bhagavad- gita Krishna dice: «¿Por qué tienes que morir?». La gente quiere morir para poner fin a las tres miserias de la naturaleza material; pero ¿quién está investigando cómo detener la muerte? La Bhagavad- gita nos enseña que en realidad la muerte no es una cosa natural para nosotros. Es una imposición artificial, y ahora tenemos que volver a ser inmortales. Ésa es la perfección de la vida humana, pero nadie se preocupa por ello. Nos hemos vuelto tan torpes que no podemos evitar el nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. En realidad estamos experimentando todo eso porque estamos adormecidos. Por este motivo, cuando Sanatana Gosvami se entrevistó con Caitanya Mahaprabhu, Le dijo: «Mi querido Señor, de una u otra forma, Tú me has arrastrado hasta Tus pies de loto. Ahora quisiera saber cuál es mi verdadera posición. ¿Por qué estoy forzado a sufrir las tres miserias de la vida material?». Éste es un tema por el que nadie se interesa. Moksa significa liberarse de las tres miserias de la vida, así como del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. A veces la gente siente un poco de interés. Entonces, siguen cualquier sendero que ni siquiera es autorizado, o inventan uno. Pero no hace falta inventar nada. Con este proceso de conciencia de Krishna, todos pueden elevarse. Todos se pueden liberar, sin que importe su posición ni su cultura. Hemos difundido por todo el mundo este movimiento para la conciencia de Krishna, y gracias a él la gente se vuelve feliz. Según la Bhagavad-gita (9.32), cualquiera puede refugiarse en Krishna. Krishna nunca rechaza a nadie, y del mismo modo, el devoto de Krishna tampoco rechaza a nadie. Eso es este movimiento para la conciencia de Krishna. Decimos a todos: «Sí, eres bienvenido. Acepta esta educación y esta vida espiritual, y hazte devoto de Krishna». A veces se nos critica por eso, pero en la Bhagavad-gita Krishna dice específicamente que incluso los de bajo nacimiento pueden refugiarse en Él y elevarse hasta la liberación. ¿Qué decir, entonces, de la gente piadosa nacida en familias brahmínicas? Por desgracia, en esta era ocurre a menudo que los que han nacido en familias ricas o brahmínicas no se preocupan por la comprensión espiritual. Desperdician su oportunidad y consumen los resultados de sus actividades piadosas. La sociedad, para mejorar, necesita de sadhus de primera clase. ¿Cómo puede haber paz en la sociedad si todos son sudras libertinos? En consecuencia, Krishna recomienda la organización social del varnasrama-dharma, que debe contar con brahmanas, ksatriyas, vaisyas y sudras ideales. Sin embargo, ahora nadie se preocupa por ello. Se podría preguntar: ¿qué es un sadhu? Sadhu es aquel que sirve a Krishna y se ocupa en el proceso de conciencia de Krishna sin reservas. En la Bhagavad-gita (9.30), Sri Krishna dice: api cet suduracaro bhajate mam ananya-bhak sadhur eva sa mantavyah samyag vyavasito hi sah «Aunque alguien cometa la acción más abominable, si está ocupado en servicio devocional, debe ser considerado un santo, porque está apropiadamente situado en su determinación». El sadhu tiene que ser muy tolerante. Quien se hace devoto obtiene muchos enemigos, porque en esta era la gente es «asúrica», demoníaca. Su propio padre puede convertirse en su enemigo, como Hiranyakasipu, el padre de Prahlada Maharaja. Prahlada sólo tenía cinco años, y cantaba Hare Krishna; pero su padre estaba dispuesto a matarlo por ser devoto. Hiranyakasipu le dijo: «¿Por qué cantas Hare Krishna? ¿Por qué hablas de otro Dios? ¡Dios soy yo!». Eso es lo que significa «asúrico», demoníaco. Los farsantes que pretenden ser Dios son simplemente demonios. Aunque su padre insistía en que Dios era él, Prahlada Maharaja no pudo aceptarlo. Lo que entendió es que su padre era un asura, y a raíz de esto, hubo una discusión entre los dos. Cuando Hiranyakasipu preguntó a Prahlada Maharaja: «¿Qué es lo mejor que te han enseñado tus maestros?», Prahlada contestó: «¡Oh, príncipe de los asuras! Por lo que puedo entender, como tenemos un cuerpo material, tenemos que aceptar la muerte. Pero éste no es el objeto de la vida humana. La vida humana es para moksa, para la liberación». Por desgracia, esto no lo entienden los necios. Krishna dice: mrtyuh sarva-haras caham: «Yo soy la muerte y Me llevaré todo lo que poseas» (Bg. 10.34). Hiranyakasipu era un demonio tan poderoso que incluso los semidioses le temían, pero Krishna se lo quitó todo en un segundo. Hiranyakasipu quería seguridad, y pensaba: «Estoy a salvo de este tipo de muerte, y tampoco moriré de esa otra forma». Pero no pensó en que moriría a manos del Señor en Su forma de Nrsimha. Por muy inteligentes que seamos, y por mucho que tratemos de engañar a Krishna, Krishna es siempre más inteligente que nosotros. Cuando madre Yasoda trató de atar a Krishna con una cuerda, se encontró con que a la cuerda siempre le faltaban cinco centímetros. Así es nuestra inteligencia. Queremos engañar a Dios y superarle, pero no es posible. La gente se cree muy avanzada en conocimiento, pero en realidad, debido a su orgullo, maya les quita el conocimiento. Krishna quita el conocimiento a las personas ateas y demoníacas como Hiranyakasipu. Los ateos no saben que la inteligencia de Krishna siempre es por lo menos cinco centímetros mayor que la de cualquier otra persona. En la vida material, simplemente luchamos por la existencia. Queremos existir, y no queremos morir. Ni queremos padecer los dolores de nacer, enfermar y hacernos viejos. En la vida material hay muchas miserias que no queremos, pero que se nos imponen a la fuerza. Desafortundamente, no somos lo bastante inteligentes como para solucionar todos esos problemas. Como Sanatana Gosvami, deberíamos preguntar cómo ponerles fin. En vez de eso, actuamos de un modo que nos obliga a aceptar otro cuerpo material. Estamos experimentando las dificultades que provienen del cuerpo material, pero no estamos actuando de manera que nos podamos liberar. Este movimiento para la conciencia de Krishna está dando información de cómo liberarnos. Los mahatmas se dedican siempre a cantar Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare/Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare. Bhajana es el canto de Hare Krishna. Si servimos a un mahatma como Haridasa Thakura, que estaba siempre ocupado en cantar Hare Krishna, se abren ante nosotros las puertas de la liberación. Sin embargo, si nos relacionamos con personas materialistas, que buscan como locas la complacencia de los sentidos, abrimos las puertas de la oscuridad. Tamo-dvaram yositam sangi- sangam. Los Vedas nos ordenan que no permanezcamos en la oscuridad, sino que vayamos a la luz. Hemos aceptado un cuerpo, pero no se nos permitirá quedarnos permanentemente en él. Tendremos que abandonarlo y aceptar otro, y después otro, y otro. ¿Qué ganamos con eso? El mundo material está sumido en la oscuridad, y la gente está aceptando un cuerpo tras otro. El objetivo del movimiento para la conciencia de Krishna es dar iluminación y liberación, y está ofreciendo no solamente el proceso más sencillo, cantar Hare Krishna, sino también la filosofía más sublime.
Capítulo 11 Capítulo 11 Los signos del sadhu
VERSO 21 titiksavah karunikah suhrdah sarva-dehinam ajata-satravah santah sadhavah sadhu-bhusanah TRADUCCIÓN El sadhu es tolerante, misericordioso y amigable con todas las entidades vivientes. No tiene enemigos, es pacífico, se guía por las Escrituras, y todas sus características son sublimes. SIGNIFICADO El sadhu que se describe aquí es el devoto del Señor. Por lo tanto, su preocupación es iluminar a la gente con el servicio devocional; ésa es su misericordia. Él sabe que sin servicio devocional la vida humana se malogra. El devoto viaja por todas partes, predicando de puerta en puerta: «Vuélvete consciente de Krishna. Sé un devoto del Señor Krishna. No desperdicies tu vida tan sólo en satisfacer tus propensiones animales. La vida humana es para la autorrealización, para volverse consciente de Krishna». Eso es lo que predica el sadhu. No se satisface con su propia liberación. Siempre piensa en los demás. Es la personalidad más compasiva con todas las almas caídas. Así pues, una de sus cualidades es karunika, una gran misericordia hacia las almas caídas. En su labor de prédica se encuentra con muchos elementos adversos, y en consecuencia, tiene que ser muy tolerante. Puede que alguien lo maltrate, porque las almas condicionadas no están dispuestas a recibir el conocimiento trascendental del servicio devocional. No les gusta; ésa es su enfermedad. El sadhu tiene la ingrata tarea de inculcarles la importancia del servicio devocional. A veces los devotos son atacados violentamente. El Señor Jesucristo fue crucificado, a Haridasa Thakura lo apalearon en veintidós mercados, y Nityananda, el asistente principal del Señor Caitanya, fue violentamente atacado por Jagai y Madhai. Aun así, ellos fueron tolerantes, porque su misión era liberar a las almas caídas. El sadhu es misericordioso porque es el bienqueriente de todas las entidades vivientes, no sólo de los seres humanos, sino también de los animales. La palabra sarva-dehinam se refiere a todas las entidades vivientes que han aceptado cuerpos materiales. El ser humano no es el único que tiene un cuerpo material; las demás entidades vivientes también. El devoto del Señor es misericordioso con todos: gatos, perros, árboles, etc. Trata a todas las entidades vivientes de tal modo que finalmente puedan liberarse de este enredo material. Sivananda Sena, uno de los discípulos del Señor Caitanya, liberó a un perro dándole un trato trascendental. Hay muchos ejemplos de perros que obtuvieron la salvación gracias a un sadhu, porque el sadhu se ocupa en las actividades filantrópicas más elevadas para bendecir a todas las entidades vivientes. Pero, a pesar de que el sadhu no es enemigo de nadie, el mundo es tan ingrato que incluso él tiene muchos enemigos. ¿Qué diferencia hay entre un enemigo y un amigo? La diferencia está en el comportamiento. El sadhu busca que todas las entidades vivientes se liberen definitivamente del enredo material. Por lo tanto, nadie puede ser un mejor amigo que el sadhu en su empeño de liberar a todas las almas condicionadas. El sadhu es tranquilo; sigue los principios de las Escrituras sin ostentación y de manera pacífica. Además de seguir los principios de las Escrituras, el sadhu es un devoto del Señor. Quien verdaderamente siga los principios de las Escrituras debe ser también devoto de Dios, pues todos los sastras nos enseñan a obedecer las órdenes de la Personalidad de Dios. El sadhu, por lo tanto, obedece los mandamientos de las Escrituras y es un devoto del Señor. En el devoto resaltan todas las cualidades auspiciosas, y en él se desarrollan todas las buenas cualidades de los semidioses; por el contrario, el no devoto, por muy cualificado que sea académicamente, no posee ninguna buena cualidad desde el punto de vista de la comprensión trascendental. De acuerdo con el Padma Purana, hay 8.400.000 formas de vida, y el atma es la misma en todas ellas. El sadhu puede entender esto, tal como lo indica la Bhagavad-gita (5.18): vidya-vinaya-sampanne brahmane gavi hastini suni caiva svapake ca panditah sama-darsinah «Los sabios humildes, en virtud del conocimiento verdadero, ven con la misma visión a un manso y erudito brahmana, a una vaca, a un elefante, a un perro y a un comeperros [paria]». No estamos diciendo que el brahmana y el perro sean iguales, sino que el brahmana es un alma espiritual, y el perro también es un alma espiritual. Cada cuerpo, asignado según disposiciones superiores, tiene un condicionamiento distinto. Yamaraja, considerando el karma de la entidad viviente, decide su cuerpo. Karmana daiva-netrena. Ya hemos señalado que nuestras cualidades determinan el tipo de cuerpo que recibimos. Si adquirimos las cualidades de un brahmana, y actuamos como brahmanas, nos volvemos brahmanas. Si actuamos como perros, haciendo lo que hacen los perros, nos volvemos perros. Nadie debe pensar que es un brahmana simplemente por haber nacido brahmana. En la Bhagavad-gita se mencionan las características que identifican a las distintas castas. También Sridhara Svami ha señalado que el nacimiento no es lo más importante. Se deben adquirir las cualidades. Nuestra posición, en cualquier tipo de cuerpo que tengamos, es temporal. No podemos permanecer indefinidamente en una misma posición. En esta vida podemos pensar que somos americanos y que somos muy felices; eso no importa. Podemos hacer planes para tener felicidad continua, pero la naturaleza no nos permitirá quedarnos indefinidamente. Tan pronto como la naturaleza lo ordene, moriremos y abandonaremos nuestro puesto. Entonces tendremos que aceptar un puesto de perro, gato, semidiós, ser humano, o lo que sea. Ahora se nos ha dado una forma de vida muy sublime, la forma humana, pero si no actuamos en consonancia con ella, tendremos que aceptar un cuerpo inferior. Eso es karmana daiva-netrena. Por lo tanto, en esta forma humana debemos tener bien presente que nuestra meta es volvernos devotos del Señor Krishna. Ése es el sendero de la liberación. En la India, antiguamente, las grandes personalidades se retiraban al bosque a meditar, con el fin de acabar con la repetición del nacimiento y la muerte. Ésa es la ocupación más elevada para el hombre, y en realidad, la vida humana no tiene otra razón de ser. Si no conquistamos la repetición del nacimiento y la muerte, simplemente habremos desperdiciado nuestras vidas como los animales, comiendo, durmiendo, defendiéndonos y apareándonos. Especialmente en esta era, la gente no puede distinguir entre vida animal y vida humana. Creen que la diferencia es que el animal duerme en la calle y los seres humanos en cómodos apartamentos. Sin embargo, ésa no es la civilización que definen los sastras. La actividad de dormir, ya sea en la calle o en un apartamento, es la misma. Quizás el perro coma en un cubo de basura y el ser humano en una bandeja de oro, pero eso no significa que la actividad sea diferente. En ambos casos, tanto el ser humano como el perro introducen alimentos en su cuerpo. Quizás la vida sexual del perro sea en la calle y la del ser humano en una cama muy blanda en un lugar solitario, pero esto no cambia la actividad. La gente piensa que el progreso de la civilización consiste en mejorar las condiciones de comer, dormir, tener vida sexual y defenderse, pero en realidad esas actividades no tiene nada que ver con civilización. Sólo refuerzan la atadura de la vida material. La vida humana es para hacer yajña, sacrificios destinados a satisfacer a la Persona Suprema. Podemos perfeccionar nuestras actividades, pero nuestro éxito está en satisfacer a Krishna con nuestro talento. Quizás ahora estemos apegados a las actividades materiales, pero debemos transferir ese apego a los sadhus. Eso hará que nuestras vidas sean un éxito. Ahora estamos apegados al dinero, las mujeres, las casas cómodas, el país, la sociedad, los amigos, la familia, etc. Ese apego se denomina arjanam pasu. La palabra pasu significa «cuerda». Cuando nos atan con una cuerda, quedamos indefensos, y ahora estamos atados con las tres gunas, las tres modalidades de la naturaleza material. La palabra guna también significa «cuerda». Como estamos condicionados, no podemos liberarnos por nosotros mismos. Sin la sanción de la autoridad suprema, no podemos movernos libremente. Suele decirse que ni una brizna de hierba se mueve sin el consentimiento de Dios. Del mismo modo, no podemos hacer nada sin la supervisión de una autoridad superior. Pero Dios no tiene que encargarse personalmente de super- visar. Parasya saktir vividhaiva sruyate... na tasya karyam karanam ca vidyate. Ésta es la afirmación del Svetasvatara Upanisad (6.8): El Señor Supremo no tiene que actuar personalmente; Él tiene muchos agentes que se encargan de todo. Estamos tan controlados que no tenemos libertad ni siquiera para parpadear. Puede que movamos nuestras manos con entera libertad, pero en cualquier momento pueden quedar paralizadas. Ahora digo: «Ésta es mi mano». Pero, ¿es eso cierto? La mano podría quedar paralizada en cualquier momento. Así es la vida condicionada; y ¿qué podemos hacer para mejorarla? Nuestro deber es liberarnos de todo ese condicionamiento. ¿Cómo podemos lograrlo? Sa eva sadhusu krto moksa-dvaram apavrtam (Bhag. 3.25.20). Tenemos que cambiar nuestro apego, de las cosas materiales a los sadhus. `Sadhu- sanga', `sadhu-sanga' —sarva-sastre kaya: éste es el consejo de Sri Caitanya Mahaprabhu. Todos los sastras nos aconsejan que nos relacionemos con los sadhus. Incluso Canakya Pandita, el gran político, recomienda: tyaja durjana-samsargam bhaja sadhu-samagamam. Un vaisnava casado le preguntó una vez a Caitanya Mahaprabhu cuál era el deber de un jefe de familia, y Sri Caitanya Mahaprabhu le respondió inmediatamente: asat-sanga- tyaga,—ei vaisnava-acara: «No te relaciones con los no devotos; encuentra a un sadhu» (Cc. Madhya 22.87). En la actualidad es muy difícil evitar la compañía de los asadhus, es decir de los que no son sadhus. Es muy difícil encontrar sadhus con quienes relacionarse. Por lo tanto, hemos fundado este movimiento para la conciencia de Krishna para crear una asociación de sadhus, de manera que la gente pueda beneficiarse y obtener la liberación. Esta asociación no tiene ninguna otra finalidad. Krishna afirma en la Bhagavad-gita (6.47) que el sadhu de primera categoría es aquel que siempre está pensando en Él. Este proceso no es muy difícil. Debemos pensar siempre en Krishna, pero, ¿cómo hacerlo? Pensamos en nuestro negocio, en nuestra familia, en nuestro perro, en el objeto de nuestro amor, y en muchas otras cosas. Tenemos que pensar en algo; no podemos vivir sin pensar. Entonces, simplemente tenemos que dirigir nuestros pensamientos hacia Krishna. La misión del sadhu es enseñar esto, y nosotros podemos aprenderlo si nos relacionamos con él. De hecho, el sadhu no va a enseñar otra cosa. adau sraddha tatah sadhu-sangah (Bhakti- rasamrta-sindhu 1.4.15). Ésa es la manera de hacer avance espiritual. Hay que relacionarse con los sadhus. La tarea del sadhu es a menudo ingrata, pero él debe ser tolerante. A pesar de todos los problemas que pueda encontrar, el sadhu es muy misericordioso con las caídas almas condicionadas. Él ve que la gente está sufriendo por falta de conciencia de Krishna, y como siempre está pensando en el bienestar de los demás, se dice que es suhrt. Las demás personas siempre están envidiosas, pero el sadhu siempre está pensando en cómo salvarlas de las garras de maya. El sadhu es bondadoso, no solamente con los seres humanos, sino también con los gatos, los perros, los árboles, las plantas y los insectos; dudaría incluso en matar un mosquito. Su pensamiento no se reduce a preocuparse por su hermano. Él contempla a todos los seres vivos como hermanos, porque Krishna dice que Él es el padre de todas las entidades vivientes. Viviendo así, el sadhu no crea enemistades. Si alguien es su enemigo, lo es por su propio carácter, no porque el sadhu lo haya provocado. El sadhu simplemente enseña: «Mi querido ser humano, mi querido amigo, sencillamente entrégate a Krishna». Los enemigos surgen debido a la naturaleza envidiosa del hombre. Canakya Pandita dice que hay dos animales envidiosos: las serpientes y los hombres. Cualquiera de ellos puede matar incluso a un inocente. De los dos, Canakya Pandita dice que el hombre envidioso es más peligroso, porque a la serpiente se la puede dominar con mantras o con ciertas hierbas, pero al hombre envidioso no se le puede dominar. En Kali-yuga, prácticamente todos son envidiosos, pero tenemos que tolerarlo. La gente envidiosa crea muchos obstáculos al movimiento para la conciencia de Krishna, pero tenemos que tolerarlo. No tenemos otra opción. Uno debe ser pacífico y depender de Krishna en toda circunstancia. Éstos son los ornamentos del sadhu. Debemos buscar un sadhu y relacionarnos con él. Entonces, la puerta de la liberación se abrirá ante nosotros. En el verso siguiente, el Señor Kapila explica más detalladamente las actividades del sadhu.
VERSO 22 mayy ananyena bhavena bhaktim kurvanti ye drdham mat-krte tyakta-karmanas tyakta-svajana-bandhavah TRADUCCIÓN Con determinación, el sadhu se ocupa ininterrumpidamente en el servicio devocional del Señor. Por el Señor, él renuncia a todas las relaciones de este mundo, como la familia y las amistades. SIGNIFICADO La persona que está en la orden de vida de renuncia, el sannyasi, recibe también el nombre de sadhu, porque ha renunciado a todo: su hogar, su comodidad, sus amigos, sus parientes, y sus deberes para con los amigos y la familia. Él renuncia a todo por la Suprema Personalidad de Dios. El sannyasi generalmente está en la orden de vida de renuncia, pero su renuncia sólo tendrá éxito cuando emplee su energía al servicio del Señor con gran austeridad. Por lo tanto, aquí se dice bhaktim kurvanti ye drdham. La persona que se ocupa con seriedad en el servicio del Señor y está en la orden de vida de renuncia es un sadhu. Sadhu es aquel que ha abandonado todas sus responsabilidades con respecto a la sociedad, la familia y el humanitarismo mundano, simplemente para servir al Señor. Tan pronto como nace en este mundo, contrae muchas obligaciones y responsabilidades con la comunidad, los semidioses, los grandes sabios, los seres vivientes en general, los padres, antepasados y muchos otros. Cuando abandona todas esas obligaciones para servir al Señor Supremo, no es castigado por ello. Pero aquel que renuncia a esas obligaciones para complacer sus sentidos es castigado por las leyes de la naturaleza. Krishna y todos los sastras dicen que nuestra única obligación es con respecto a la Suprema Personalidad de Dios. Si adoptamos Su servicio, no tendremos más obligaciones. Seremos libres. ¿Cómo es posible? Por el poder de Dios todopoderoso. Un hombre condenado a muerte puede salvarse si el presidente o el rey lo perdonan. La instrucción final de Krishna en la Bhagavad-gita es que Se lo entreguemos todo a Él. Podemos sacrificar nuestra vida, nuestra riqueza, nuestra inteligencia. Esto recibe el nombre de yajña. Todo el mundo tiene una determinada inteligencia, y todos la usan de una u otra forma. Por lo general, la gente usa la inteligencia para tratar de complacer sus sentidos, pero esto puede hacerlo hasta una hormiga. No debemos tratar de complacer nuestros sentidos, sino los de Krishna. Entonces alcanzamos la perfección. Este proceso purificatorio tenemos que aprenderlo de un sadhu. En la medida que tratamos de complacer nuestros sentidos, nos apegamos al mundo material. Podemos ofrecer servicio al sadhu o a Krishna. El sadhu es el representante de Krishna. Él nunca dirá: «Sírveme», sino que dira: «Sirve a Krishna». En consecuencia, tenemos que dirigirnos a Krishna por intermedio del sadhu. Esto lo confirma el acarya vaisnava Natottama dasa Thakura: chadiya vaisnava-seva nistara payeche keba: No podemos dirigirnos a Krishna directamente; tenemos que ir con la ayuda del medio transparente, el representante de Krishna. Aquellos que persiguen dones materiales se dirigen a los diferentes semidioses. Toman algo de Siva, de Durga, de Kali, de Ganesa, de Surya y de quien sea. Sin embargo, cuando la diosa Parvati preguntó al Señor Siva: «¿Cuál es el mejor tipo de adoración?», el Señor Siva le respondió: aradhananam sarvesam visnor aradhanam param (Padma Purana): «Mi querida Parvati, de todas las clases de adoración, la adoración del Señor Visnu es la mejor». Luego agregó: tasmat parataram devi tadiyanam samarcanam: «E incluso mejor que adorar al Señor Visnu es adorar al vaisnava, al devoto». La vida espiritual comienza con la relación con el devoto, el sadhu. Sin la misericordia del sadhu, no se puede progresar ni un centímetro. Esto lo ha señalado también Prahlada Maharaja: naisam matis tavad urukramanghrim sprsaty anarthapagamo yad-arthah mahiyasam pada-rajo-'bhisekam niskiñcananam na vrnita yavat «Aquellos que están inclinados a la vida materialista no pueden apegarse a los pies de loto del Señor, a quien se glorifica por Sus extraordinarias actividades, si no reciben sobre sus cuerpos el polvo de los pies de loto de un vaisnava completamente libre de contaminación material. Sólo volviéndose consciente de Krishna y refugiándose en los pies de loto del Señor puede alguien liberarse de la contaminación material» (Bhag. 7.5.32). Hiranyakasipu preguntó a Prahlada Maharaja: «Mi querido hijo Prahlada, ¿cómo has podido volverte tan consciente de Krishna?». Aunque era un demonio, Hiranyakasipu era inquisitivo. Prahlada Maharaja contestó: «Mi querido padre, ¡oh, príncipe de los asuras!, el estado de conciencia de Krishna sólo se puede recibir siguiendo las instrucciones de un guru. No se puede alcanzar sólo a base de especulación. Los hombres comunes no saben que su destino final es regresar a Visnu». En el mundo material, la gente siempre tiene las esperanzas puestas en algo. La esperanza es lo último que se pierde; pero sus esperanzas nunca se cumplirán. Están tratando de ser felices haciendo ajustes en la energía externa, pero no saben que la felicidad no se puede conseguir sin acercarse a Dios. Piensan: «Ante todo, debo velar por mis propios intereses». Está bien, pero ¿cuáles son sus intereses? Eso no lo saben. Creen que haciendo ajustes en la energía material serán felices, y eso es lo que los mueve a todos a nivel individual, colectivo o nacional. Pero no es posible. Finalmente, se frustrarán. ¿Por qué emprender un proceso que en última instancia los llevará a la frustración? Por eso se dice: adanta-gobhir visatam tamisram punah punas carvita-carvananam (Bhag. 7.5.30). La gente, por no poder controlar sus sentidos, se ve constantemente frustrada. Su única posibilidad de rescate es Krishna. Por eso se dice en este verso: mayy ananyena bhavena bhaktim kurvanti ye drdham. Prahlada Maharaja simplemente pensaba en Krishna. Debido a ello, tuvo que sufrir muchísimos inconvenientes que le causó su padre. La naturaleza material no nos va a dejar libres con mucha facilidad. Si nos volvemos lo bastante fuertes como para tratar de cogernos de los pies de loto de Krishna, maya tratará de mantenernos en sus garras. Sin embargo, para quien lo deja todo por Krishna, maya no puede tener efecto. El ejemplo más excelente de esto son las gopis. Ellas lo abandonaron todo —familia, prestigio y honra— sólo para seguir a Krishna. Ésa es la perfección más sublime; pero las entidades vivientes comunes no la pueden obtener. Nosotros debemos seguir el ejemplo de la determinación de los Gosvamis por adorar a Krishna. Sanatana Gosvami era un ministro importante del gobierno de Hussain Shah, pero lo abandonó todo para seguir a Sri Caitanya Mahaprabhu. Se convirtió en mendigo, y pasaba cada noche bajo un árbol diferente. La gente podría preguntarse: «¿Cómo se puede vivir sin ningún tipo de disfrute material?». Los Gosvamis vivían sumergidos en el océano de las relaciones de amor trascendental entre Krishna y las gopis. Como habían alcanzado ese estado, podían vivir con una gran paz. No podemos, simplemente, abandonarlo todo. Nos volveríamos locos si tratásemos de abandonarlo todo sin tener una gran fe en Krishna. Pero, si establecemos una relación con Krishna, podremos abandonar fácilmente nuestras opulentas posiciones, nuestra familia, los negocios y todo. Sin embargo, para eso se necesita sadhu-sanga, la relación con un sadhu, con un devoto. Si nos relacionamos con un devoto, llegará el día en que podamos abandonarlo todo y ser personas liberadas, aptos para ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Actualmente estamos apegados al disfrute material, y Krishna nos da incluso una oportunidad de complacer los sentidos. Él nos deja disfrutar al máximo, porque hemos venido al mundo material para disfrutar de la complacencia de los sentidos. Sin embargo, eso se llama maya, ilusión. En realidad no es disfrute; simplemente es lucha. Cuando uno comprende que lo único que hace es luchar vida tras vida, y que en el mundo material no hay verdadero disfrute, se vuelve devoto de Krishna. Para llegar a esa conclusión se necesita conocimiento, y ese conocimiento se puede adquirir mediante la relación con un sadhu, un devoto. En el siguiente verso, el Señor Kapila explica más detalladamente la liberación de esa lucha por la existencia.
VERSO 23 mad-asrayah katha mrstah srnvanti kathayanti ca tapanti vividhas tapa naitan mad-gata-cetasah TRADUCCIÓN Cantando y escuchando constantemente acerca de Mí, la Suprema Personalidad de Dios, los sadhus no sufren las miserias materiales, porque están siempre absortos meditando en Mis pasatiempos y actividades. SIGNIFICADO En la existencia material hay diversas clases de miserias: las que surgen del cuerpo y de la mente, las que nos producen otras entidades vivientes, y las que provienen de la naturaleza. Pero esas condiciones miserables no perturban al sadhu, porque su mente siempre está consciente de Krishna; a él no le gusta hablar de nada que no sean las actividades del Señor. Maharaja Ambarisa solamente hablaba de los pasatiempos del Señor. Vacamsi vaikuntha-gunanuvarnane. Ocupaba su habla exclusivamente en glorificar a la Suprema Personalidad de Dios. Habiendo olvidado las actividades del Señor, las almas condicionadas ordinarias están siempre llenas de preocupaciones y problemas materiales. Por otra parte, como los devotos siempre están recordando los temas acerca del Señor, olvidan las miserias de la existencia material. De modo que son diferentes de las demás entidades vivientes, que simplemente están sufriendo. No hay en el mundo una sola persona ocupada en actividades materiales que pueda tener la audacia de decir: «Yo no estoy sufriendo». ¿Hay aquí alguien que se atreva a decirlo? En el mundo material todos están sufriendo de una u otra forma. Si no es así, ¿por qué hay tantos anuncios de medicamentos? En la televisión están siempre anunciando tranquilizantes y analgésicos, y en los Estados Unidos y otros países occidentales han progresado tanto que hay docenas de pastillas para los diversos dolores. Por lo tanto, algún sufrimiento tiene que haber. En realidad, cualquiera que tenga un cuerpo material tiene también que aceptar el sufrimiento. En el mundo material hay tres tipos de sufrimiento: adhyatmika, adhibhautika y adhidaivika. adhyatmika se refiere al cuerpo y la mente. Hoy tengo dolor de cabeza, o molestias en la espalda, o mi mente no está muy tranquila. Ésos son los sufrimientos adhyatmika. Hay otras formas de sufrimiento —adhibhautika— que son los sufrimientos que nos causan otras entidades vivientes. Además, están los sufrimientos adhidaivika, sobre los cuales no tenemos el menor control. Los causan los semidioses o los fenómenos de la naturaleza; entre ellos están el hambre, la peste, las inundaciones, el calor y el frío excesivos, terremotos, incendios, etc. No obstante, nos creemos muy felices en el mundo material, aunque además de esas tres clases de miserias, tenemos que pasar por el nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. Entonces, ¿dónde está esa felicidad? Bajo el hechizo de maya, creemos que estamos en una posición muy segura. Pensamos: «¡Vamos a gozar de la vida!», ¿pero qué clase de disfrute es ése? Obviamente, tenemos que tolerar el sufrimiento. Una característica del sadhu es la tolerancia. Hasta cierto punto, todo el mundo es tolerante, pero la tolerancia del sadhu y la del hombre corriente son distintas, pues el sadhu sabe que no es el cuerpo. Según una canción vaisnava bengalí: deha-smrti nahi yara samsara-bandhana kahah tara. Si entendemos bien que no somos el cuerpo, aunque suframos, no sentiremos el sufrimiento con la misma intensidad. Por ejemplo, si alguien piensa: «Ese coche es mío», y está muy apegado a él, sufre más cuando se le avería que una persona que piensa: «Se puede reparar, o lo puedo dejar». Es una cuestión de identificación mental. El materialista, por ser más como un animal, sufre más. El devoto, por otra parte, sigue el consejo de Krishna en la Bhagavad-gita (2.14): matra-sparsas tu kaunteya sitosna-sukha-duhkha-dah agamapayino 'nityas tams titiksasva bharata «¡Oh, hijo de Kunti!, la aparición temporal de la felicidad y la aflicción, y su desaparición a su debido tiempo, son como la aparición y desaparición de las estaciones del invierno y el verano. Tienen su origen en la percepción de los sentidos, ¡oh, vástago de Bharata!, y hay que aprender a tolerarlas sin perturbarse». En verano sufrimos, y en invierno también. En verano el fuego nos hace sufrir, y en invierno ese mismo fuego es agradable. Análogamente, en invierno el agua nos hace sufrir, mientras que en verano es agradable. El agua y el fuego son los mismos, pero unas veces son agradables y otras no. Esto se debe a la sensación de la piel. Todos tenemos una cierta «enfermedad cutánea», que es el cuerpo, y por eso sufrimos. Faltos de toda sensatez, pensamos: «Yo soy el cuerpo». Según el ayur Veda, el cuerpo se compone de tres elementos materiales: kapha-pitta-vayu. Cuanto más nos identificamos con el cuerpo, más sufrimos. En la actualidad proliferan muchos «ismos» basados en el concepto corporal: nacionalismo, comunismo, socialismo, comunalismo, etc. En Calcuta, durante los enfrentamientos hindú- musulmanes de 1947, la gente sufría más, porque todos pensaban: «Yo soy hindú» o: «Yo soy musulmán». Pero si somos concientes de Krishna, no lucharemos por esos conceptos. La persona consciente de Krishna sabe que no es ni hindú ni musulmán, sino sirviente eterno de Krishna. La gente, como la están educando para que sea más consciente del cuerpo, sufre más. Si reducimos la identificación con el cuerpo, reduciremos también el sufrimiento. Las personas conscientes de Krishna, que siempre llevan a Krishna en el pensamiento y en el corazón, no sufren tanto, porque saben que todo lo que puedan sufrir se debe al deseo deKrsna. Dan la bienvenida al sufrimiento. Por ejemplo, cuando Krishna Se estaba marchando, la reina Kunti Le dijo: «Mi querido Krishna, cuando estábamos en peligro, Tú estabas siempre con nosotros como amigo y consejero. Ahora estamos bien establecidos en nuestro reino, y Tú Te vas para Dvaraka. Esto no es bueno. Mejor sería que sufriéramos de nuevo, para que pudiéramos recordarte siempre». Así pues, el devoto a veces le da la bienvenida al sufrimiento como una oportunidad para recordar a Krishna constantemente. Cuando sufre, el devoto piensa: «Esto se debe a mis fechorías pasadas. En realidad, yo debería estar sufriendo enormemente, pero por la gracia de Krishna, sólo sufro un poquito. A fin de cuentas, el sufrimiento y el disfrute sólo existen en la mente». De esta manera, el sufrimiento no afecta mucho al devoto, y ésa es la diferencia entre un devoto y un no devoto. Prahlada Maharaja, un niño de cinco años, tuvo que sufrir muchísimo a manos de su padre, que lo torturaba por ser devoto. Fue pisoteado por elefantes, arrojado desde una montaña, metido en aceite hirviendo, y tirado a un pozo lleno de serpientes; aun así, no protestó mientras sufría todas esas espantosas pruebas. Haridasa Thakura, que era musulmán de nacimiento, también fue un gran devoto, y cantaba siempre Hare Krishna. Ésa era su única culpa. Sin embargo, el kaji musulmán lo hizo arrestar y le dijo: «Tú eres un musulmán, naciste en una gran familia musulmana, pero estás cantando ese mantra hindú de Hare Krishna. ¿Qué ocurre?». Haridasa Thakura cortésmente le respondió: «Mi querido señor, hay muchos hindúes que se han vuelto musulmanes. Suponga usted que yo me haya vuelto hindú, ¿qué hay de malo en ello?». El kaji se puso muy furioso y ordenó que Haridasa Thakura fuese azotado en veintidós mercados. Esto equivalía a decir que debía ser golpeado hasta la muerte, pero como era un gran devoto, en realidad no sintió ningún dolor. El devoto, aunque a veces tenga que sufrir, tolera el sufrimiento. Al mismo tiempo, es muy bondadoso con las almas condicionadas, y trata de elevarlas al nivel de conciencia de Krishna. Éste es uno de los aspectos principales de la vida del devoto. La gente siempre pone al sadhu en dificultades, pero él no abandona su labor de difundir el proceso de conciencia de Krishna para que los demás puedan ser felices. Fue Prahlada Maharaja quien dijo: «Mi Señor, yo no sufro, pues conozco el arte de ser feliz». ¿Qué arte es ése? «Simplemente con escuchar y cantar acerca de Ti, yo soy feliz.» Ésa es la ocupación del devoto: escuchar y cantar acerca del Señor. Eso es sravanam kirtanam visnoh smaranam. Ahora este sravanam kirtanam se está llevando a cabo por todo el mundo gracias al movimiento para la conciencia de Krishna. Incluso en la vida corriente es posible que la mente esté absorta de tal manera que ni siquiera una operación quirúrgica pueda perturbarla. Hace años, en una operación a la que tuvo que someterse, Stalin se negó a usar cloroformo. Si esto es posible incluso en la vida materialista corriente, ¿qué decir entonces de la vida espiritual? La mente debe estar siempre absorta en meditación consciente de Krishna, en pensar en Krishna. Ése es el mandamiento de Krishna: «Piensa siempre en Mí». Los jóvenes americanos y europeos del movimiento para la conciencia de Krishna han cultivado muchos malos hábitos desde la niñez, pero ahora los han abandonado. Mucha gente cree que es imposible vivir sin vida sexual ilícita, sin drogas ni bebidas alcohólicas, sin comer carne y sin juegos de azar. Un famoso marqués le dijo a uno de mis hermanos espirituales: «Por favor, hágame brahmana». Mi hermano espiritual le respondió: «Sí, no es muy difícil. Sólo tiene usted que abandonar estos malos hábitos: el alcohol y las drogas, la vida sexual ilícita, comer carne y los juegos de azar. Entonces podrá ser brahmana». El marqués dijo: «¡Imposible! ¡Eso es nuestra vida!». En la práctica, hemos visto que en los países occidentales las personas mayores no pueden dejar esos hábitos, y por ello están sufriendo, pero muchos jóvenes los han abandonado y no están sufriendo. Eso se debe a su conciencia de Krishna. Este proceso es para todos. Todo el mundo ha oído hablar de la Bhagavad-gita. Con sólo seguir las instrucciones que se dan en ese libro, podemos alcanzar la perfección. No es necesario abandonar nuestras responsabilidades. Maharaja Ambarisa era un gran emperador que administraba su reino, pero, al mismo tiempo, solamente hablaba de Krishna. Caitanya Mahaprabhu pidió que Sus devotos hablasen solamente de Krishna. Si simplemente hablamos de Krishna y escuchamos acerca de Él, llegará el día en que no tengamos que sufrir más. En el Vedanta-sutra esto se denomina ananda- mayo 'bhyasat. Tanto la entidad viviente como Krishna son ananda- maya, disfrutan de bienaventuranza trascendental. En ese estado, no hay posibilidad de sufrimiento material. No se trata de exhibir unas cuantas proezas mágicas. La magia más grande es liberarse del sufrimiento, y ésa es la libertad del devoto. Cuando sintamos placer por escuchar y hablar acerca de Krishna, debemos saber que estamos progresando en el sendero de la perfección. En ese momento no sentiremos en asboluto el sufrimiento material. Ése es el efecto práctico del servicio devocional, que el Señor Kapila le está explicando a Su madre.
VERSO 24 ta ete sadhavah sadhvi sarva-sanga-vivarjitah sangas tesv atha te prarthyah sanga-dosa-hara hi te TRADUCCIÓN ¡Oh, madre!, ¡oh, virtuosa dama!, ésas son las cualidades de los grandes devotos que están libres de todo apego. Debes procurar apegarte a esos santos, pues con ello contrarrestarás los efectos perniciosos del apego material. SIGNIFICADO Aquí Kapila Muni aconseja a Su madre, Devahuti, que si quiere liberarse del apego material, debe aumentar su apego por los sadhus, los devotos completamente libres de todo apego material. En la Bhagavad-gita (15.15), se dice: nirmana-moha jita- sanga-dosah. Esto se refiere a la persona que está completamente libre del orgullo de las posesiones materiales. Tal vez una persona sea materialmente muy rica y respetable, pero si en verdad quiere ir al reino espiritual, de regreso al hogar, de vuelta a Dios, tiene que liberarse del sentimiento de posesión material, porque ésa es una posición falsa. La palabra moha que aquí se utiliza se refiere al concepto falso de considerarse rico o pobre. En el mundo material, el concepto de ser muy rico o muy pobre, o cualquier otra identificación similar relacionada con la existencia material, es falsa, porque el cuerpo mismo es temporal. El alma pura que está preparada para liberarse de este enredo material debe, en primer lugar, liberarse del contacto con las tres modalidades de la naturaleza. En el momento presente, nuestra conciencia está contaminada por el contacto con la tres modalidades de la naturaleza; por eso en la Bhagavad-gita se confirma el mismo principio. Se aconseja: jita-sanga-dosah: Hay que liberarse de la contaminación de las tres modalidades. Lo mismo se confirma aquí, en el Srimad-Bhagavatam: el devoto puro, que se esté preparando para elevarse al reino espiritual, también se libera del contacto con las tres modalidades. Tenemos que procurar relacionarnos con esa clase de devotos. Éste es el motivo por el que hemos fundado la Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna. En la sociedad humana hay muchas asociaciones comerciales y científicas, establecidas para cultivar un determinado tipo de conciencia o de educación, pero no hay ninguna asociación que nos ayude a liberarnos del contacto con la materia. Aquel que desee liberarse de la contaminación material tiene que buscar la compañía de los devotos, que sólo se dedican al cultivo de conciencia de Krishna. El devoto, como está libre de toda contaminación material, no se ve afectado por las miserias de la existencia material, a pesar de que aparentemente está en el mundo material. ¿Cómo es posible? La gata lleva a los gatitos en la boca, y cuando mata una rata, también lleva a su presa en la boca. Los dos van en la boca de la gata, pero en diferentes condiciones. El gatito se siente cómodo en la boca de su madre, pero la rata siente el aliento de la muerte. De la misma manera, los sadhus, los devotos ocupados en el servicio trascendental del Señor, no sienten la contaminación de las miserias materiales, pero los que no son devotos conscientes de Krishna sí sienten las miserias de la existencia material. Por lo tanto, debemos abandonar la compañía de los materialistas y buscar la de aquellos que se ocupan en el cultivo de conciencia de Krishna. Su compañía nos beneficiará con avance espiritual. Sus palabras e instrucciones nos permitirán cortar el apego por la existencia material. En Kali-yuga, la era actual, sobresalen de manera especial las peligrosas modalidades de rajo-guna y tamo-guna, la pasión y la ignorancia. En esta era prácticamente todos están contaminados por el deseo lujurioso, la codicia y la ignorancia. En los sastras se dice que en la era de Kali prácticamente no existe sattva-guna, la modalidad de la bondad. El Capítulo Decimocuarto de la Bhagavad-gita explica muy bien cómo podemos liberarnos de la contaminación de las modalidades materiales. Ahora Kapiladeva aconseja: «Madre, si quieres liberarte de la contaminación de la naturaleza material, debes relacionarte con los sadhus». Nuestro cautiverio se debe al apego a las modalidades materiales. Si queremos liberarnos de ese cautiverio, tenemos que transferir nuestro apego a un sadhu. El hecho es que todo el mundo está apegado a algo. Nadie puede decir que esté libre del apego. Las filosofías budista y mayavada nos piden que nos desapeguemos, pero eso es de por sí imposible. El niño está apegado a jugar, pero gradualmente debe transferir ese apego a leer y a ir a la escuela para recibir una educación. No es cuestión de eliminar el apego, sino de transferirlo. Quien solamente trate de poner fin al apego, se vovlerá loco. Hay que darle algo en sustitución de ese apego. Por ejemplo, a nuestros discípulos les decimos que dejen de comer carne, pero ¿cómo se deja de comer carne? En lugar de carne, les damos kacauris, rasagulla y muchas otras cosas sabrosas. De esta manera, pueden desapegarse. Ante todo, anule el apego inferior, y luego, aporte un apego mejor. No se puede forzar a nadie a que se desapegue. Eso debe ocurrir gradualmente. El niño tal vez esté apegado a algo, pero con el método de sustitución podemos encauzar su apego. De manera similar, nuestra conciencia se ha contaminado, y ahora hay que purificarla. De este modo, nuestra conciencia de Krishna surgirá y se despertará de forma espontánea. Nuestra conciencia original es conciencia de Krishna, pero de una u otra forma, el apego material la ha cubierto. La cuestión es cómo abandonar el apego material y cómo apegarnos a Krishna. El proceso es sadhu-sanga, la relación con un sadhu. En el mundo material tenemos muchos apegos, pero no podemos reducir esos apegos a cero. Lo que tenemos que hacer es, simplemente, purificarlos. Hay quien dice que si el ojo está enfermo, hay que extirparlo, pero eso no es remedio. Lo que hay que eliminar es la enfermedad. Si hay una catarata, se elimina la catarata y la vista se recupera. Tenemos muchos deseos, pero tenemos que encauzarlos en el servicio a Krishna. Por ejemplo, tal vez estemos muy apegados a ganar dinero; en ese caso, Krishna dice: «Sí, sigue adelante con tus negocios. No hay problema. Simplemente dame los resultados a Mí». Como se afirma en la Bhagavad-gita (9.27): yat karosi yad asnasi yaj juhosi dadasi yat yat tapasyasi kaunteya tat kurusva mad-arpanam «Todo lo que hagas, todo lo que comas, todo lo que ofrezcas y des, y todas las austeridades que realices, hazlo, ¡oh, hijo de Kunti!, como una ofrenda a Mí». Así comienza el bhakti-yoga. Si hacemos negocios y ganamos dinero, debemos gastarlo para Krishna. Ésa es una forma de bhakti. Otro vívido ejemplo es Arjuna, que era un guerrero. Luchando, se convirtió en devoto. No se hizo devoto cantando Hare Krishna, sino luchando en la batalla de Kuruksetra. Krishna le aconsejó que luchase, pero como era un vaisnava, al principio no quería hacerlo. Al vaisnava no le gusta matar, pero si Krishna se lo ordena, debe luchar. No lucha porque él lo desee, pues el instinto natural del vaisnava es no hacer daño a nadie. Sin embargo, cuando sabe que Krishna quiere que se haga determinada cosa, el vaisnava no tiene en cuenta sus propios sentimientos. En cualquier caso, todo el mundo tiene algún deber que cumplir, una ocupación. Si con nuestra ocupación adoramos a Krishna, nuestra vida será perfecta. Esta instrucción se da también en el Srimad-Bhagavatam (1.2.13): atah pumbhir dvija-srestha varnasrama-vibhagasah svanusthitasya dharmasya samsiddhir hari-tosanam «¡Oh, el mejor entre los nacidos por segunda vez!, se concluye, entonces, que la perfección más elevada que se puede alcanzar mediante el desempeño de los deberes prescritos de la propia ocupación conforme a las divisiones de castas y órdenes de vida es complacer a la Personalidad de Dios». Antiguamente predominaba el varnasrama-dharma, y cada quien tenía un deber particular conforme a su posición social. Ahora el número de ocupaciones ha crecido, pero lo esencial no es si somos ingenieros, médicos o cualquier otra cosa. Simplemente, tratemos de servir a Krishna con los resultados de nuestro trabajo. Eso es bhakti. La filosofía de este movimiento para la conciencia de Krishna no es que la gente deje sus ocupaciones. Debemos ocuparnos en nuestro trabajo, pero sin olvidar nunca a Krishna. Krishna nos aconseja ser siempre conscientes de Krishna, y nosotros siempre debemos recordar que trabajamos para Krishna. Por supuesto, debemos trabajar siguiendo la orden de Krishna o de Su representante, no de forma caprichosa. No podemos actuar caprichosamente y decir: «Hago esto por Krishna»; eso no será aceptado. Se debe comprobar que Krishna o Su representante aceptan el trabajo que hacemos. Arjuna no luchó sin la orden de Krishna; por lo tanto, nosotros también debemos recibir nuestras órdenes. Podemos decir: «No puedo encontrar a Krishna. ¿Cómo voy a seguir Sus órdenes?». El papel del sadhu es impartir las órdenes de Krishna. Puesto que los sadhus son los representantes de Krishna, Kapiladeva le aconseja a Su madre que se relacione con sadhus. Hemos enumerado las características del sadhu, y hemos afirmado que se debe reconocer al sadhu por sus cualidades. No se trata de aceptar al primero que venga diciendo: «Soy un sadhu». Tiene que poseer las cualidades del sadhu. Igualmente, tampoco se acepta a cualquiera que venga diciendo: «Yo soy una encarnación de Dios». Las características de Dios se mencionan en los sastras. Para llegar a ser consciente de Krishna es muy esencial sadhu-sanga, la relación con los sadhus. La gente sufre debido a la contaminación de tamo-guna y rajo-guna. El sadhu nos enseña a permanecer fijos en sattva-guna, por medio de la veracidad, la limpieza, el control de la mente y los sentidos, la sencillez, la tolerancia, y la fe y el conocimiento completos. Éstas son algunas de las características de sattva-guna. En vez de pensar: «Si no me tomo un trago, me volveré loco», tenemos que pensar: «Si no encuentro un sadhu, me volveré loco». Cuando podamos pensar de esa manera, estaremos liberados. Caitanya Mahaprabhu ha expresado Su deseo de que toda aldea del mundo sea un centro de conciencia de Krishna, de modo que la gente pueda beneficiarse de la presencia de los sadhus, y a su vez, volverse sadhus. Ésa es la misión del movimiento para la conciencia de Krishna. Lo único que tenemos que hacer es tolerar voluntariamente las austeridades del comienzo. Al principio tal vez resulte un poco difícil abstenerse de la vida sexual ilícita, de las bebidas y las drogas, de comer carne y de los juegos de azar, pero debemos ser tolerantes. A veces, para curarnos de una enfermedad, tenemos que consentir en una operación quirúrgica. La operación puede ser muy dolorosa, pero tenemos que tolerarlo. Eso es lo que se llama titiksavah. Al mismo tiempo, tenemos que ser karunikah, es decir, tenemos que ser compasivos con las almas caídas, yendo de pueblo en pueblo para iluminar a los demás con el proceso de conciencia de Krishna. Ése es el deber del sadhu. Los que predican son superiores a los que van al Himalaya a meditar. Es bueno ir al Himalalya a meditar para obtener un beneficio personal, pero aquellos que toleran muchas dificultades por predicar, son superiores. Están llevando a cabo una verdadera lucha por Krishna, y no hay duda de que son más compasivos. Aquellos sadhus que dejan Vrndavana para luchar en el mundo, para difundir la conciencia de Krishna, son superiores. Ésa es la opinión de Krishna en la Bhagavad-gita (18.68-69): ya idam paramam guhyam mad-bhaktesv abhidhasyati bhaktim mayi param krtva mam evaisyaty asamsayah na ca tasman manusyesu kascin me priya-krttamah bhavita na ca me tasmad anyah priyataro bhuvi «Aquel que explica a los devotos este secreto supremo tiene garantizado el servicio devocional puro, y al final volverá a Mí. No hay en este mundo sirviente que Me sea más querido que él, ni habrá nunca otro más querido». Si queremos ser rápidamente reconocidos por Krishna, debemos volvernos predicadores. Este mensaje también lo da Sri Caitanya Mahaprabhu. Mejor que quedarse en la India es viajar por todo el mundo para predicar el proceso de conciencia de Krishna. El sadhu es suhrt, el bienqueriente de todos. Esto no significa que sea el bienqueriente del hindú nacionalista o lo que sea. No; es el bienqueriente hasta de los perros y los gatos. El devoto desea beneficiar incluso a los perros y los gatos, dándoles prasada. En cierta ocasión, cuando los devotos de Bengala iban a ver a Sri Caitanya Mahaprabhu, un perro empezó a seguirlos, y el líder del grupo, Sivananda Sena, le daba prasada. Cuando tuvieron que cruzar un río, el barquero no quería llevar al perro, pero Sivananda Sena le pagó más dinero y le dijo: «Por favor, pasa a este perro. Es un vaisnava, pues se ha unido a nuestro grupo. ¿Cómo vamos a dejarlo?». De hecho, Caitanya Mahaprabhu dio al perro un poco de Su propia comida y, de esta manera, el perro llegó a Vaikuntha.
El sadhu no solamente es el bienqueriente de todos, sino que no es enemigo de nadie. También es santa, pacífico. Ésas son las características básicas del sadhu. Además, no está apegado a nadie, excepto a Krishna. Mayy ananyena bhavena. Ésas son las características externas e internas del devoto. También respeta a los semidioses, pues conoce su posición en relación con Krishna. En la Brahma-samhita (5.44) se adora a la diosa Durga por ser la energía o potencia externa de Krishna. srsti-sthiti-pralaya-sadhana-saktir eka chayeva yasya bhuvanani bibharti durga icchanurupam api yasya ca cestate sa govindam adi-purusam tam aham bhajami «La potencia externa, maya, cuya naturaleza es de sombra de la potencia cit, la potencia espiritual, es adorada por todos como Durga, el agente creador, preservador y destructor de este mundo. Yo adoro al Señor primigenio, Govinda, bajo cuya voluntad actúa Durga». La diosa Durga es tan poderosa que puede crear, mantener y aniquilar. Sin embargo, no puede actuar independientemente de Krishna. Es como una sombra de Krishna. El sadhu sabe que prakrti, la naturaleza, funciona bajo la dirección de Krishna. De la misma manera en que el policía sabe que no trabaja independientemente, sino bajo las órdenes del gobierno. Este conocimiento es necesario, a fin de que el policía, que cuenta con cierto poder, no vaya a creerse Dios. No. Dios no es barato. Dios tiene muchas energías, y una de esas energías es Durga. Ella no es absoluta, pues hay muchos millones de Durgas, tal como hay millones de Sivas y millones de universos. Y, aunque hay millones de semidioses, sólo hay un Dios. No hay millones de Dioses. Por supuesto, Dios también Se expande en millones de formas, pero eso es otra cosa. El devoto respeta a los semidioses como asistentes de la Suprema Personalidad de Dios, pero no los considera el poder supremo. Aquel que no conoce a Dios tal como es, considera que los semidioses son supremos. Quien así piensa es poco inteligente. El devoto respeta a los semidioses, pero sabe que el Señor Supremo es Krishna. Krsnas tu bhagavan svayam. En realidad, el sadhu, el vaisnava, respeta a todos; y por Krishna, está dispuesto a abandonar a los familiares y todo lo demás. El sadhu sólo se complace en escuchar y hablar acerca de Krishna. Krishna realiza muchos pasatiempos: lucha con los demonios y los mata, y lleva a cabo Sus pasatiempos con las gopis. En Vrndavana hace el papel de pastorcillo de vacas, y en Dvaraka, el de rey. Hay muchos libros acerca de Krishna, libros de krsna-katha, y este movimiento para la conciencia de Krishna ha publicado ya muchos de ellos. Además de la Bhagavad-gita, que fue hablada por Krishna, podemos leer esos otros libros. De esta manera, podemos aprender el arte de ser sadhus. Con sólo escuchar y hablar acerca de Krishna, nos liberamos de inmediato del sufrimiento de la condición material. Como se afirma en este verso: ta ete sadhavah sadhvi sarva-sanga-vivarjitah Esas cualidades se hacen visibles cuando desaparecen los apegos materiales. El sadhu no se considera hindú, musulmán, cristiano, americano, indio ni nada parecido. El sadhu simplemente piensa: «Yo soy el sirviente de Krishna». Sri Caitanya Mahaprabhu dijo: «Yo no soy brahmana, ksatriya, vaisya, sudra, brahmacari, ni nada de eso. Sólo soy el sirviente del sirviente del sirviente de Krishna». Para brindarle el mejor servicio a la humanidad, basta con conocer este proceso.
Capítulo 12 Capítulo 12 La escucha como medio para relacionarse con el Señor Supremo
VERSOS 25-26 satam prasangan mama virya-samvido bhavanti hrt-karna-rasayanah kathah taj-josanad asv apavarga-vartmani sraddha ratir bhaktir anukramisyati
bhaktya pumañ jata-viraga aindriyad drsta-srutan mad-racananucintaya cittasya yatto grahane yoga-yukto yatisyate rjubhir yoga-margaih TRADUCCIÓN Las conversaciones acerca de los pasatiempos y actividades de la Suprema Personalidad de Dios en compañía de devotos puros son muy placenteras y satisfactorias para el oído y el corazón. Aquel que cultiva este conocimiento avanza gradualmente por el sendero de la liberación hasta que se libera y su atracción queda fija. Comienzan entonces la verdadera devoción y el verdadero servicio devocional. Estando conscientemente ocupado en el servicio devocional en compañía de devotos y pensando constantemente en las actividades del Señor, llega a sentir aversión por la complacencia de los sentidos, tanto en este mundo como en el siguiente. Este proceso de conciencia de Krishna es el proceso de poder místico más fácil; aquel que realmente se establece en el sendero del servicio devocional puede controlar la mente. SIGNIFICADO Aquí se describe el proceso para volverse más consciente de Krishna y avanzar en el servicio devocional. El primer paso es buscar la relación con personas conscientes de Krishna y que están ocupadas en el servicio devocional. Sin esa relación, no se puede avanzar. No se puede hacer ningún avance significativo simplemente con el estudio y el conocimiento teórico. Hay que abandonar la relación con personas materialistas y buscar la relación con devotos, porque sin esa relación no se pueden entender las actividades del Señor. En general, la gente está convencida del aspecto impersonal de la Verdad Absoluta. Como no se relacionan con devotos, no pueden entender que la Verdad Absoluta pueda ser una persona y tener actividades personales. Éste es un tema muy difícil, y sin una comprensión personal de la Verdad Absoluta, no se puede hablar de devoción. El servicio, la devoción, no se puede ofrecer a algo impersonal: debe ofrecérsele a una persona. Los no devotos no pueden apreciar el proceso de conciencia de Krishna aunque lean el Srimad-Bhagavatam o cualquier otra Escritura védica en que se describan las actividades del Señor; como no se les ha explicado la vida espiritual con la actitud adecuada, creen que esas actividades son ficticias. Para entender las actividades personales del Señor tenemos que buscar la compañía de los devotos. Mediante esa relación, aquel que contempla y trata de entender las actividades trascendentales del Señor tiene abierto el sendero de la liberación, y se libera. Aquel que tiene una fe firme en la Suprema Personalidad de Dios logra la estabilidad, y su atracción por la relación con el Señor y los devotos aumenta. Relacionarse con los devotos significa relacionarse con el Señor. En el devoto que establece esa relación se desarrolla la conciencia adecuada para ofrecer servicio al Señor. Entonces, fijo en su posición trascendental de servicio devocional, alcanza gradualmente la perfección. En todas las Escrituras se anima a la gente a que sea piadosa, de manera que puedan disfrutar de la complacencia de los sentidos, no sólo en esta vida, sino también en la próxima. Por ejemplo, al que ejecuta actividades fruitivas piadosas se le promete la elevación al reino celestial de los planetas superiores. Pero el devoto que está en compañía de devotos prefiere contemplar las actividades del Señor: cómo ha creado este universo, cómo lo está manteniendo, cómo se disuelve la creación, y cómo se desarrollan los pasatiempos del Señor en el reino espiritual. Hay obras completas dedicadas a esas actividades, especialmente la Bhagavad-gita, la Brahma-samhita y el Srimad-Bhagavatam. El devoto sincero que se relaciona con devotos tiene la oportunidad de escuchar y de contemplar esos temas, y como resultado, siente aversión por la supuesta felicidad que se encuentra en los diferentes planetas. Los devotos sólo están interesados en alcanzar una relación personal con el Señor; ya no se sienten atraídos por la supuesta felicidad temporal. Ésa es la posición del yoga-yukta. Aquel que tiene perfecto dominio del poder místico no se perturba con las atraccciones de los diversos mundos; su interés es la comprensión espiritual. Esto se consigue con mucha facilidad por medio del proceso más fácil: bhakti-yoga. Rjubhir yoga-margaih. Una palabra muy adecuada que se usa aquí es rjubhih, «muy fácil». Hay diversos procesos de yoga-marga para alcanzar la perfección del yoga, pero este proceso, el servicio devocional al Señor, es el más fácil. No solamente es el más fácil, sino que, además, su resultado es sublime. Por lo tanto, todos deben probar este proceso de conciencia de Krishna y alcanzar la perfección más elevada. Sat significa «existencia», y asat significa «lo que no existe», lo que es temporal. El mundo material es asat; por esto los Vedas ordenan: asato ma sad gama: «No te quedes en este mundo material». Los que están interesados en la vida materialista también son asat. Cuando Le preguntaron cuál es el comportamiento del vaisnava, Caitanya Mahaprabhu contestó: asat-sanga-tyaga,—ei vaisnava- acara: «Ante todo, el devoto evita la compañía de los asat, de aquellos que tienen intereses materiales» (Cc. Madhya 22.87). Hemos establecido este movimiento para la conciencia de Krishna con el fin de evitar asat-sanga, la compañía de aquellos que se interesan por las cosas materiales. Estamos relacionándonos con Krishna, y por ello sólo deseamos hablar de Krishna. Todo el mundo quiere algo, y nosotros exclusivamente queremos ser conscientes de Krishna. Los asat están muy apegados a la complacencia de los sentidos, y la culminación de la complacencia de los sentidos es la vida sexual. A esto se añade la recomendación de Sri Sanatana Gosvami en su Hari-bhakti-vilasa de no escuchar la Bhagavad-gita, los Puranas, el Srimad-Bhagavatam o cualquier otro hari-katha de labios de alguien cuyo comportamiento no sea vaisnava. Esto quiere decir que no debemos escuchar las exposiciones mayavadis de esas Escrituras védicas, pues en realidad ellos no aceptan que Krishna es la Suprema Personalidad de Dios. ¿Cómo es posible negar que Krishna es el Señor Supremo, y aun así atreverse a comentar la Bhagavad- gita? Nunca obtendremos beneficio alguno de escuchar los comentarios de esa clase de personas. Los comentarios de la Bhagavad- gita y el Srimad-Bhagavatam deben provenir de los devotos. Podemos escuchar durante cientos de años la exposición mayavada de la Bhagavad-gita y, aun así, no entender nunca a Krishna. Por lo tanto, los vaisnavas tienen prohibido escuchar los discursos de los mayavadis. Hari-katha, los temas acerca de Sri Hari, Krishna, son amrta, néctar. Si alguien los oye de la fuente correcta, obtiene amrta (so 'mrtatvaya kalpate). Mrta significa «nacimiento y muerte», y amrta significa «el final del nacimiento y la muerte». Vida espiritual significa poner fin al nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. Obtener amrta, néctar, significa liberarse del nacimiento y la muerte, y ése es el verdadero objetivo de la vida espiritual. El Señor Krishna dice en la Bhagavad-gita (7.16) que sólo aquel que es piadoso puede comenzar su vida espiritual: catur-vidha bhajante mam janah sukrtino 'rjuna arto jijñasur artharthi jñani ca bharatarsabha «¡Oh, el mejor de los Bharatas!, cuatro clases de hombres piadosos comienzan a ofrecerme servicio devocional: el afligido, el que desea riquezas, el inquisitivo, y aquel que busca conocimiento acerca del Absoluto». Si realmente queremos ser piadosos y cultivar nuestra vida devocional, tenemos que relacionarnos constantemente con un sadhu. Entonces podremos adquirir un cierto gusto por Krishna. Cuando hablamos de Krishna con un sadhu, la conversación se hace muy placentera, y se desarrolla en nosotros un gusto, que recibe el nombre de rasa o melosidad. Rasa es el placer que sentimos al beber algo muy refrescante cuando estamos sedientos. Krishna nos ha dado la instrucción de que pensemos en Él cuando bebamos agua. No es algo muy difícil. Krishna también nos dice que pensemos en Él cuando veamos la luz del Sol por la mañana. Preguntamos: «¿Me puedes mostrar a Dios?». ¿Por qué preguntar esto? Dios Se está mostrando a Sí mismo. ¿Por qué cerramos los ojos para verlo? Él dice: «Yo soy esto, Yo soy aquello». No esperemos ver a Dios inmediatamente; pero podemos capacitarnos para ver a Dios mediante la relación con un sadhu. En la actualidad hay mucha gente que desea recibir un título de una gran universidad, pero la educación sin conciencia de Dios es solamente una expansión de la influencia de maya. Puesto que la ilusión roba el conocimiento, las universidades lo único que hacen es poner obstáculos en el sendero de conciencia de Dios. La entidad viviente está cubierta por la ilusión desde que llega al mundo material, y la supuesta educación de alto nivel únicamente aumenta esa ilusión. Buscando la felicidad material en esta vida temporal, la entidad viviente ha olvidado que es el sirviente eterno de Krishna. Incluso si alguien es feliz en la vida temporal, su felicidad es una ilusión, porque a nadie se le permite quedarse y disfrutar de su felicidad. Estos conceptos deben entenderse en compañía de devotos. El devoto lo sabe todo, porque ha visto a la Suprema Verdad Absoluta, Krishna. ¿Cuál es el objetivo de vedanta-darsana? Veda significa «conocimiento», y anta significa «último». ¿Cuál es el conocimiento más elevado? En la Bhagavad-gita (15.15), Sri Krishna dice: vedais ca sarvair aham eva vedyo vedanta-krd veda-vid eva caham «Mediante todos los Vedas, es a Mí a quien hay que conocer. Yo soy, en efecto, el compilador del Vedanta, y el que conoce los Vedas». Si escuchamos a Krishna y comprendemos qué y quién es Él, podremos entender verdaderamente el Vedanta. Si no entendemos a Krishna pero nos presentamos como vedantistas, estamos simplemente bajo el influjo de la ilusión. Sin entender a Krishna, uno es en realidad un mudha, un necio. La gente no lo sabe, pero en el mundo material todos somos más o menos mudhas. Todos somos mudhas, pues si no lo fuésemos, no habríamos venido al mundo material. Desde Brahma hasta la pequeña hormiga, todos somos mudhas de diferentes grados. Para ser verdaderamente eruditos, tenemos que relacionarnos con devotos. Entonces podremos saborear de verdad el krsna-katha. Entre devotos, el krsna-katha es placentero para el oído y el corazón. Esto requiere un pequeño entrenamiento, y ese entrenamiento lo dan los devotos. Debemos seguir a los devotos en su vida práctica, en su trabajo diario, y en su comportamiento. Cultivo significa práctica, y los grandes acaryas nos han dado un método que podemos cultivar. Por ejemplo, El Néctar de la Devoción, de Srila Rupa Gosvami, analiza el cultivo del servicio devocional, y ese libro, que ya hemos traducido, ha sido muy bien recibido en las universidades europeas y americanas. El Bhakti-rasamrta-sindhu, El Néctar de la Devoción, es la verdadera ciencia del bhakti. El bhakti no es sentimental: es una gran ciencia, que tenemos que aprender de forma científica. No hay que esperar a otra vida para cultivar el servicio devocional. Podemos leer El Néctar de la Devoción, vivir con devotos, levantarnos temprano por la mañana para asistir a mangala-arati, estudiar las Escrituras védicas, tomar prasada, y predicar conciencia de Krishna. Maya es muy fuerte, y empezar el servicio devocional es declarar la guerra a maya. En este movimiento para la conciencia de Krishna es posible que algunos devotos caigan, pero cualquier servicio sincero que hayan hecho es un mérito permanente en su haber. Esto se confirma en la Bhagavad-gita. Si alguien hace un pequeño servicio devocional, no desciende a las especies inferiores, sino que obtiene de nuevo la forma humana. Hay 8.400.000 especies, pero al devoto caído se le garantiza una vida humana. Aquel que se vuelva consciente de Krishna tiene asegurado un buen nacimiento en su próxima vida. Sin embargo, si se vuelve completamente consciente de Krishna en esta vida, no nacerá de nuevo, sino que irá a Krishna. Esto es lo que en realidad deseamos. ¿Por qué correr el riesgo de nacer en una familia rica o en una familia de brahmanas? La verdad es que semejante nacimiento es muy arriesgado, porque de hecho no hay ninguna garantía. En general, los ricos no se preocupan en lo más mínimo por volverse conscientes de Krishna, y los que nacen en familias de brahmanas generalmente se vuelven orgullosos y piensan: «Soy un brahmana; he nacido en una familia muy elevada». Esa mentalidad los hace caer. Se dice que el orgullo precede a la caída. El vaisnava, por naturaleza, es muy humilde. Ésos son los riesgos que corre aquel que nace como ser humano. Krishna personalmente nos aconseja que aprovechemos la oportunidad que nos ofrece el movimiento para la conciencia de Krishna. Debemos aprovecharla y no correr el riesgo de cometer suicidio espiritual. Ése es el proceso para entender a la Verdad Absoluta, la Persona Suprema, el Ser Supremo. En el Absoluto no hay contradicciones. El nombre, la forma, las actividades, las pertenencias y los atributos de Krishna son todos idénticos a Krishna. Eso es lo que significa absoluto. No hay diferencia entre la forma de Krishna y Krishna. Las manos de Krishna y las piernas de Krishna no son diferentes. En el mundo material, hay diferencia entre nuestra mano izquierda y nuestra mano derecha, entre la nariz y la oreja, pero en Krishna esas dualidades no existen. Eso es lo que significa absoluto. Como se afirma en la Brahma-samhita (5.32): angani yasya sakalendriya-vrttimanti pasyanti panti kalayanti ciram jaganti ananda-cinmaya-sad-ujjvala-vigrahasya govindam adi-purusam tam aham bhajami «Yo adoro a Govinda, el Señor primigenio, cuya forma trascendental está plena de bienaventuranza, verdad y sustantividad y, por ello, plena del más deslumbrante resplandor. Cada uno de los miembros de Su figura trascendental posee, en Sí mismo, las funciones íntegras de todos los órganos, y ve, mantiene y supervisa eternamente los infinitos universos, tanto espirituales como terrenales». Las distintas partes de nuestros cuerpos cumplen diferentes funciones, pero en el cuerpo de Krishna cualquier miembro sirve para ejecutar cualquier función. Krishna puede comer por los ojos, Krishna puede ir a cualquier parte con sólo pensarlo. El Absoluto es advaita. En el Absoluto no hay dualidad. Todo es uno. Nuestra enfermedad material radica en el deseo de satisfacer los sentidos. Ya hemos explicado que la gente identifica el progreso de la civilización con el progreso en la complacencia de los sentidos, pero el bhakti es exactamente lo opuesto. Mientras nos interese la complacencia de los sentidos, no puede haber bhakti. Tenemos que reducir nuestra tendencia a la complacencia de los sentidos y aumentar nuestras actividades devocionales. Hemos explicado también que el cautiverio material significa que mientras tenemos un cuerpo estamos creando otro. Krishna, por medio de la naturaleza, nos dará todo lo que necesitemos para disfrutar de los sentidos. Actualmente, en los países occidentales se ha puesto de moda ir por ahí corriendo desnudo. Por ello, la naturaleza dará a esas personas la oportunidad de pasarse muchos años desnudos en cuerpos de árboles. ¿Por qué recibimos distintos cuerpos? Porque tenemos diferentes tendencias en la forma de complacer los sentidos. Para que nuestra vida espiritual comience, tenemos que llegar a aborrecer la complacencia de los sentidos. Eso puede conseguirse por medio del bhakti. Aunque Krishna está más allá de nuestra visión, ha permitido que Le veamos en la Deidad, el arca-vigraha. No debemos pensar que la Deidad está hecha de piedra. Aun si es de piedra, debemos pensar que Krishna Se ha manifestado ante nosotros en forma de piedra, porque nosotros sólo podemos ver ese tipo de formas. Ésa es la misericordia de Krishna. Como nuestros ojos y demás sentidos son imperfectos, no podemos ver a Krishna en todas partes en Su forma espiritual original. Como somos imperfectos, hacemos diferencias entre cosas espirituales y cosas materiales, pero Krishna, siendo Absoluto, no hace tales distinciones. Él puede manifestarse espiritual o materialmente, según desee, y para Él esto no representa ninguna diferencia. Siendo todopoderoso y omnipotente, Krishna puede cambiar la materia en espíritu y el espíritu en materia. Por lo tanto, no debemos pensar que estamos adorando ídolos, como creen los ateos. Aunque fuera un ídolo, aun así es Krishna. Así es la naturaleza absoluta de Krishna. Incluso si pensamos que la Deidad es una piedra, un pedazo de metal o un trozo de madera, aun así es Krishna. Para entender esto debemos tener bhakti. Si somos un poco reflexivos y filosóficos, y si tenemos una ligera inclinación hacia el bhakti, podemos entender que Krishna está presente en la piedra. En realidad, no hay nada diferente de Krishna, porque todo es energía de Krishna. Los filósofos mayavadis dicen que, como todo es Dios, la personalidad de Krishna se ha disuelto. Pero en realidad Krishna es Krishna, y al mismo tiempo lo es todo. Aparte del bhakti, no hay ningún otro proceso que nos permita entender esto. Cuando un bhakta ve un árbol, ve a Krishna. Como se explica en el Caitanya- caritamrta (Cc. Madhya 8.274): sthavara-jangama dekhe, na dekhe tara murti sarvatra haya nija ista-deva-sphurti El devoto avanzado no ve a los seres vivientes como entidades móviles o inmóviles. Ve a Krishna. Esto se afirma también en la Brahma-samhita (5.38): premañjana-cchurita-bhakti-vilocanena santah sadaiva hrdayesu vilokayanti Como sus ojos están ungidos con el bálsamo de la devoción, el devoto siempre ve a Krishna, y no ve nada más. Ve a Krishna y la energía de Krishna en todas partes. Por ejemplo, como los padres aman al niño, cuando ven sus zapatitos inmediatamente lo ven a él. O si ven su juguete, inmediatamente ven al niño y oyen su voz. De la misma manera, cuando llegamos a sentir un verdadero amor por Krishna, no existe nada más que Krishna. Cuando nuestro amor por Krishna se haya desarrollado por completo, veamos lo que veamos, veremos a Krishna. Excepto el devoto avanzado en krsna-prema, amor por Krishna, nadie puede ver ni entender. Con los torpes sentidos materiales, ni siquiera podemos entender el nombre de Krishna. La gente siempre pregunta: «Y éstos..., ¿por qué cantan Hare Krishna?». No lo pueden entender, aunque la comprensión de Krishna comienza con Su nombre. El nombre de Krishna y Krishna son idénticos, pero esto no lo podemos comprender intelectualmente. Para entenderlo, tenemos que cantar regularmente Hare Krishna. Cuando avancemos en el servicio devocional y cantemos el maha-mantra Hare Krishna sin ofensas, comprenderemos que Krishna y Su nombre no son diferentes. Así pues, el krsna-bhakti comienza con la lengua: podemos usarla para cantar y para saborear krsna-prasada. De esta manera podremos volvernos bhaktas de Krishna. Cuando vemos a la Deidad de Krishna en el templo, debemos pensar que la Deidad es Krishna. Así es como Krishna permite que Le veamos, e incluso que Le vistamos. Sin embargo, si pensamos en el virat-rupa de Krishna, Su forma universal, ¿qué podemos hacer?; ¿cómo podemos vestir el virat-rupa? Sus muchas cabezas cubren el cielo, y ni siquiera podemos formarnos una idea de Él. Krishna puede volverse más grande que lo más grande, y más pequeño que lo más pequeño. Por eso este verso dice: bhaktya pumañ jata- viraga aindriyat: Cuanto más sirvamos a Krishna, cuanto más Le ofrezcamos alimentos, y cuanto más nos esmeremos en vestirle, menos interés sentiremos por nuestro propio cuerpo. En el mundo material, todos se afanan en vestirse muy bien para atraer al sexo opuesto, pero si nos ocupamos en vestir hermosamente a Krishna, olvidaremos nuestro propio vestido material. Si ofrecemos a Krishna sabrosos alimentos, olvidaremos satisfacer nuestra propia lengua yendo de restaurante en restaurante. Krishna estaba enseñando la Bhagavad-gita, y Arjuna Le estaba viendo cara a cara; pero ver a Krishna y leer la Bhagavad-gita es lo mismo. Algunos dicen que Arjuna fue afortunado porque vio a Krishna cara a cara y fue instruido por Él directamente, pero podemos ver a Krishna en cualquier momento, siempre y cuando tengamos ojos para verle. En el Caitanya-caritamrta encontramos el ejemplo del brahmana del sur de la India, que estaba leyendo la Bhagavad-gita aunque era analfabeto. La gente de la localidad sabía que era analfabeto, y se burlaban de él, preguntándole: «¡Eh!, ¿cómo va tu lectura de la Bhagavad-gita?». Un día sucedió que Caitanya Mahaprabhu estaba en un templo cercano, y pudo darse cuenta de que aquel hombre era un devoto. De modo que Se dirigió a él y le preguntó: «Mi querido brahmana, ¿qué estás leyendo?». El brahmana contestó: «Estoy leyendo la Bhagavad-gita, o mejor dicho, estoy tratando de leer la Bhagavad-gita. Yo soy analfabeto, pero mi guru-maharaja me ha dicho que debo leer los dieciocho capítulos de la Bhagavad-gita todos los días. Estoy tratando de cumplir su orden, y por eso voy pasando las páginas». Caitanya Mahaprabhu le dijo entonces: «Veo que a veces se te saltan las lágrimas. ¿Por qué estás llorando?». El brahmana contestó: «Sí, me pongo a llorar porque cuando tomo el libro veo la pintura de Krishna conduciendo la cuadriga de Arjuna. Sri Krishna es tan bondadoso que ocupa el puesto de sirviente de Su devoto. Por eso, cuando veo esta pintura, se me salen las lágrimas». Entonces el Señor Caitanya Mahaprabhu abrazó al brahmana y le dijo: «Tú realmente has leído la Bhagavad-gita». No se necesita una amplísima formación. Ni siquiera hay que conocer el idioma. El único elemento indispensable es bhakti, amor. Si alguien se vuelve un bhakta puro, se olvidará de todo el disfrute material de los sentidos. Ser bhakta es algo más que llevar tilaka y hábitos. Aquel a quien le guste el disfrute material de los sentidos no es bhakta. Un verdadero bhakta no desea satisfacer sus sentidos, sino los de Krishna. Así es en el mundo espiritual. En el mundo espiritual, en Vrndavana, todos —madre Yasoda, Nanda Maharaja, Srimati Radharani, las gopis, los pastorcillos de vacas, Sridama, Sudama, la tierra, el agua, los árboles, los pájaros, todos— están tratando de complacer a Krishna. Ése es el verdadero significado de Vrndavana. Cuando Krishna Se fue de Vrndavana a Mathura, en Vrndavana todos cayeron muertos al verse separados de Él. De la misma manera, si enloquecemos por Krishna, podemos vivir siempre en Vrndavana, en Vaikuntha. Ésta es la enseñanza de Caitanya Mahaprabhu, y éste es el ejemplo de Su propia vida. Cuando vivía en Jagannatha Puri, Se desesperaba día y noche buscando a Krishna. Pasó los últimos doce años de Su vida absorto en esa desesperación. A veces Se tiraba al océano, y vagaba por todas partes como un loco. Por supuesto, esto no es para las entidades vivientes comunes. Sin embargo, si nos volvemos bhaktas, descubriremos la inteligencia que está detrás de todo lo que hay en la creación. Si tomamos una flor y vemos su constitución, cómo está hecha, cómo se combinan sus colores y cómo nace a la vida, podemos ver a Krishna. Podemos ver la gran inteligencia de Krishna, que ha creado una cosa tan hermosa. No debemos ser sinverguenzas y considerar que algo tan hermoso se produjo de manera automática. Los necios no pueden ver, pero los inteligentes puede ver la mano del Señor Supremo detrás de todo lo que hay en la creación. Isavasyam idam sarvam. En realidad, nada se produce automáticamente. Todo se manifiesta gracias a la inteligencia de Krishna, gracias a la exactitud y precisión de Sus poderes. Si nosotros pintamos una flor, tendremos que tener en cuenta muchos detalles, y aun así, nuestra flor no será perfecta en todos los aspectos. Pero la flor producida por Krishna ha salido perfecta. ¿Qué sinverguenza puede decir que no hay ningún cerebro detrás de la flor? Krishna dice específicamente que no debemos pensar que prakrti, la naturaleza, funciona automáticamente. Dice: «La naturaleza funciona bajo Mi dirección». Simplemente hay que tener los ojos para ver cómo está ocurriendo esto. Podremos lograrlo si ocupamos nuestros sentidos en servicio a Krishna. Ante todo, tenemos que ocupar la lengua en cantar Hare Krishna y en comer bhagavat-prasada. No se necesita nada más. Por esta razón, el movimiento para la conciencia de Krishna está distribuyendo prasada e induciendo a la gente a cantar el maha-mantra Hare Krishna.
VERSO 27 asevayayam prakrter gunanam jñanena vairagya-vijrmbhitena yogena mayy arpitaya ca bhaktya mam pratyag-atmanam ihavarundhe TRADUCCIÓN Aquellos que no se ponen al servicio de las modalidades de la naturaleza material, sino que cultivan su conciencia de Krishna, es decir, conocimiento con renunciación, y que practican yoga, en el cual la mente está siempre fija en el servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios, obtienen Mi compañía en esta misma vida, pues Yo soy la Suprema Personalidad, la Verdad Absoluta. SIGNIFICADO Si nos ocupamos en los nueve procesos del bhakti-yoga enumerados en las Escrituras autoritativas, como oír (sravanam), cantar (kirtanam), recordar, adorar, orar y ofrecer servicio personal —ya sea en uno de ellos, o en dos, tres o los nueve—, naturalmente no tenemos oportunidad de ocuparnos en el servicio de las tres modalidades de la naturaleza material. A menos que tengamos buenas ocupaciones espirituales, no podemos desapegarnos del servicio a la materia. Por eso los no devotos se interesan en obras supuestamente filantrópicas o humanitarias, como abrir hospitales o instituciones caritativas. No cabe duda de que son buenas obras, en el sentido de que son actividades piadosas, y puede que a quienes las realizan se les dé la oportunidad de gozar de la complacencia de los sentidos, ya sea en esta vida o en la siguiente. El servicio devocional, sin embargo, está más allá de los límites de la complacencia de los sentidos, ya sea en esta vida o en la siguiente. Es una actividad completamente espiritual. Si nos ocupamos en las actividades espirituales del servicio devocional, no nos ocupamos en actividades de complacencia de los sentidos. Las actividades conscientes de Krishna no se ejecutan ciegamente, sino con un perfecto entendimiento del conocimiento y la renunciación. Esta clase de práctica de yoga, en la cual la mente está siempre fija en la Suprema Personalidad de Dios mediante la devoción, conduce a la liberación en esta misma vida. La persona que realiza esas actividades se pone en contacto con la Suprema Personalidad de Dios. Por esta razón, el Señor Caitanya aprobó el proceso de escuchar los pasatiempos del Señor de labios de devotos iluminados. No importa la categoría mundana a que pertenezca el auditorio. Aquel que escuche mansa y sumisamente las actividades del Señor de labios de un alma iluminada, podrá conquistar a la Suprema Personalidad de Dios, a quien no se puede conquistar por ningún otro medio. Escuchar a los devotos y relacionarse con ellos son las prácticas más importantes del proceso de autorrealización. En Goloka Vrndavana las entidades vivientes sirven a Krishna como amigos, pastorcillos de vacas, gopis, amantes, padres, madres, etc. En Goloka Vrndavana sirven a Krishna incluso los árboles, el agua, las flores, la tierra, los terneros y las vacas. Ése es también nuestro deber, pero, por una u otra causa, no nos gusta servir a Krishna; por lo tanto, hemos sido puestos al servicio de maya en el seno de las tres modalidades de la naturaleza material. Cuando un delincuente no quiere obedecer las leyes del Estado, es encerrado en prisión y obligado a seguirlas. Como partes integrales de Krishna, nuestra posición constitucional es servirle a Él, y tan pronto como nos negamos a ofrecerle servicio, aparece maya inmediatamente, nos captura y nos ordena: «Sírveme a mí». Nuestra naturaleza no es ser amos. Incluso si llegamos a serlo, no seremos felices, porque es artificial. Por ejemplo, si la mano piensa: «¡Oh!, ahora que tengo estos dulces tan sabrosos, me los voy a comer», acabará frustrándose. El deber y la función de la mano es llevar el alimento a la boca. Al hacerlo así, la mano se alimenta; de lo contrario, todo se echa a perder. Del mismo modo, somos partes integrales de Krishna, y nuestra función es complacer a Krishna. Los Vedas nos enseñan que Dios, aunque es uno, Se ha expandido en muchos. Nosotros somos las muchas partes integrales de Krishna. Sus expansiones personales son svamsas, y nosotros somos Sus expansiones diferenciales, vibhinnamsas. En todo caso, todas las expansiones deben servir a Krishna. Esto se explica en el Caitanya-caritamrta (adi 5.142): ekale isvara krsna, ara saba bhrtya: «El Señor Krishna es el único controlador supremo, y todos los demás somos Sus sirvientes». Nuestra tendencia natural es disfrutar con Krishna. Como ya se explicó, Krishna es ananda-maya, y, siendo partes integrales de Krishna, nosotros somos también ananda-maya. Ahora estamos buscando ananda (bienaventuranza) en distintas atmósferas. Con nuestra pequeña independencia, hemos decidido ir a la prisión de la naturaleza material y tratar de servir a nuestros sentidos, en vez de servir a Krishna. Ahora tenemos que aprender a dejar de servir a esta naturaleza material, y el proceso para ello es bhakti-marga, el sendero del servicio devocional. Cuando entendamos que no somos sirvientes de nadie más que de Krishna, habremos alcanzado la autorrealización. Ese logro no es sentimental, sino producto del conocimiento verdadero. Después de muchos nacimientos y muertes, aquel que comprende que vasudevah sarvam iti, que Vasudeva lo es todo, se entrega a Krishna. Esto es conocimiento verdadero, jñana y vairagya, conocimiento y desapego de las cosas materiales. Una vez que estemos plenamente ocupados en el servicio de Krishna, llegaremos al plano de brahma-bhuta. Ahora estamos en el plano de maya-bhuta, identificándonos con maya y actuando según las modalidades de la naturaleza material. Sin embargo, cuando comprendamos que somos espíritu (aham brahmasmi), inmediata-mente seremos felices. Bajo las modalidades de la naturaleza material, arrastrados por las olas de la naturaleza, no podemos saber adónde iremos a parar. Por eso Bhaktivinoda Thakura dice: mayara vase, yaccha bhese' khaccha habudubu bhai. Somos como hierbecillas en las olas del mar, y estamos completamente a merced de las olas. Los ateos se estremecen al pensar que hay otra vida, porque su vida está llena de pecado y temen ser castigados en la próxima. Hay un proverbio bengalí acerca de una persona que pensaba: «He cometido tantos actos pecaminosos que Yamaraja vendrá a castigarme. ¿Cómo puedo eludirlo?». Después de pensarlo por algún tiempo, decidió: «Voy a untar mi cuerpo con excremento. Así Yamaraja no me tocará». Pero eso es pura tontería. Estamos bajo el control de maya, la naturaleza material, y no es posible evitarlo. La naturaleza material nos ha contagiado su infección, y ningún procedimiento artificial puede salvarnos. El único remedio es entregarnos a Krishna. Krishna dice que Él nos salvará, aunque somos muy pecaminosos. Si volvemos nuestra atención hacia el servicio de Krishna, hacia el bhakti-yoga, podremos tener la fuerza para desprendernos de todos los anarthas, las cosas indeseables. Debemos levantarnos temprano por la mañana y ocuparnos en el servicio de Krishna; entonces, poco a poco nos olvidaremos del servicio a maya. El bhakti-yoga es tan fuerte que, si lo practicamos, automáticamente podremos negarnos a servir a maya. Esto se denomina vairagya. Krishna es el purusa original, el espíritu original, la persona original. Todo proviene de Krishna, y por lo tanto, Él es purana, el más antiguo. Nadie tiene más edad que Krishna, pero Él es siempre joven. Así es Bhagavan. Él es adi, la fuente original, la causa de todas las causas. A pesar de ello, nunca vemos a Krishna viejo. Su frescura y Su juventud siempre permanecen. Aunque en la batalla de Kuruksetra Krishna era ya bisabuelo, no aparentaba más edad que un joven de veinte años. Krishna es siempre un muchacho, y las entidades vivientes del universo espiritual tienen también cuerpos espirituales como el de Krishna. En el Sexto Canto del Srimad-Bhagavatam leemos que los Vaikuntha-dutas que vinieron a buscar a Ajamila tenían cuatro brazos y eran muy hermosos. En el mundo espiritual hay entidades vivientes de cuatro brazos, y todas ellas son nitya-muktas, eternamente liberadas. Por desgracia, ahora somos prisioneros de este mundo material, y tenemos un cuerpo material. Ese cuerpo es cambiante. A veces es joven, y a veces es viejo. Sin embargo, si nos volvemos conscientes de Krishna, no obtendremos más cuerpos materiales después de dejar éste. Iremos de regreso al hogar, de vuelta a Dios, y obtendremos nuestro cuerpo original espiritual, un cuerpo hermoso semejante al de Krishna, Narayana. Debemos aprovechar esta oportunidad de volvernos devotos de Krishna siguiendo los procesos del bhakti-yoga: sravanam kirtanam visnoh smaranam pada-sevanam arcanam. Podemos adoptar uno de los procesos del servicio devocional, o los nueve, y de este modo alcanzar el éxito en nuestras vidas. Caitanya Mahaprabhu ha recomendado sravanam como el proceso más importante. Solamente necesitamos escuchar, y eso hará que nuestras vidas sean un éxito.
Capítulo 13 Capítulo 13 Conocimiento perfecto por medio de la entrega
VERSO 28 devahutir uvaca kacit tvayy ucita bhaktih kidrsi mama gocara yaya padam te nirvanam añjasanvasnava aham TRADUCCIÓN Al escuchar esta afirmación del Señor, Devahuti preguntó: ¿Qué clase de servicio devocional puedo cultivar y practicar que me ayude a alcanzar fácil y rápidamente el servicio a Tus pies de loto? SIGNIFICADO En la Bhagavad-gita se afirma que nadie está excluido del servicio al Señor. Mujer, obrero o comerciante, aquel que se ocupe en el servicio devocional del Señor alcanza el más elevado nivel de perfección y va de regreso al hogar, de vuelta a Dios. La misericordia del maestro espiritual determina y fija el servicio devocional más adecuado para cada devoto. Por lo tanto, aquel que desee liberarse de las miserias de la naturaleza material debe dirigirse a un maestro espiritual genuino con una actitud inquisitiva y sumisa. Arjuna aceptó la autoridad de Krishna diciendo: «Mi querido Krishna, ya no quiero seguir hablándote como amigo, porque esas conversaciones amistosas no me serán ahora de ningún provecho». Por lo común, cuando hablamos con un amigo lo hacemos para pasar el rato, pero cuando nos dirigimos al maestro espiritual, debemos ser sumisos. Los amigos se tratan como iguales, pero ésa no es la manera de dirigirse a un maestro espiritual. Si no somos sumisos, no podremos recibir instrucciones sublimes. Arjuna nos enseña a ser sumisos al abandonar su relación amistosa con Krishna, la Suprema Personalidad de Dios. Dice: «Ahora soy Tu discípulo. Por favor, instrúyeme». Podemos especular durante muchas vidas, durante muchos años, y aun así, no entender el objetivo final de la vida. Por ello, todos los sastras nos aconsejan que busquemos un guru. La palabra guru significa «pesado». Aquel que posee mucho conocimiento es pesado en conocimiento. Ésa es la forma correcta de ver al guru genuino, y no hay que pensar: «Yo ya lo sé todo; ¿quién me va a enseñar a mí?». Nadie puede hablar así, pues todo el mundo necesita aprender. En el sistema védico, al niño se le envia al guru-kula a muy temprana edad para que se forme en el conocimiento espiritual desde el principio. En el guru-kula el niño vive como brahmacari y hace servicios humildes. Tal vez sea hijo de un gran brahmana o de un gran rey; no importa: en el guru-kula pasa a ser inmediatamente un humilde sirviente del guru. Si el guru le ordena hacer un servicio humilde, él está dispuesto a hacerlo. Ésa es la vida de brahmacari. Incluso Krishna fue al guru-kula, para enseñarnos. Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, no tenía necesidad de ir al guru- kula, pero lo hizo tan sólo para dar ejemplo. También Caitanya Mahaprabhu aceptó un guru. Prakasananda Sarasvati era un gran erudito, y sabía que Caitanya Mahaprabhu también lo era, pero, convencido de que un sannyasi debe consagrar toda su atención a la lectura del Vedanta, criticó a Caitanya Mahaprabhu por cantar y bailar. No Le consideraba un sannyasa genuino; le parecía un sentimental. Prakasananda Sarasvati Le preguntó: «¿Por qué no lees el Vedanta-sutra? ¿Por qué estás cantando y bailando?». Caitanya Mahaprabhu respondió: prabhu kahe—suna, sripada, ihara karana guru more murkha dekhi' karila sasana «En realidad Yo no soy muy erudito, y Mi guru ha dicho que soy el tonto número uno. Dijo que, por esa razón, Yo no puedo leer el Vedanta-sutra, pues el Vedanta-sutra no es para la gente común. Por lo tanto, Mi guru Me aconsejó que cantase este maha-mantra Hare Krishna; Yo así lo hago, y estoy obteniendo los resultados» (Cc. adi 7.71). En estos días de Kali-yuga, la gente no tiene mucha educación. Solamente se dedican a ganar dinero para llenarse la barriga. La filosofía vedanta no es para la gente común, ni siquiera si se trata de gente con estudios. Exige un gran conocimiento de sánscrito y de filosofía. Por supuesto, Caitanya Mahaprabhu, siendo la Suprema Personalidad de Dios, lo sabe todo; pero en aquel momento estaba haciendo el papel de una persona común, a fin de instruir a una sociedad inculta e ignorante. En esta era a la gente ni siquiera le interesa leer el Vedanta-sutra. Están tan infectados por la influencia de maya, que no se interesan ni siquiera por entender que hay vida después de la muerte, o que hay 8.400.000 formas de vida. A veces, cuando escuchan que por actuar de cierta manera se volverán árboles, perros, gatos, insectos o incluso seres humanos, dicen que saber eso ni siquiera les interesa. A veces dicen: «No me importa si me convierto en perro, ¿qué hay de malo en ello? Lo único que va a pasar es que me voy a olvidar de todo». En los países occidentales hay muchos estudiantes univesitarios que hablan así. Se han vuelto tan ignorantes que se les califica de mandas. Anteriormente, en la India, los brahmanas estaban interesados en entender el Brahman. Athato brahma-jijñasa. Sin embargo, en la actualidad todo el mundo es sudra, y a nadie le interesa entender el Brahman. A la gente lo único que le interesa es ir al cine y ganar más dinero. La vida humana es para que entendamos nuestra situación, y debemos aceptar las instrucciones de la Bhagavad-gita. Arjuna, al aceptar a Krishna como guru, nos está enseñando personalmente. Le pide a Krishna que sea su maestro espiritual y que le enseñe. Las lecciones dadas por Sri Krishna no van dirigidas únicamente a Arjuna, sino a todos. En la Bhagavad-gita, Krishna nos dice que debemos buscar un guru. El primer guru es el propio Sri Krishna, y también es guru cualquiera que represente a Sri Krishna. Si yo soy un hombre de negocios, aquel que sale a procurarme clientes y pedidos actúa como mi representante. Sin embargo, si dice ser mi representante y prepara pedidos en mi nombre, pero usa el dinero para otra cosa, en realidad no es mi representante. El representante de Krishna no dice: «Yo me he vuelto Krishna». Esa persona no es ni representante ni guru. Es un simple engañador. Es representante de Krishna quien da a conocer a Krishna. Krishna dice: «Abandónalo todo y entrégate a Mí». El representante de Krishna dice: «Abandónalo todo y simplemente entrégate a Krishna». Eso no es nada difícil de entender. Cualquiera puede ser representante de Krishna. No obstante, en los últimos doscientos años muchos yogis y svamis han ido al extranjero, pero ninguno de ellos ha hablado sobre Krishna. Se han limitado a presentar un popurrí de filosofía india. Ninguno ha presentado verdaderamente la cultura védica tal como es. Debemos leer la Bhagavad-gita tal como es y entender la filosofía tal como Arjuna la entendió. Arjuna era amigo de Krishna. Estaba sentado junto a Krishna y hablaba con Él como quien habla con un amigo. En el Capítulo Once, después de haber visto la forma universal, Arjuna dijo a Krishna: «Considerándote mi amigo y sin conocer Tus glorias, Te he llamado irreflexivamente "¡oh, Krishna!, "¡oh, Yadava!, "¡oh, amigo mío!''. Por favor, perdona todo lo que haya hecho por locura o por amor». Arjuna entendió que Krishna, aunque era su amigo, era la Suprema Personalidad de Dios, y por lo tanto, la persona indicada para ser su guru. Por eso, al principio de la Bhagavad-gita (2.7), Le dijo a Krishna: sisyas te 'ham sadhi mam tvam prapannam: «Ahora soy Tu discípulo y un alma entregada a Ti. Por favor, instrúyeme». Ésas son las enseñanzas que recibimos de la Bhagavad-gita, y cualquiera que lea la Bhagavad-gita tiene que aceptar que Krishna es el guru. Tenemos que ofrecer servicio a un guru y entregarnos a él. Y no se trata de aceptar a cualquiera como guru. El guru debe ser representante de Krishna; entonces podemos entregarnos. Entregarse significa que aceptaremos lo que el guru diga. No es correcto pensar: «La orden de mi guru no me importa, pero sigo siendo su discípulo». Eso no es aceptar un guru. Por supuesto, está de moda aceptar un guru de esa manera, pero eso no va a ayudar a nadie. En cuanto Krishna tomó el papel de guru de Arjuna, inmediatamente le reprendió. Sri Krishna le dijo: asocyan anvasocas tvam prajña-vadams ca bhasase gatasun agatasums ca nanusocanti panditah «Mientras hablas con palabras doctas, te lamentas por lo que no es digno de lamentación. Aquellos que son sabios no se lamentan ni por los vivos ni por los muertos» (Bg. 2.11). Con esas palabras, Krishna estaba diciendo a Arjuna que era el tonto número uno por lamentarse por cosas de las que no hay que lamentarse. Arjuna se lamentaba por el cuerpo, pensando en lo horrible que sería la muerte de sus familiares en la guerra. Ésa no era la meditación más apropiada para él. El hombre sabio debe meditar en la salvación del alma. Por eso, Sri Krishna explicó en primer lugar la diferencia entre el cuerpo y el alma. El interés de este movimiento para la conciencia de Krishna también es el alma, y por eso hemos escogido la palabra «conciencia», porque la conciencia se refiere al alma. La conciencia es el síntoma de la presencia del alma en el cuerpo. Éste siente placer y dolor porque en su interior está el alma. Cuando el alma deja el cuerpo, podemos cortarlo en pedazos, y no protesta. Esto se debe a que la conciencia ha abandonado el cuerpo. Sentimos placer y dolor porque la conciencia está presente, y Krishna nos informa de que lo eterno es esa conciencia, no el cuerpo. Para entender que la conciencia es eterna, tenemos que purificarla. Si podemos hacer eso, nuestras vidas serán un éxito. A la hora de la muerte, nuestra conciencia nos lleva a otro cuerpo. La mente, la inteligencia y el ego constituyen el cuerpo sutil, pero el alma espiritual es todavía más sutil. Sabemos que poseemos una mente, aunque no podemos verla. Tampoco podemos ver la inteligencia, ni el ego, ni el alma. Sólo podemos ver el cuerpo material denso, y cuando este cuerpo material denso llega a su fin, decimos que todo ha terminado. Para entender esas cosas tenemos que acudir a un guru, tal como Arjuna acudió a Sri Krishna. Con un lenguaje muy cortés, Sri Krishna le dijo a Arjuna que no era una persona culta. En esencia, le dijo: «Tú no eres un pandita. Trata de entender, por lo menos, que la vida verdadera es la vida del alma». El concepto védico de educación consiste en cuidar del alma. El alma ahora está enjaulada, corporificada, enredada en asuntos materiales. El alma está sufriendo, y si la rescatamos de las garras de la materia, nos beneficiaremos. Eso es verdadera educación. Para recibir esa educación tenemos que buscar al guru cualificado. Krishna es el guru, y la encarnación de Krishna, Kapiladeva, es también el guru. Krishna nos informa de que Él es el propietario del cuerpo; esto lo ha explicado de muchas maneras. Ha afirmado que el alma nunca puede ser cortada en pedazos, quemada por el fuego, humedecida por el agua, ni marchitada por el viento. La materia reacciona con la materia, pero el alma no pertenece al mundo material. Esto significa que el alma está por encima de las acciones y reacciones de la materia. En el mundo material pueden fundirse incluso el hierro o la piedra, pero las leyes de la naturaleza material no se aplican al alma espiritual. Para entender esos temas, debemos ser prudentes y acudir a un representante de Krishna, evitando a los falsos gurus, que son como ciegos que tratan de guiar a otros ciegos. Debemos ir a aquel que tiene los ojos abiertos, a aquel que ha visto la Verdad Absoluta. La Verdad Absoluta es como el Sol, que sale para que todos lo vean. El Sol no se esconde, pero nosotros podemos tratar de escondernos de él cerrando las puertas. Para ver el Sol, tenemos que abrir la puerta. De modo similar, Krishna está ahí, Dios está ahí, y para aprender quién es Dios y qué es Dios, tenemos que acercarnos a Krishna y recibir las enseñanzas de la Bhagavad-gita. Los sinverg$uenzas no harán eso, sino que inventarán cualquier filosofía. En realidad no es difícil, porque contamos con las instrucciones de Krishna y con el propio Krishna. Krishna es tan bondadoso que dice: «Muy bien, si no Me puedes entender de esta manera, contémplame en el agua; y si tampoco así Me puedes entender, contémplame en la luz del Sol». ¿Es muy difícil esto? No es nada difícil; pero somos muy obstinados. Por otra parte, maya es muy fuerte, y tan pronto como tratemos de aceptar que Krishna es el Señor Supremo, ella nos susurrará al oído: «No, no. Hay muchos dioses. ¿Por qué estás aceptando a Krishna?». Sin embargo, los sastras dicen: krsnas tu bhagavan svayam... isvarah paramah krsnah: «Krishna es la Suprema Personalidad de Dios». Nuestro conocimiento debe venir de los acaryas y de los sastras. Hay muchos grandes acaryas, por lo menos en la India: Ramanujacarya, Madhvacarya, Visnusvami, e incluso Sankaracarya y Guru Nanak. Todos ellos han aceptado que Krishna es la Suprema Personalidad de Dios. Entonces, ¿por qué debemos rechazarlo nosotros? ¿Por qué debemos aceptar un competidor? No debemos estar siempre especulando con nuestra mente, sino que debemos aceptar a Krishna siendo completamente conscientes de Él, y ser felices. Esto es posible con la ayuda del guru; por esa razón, Devahuti continúa haciendo preguntas a su hijo, Kapiladeva.
VERSO 29 yo yogo bhagavad-bano nirvanatmams tvayoditah kidrsah kati cangani yatas tattvavabodhanam TRADUCCIÓN El sistema de yoga místico, como Tú has explicado, tiene como objetivo a la Suprema Personalidad de Dios, y su finalidad es acabar por completo con la existencia material. Por favor, explícame la naturaleza de ese sistema de yoga. ¿De cuántas maneras se puede conocer en verdad ese yoga sublime? SIGNIFICADO Hay distintos sistemas de yoga místico, cuyos objetivos son distintas fases de la Verdad Absoluta. El objetivo del sistema de jñana-yoga es la refulgencia impersonal del Brahman; el sistema de hatha-yoga tiene como meta el aspecto personal localizado, el aspecto Paramatma de la Verdad Absoluta; mientras que el bhakti-yoga, el servicio devocional —que se ejecuta de nueve maneras distintas, comenzando con oír y cantar— busca la comprensión global del Señor Supremo. Hay distintos métodos de autorrealización, pero aquí Devahuti se refiere en especial al sistema de bhakti-yoga, cuyos aspectos esenciales ya han sido explicados por el Señor. Los distintos procesos del sistema de bhakti-yoga son: escuchar, cantar, recordar, ofrecer oraciones, adorar al Señor en el templo, aceptar servirle, obedecer Sus órdenes, hacer amistad con Él, y por último, entregarlo todo en el servicio del Señor. La palabra nirvanatman es muy significativa en este verso. Sin aceptar el proceso de servicio devocional, no podemos poner fin a la existencia material. En lo que a los jñanis respecta, están interesados en jñana-yoga, pero incluso aquel que después de enormes austeridades se eleva hasta la refulgencia del Brahman, corre el riesgo de caer de nuevo al mundo material. Por lo tanto, el jñana-yoga no acaba definitivamente con la existencia material. Lo mismo ocurre con el sistema de hatha-yoga, cuyo objetivo es Paramatma, el aspecto localizado del Señor; la experiencia es que muchos yogis caen, como en el caso de Visvamitra. Pero los bhakti- yogis, una vez que llegan a la Suprema Personalidad de Dios, nunca regresan al mundo material. Esto se confirma en la Bhagavad-gita. Yad gatva na nivartante: Después de ir, nunca se regresa. Tyaktva deham punar janma naiti: Tras abandonar este cuerpo, nunca se regresa de nuevo para aceptar otro cuerpo material. La existencia del alma no se termina con el nirvana. El alma es eterna. Por lo tanto, nirvana significa el final de la existencia material, y el final de la existencia material consiste en ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. A veces se pregunta cómo cae la entidad viviente del mundo espiritual al mundo material. Aquí está la respuesta. Quien no se eleve hasta los planetas Vaikunthas y esté en contacto directo con la Suprema Personalidad de Dios, tiene la propensión a caer, bien sea de la comprensión impersonal del Brahman o de un trance de meditación extático. En este verso hay otra palabra muy significativa: bhagavad-banah. Banah significa «flecha». El sistema del bhakti-yoga es como una flecha que apunta a la Suprema Personalidad de Dios. El sistema del bhakti-yoga nunca nos impulsa hacia la refulgencia impersonal del Brahman, ni hacia el estado de la comprensión de Paramatma. Ese banah, esa flecha, es tan veloz y aguda que va directamente a la Suprema Personalidad de Dios, atravesando las regiones del Brahman impersonal y del Paramatma localizado. Debemos entender a la Persona Suprema, tattvatah, en verdad. Por lo general, a la gente no le interesa saber de Dios ni de la relación que tienen con Él. Sin embargo, ése es el propósito de toda la enseñanza de los Vedas. Primero tenemos que conocer a Dios, después nuestra relación con Él. El siguiente paso es actuar conforme a esa relación. Krishna afirma que, entre muchos millones de personas, tal vez una esté interesada en conocer el propósito de la vida. Quien no logre entender que ésa es la finalidad de la vida humana no es mejor que un animal. No sólo tenemos que entender a Dios y nuestra relación con Él, sino también cómo actuar conforme a esa relación. De esa manera podremos hacer que nuestras vidas sean perfectas. Aquel que es un siddha se conoce a sí mismo, es decir, entiende aham brahmasmi: «Yo no soy el cuerpo». Ésa es la comprensión Brahman, el estado de brahma-bhuta. Quien alcanza ese estado experimenta gran felicidad. Sin embargo, debemos continuar progresando y llegar al nivel del bhakti-yoga, donde hay diversidad y ananda, bienaventuranza. Como dijimos antes, buscamos la diversidad espiritual, y si no entramos en el mundo espiritual, caeremos de nuevo a la atmósfera material. En la Brahma-samhita (5.29-30) se habla de la diversidad del mundo espiritual: cintamani prakara-sadmasu kalpa-vrksa- laksavrtesu surabhir abhipalayantam laksmi-sahasra-sata-sambhrama-sevyamanam govindam adi-purusam tam aham bhajami venum kvanantam aravinda-dalayataksam barhavatamsam asitambuda-sundarangam kandarpa-koti-kamaniya-visesa-sobham govindam adi-purusam tam aham bhajami «Yo adoro a Govinda, el Señor primigenio, el primer progenitor, que está cuidando las vacas, cumpliendo todos los deseos, en moradas construidas con gemas espirituales y rodeadas de millones de árboles de deseos. Es constantemente servido con gran reverencia y afecto por cientos y miles de diosas de la fortuna. «Yo adoro a Govinda, el Señor primigenio, que es muy diestro en tocar Su flauta, y cuyos ojos son como pétalos de loto; Su cabeza está adornada con una pluma de pavo real; el matiz de Su hermosa figura es del azul de las nubes oscuras, y Su belleza incomparable encanta a millones de cupidos». No debemos pensar que la forma de Krishna es la imaginación de algún artista. En los Vedas se Le describe como venum kvanantam aravinda-dalayataksam. Él toca una flauta, y Sus ojos son como los pétalos de una flor de loto. Lleva una pluma de pavo real, y el color de Su cuerpo es muy hermoso, como el de una nube oscura. Es tan hermoso que atrae a muchos cientos de miles de cupidos (kandarpa-koti-kamaniya-visesa-sobham). Esas descripciones de Govinda se encuentran en los sastras. En el mundo material lo único que hacemos es masticar lo ya masticado, tirarlo, recogerlo y masticarlo de nuevo. La diversidad espiritual no es así. La diversidad espiritual es anandambudhi- vardhanam: aumenta constantemente. Es mayor incluso que el océano, pues el océano no aumenta. El océano tiene unas orillas definidas, unos límites determinados. Sin embargo, el océano de bienaventuranza aumenta constantemente. Cuanto más nos adentremos en esa bienaventuranza espiritual, más dichosos seremos. Los jóvenes del movimiento Hare Krishna cantan el mantra Hare Krishna constantemente. Si ese mantra fuese material, ¿durante cuánto tiempo podrían cantarlo? Un nombre material no puede cantarse durante mucho tiempo, porque el canto se haría aburrido y monótono. Nadie podría estar satisfecho simplemente con cantar Hare Krishna si Hare Krishna no fuese espiritual. Podríamos cantar: «Don José, don José, don José», pero después de una hora estaríamos hartos. Sin embargo, cuanto más avanzamos espiritualmente, más felicidad obtenemos al cantar Hare Krishna. En contacto con Krishna podemos experimentar ananda de manera perfecta. Podemos relacionarnos con Krishna como sirvientes, amigos, padres, madres o amantes conyugales. Hay cinco rasas básicos: santa, dasya, sakhya, vatsalya y madhurya. Esas mismas rasas, o relaciones, las experimentamos en el mundo material, donde nos relacionamos con los demás como padre, hijo, amante, amado, amo, sirviente, etc. Se trata de reflejos desvirtuados de nuestra relación con Krishna en el mundo espiritual. En el mundo material hoy puedo estar disfrutando del amor de mi hijo, pero ese mismo hijo puede ser mañana mi mayor enemigo. No es un amor eterno. Quizás mi hijo no se convierta en un enemigo, pero quizás muera. Quizás hoy ame a algún hombre o a alguna mujer, pero mañana quizás nos separemos. Todo eso se debe a los defectos del mundo material. Sin embargo, en el mundo espiritual esas relaciones nunca se rompen. Siempre mejoran y mejoran, y eso recibe el nombre de perfección. A Krishna Le gusta mucho sacar a pastar las vacas surabhi, pero eso no pueden entenderlo los mayavadis, que dicen: «¿Qué es ese Krishna?». Hasta el Señor Brahma estaba confuso. Dijo: «¿Cómo es posible que adoren a este Krishna, este niño de Vrndavana? Dicen que es la Suprema Personalidad de Dios. ¿Cómo es esto?». También el Señor Indra se confundió. Por lo tanto, si no deseamos confundirnos, tenemos que entender a Krishna tal como es, tal como Él mismo Se explica, o como Lo explica Su representante genuino. Las actividades de Krishna no son comunes; son divinas. En cuanto entendamos esto, nos liberaremos. Sólo tenemos que entender los pasatiempos de Krishna con las gopis. Esos pasatiempos no son ordinarios. En el mundo material, a un hombre joven le gusta bailar con muchas jóvenes, pero la danza de Krishna con las gopis es diferente. Como la gente no puede entender a Krishna, cuando escuchan acerca de la danza de Krishna con las gopis, lo interpretan como una especie de concesión, y dicen: «Bailemos nosotros también con las muchachas». Esto los lleva al infierno. Por lo tanto, tenemos que escuchar las actividades de Krishna de labios de una persona cualificada. No debemos tratar de entender inmediatamente la relación de Krishna con las gopis, pues es muy íntima. Esa relación se explica en el Décimo Canto del Srimad-Bhagavatam, lo cual indica que tenemos que entender a Krishna tal como es leyendo antes los nueve primeros cantos. Cuando hayamos entendido esos nueve cantos, podremos pasar al décimo. De esa manera podremos entender que las actividades de Krishna no son corrientes, sino divinas, y podremos liberarnos inmediatamente. Podemos escuchar acerca de Krishna, cantar Sus nombres, ofrecerle oraciones o adorarle. En todo caso, debemos actuar bajo las directrices de nuestro maestro espiritual o del propio Sri Krishna. Hanuman, por ejemplo, cumplió las órdenes del Señor Rama- candra. Aparentemente no era educado ni podía enseñar el Vedanta, pero por el simple hecho de cumplir las órdenes del Señor Ramacandra, Hanuman alcanzó la perfección. Arjuna, por su parte, consideraba a Krishna su más íntimo amigo. No era un vedantista, era un luchador, un guerrero. No tenía tiempo para estudiar el Vedanta, porque su ocupación era la guerra y la política, pero aun así fue el más grande de los devotos. La gente podría decir: «¡Oh!, Arjuna no era vedantista, ni siquiera era brahmana, ni sannyasi. ¿Cómo pudo Krishna aceptarlo como devoto?». Sin embargo, en la Bhagavad-gita (4.3) Krishna dice que Arjuna es Su muy querido amigo y devoto: bhakto 'si me sakha ceti. Para el devoto no hay impedimentos materiales. En realidad, el bhakti debe ser automático y espontáneo. El servicio a Krishna debe ser inmotivado, pero incluso si hay motivaciones, el servicio que se ofrece a Krishna es beneficioso. Incluso aquel que se acerca a Krishna con algún motivo oculto es considerado piadoso. Dhruva Maharaja, por ejemplo, cuando comenzó a adorar a Krishna, tenía una cierta motivación, pero después de alcanzar la perfección en el servicio devocional, su motivación desapareció. Cuando consiguió ver a Krishna, Le dijo: «No quiero que me des nada. No quiero ninguna bendición que no sea Tu servicio». Si, después de oír acerca de las muchas cualidades trascendentales de Krishna, de alguna manera nos sentimos atraídos al proceso de conciencia de Krishna, nuestra vida será un éxito. Tasmat kenapy upayena manah krsne nivesayet: «De una u otra forma, tenemos que conseguir que nuestra mente se apegue a ser consciente de Krishna» (Bhag. 7.1.32). Entonces Krishna nos ayudará, y desde el interior nos dará inteligencia, tal como indica en la Bhagavad-gita (10.10): tesam satata-yuktanam bhajatam priti-purvakam dadami buddhi-yogam tam yena mam upayanti te «A aquellos que están constantemente consagrados a servirme con amor, Yo les doy la comprensión con la cual pueden llegar hasta Mí». Eso es el verdadero buddhi-yoga. Bhakti-yoga significa buddhi- yoga, porque aquel que es muy inteligente opta por volverse consciente de Krishna. De esta manera podemos hacer que nuestra vida sea perfecta, ocupándonos en servicio devocional bajo las directrices de los sastras y del maestro espiritual. Devahuti comprende esto, y por eso habla con sumisión a su hijo, tal como Arjuna habló a Sri Krishna en el campo de batalla.
VERSO 30 tad etan me vijanihi yathaham manda-dhir hare sukham buddhyeya durbodham yosa bhavad-anugrahat TRADUCCIÓN Querido hijo mío, Kapila, yo, al fin y al cabo, soy una mujer. Para mí es muy difícil entender la Verdad Absoluta, porque no tengo mucha inteligencia. Pero si tienes la bondad de explicármela, aunque no soy muy inteligente, puedo entenderla, y sentir, gracias a ello, felicidad trascendental. SIGNIFICADO No es fácil que los hombres comunes, poco inteligentes, entiendan el conocimiento de la Verdad Absoluta; pero si el maestro espiritual es suficientemente bondadoso con el discípulo, por poco inteligente que éste sea, todo se le revela, por la divina gracia del maestro espiritual. Por eso Visvanatha Cakravarti Thakura dice: yasya prasadad: Por la misericordia del maestro espiritual, se revela la misericordia de la Suprema Personalidad de Dios, bhagavat-prasadah. Devahuti pidió a su gran hijo que fuese misericordioso con ella, porque era una mujer poco inteligente, además de ser Su madre. Por la gracia de Kapiladeva, ella pudo entender perfectamente la Verdad Absoluta, aunque el tema es muy difícil para las personas comunes, especialmente para las mujeres. En este verso, Devahuti nos muestra el proceso para entender los temas trascendentales. No se trata de debatir, sino de aceptar sumisamente. Todo el proceso del bhakti es un proceso de sumisión. Ésa es también la enseñanza de Caitanya Mahaprabhu: trnad api sunicena taror iva sahisnuna amanina manadena kirtaniyah sada harih (Siksastaka 3) A quien esté interesado en avanzar en el canto de Hare Krishna, Caitanya Mahaprabhu le aconseja que sea más humilde que la hierba y más tolerante que los árboles. No debe sentirse orgulloso de su inteligencia, y debe ser muy respetuoso con todos los demás. Ésa es la manera de cantar Hare Krishna sin cometer ofensas. Aunque Devahuti era la madre de Kapiladeva, se presentó como una humilde mujer. No se consideraba superior por ser Su madre. Tenemos que complacer al maestro espiritual con servicio, y el proceso del bhakti depende completamente de la actitud de servicio. No podemos entender la naturaleza trascendental de Krishna con los torpes sentidos materiales. El nombre, la forma, las cualidades y los pasatiempos de Krishna son todos divya, divinos. Tenemos que purificar nuestros sentidos materiales ocupándolos en el servicio del Señor, y lo primero que tenemos que ocupar es la lengua. Con la lengua podemos cantar los trascendentales nombres del Señor. Eso no es muy difícil, y es un sendero abierto para todos, incluso para las mujeres, los vaisyas y los sudras. Después de enumerar todos los defectos de Kali-yuga, el Srimad-Bhagavatam (12.3.51) dice: kaler dosa-nidhe rajann asti hy eko mahan gunah kirtanad eva krsnasya mukta-sangah param vrajet «En esta era de Kali-yuga hay una ventaja especial: que por sólo cantar el maha-mantra Hare Krishna, la gente puede obtener la liberación y regresar al hogar, de vuelta a Dios». Sri Caitanya Mahaprabhu dijo: harer nama harer nama harer namaiva kevalam kalau nasty eva nasty eva nasty eva gatir anyatha «¡Canta Hare Krishna!, ¡canta Hare Krishna! No hay otra manera, no hay ninguna otra manera en Kali-yuga». Debemos tratar de evitar las diez ofensas al canto del santo nombre, pero cualquiera que cante Hare Krishna sinceramente se purifica. Ceto-darpana-marjanam bhava-maha-davagni-nirvapanam (Siksastaka 1). Éste es el proceso más fácil para limpiar el espejo de la mente. Cuando Krishna ve que alguien está cantando Hare Krishna sinceramente, le ayuda. Él está dentro de todos, y puede entender si somos sinceros o no. Al devoto sincero, Krishna le ayuda interna y externamente. Internamente, le ayuda como Paramatma, dándole inteligencia. Dadami buddhi-yogam tam. Externamente, le ayuda como Su representante, el maestro espiritual. Por eso Caitanya Mahaprabhu dice: guru-krsna-prasade paya bhakti-lata- bija: «Por la gracia de Krishna encontramos al guru genuino, y por la gracia del guru alcanzamos a Krishna» (Cc. Madhya 19.151). De esta manera, los sastras nos han dado pautas muy fáciles de seguir para que podamos apreciar la importancia de nuestra vida trascendental. Eso es el movimiento para la conciencia de Krishna. Devahuti ha aceptado sumisamente a su hijo como guru. Ella quiere entender a Krishna perfectamente, por la gracia de Kapiladeva. Es muy importante recibir la misericordia sin causa de Krishna y del maestro espiritual. Por la misericordia de Krishna encontramos al maestro espiritual, y por la misericordia del maestro espiritual alcanzamos a Krishna. Srila Visvanatha Cakravarti Thakura ha dado muchísima importancia a la misericordia del guru, y es un hecho que si satisfacemos al guru con nuestro servicio, él nos dará sus bendiciones. Es una gran oportunidad, pues el guru es el sirviente íntimo de Krishna. El guru nunca pretende ser Krishna, aunque se le adora como a Krishna: saksad dharitvena samasta-sastrair uktas tatha bhavyata eva sadbhih (Gurv-astaka 7). Todos los sastras dicen que el guru está al mismo nivel que Krishna, pues es Su representante. Por lo tanto, se le adora como a Krishna. Siendo Su sirviente más íntimo, el guru Le es muy querido a Krishna; de modo que si él recomienda a alguien a Krishna, Krishna le aceptará. El guru es el sirviente íntimo de Krishna, porque predica de puerta en puerta, diciendo: «Por favor, vuélvanse conscientes de Krishna y entréguense a Krishna». Krishna dice a Arjuna que ese sirviente Le es muy querido. El guru genuino dice a la gente que se entregue, no a él, sino a Krishna. Así pues, debemos entregarnos a Krishna por intermedio del guru, no directamente. Así es el proceso. El guru hace llegar a Krishna el respeto que su discípulo le ofrece, no lo acepta para sí mismo. Sin recibir la misericordia del guru, es muy difícil acercarse a Krishna directamente. En la Bhagavad-gita se afirma que el conocimiento de Krishna se recibe por medio del parampara, la sucesión discipular. Evam parampara-praptam. El guru ofrece respeto a su propio guru, que, a su vez, ofrece al suyo ese mismo respeto, hasta que, finalmente, la ofrenda llega hasta Krishna. La misericordia de Krishna desciende por medio del sistema parampara, y las ofrendas de respeto que se hacen a Krishna ascienden hasta Él por el mismo sistema. Tenemos que aprender a relacionarnos con la Suprema Personalidad de Dios de esa manera. Así pues, si queremos acercarnos a Dios, tenemos que refugiarnos en el guru desde el principio. Devahuti está pidiendo a Kapiladeva Su misericordia para aprender cómo acercarse a Krishna. Ella se dirige a Él con mucha humildad: «Mi querido Kapila, Tú eres la Suprema Personalidad de Dios, pero yo soy una mujer, y mi inteligencia no es muy aguda. Aun así, deseo que me expliques estos sublimes temas trascendentales. Por Tu misericordia, podré entenderlos». También Ramananda Raya y Caitanya Mahaprabhu analizaron el proceso para acercarse y comprender a la Suprema Personalidad de Dios. Primero, Ramananda Raya explicó el proceso en función del varnasrama-dharma. En primer lugar dijo que la finalidad de la vida humana es llegar al Señor Visnu por medio de las reglas y regulaciones del varnasrama-dharma. Caitanya Mahaprabhu le constestó que en esta era es muy difícil observar las reglas y regulaciones del varnasrama-dharma. En esta era es muy difícil ser brahmana, y es prácticamente imposible revivir la vieja cultura del varnasrama-dharma. Caitanya Mahaprabhu, por lo tanto, dijo que ese método no es muy práctico. En palabras de Srila Rupa Gosvami, Sri Caitanya Mahaprabhu es «el avatara más munífico», porque distribuye gratuitamente amor por Krishna. En primer lugar, ni siquiera podemos entender a Krishna, qué decir de amarle. Si no entendemos a alguien, ¿cómo podremos amarle? El amor está muy lejos, pero Caitanya Mahaprabhu es tan bondadoso que distribuye krsna-prema, amor por Krishna, a cualquiera que lo acepte. En Su vida, Caitanya Mahaprabhu lloraba por Krishna y mostraba cómo debemos buscar desesperadamente a Krishna. yugayitam nimesena caksusa pravrsayitam sunyayitam jagat sarvam govinda-virahena me «¡Oh, Govinda! Al sentir Tu separación, cada momento se Me hace como doce años o más. Las lágrimas fluyen de Mis ojos como torrentes de lluvia, y siento que en el mundo todo está vacío en Tu ausencia» (Siksastaka 7). Sin Krishna, todo debe parecernos vacío. Ésa es la mentalidad de Radharani, pero no es posible para ningún ser viviente común. Era posible para Caitanya Mahaprabhu y unos cuantos devotos, Sus discípulos inmediatos, como los seis Gosvamis, que siguieron Sus pasos. Ellos adoraban a Krishna con sentimientos de separación y Le buscaban por todas partes. he radhe vraja-devike ca lalite he nanda-suno kutah sri-govardhana-kalpa-padapa-tale kalindi-vane kutah ghosantav iti sarvato vraja-pure khedair maha-vihvalau vande rupa-sanatanau raghu-yugau sri-jiva-gopalakau «Ofrezco mis respetuosas reverencias a los seis Gosvamis —Sri Rupa Gosvami, Sri Sanatana Gosvami, Sri Raghunatha Bhatta Gosvami, Sri Raghunatha dasa Gosvami, Sri Jiva Gosvami y Sri Gopala Bhatta Gosvami—, que iban cantando en voz muy alta por todo Vrndavana, gritando: "¡Reina de Vrndavana, Radharani! ¡Oh, Lalita! ¡Oh, hijo de Nanda Maharaja! ¿Dónde estáis todos ahora? ¿Estáis sobre la colina de Govardhana, o bajo los árboles de la orilla del Yamuna? ¿Dónde estáis?''. Ésa era la modalidad de su conciencia de Krishna» (Sad-gosvamy-astaka 8). Los Gosvamis nunca dijeron: «Hemos visto a Krishna». Ése es el proceso recomendado: adorar con sentimientos de separación. Debemos despertar nuestra perdida conciencia de Krishna de esta manera, y desesperar por Krishna sintiendo separación de Él. Eso se llama krsna-prema, y ese amor fue distribuido por Caitanya Mahaprabhu. No debemos tratar de entender a Krishna con nuestro escaso conocimiento. Siendo imperfectos, ¿cómo podemos especular sobre Krishna? Hay mucha gente, como los jñanis y los teósofos, que tratan de entender la Verdad Absoluta por medio de la especulación, pero no es posible. athapi te deva padambuja-dvaya- prasada-lesanugrhita eva hi janati tattvam bhagavan-mahimno na canya eko 'pi ciram vicinvan «Mi Señor, aquel que es favorecido por un ligero vestigio de la misericordia de Tus pies de loto, puede entender la grandeza de Tu personalidad. Pero aquellos que especulan para comprender a la Suprema Personalidad de Dios no pueden conocerte, aunque continúen estudiando los Vedas durante muchos años» (Bhag. 10.14.29). Ni siquiera después de especular durante muchos años podremos entender a Krishna. Debemos recibir la misericordia de Krishna por medio del maestro espiritual; ése es el sendero recomendado por Sri Caitanya Mahaprabhu. Sthane-sthitah sruti-gatah tanu-van- manobhih (Bhag. 10.14.3). Otro nombre de Krishna es Ajita. Nadie puede conquistar a Krishna; pero Su devoto puede conquistarle. Debemos ser sumisos y decir: «Krishna, yo soy muy pobre. No tengo medios para comprenderte. Por favor, sé misericordioso conmigo. Por favor, permíteme comprenderte y entregarme a Ti». Eso es lo que hace falta. Krishna es muy misericordioso, y cuando ve que alguien se Le ha entregado, le ayuda internamente.
Capítulo 14 Capítulo 14 El bhakti como liberación final
VERSO 31 maitreya uvaca viditvartham kapilo matur ittham jata-sneho yatra tanvabhijatah tattvamnayam yat pravadanti sankhyam provaca vai bhakti-vitana-yogam TRADUCCIÓN Sri Maitreya dijo: Después de oír la afirmación de Su madre, Kapila pudo entender su intención, y habiendo nacido de su cuerpo, sintió compasión por ella. Entonces le explicó el sistema de filosofía sankhya, que es una combinación de servicio devocional y perfección mística, tal como se recibe de la sucesión discipular. SIGNIFICADO La filosofía que expuso el Kapila ateo es un análisis de los elementos materiales que goza de gran aceptación entre los filósofos occidentales. En Occidente prácticamente no se conoce el sankhya-yoga del Señor Kapiladeva, el hijo de Devahuti. El sankhya-yoga que aquí se explica es, en realidad, bhakti. Aquí se afirma que la manera correcta de recibir ese conocimiento es por medio de la sucesión discipular, y no mediante la especulación filosófica. La especulación no es un buen método para entender la Verdad Absoluta. En general, los filósofos occidentales intentan entender la Verdad Absoluta por medio del proceso ascendente de especulación mental, el proceso de la lógica inductiva. El otro proceso es el descendente, el proceso del parampara. En este método, el conocimiento desciende de una fuente superior. En la Bhagavad-gita se explican muchos sistemas de yoga, pero se considera que el bhakti-yoga es el más elevado de todos. En última instancia, todos los yogas culminan en el bhakti-yoga. El bhakti-yoga es la conclusión final del jñana-yoga y del hatha-yoga. En el Capítulo Sexto de la Bhagavad-gita se explica el sistema de meditación del hatha-yoga, y Arjuna, que era muy elevado, dijo que no podía concentrar su mente con ese sistema. Si hace cinco mil años el sistema de hatha-yoga era tan difícil incluso para Arjuna, una persona tan elevada que era amigo personal de Krishna, ¿cómo va a ser posible practicarlo hoy? Arjuna dijo francamente que le era imposible practicar ese sistema de yoga, porque controlar la mente es tan difícil como controlar el viento. El sistema de hatha-yoga está básicamente destinado a las personas muy apegadas al cuerpo; de lo contrario, el yoga que se prefiere es el sankhya-yoga o bhakti-yoga. Cuando Arjuna dijo a Sri Krishna que el sistema de hatha-yoga era demasiado difícil, el Señor le tranquilizó diciéndole que el mejor de los yogis es «aquel que siempre piensa en Mí» (Bg. 6.47). Arjuna no conocía nada aparte de Krishna, y había pedido a Krishna que estuviese de su lado en la batalla. Cuando Duryodhana y Arjuna se presentaron ante Krishna para pedirle que Se uniese a uno de ellos, Krishna dijo: «Tengo dieciocho divisiones militares. Estas divisiones estarán en un bando, y Yo personalmente estaré en el otro. No obstante, Yo no voy a luchar en esta batalla». Al principio Arjuna pensó que sería prudente tomar las dieciocho divisiones con sus muchos miles de elefantes y caballos, pero luego consideró que, con sólo tener a Krishna de su lado, sería suficiente. No necesitaría simples soldados. Duryodhana, por su parte, decidió aceptar el ejército de Krishna. De modo que, para tranquilizar a Arjuna, Krishna le dijo que no se preocupase aunque no pudiese practicar el sistema de astanga-yoga. «El mejor yogi es aquel que siempre piensa en Mí.» Debemos recordar siempre que Krishna está en el corazón, y debemos pensar siempre en Él. Ése es el sistema correcto de meditación. Si cantamos siempre el maha-mantra Hare Krishna, siempre recordaremos a Krishna, e inmediatamente se manifestará en nuestro corazón la forma de Krishna. El proceso de pensar siempre en Krishna es el proceso de conciencia de Krishna. El mejor yogi es aquel que siempre está consciente de Krishna. Podemos ser conscientes de Krishna si escuchamos acerca de Él con sumisión. Tenemos que recibir a Krishna por medio de la sucesión discipular. Hay cuatro sampradayas, cuatro sucesiones discipulares. Una viene del Señor Brahma (la Brahma-sampradaya), y otra viene de Laksmi, la diosa de la fortuna (la Sri-sampradaya). Existen también la Kumara-sampradaya y la Rudra-sampradaya. En la actualidad, la Brahma-sampradaya está representada por la Madhva-sampra- daya, y nosotros pertenecemos a la Madhva-gaudiya-sampradaya. Nuestra sampradaya originalmente procede de Madhvacarya. A esa sampradaya perteneció también Madhavendra Puri, y el discípulo de Madhavendra Puri fue Sri Isvara Puri. El discípulo de Sri Isvara Puri fue el Señor Caitanya Mahaprabhu. De modo que nosotros venimos de la sucesión discipular de Sri Caitanya Mahaprabhu, y por eso nuestra sampradaya recibe el nombre de Madhva-gaudiya-sampradaya. No es una sampradaya inventada por nosotros; al contrario, nuestra sampradaya proviene del Señor Brahma. La Ramanuja-sampradaya proviene de la Sri-sampradaya, y la Visnusvami-sampradaya proviene de la Rudra-sampradaya. La Nimbaditya-sampradaya proviene de la Kumara-sampradaya. Si no pertenecemos a ninguna sampradaya, nuestras conclusiones son inútiles. No debemos pensar: «Soy un gran erudito, y puedo interpretar la Bhagavad-gita a mi manera. Todas esas sampradayas son innecesarias». No podemos inventarnos nuestros propios comentarios. Se han hecho muchos comentarios de esa manera, y todos son inútiles. No tienen efecto. Tenemos que aceptar la filosfía tal como la plantearon el Señor Brahma, Narada, Madhvacarya, Madhavendra Puri e Isvara Puri. Estos grandes acaryas están por encima de las imperfecciones de los supuestos eruditos. Los científicos y filósofos mundanos utilizan las palabras «quizás» y «tal vez», porque no pueden llegar a una conclusión definitiva. Simplemente especulan, y la especulación mental no puede ser perfecta. El bhakti-yoga está al final de la escalera de todos los yogas. El primer escalón es el karma-yoga, al que siguen el jñana-yoga y el dhyana-yoga, pero el último es el bhakti-yoga. Todos van hacia la Verdad Absoluta suprema, pero los demás yogas se quedan en una comprensión parcial. La comprensión que se deriva del bhakti-yoga es completa, e incluso ejecutado parcialmente, el bhakti-yoga tiene efecto. Lo recomiendan también los grandes mahajanas, como el Señor Brahma, el Señor Siva y Kapiladeva. Como el sendero de la perfección es muy difícil de entender, los sastras nos recomiendan seguir a los mahajanas, los cuales se mencionan en el Srimad- Bhagavatam (6.3.20): svayambhur naradah sambhuh kumarah kapilo manuh prahlado janako bhismo balir vaiyasakir vayam Svayambhu es otro nombre que recibe el Señor Brahma, por haber nacido de una flor de loto que sale del ombligo del Señor Visnu. Como no nació de un padre y una madre, se le llama Svayambhu. Narada Muni es también un mahajana, y Sambhu es el Señor Siva. Kumara se refiere a los cuatro Kumaras: Sanaka, Sanandana, Sanatana y Sanat-kumara. Hay doce autoridades que siguen la filosofía sankhya, el bhakti-yoga, y entre ellas están el Señor Brahma, el Señor Siva, Kapiladeva, Manu, Bhismadeva, Janaka Maharaja, Sukadeva Gosvami y Prahlada Maharaja. Con simplemente seguir a uno de esos mahajanas, tendremos éxito en comprender la Verdad Absoluta; pero si tratamos de entender la Verdad Absoluta mediante la lógica y razonamientos, acabaremos frustrados. Puede que un filósofo sea mejor lógico que otro, y que un argumento filosófico pueda refutar otro, pero ese proceso puede continuar indefinidamente. No es más que una inútil pérdida de tiempo. Hay dificultades incluso si recurrimos a las Escrituras védicas. Hay muchísimas Escrituras: Yajur Veda, Rg Veda, Sama Veda, Atharva Veda, los Upanisads, los Puranas, el Brahma-sutra, el Ramayana, el Mahabharata, y muchas más. Diferentes personas las leen y llegan a conclusiones diferentes. También están la Biblia y el Corán. Hay tantas interpretaciones como intérpretes. Un filósofo refuta a otro filósofo basándose en las Escrituras. Incluso se afirma que nadie puede ser rsi, filósofo, a no ser que exponga un sistema filosófico diferente. Nasav rsir yasya matam na bhinnam. Vemos así que la verdad de la vida espiritual es muy complicada y difícil de entender. La conclusión es que, si queremos tener éxito, debemos seguir a uno de esos doce mahajanas. Krishna es el mahajana original, y Él instruyó al Señor Brahma. El Señor Brahma también es un mahajana. De hecho, en la Bhagavad-gita Krishna instruyó a todos, y por lo tanto, todos hemos aprendido de Krishna. En el Srimad-Bhagavatam (1.1.1) se afirma también: tene brahma hrda ya adi-kavaye. Krishna, al igual que Kapiladeva, da Sus instrucciones personales. La filosofía de Krishna en la Bhagavad-gita y la filosofía de Kapiladeva no se contradicen. Solamente necesitamos recibir el conocimiento trascendental por medio de los mahajanas, y los resultados serán beneficiosos. Kapiladeva explicó esta filosofía sankhya a Su madre, y aunque Él sentía un afecto natural por ella, no debemos pensar que Devahuti era una mujer corriente. Ella era muy sumisa, lo cual hizo sentir mucha compasión a Kapiladeva. Vio que Su madre estaba ansiosa por saber acerca de la Verdad Absoluta, y consideró que, al fin y al cabo, Su cuerpo lo había recibido de ella. De modo que decidió que debía tratar de darle la conclusión final del conocimiento filosófico, que es esta filosofía sankhya.
VERSO 32 sri-bhagavan uvaca devanam guna-linganam anusravika-karmanam sattva evaika-manaso vrttih svabhaviki tu ya animitta bhagavati bhaktih siddher gariyasi TRADUCCIÓN El Señor Kapila dijo: Los sentidos son representaciones simbólicas de los semidioses, y su tendencia natural es actuar siguiendo los mandamientos védicos. Así como los sentidos son representantes de los semidioses, la mente representa a la Suprema Personalidad de Dios. El deber natural de la mente es servir. Ese espíritu de servicio, cuando lo ocupamos en la devoción a la Personalidad de Dios, sin motivación alguna, es muchísimo mejor que la salvación. SIGNIFICADO Los sentidos de la entidad viviente siempre se ocupan en alguna actividad, bien sea una actividad prescrita en los mandamientos védicos o una actividad material. Los sentidos tienen la tendencia natural a trabajar por algo, y la mente es el centro de los sentidos. La mente en realidad es el líder de los sentidos; por eso recibe el nombre de sattva. Análogamente, la Suprema Personalidad de Dios es el líder de todos los semidioses que están ocupados en las funciones de este mundo material, como administrar el Sol, la Luna, etc. En las Escrituras védicas se afirma que los semidioses son los distintos miembros del cuerpo universal de la Suprema Personalidad de Dios. Los semidioses controlan también nuestros sentidos; nuestros sentidos son representaciones de diversos semidioses, y la mente es la representación de la Suprema Personalidad de Dios. Los sentidos, guiados por la mente, actúan bajo la influencia de los semidioses. Cuando el servicio va dirigido en última instancia a la Suprema Personalidad de Dios, los sentidos están en su posición natural. El Señor recibe el nombre de Hrsikesa, pues Él es el verdadero propietario y amo de los sentidos. Los sentidos y la mente tienen la tendencia natural a estar activos, pero cuando están contaminados por la materia, actúan por algún beneficio material o para servir a los semidioses, si bien su naturaleza es servir a la Suprema Personalidad de Dios. Los sentidos reciben el nombre de hrsika, y a la Suprema Personalidad de Dios se Le llama Hrsikesa. Indirectamente, todos los sentidos tienen la tendencia natural a servir al Señor Supremo. Eso se denomina bhakti. Kapiladeva dice que, en el servicio devocional, los sentidos, sin deseo de ganancia material ni otros motivos egoístas, se ocupan en servir a la Suprema Personalidad de Dios. Ese espíritu de servicio es mucho mejor que siddhi, la salvación. Bhakti, la inclinación a servir a la Suprema Personalidad de Dios, está en una posición trascendental muy superior a mukti, la liberación. Así pues, bhakti es un estado posterior a la liberación. Sin estar liberados, no podemos ocupar los sentidos en el servicio del Señor. Cuando los sentidos se ocupan en las actividades materiales de complacencia de los sentidos o en las actividades prescritas en los Vedas, hay siempre alguna motivación; pero cuando se ocupan en el servicio del Señor sin ninguna motivación adicional, eso se denomina animitta, y es la tendencia natural de la mente. La conclusión es que cuando nuestra mente se concentra exclusivamente en su conciencia de Krishna, en su servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios, sin que la desvíen ni los mandamientos védicos ni las actividades materiales, nuestra posición está muy por encima de la simple liberación del enredo material. Bhakti, el servicio devocional, es trascendental incluso a mukti, la liberación. Generalmente la gente está interesada en dharma, artha, kama y moksa. Al principio se interesan en dharma (religión), luego en artha (desarrollo económico), kama (complacencia de los sentidos) y después moksa (fundirse en el Uno Supremo). Bhakti, sin embargo, está por encima de todo eso. Para el bhakta, mukti no es muy importante. En palabras de Bilvamangala Thakura: muktih svayam mukulitañjali sevate 'smat: «Mukti en persona espera con las manos juntas la ocasión de servir al devoto» (Krishna- karnamrta 107). Ésa es la experiencia de Bilvamangala Thakura, que era un brahmana muy rico del sur de la India. Por las malas compañías, Bilvamangala Thakura se volvió un acérrimo aficionado a las prostitutas, y gastó todo su dinero en una prostituta que se llamaba Cintamani. Una noche de terrible tempestad, Bilvamangala fue a ver a Cintamani, pero la prostituta estaba pensando: «Seguramente Bilvamangala no vendrá esta noche. Es una tormenta terrible». No obstante, Bilvamangala fue a visitarla, a pesar de todas las dificultades. Como pudo, se las arregló para cruzar el torrencial río, y cuando encontró cerradas las puertas de la casa de Cintamani, también se las arregló para saltar la tapia. A pesar de todos los peligros, entró en la casa de Cintamani, y la prostituta, muy sorprendida, le dijo: «¿Cómo has podido venir esta noche? ¡Oh, cuánta atracción sientes por mi piel! Si tuvieras esa misma atracción por Krishna, seguro que sería muy bueno para ti». Bilvamangala salió inmediatamente de la casa de la prostituta y se fue para Vrndavana. En su vida anterior él había ejecutado servicio devocional hasta el nivel de bhava-bhakti. De esta manera, la prostituta Cintamani se convirtió en su guru. En Vrndavana, Bilvamangala Thakura escribió un libro titulado Krishna-karnamrta, que ha sido recomendado por Sri Caitanya Mahaprabhu. En ese libro, Bilvamangala Thakura escribe: «Si tenemos devoción fija en Ti, mi Señor Bhagavan, fácilmente podemos ver Tu divina forma de kaisora-murti, como un adolescente». Otro nombre de Krishna es Kaisora. La palabra kaisora se refiere a la edad anterior al matrimonio, o sea que se refiere a un muchacho entre los once y los dieciséis años de edad. Sri Krishna es siempre kaisora-murti, y por medio del servicio devocional se Le puede ver muy fácilmente en Su aspecto de kaisora-murti. Cuando iba hacia Vrndavana, Bilvamangala Thakura todavía se sentía atraído por las mujeres. Una noche se quedó en la casa de un comerciante muy rico. La esposa del comerciante dijo a su esposo que Bilvamangala Thakura se sentía atraído por ella. Preguntó a su marido qué tenía que hacer, y el comerciante simplemente le respondió: «Sírvele». Finalmente, Bilvamangala Thakura volvió a sus cabales y pensó: «Estos ojos son mis enemigos». Cuando la hermosa mujer se le acercó, Bilvamangala Thakura le dijo: «Madre, por favor, présteme los alfileres de su cabello. La belleza de las mujeres me ciega. Voy a sacarme los ojos». E inmediatamente se los sacó. En Vrndavana, aunque no podía ver, Krishna mismo le llevaba leche. De modo que se relacionó personalmente con Krishna por medio del bhakti. Luego escribiría acerca de su experiencia personal: «Mukti no es algo muy importante. Ella siempre está a mi servicio con las manos juntas, diciéndome: "Mi querido señor, ¿qué puedo hacer por ti?''». Así pues, al devoto no le interesa mucho mukti, porque ya está liberado. Si un hombre tiene un millón de dólares, ¿para qué va a esforzarse por conseguir diez rupias? El bhakti debe ser animitta, inmotivado. Krishna puede, indudable-mente, cumplir todos nuestros deseos sin dificultad, porque Él es todopoderoso y posee en plenitud todas las opulencias. Si queremos que Krishna nos dé felicidad material, para Él no es nada difícil otorgarla. También puede darnos mukti, la liberación; pero es una tontería pedirle a Krishna algo que no sea bhakti. Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura solía decir que pedir a Dios mukti o cualquier otra cosa que no sea bhakti es como ir a un hombre rico y pedirle cenizas. Hay otra historia, acerca de una anciana que cargaba un haz de leña por el bosque. El haz, que era muy pesado, se le cayó. La anciana estaba muy afligida y pensaba: «¿Quién me va a ayudar a ponerme otra vez la leña en la cabeza?». Entonces empezó a llamar a Dios, diciendo: «¡Dios, ayúdame!». De pronto, Dios apareció y le dijo: «Qué deseas?». Ella respondió: «Por favor, ayúdame. Quiero ponerme la leña de nuevo en la cabeza». Así de tontos somos. Cuando Dios viene a darnos una bendición, lo único que Le pedimos es que nos ponga de nuevo esas cargas materiales. Le pedimos más cosas materiales: una familia feliz, mucho dinero, un automóvil nuevo o cualquier otra cosa. Caitanya Mahaprabhu nos enseña que sólo debemos pedir a Dios Su servicio vida tras vida. Ése es el verdadero significado del maha-mantra Hare Krishna. Cuando cantamos Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare/Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare, nos estamos dirigiendo a Dios y a Su energía, Hara. Hara es la potencia interna de Krishna: Srimati Radharani o Laksmi. ¡Jaya radhe! Ella es daivi prakrti, y los devotos se refugian en la daivi prakrti, Srimati Radharani. Los vaisnavas adoran a Radha-Krishna, Laksmi-Narayana y Sita-Rama. En el maha-mantra Hare Krishna, primero nos dirigimos a la energía interna de Krishna, Hare. Decimos: «¡Oh, Radharani!, ¡oh, Hare!, ¡oh, energía del Señor!». Cuando nos dirigimos a alguien de esa manera, generalmente responde: «¿Sí?, ¿qué deseas?». Nuestra respuesta es: «Por favor, ocúpame en Tu servicio». Ésa debe ser nuestra oración. No debemos decir: «¡Oh, energía del Señor!, ¡oh, Krishna!, por favor, dame dinero, una bella esposa, muchos seguidores, una posición de prestigio. Por favor, dame la presidencia». Todo eso son anhelos materiales, y debemos evitarlos. El Señor Buddha recomendó el abandono de todos los deseos materiales. Es imposible no tener deseos, pero es posible abandonar los deseos materiales. La naturaleza de la entidad viviente es desear; es imposible no tener deseos. Quien no tiene deseos, está muerto. No tener deseos significa purificar los que tengamos, y el deseo está purificado cuando solamente deseamos servir a Krishna. El Señor Caitanya Mahaprabhu enseña: na dhanam na janam na sundarim kavitam va jagad-isa kamaye mama janmani janmanisvare bhavatad bhaktir ahaituki tvayi «¡Oh, Señor todopoderoso!, no tengo ningún deseo de acumular riquezas, ni deseo bellas mujeres, ni quiero tener seguidor alguno. Lo único que quiero es Tu servicio devocional sin causa nacimiento tras nacimiento» (Siksastaka 4). Pide servir al Señor Krishna nacimiento tras nacimiento. No está buscando la salvación; simplemente quiere servir a Krishna vida tras vida. Los devotos no están ansiosos por fundirse en la existencia del Supremo. La filosofía budista propone el nirvana, la negación de todos los deseos materiales. Buddha no ofrece nada más que eso. Sankaracarya da un poquito más, diciendo que una vez liberados de los deseos de este mundo material, podemos entrar en la refulgencia del Brahman. Eso se denomina brahma-nirvana. Sin embargo, según la filosofía vaisnava, además de eliminar los deseos materiales y situarnos en el plano del Brahman, también debemos ocuparnos en el servicio devocional del Señor. Eso se denomina bhakti. Los filósofos mayavadis no pueden entenderlo, pero Krishna dice que el servicio devocional está en el plano trascendental. La filosofía sankhya del Kapila ateo es una filosofía material, y solamente estudia los veinticuatro elementos. Sin embargo, la verdadera filosofía sankhya, expuesta por Kapiladeva, es trascendental a los veinticuatro elementos y a la actividad material. Por consiguiente, en esta filosofía sankhya, que en realidad es bhakti- yoga, no se buscan beneficios materiales. En el plano material, la persona trabaja para la complacencia de sus propios sentidos, o para una expansión de esa complacencia de los sentidos. Puede trabajar para sí mismo, para su familia, esposa, hijos, sociedad, comunidad, nación o para la humanidad en general. Eso no es más que una expansión de la complacencia de sus sentidos. Robe para sí, robe para su familia, robe para su comunidad o para quien sea, el ladrón no deja de ser ladrón. Se cuenta que una vez Alejandro Magno capturó a un ladrón, y éste le dijo: «¿Qué diferencia hay entre nosotros? Yo soy un pequeño saqueador y tú eres un gran saqueador». Alejandro era muy sensato y lo liberó, diciendo: «Sí, no hay diferencia». Tanto si la complacencia de los sentidos es para nosotros mismos, como si es para nuestra familia, nuestra nación o quien sea, al fin y al cabo es complacencia de los sentidos. La calidad sólo cambia cuando trabajamos para complacer los sentidos de Krishna. Es importante observar que ni la Bhagavad-gita ni el Srimad- Bhagavatam dicen nunca krsna uvaca («Krishna dice»), ni kapiladeva uvaca («Kapiladeva dice»). Lo que dicen es bhagavan uvaca («la Suprema Personalidad de Dios dice»). Eso significa que la versión es perfecta. Si recibimos conocimiento de un hombre común, encontraremos muchos defectos. El hombre común está sujeto a la ilusión, y tiene además la tendencia a engañar. Aunque sea un gran erudito, no posee conocimiento perfecto. La perfección es algo completamente distinto a lo que encontramos en el mundo material. Perfección significa que no hay error, ni ilusión, ni engaño, ni defectos. Por eso se dice bhagavan uvaca, pues Bhagavan es completamente perfecto. De modo que debemos recibir el conocimiento directamente de Bhagavan, o de aquel que hable conforme a la versión de Bhagavan. El movimiento para la conciencia de Krishna se basa en ese principio. No estamos presentando nada que nosotros mismos hayamos inventado. Cualquier cosa que inventemos es seguro que será deficiente y defectuosa. ¿De qué vale mi filosofía? ¿De qué vale mi pensamiento? Generalmente, la gente dice: «En mi opinión», pensando que «mi opinión» significa verdaderamente algo. Nadie piensa: «Soy un simple charlatán». Cada quien estima su propia opinión, pensando que es algo muy importante. En el mundo material, todos tenemos sentidos imperfectos; por lo tanto, cualquier conocimiento que hayamos adquirido por medio de los sentidos es necesariamente imperfecto. Como ya hemos recalcado una y otra vez, tenemos que recibir el conocimiento por medio de la sucesión discipular. El conocimiento debe recibirse de Bhagavan, la persona perfecta. Si simplemente seguimos este sistema, podemos ser guru del mundo entero. El devoto nunca se considera un gran bhakta. Krsnadasa Kaviraja Gosvami, el autor del Caitanya-caritamrta, ha escrito: purisera kita haite muñi se laghista: «Soy más bajo que los gusanos del excremento» (adi 5.205). Ésa es la mentalidad del vaisnava. El vaisnava es por naturaleza muy humilde. Nunca dice: «Yo soy el Supremo; me he vuelto Dios». Krishna dice: «Yo soy Dios. Adórame». El vaisnava dice: «Krishna es Dios. Adora a Krishna». No es difícil ser guru, siempre y cuando repitamos lo que dice Krishna. Todo lo que dice Krishna en la Bhagavad-gita es dharma. El dharma es uno. No puede haber diferentes dharmas. Dharma significa regirse por las órdenes de Dios. Sin embargo, si no conocemos a Dios y Sus órdenes, empezaremos a inventar basura y a pelear unos con otros. Eso no es dharma, sino especulación filosófica. Todas esas especulaciones y dharmas inventados han sido completamente rechazados del Srimad-Bhagavatam, porque no son más que engaños. El bhagavata- dharma no es un engaño, pues trata del Señor Supremo. El bhakti sólo se puede aplicar a Bhagavan, y sin Bhagavan no hay bhakti. ¿Dónde está el bhakti, si Bhagavan es cero? Bhakti es el intercambio entre Bhagavan y el bhakta. Existe Bhagavan y existen los bhaktas, y los bhaktas se dirigen a Bhagavan, alimentan a Bhagavan, cantan los nombres de Bhagavan, piden a la gente que escuche hablar de Bhagavan, publican libros sobre Bhagavan, y adoran a Bhagavan. Y de este modo están constantemente absortos en Bhagavan. Ése es el proceso del bhakti.
VERSO 33 jarayaty asu ya kosam nigirnam analo yatha TRADUCCIÓN El bhakti, el servicio devocional, disuelve el cuerpo sutil de la entidad viviente sin necesidad de un esfuerzo adicional, tal como el fuego del estómago digiere todo lo que comemos. SIGNIFICADO La posición del bhakti es muy superior a la de mukti, porque en el servicio devocional el resultado del esfuerzo personal por liberarse del enjaulamiento material se obtiene automáticamente. Si hay suficiente poder digestivo, el fuego del estómago digerirá lo que comamos. Del mismo modo, el devoto no tiene que preocuparse por la liberación. El mismo servicio a la Suprema Personalidad de Dios es el proceso de liberación, pues ocuparse en el servicio del Señor es liberarse del enredo material. Para el devoto, la liberación no es un problema. La liberación ocurre sin necesidad de un esfuerzo adicional. Por lo tanto, el bhakti es mucho mejor que mukti, la posición del impersonalista. Los impersonalistas se someten a grandes penitencias y austeridades para alcanzar mukti, pero el bhakta, simplemente por ocuparse en el proceso de bhakti, y especialmente por cantar Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare/Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare, aprende a controlar la lengua, cantando y aceptando los remanentes del alimento ofrecido a la Personalidad de Dios. Tan pronto como la lengua está bajo control, los demás sentidos también quedan controlados automáticamente. El control de los sentidos es la perfección del principio de yoga, y la liberación comienza tan pronto como nos ocupamos en el servicio del Señor. Kapiladeva confirma que bhakti, el servicio devocional, es gariyasi, más glorioso que siddhi, la liberación. En este verso se afirma que el bhakti disuelve el cuerpo sutil. El alma espiritual tiene dos cubiertas: la sutil y la densa. El cuerpo denso se compone de tierra, agua, fuego, aire y éter; y el cuerpo sutil, de mente, inteligencia y ego. De los ocho elementos materiales, cinco son densos y tres sutiles. Los sutiles no los podemos ver, y el alma es todavía más sutil. Cualquiera que tenga ojos puede ver el cuerpo, pero no todos pueden percibir el alma, la verdadera persona. Cuando nos damos cuenta de que el alma, la persona, ha abandonado el cuerpo, lloramos: «¡Oh, mi amigo se ha ido!». Seguimos percibiendo el cuerpo, pero obviamente hay algo que falta. De modo que nuestro amigo, en realidad, es diferente de su cuerpo. En la situación actual, cuando decimos: «Éste es mi amigo», nos referimos al cuerpo; pero ésa es simplemente la visión de los animales. Los animales piensan: «Este perro es mi amigo, y esa perra es mi madre». No pueden ver más allá del cuerpo denso. De la misma manera, nosotros no podemos ver el alma, y si no podemos ver la diminuta alma, ¿cómo podemos esperar ver a Dios con estos torpes ojos? Ni siquiera podemos vernos unos a otros. ¿Cómo entonces esperamos ver a Dios? Por eso se dice: atah sri- krsna-namadi na bhaved grahyam indriyaih: «Los sentidos materiales no pueden percibir el santo nombre, la forma, las cualidades y los pasatiempos de Krishna». Nuestros sentidos actuales no pueden ver a Dios. Por lo general, cuando alguien muere, podemos entender que algo se ha ido. Entendemos que en realidad no estábamos viendo a nuestro amigo, sino un montón de materia. Eso es conocimiento. Sin embargo, se dice que sabio es aquel que ya antes de ver la muerte entiende que el cuerpo no es más que un montón de materia. Él ve el alma con los ojos del conocimiento. Aquellos que están en el plano de lo físico, que son como animales, no pueden ver ni al alma ni a Bhagavan. Los karmis, aquellos que están completamente absortos en las actividades fruitivas, no entienden la diferencia entre el cuerpo y el alma. Entre muchos millones de karmis, puede ser que haya un jñani, un sabio que pueda entender. El jñani sabe que él no es el cuerpo; y de entre muchos millones de jñanis, quizás uno esté de hecho liberado. Los mayavadis creen que, como son alma espiritual, son uno con el supremo. Que seamos cualitativamente iguales no significa que seamos el Alma Suprema. Como los mayavadis creen que se han vuelto uno con Narayana, se llaman entre ellos Narayana. Dicen: «Tú eres Narayana, yo soy Narayana, todos somos Narayana». De esa falta de comprensión surge el concepto de daridra-narayana, el Narayana pobre. Los devotos que se ocupan plenamente en servir los pies de loto del Señor Supremo no piensan así. Piensan: «Si yo soy uno con el Supremo, ¿cómo es que he caído hasta esta condición?». Saben que una gota de agua del mar es cualitativamente igual al vasto océano, pero saben también que la gota de agua nunca es igual a todo el océano. Los mayavadis a veces adoran al Señor Visnu, pero en realidad no creen en la forma del Señor Visnu. Consideran que Su imagen es una forma imaginaria utilizada como un medio para la autorrealización. Los mayavadis dicen que la Verdad Absoluta no tiene rupa, no tiene forma; pero está escrito: isvarah paramah krsnah sac- cid-ananda-vigrahah: «Krishna, a quien se conoce como Govinda, es el controlador supremo. Él tiene un cuerpo espiritual, eterno y bienaventurado». La palabra vigraha se refiere a la forma suprema, pero los maya- vadis no pueden entenderlo. También hay muchos mal llamados vaisnavas que adoran al Señor Visnu para volverse uno con el Supremo. A veces dan el ejemplo de la gota de agua que se funde con el gran océano. Es un simple disparate. El océano es una combinación de incontables moléculas de agua, y una molécula no puede fundirse con la totalidad. La luz solar es una combinación de incontables trillones de pequeñas partículas brillantes, y cada partícula tiene su identidad atómica individual. Como no tenemos ojos para ver las pequeñas divisiones atómicas, pensamos que son una sola cosa, pero en realidad no es algo homogéneo. También nosotros, aunque somos partículas muy diminutas de la Suprema Personalidad de Dios, tenemos distintas identidades. En la Bhagavad-gita (2.12), Sri Krishna dice: na tv evaham jatu nasam na tvam neme janadhipah na caiva na bhavisyamah sarve vayam atah param «Nunca hubo un tiempo en que Yo no existiera, ni tú, ni ninguno de estos reyes; ni en el futuro ninguno de nosotros dejará de existir». Krishna nunca dice que Él, Arjuna y todos los soldados llegarán a ser uno. Al contrario, dice que todos conservarán su propia individualidad. Aquellos que tienen conocimiento completo nunca piensan que en el futuro se volverán uno con el Supremo. Sencillamente quieren conservar su posición constitucional como partes integrales de Krishna. Aunque ahora estamos cubiertos por el cuerpo material, el proceso de bhakti-yoga puede disolverlo fácilmente. Si somos fuertes en bhakti-yoga, nuestro cuerpo deja de ser material y se vuelve espiritual. Somos libres. Cuando fracasamos, queremos ser el esposo de la diosa Laksmi. El esposo de la diosa Laksmi es Narayana, Dios mismo. En el mundo material, anhelamos tener a Laksmi, la diosa de la fortuna, pero nuestros intentos fracasan. Pensamos: «Ahora voy a convertirme en el esposo de Laksmi». En realidad, nadie más que Narayana puede disfrutar de Laksmi. Incluso excelsos semidioses, como el Señor Brahma y el Señor Siva, son inferiores al Señor Narayana, pero nosotros somos tan necios que pretendemos ocupar la posición de Narayana, o convertir a Narayana en daridra-narayana, el hombre pobre de la calle. Los sastras nunca igualan a Narayana con nadie, ni siquiera con el Señor Brahma o el Señor Siva,y mucho menos con unos necios sinverguenzas. Podríamos preguntarnos por qué nos ha creado Narayana, por qué somos partes integrales de Narayana. Eko bahu-syam. ¿Por qué Narayana Se ha expandido en muchos? Él nos ha creado para disfrutar. anandamayo 'bhyasat. Nos ha creado del mismo modo que un hombre acepta una esposa. Quien acepta una esposa, engendrará hijos. El hombre asume la responsabilidad de mantener a la esposa y a los hijos, porque cree que con ellos disfrutará de la vida. En el mundo material podemos ver que, por la noche, los hombres tratan de disfrutar de la vida con su esposa, sus hijos y sus amigos. Por eso asume tantas responsabilidades. Supuestamente eso es ananda, felicidad, pero, como es algo que está ocurriendo en el mundo material, ese ananda se convierte en algo desagradable. Sin embargo, cuando estamos con nuestro Padre Supremo, Krishna, podemos disfrutar de ese ananda. Todos somos hijos del Padre Supremo, y en la Bhagavad-gita (14.4), Krishna declara ser el padre de todas las especies de vida: sarva-yonisu kaunteya murtayah sambhavanti yah tasam brahma mahad yonir aham bija-pradah pita «¡Oh, hijo de Kunti! Debe comprenderse que todas las especies de vida aparecen mediante su nacimiento en esta naturaleza material, y que Yo soy el padre que aporta la simiente». El Padre Supremo, Sri Krishna, nos ha creado para Su disfrute, no para que suframos. Aunque somos hijos de Krishna, hemos abandonado a nuestro Padre Supremo porque deseamos disfrutar de forma independiente. Como consecuencia, sufrimos. Si el hijo de un hombre rico se va del hogar para tratar de disfrutar de una vida independiente, lo único que consigue es sufrir. Para nosotros es mejor regresar al hogar, ir de vuelta a Dios, a disfrutar con nuestro padre original, Krishna. Eso nos hará felices. Krishna está lleno de toda opulencia. Él posee la totalidad de la riqueza, la fuerza, la belleza, la fama, el conocimiento y la renunciación. Lo posee todo en cantidad ilimitada. Si regresamos con nuestro padre original, podremos disfrutar con Él ilimitadamente. No podemos disfrutar separados de Krishna. Ni podemos decir que para disfrutar tengamos que volvernos uno con Krishna. En el mundo material, tenemos un padre, y nosotros somos una entidad separada de él. Si estamos sufriendo y decimos: «Mi querido padre, estoy sufriendo. ¿Me harías el favor de hacer que sea uno contigo de nuevo?», ¿qué clase de propuesta es ésa? El padre dirá: «Te he engendrado separado de mí para que disfrutes. Tú sigue separado, yo seguiré separado, y de esta manera disfrutaremos. Ahora pides volverte uno conmigo. ¿Qué tontería es ésa?». Los mayavadis quieren llegar a ser uno con el Supremo porque están sufriendo en el mundo material. Krishna nos ha creado para que disfrutemos en Su compañía, pero debido a nuestro deseo de disfrutar independientemente, no lo estamos haciendo. Como consecuencia, estamos sufriendo en el mundo material, y como sufrimos, pensamos en volvernos uno con nuestro padre. La función de maya es tratar de animar a la entidad viviente, de envanecerla, y la última trampa de maya es hacerle pensar que puede llegar a ser uno con Dios. Los mayavadis creen que ser uno con el Supremo es la perfección más elevada, pero eso no es la perfección, porque nuestra posición constitucional es disfrutar de la compañía de Krishna. Los amigos se sientan en una habitación y disfrutan de su mutua compañía. ¿Qué disfrute puede uno tener si está solo? En la variedad está el gusto, y el verdadero disfrute es estar en compañía de Krishna. Por esa razón, los devotos nunca desean ser uno con el Supremo. Caitanya Mahaprabhu dice: mama janmani janmanisvare bhavatad bhaktir ahaituki tvayi «Mi querido Señor, no quiero poner fin al proceso de nacimientos y muertes. Mukti no Me interesa. Déjame seguir adelante y nacer una y otra vez. No Me importa. Pero permite que Me ocupe en Tu servicio nacimiento tras nacimiento» (Siksastaka 4). Eso es verdadero ananda. A menos que seamos devotos perfectamente cualificados, no podremos entrar en los planetas Vaikunthas. Tendremos que vivir fuera, en el brahmajyoti. Si deseamos eso, Krishna nos dará la oportunidad. Al fin y al cabo, Krishna lo es todo. Él es el brahmajyoti, y también Paramatma. Si queremos ser uno con el Supremo, se nos permitirá vivir fuera de los planetas Vaikunthas, en el brahmajyoti. Sin embargo, esa posición no es eterna. Como ya hemos explicado antes, no podemos vivir eternamente en el brahmajyoti, porque nos gusta la diversidad. Sin variedad, no hay placer. El devoto puro está liberado en toda circunstacia. Tal vez tenga alguna ocupación o negocio, pero siempre está pensando en cómo servir a Krishna, y de esa manera está automáticamente liberado. Él no piensa en volverse uno con el Supremo y conseguir la liberación. Al contrario, su liberación está en su relación personal con el propio Señor Supremo.
Capítulo 15 Capítulo 15 Meditación en las formas trascendentales del Señor
VERSO 34 naikatmatam me sprhayanti kecin mat-pada-sevabhirata mad-ihah ye 'nyonyato bhagavatah prasajya sabhajayante mama paurusani TRADUCCIÓN El devoto puro que está apegado a las actividades del servicio devocional y que siempre se ocupa en el servicio a Mis pies de loto, nunca desea ser uno conmigo. Él está consagrado a Mi servicio, y siempre glorifica Mis pasatiempos y actividades. SIGNIFICADO En las Escrituras se mencionan cinco clases de liberación. La primera es volverse uno con la Suprema Personalidad de Dios, o renunciar a nuestra individualidad y fundirnos en el Espíritu Supremo. Esto recibe el nombre de ekatmatam. El devoto nunca acepta esa clase de liberación. Las otras cuatro clases son: vivir en el mismo planeta que Dios (Vaikunha), relacionarse personalmente con el Señor Supremo, adquirir la misma opulencia que el Señor, y obtener Sus mismos rasgos corporales. El devoto puro, como explicará Kapila Muni, no aspira a ninguna de las cinco clases de liberación. En especial desdeña la idea de volverse uno con la Suprema Personalidad de Dios. Sri Prabhodhananda Sarasvati, un gran devoto del Señor Caitanya, dice: kaivalyam narakayate: «La felicidad de ser uno con el Señor Supremo, a la que aspiran los mayavadis, es infernal». Esa unidad no es para devotos puros. Hay muchos supuestos devotos que creen que, aunque quizás en el estado condicionado adoremos a la Personalidad de Dios, en última instancia no existe ninguna personalidad; dicen que como la Verdad Absoluta es impersonal, para empezar podemos imaginar una forma personal de la Verdad Absoluta impersonal, pero que tan pronto como se logra la liberación, no es necesario seguirla adorando. Ésa es la teoría de la filosofía mayavada. En realidad, los impersonalistas no se funden en la existencia de la Persona Suprema, sino en el resplandor de Su cuerpo personal, que recibe el nombre de brahmajyoti. Aunque ese brahmajyoti no es diferente de Su cuerpo personal, el devoto puro no acepta ese tipo de unidad (fundirse en el resplandor corporal de la Personalidad de Dios), porque los devotos se ocupan en placeres más grandes que el de fundirse en Su existencia. El placer más grande es servir al Señor. Los devotos siempre están pensando en cómo servirle; siempre están ideando maneras de servir al Señor Supremo, incluso en medio de los mayores obstáculos materiales. Los mayavadis consideran mitos las narraciones de los pasatiempos del Señor, pero en realidad no lo son; son hechos históricos. Los devotos puros aceptan las narraciones de los pasatiempos del Señor como la Verdad Absoluta. Las palabras mama paurusani (Mis gloriosas actividades) son significativas. Los devotos están muy apegados a glorificar las actividades del Señor, mientras que los mayavadis ni siquiera pueden pensar en esas actividades. Según ellos, la Verdad Absoluta es impersonal; pero sin existencia personal, ¿cómo puede haber actividad? Puesto que los impersonalistas consideran ficticias las actividades que se mencionan en el Srimad-Bhagavatam, la Bhagavad-gita y otras Escrituras védicas, las interpretan con mala intención. Carecen del concepto de la Personalidad de Dios. Meten innecesariamente las narices en las Escrituras y las interpretan de una manera engañosa para descarriar a los inocentes. Las interpretaciones de la filosofía mayavada son muy peligrosas para la gente; por eso el Señor Caitanya advirtió a Sus discípulos que no escuchasen nunca a ningún mayavadi hablar de ninguna Escritura. Los mayavadis arruinarán todo el proceso, y la persona que los escuche nunca podrá llegar a la senda del servicio devocional para alcanzar la perfección más elevada. Sólo quizás después de mucho tiempo tenga la posibilidad de hacerlo. Kapila Muni afirma claramente que las actividades del bhakti son trascendentales a mukti. Se denominan pañcama-purusartha. Por lo general, la gente se dedica a actividades religiosas, de desarrollo económico y de complacencia de los sentidos, y al final, cultivan la idea de volverse uno con el Señor Supremo (mukti). Pero el bhakti es trascendental a todas esas actividades. Por lo tanto, el Srimad-Bhagavatam comienza con la afirmación de que de él se excluye por completo todo tipo de religiosidad motivada. En el Bhagavatam se rechazan por completo las actividades rituales para el desarrollo económico, la complacencia de los sentidos y el deseo de ser uno con el Señor Supremo que sigue a la frustración de la complacencia de los sentidos. El Bhagavatam está destinado especialmente a los devotos puros, que están siempre absortos en conciencia de Krishna, en las actividades del Señor, y siempre glorifican esas actividades trascendentales. Los devotos puros adoran las actividades trascendentales del Señor en Vrndavana, Dvaraka y Mathura, tal como se narran en el Srimad-Bhagavatam y en otros Puranas. Los filósofos mayavadis las rechazan completamente considerándolas mitos, pero en realidad son grandes temas dignos de adoración, y sólo los devotos las pueden saborear. Ésa es la diferencia entre el mayavadi y el devoto puro en lo que respecta a la forma de ver las Escrituras. Las Escrituras védicas son krsna-katha, temas relacionados con Krishna, y este krsna-katha no es tema para debates de salón. Es para los devotos. Cuando los no devotos leen la Bhagavad-gita y el Srimad-Bhagavatam, sólo pierden el tiempo, y a menudo hemos dicho que cuando los supuestos eruditos, políticos y filósofos tratan de interpretar la Bhagavad-gita, lo único que hacen es dar comentarios que llevan a conclusiones erróneas. Srila Bhakti- siddhanta Sarasvati Thakura solía decir que es como si tratasen de probar un frasco de miel sin abrirlo. Quien no sepa, se pondrá a lamer el frasco; pero para saborear la miel hay que abrir el frasco, y la llave que lo abre es el devoto. Por eso se dice: satam prasangan mama virya-samvido bhavanti hrt-karna-rasayanah kathah taj-josanad asv apavarga-vartmani sraddha ratir bhaktir anukramisyati «Las conversaciones acerca de los pasatiempos y actividades de la Suprema Personalidad de Dios en compañía de devotos puros son muy placenteras y satisfactorias para el oído y el corazón. Aquel que cultiva este conocimiento avanza gradualmente por el sendero de la liberación hasta que se libera y su atracción queda fija. Comienzan entonces la verdadera devoción y el verdadero servicio devocional» (Bhag. 3.25.25). Dios es eterno, y Sus instrucciones y seguidores también lo son. En la Bhagavad-gita (4.1) Krishna dice a Arjuna que millones de años antes Él explicó la Bhagavad-gita al dios del Sol. Arjuna escuchó la Bhagavad-gita hace cinco mil años, y si nosotros la leemos hoy, la encontraremos aún de actualidad. La Bhagavad-gita y Krishna nunca son viejos. Krishna, aunque es la persona más antigua, el más anciano de todos, siempre es como un joven adolescente. Nunca aparenta tener más de veinte años. Las palabras de Krishna son absolutas, como también Su forma, cualidades y actividades. Son siempre frescas y nuevas. Si no lo fuesen, ¿cómo podrían los devotos glorificarlas día tras día con un entusiasmo cada vez mayor? Cuanto más glorificamos a Krishna, más entusiasmo tenemos por glorificarlo, glorificarlo y glorificarlo. Eso es lo que significa espiritual. En el mundo material, si repetimos algo una, dos, tres o cuatro veces, acaba por aburrirnos y cansarnos, pero este maha-mantra Hare Krishna podemos cantarlo las veinticuatro horas del día y continuar aún frescos y entusiastas. No es un sonido material, como los que escuchamos en la radio. Es un sonido espiritual que viene del mundo espiritual. Incluso en el mundo material se puede emitir un sonido en un lugar y escucharlo a miles de kilómetros de distancia. Un sonido espiritual puede emitirse desde una distancia de muchos trillones de kilómetros y ser escuchado, siempre y cuando tengamos el receptor para captarlo. Ese receptor es bhagavat-prema. Pueden oírlo aquellos en quienes se ha desarrollado amor por Dios. Arjuna no era ni un vedantista ni un sannyasi, ni era particular-mente avanzado en entendimiento espiritual. Sin embargo, como era un bhakta, escuchó la Bhagavad-gita. Los eruditos y políticos ateos no pueden entender la vibración trascendental. Sólo pueden lamer el frasco de miel. Los necios y sinverg$uenzas beben y comen de todo sin restricción, creyendo que lo hacen en nombre de la religión. Hay muchos supuestos svamis y yogis que dicen a sus discípulos que pueden hacer lo que quieran y, aun así, avanzar espiritualmente; pero eso no puede ser. Hay que ser un brahmana puro, controlar la mente y los sentidos, y hablar de la Suprema Personalidad de Dios entre sadhus. Quizás eso parezca muy difícil, pero podemos volvernos sat, personas santas, en un segundo. Si tenemos un vivo deseo, podemos entregarnos a Krishna inmediatamente. Cuando oremos a Krishna, debemos decir: «Mi querido Krishna, yo Te he olvidado. Ahora me entrego completamente a Ti. Puedes matarme si quieres o, si quieres, puedes darme protección». Cuando el Señor Supremo preguntó a Prahlada qué bendición deseaba, Prahlada Maharaja contestó: «Mi querido Señor, ¿por qué debo pedirte una bendición?, ¿sólo por haber sufrido por Ti? Tú eres supremamente poderoso, y, todo lo que tengo, Tú me lo has dado. Nací en una familia de demonios, y sentía inclinación hacia el disfrute material. En un segundo he visto aniquilado a mi poderoso padre, a quien temían incluso los semidioses. ¿Por qué he de pedirte nada? Por favor, ocúpame en el servicio de Tu sirviente. Eso es todo lo que deseo. No deseo nada más». De esta manera, el devoto nunca pide nada material a la Suprema Personalidad de Dios. Los devotos están satisfechos simplemente con glorificar al Señor. Ése es el sendero del bhakti-yoga. Krishna desciende para complacer a Sus devotos y destruir a los demonios. Desde el mismo momento del nacimiento de Krishna, había demonios. Kamsa ordenó a sus guardias: «Tan pronto como nazca Krishna, decídmelo. Lo mataré inmediatamente». Pensaba siempre en Krishna de ese modo, negativamente. De la misma manera, nos encontraremos con muchos supuestos religiosos cuyo único propósito es matar a Krishna. De una u otra forma, tratan de sacar a Krishna de la Bhagavad-gita. Comentarán la Bhagavad-gita, pero en sus comentarios nunca mencionarán a Krishna. Nunca dirán que Krishna es la Suprema Personalidad de Dios y que debe ser adorado. Eso significa que son asuras, demonios, aunque se presenten como grandes eruditos. De una forma u otra, tratarán de eludir el krsna-bhakti, y toda su propaganda tiene esa finalidad.
VERSO 35 pasyanti te me rucirany amba santah prasanna-vaktraruna-locanani rupani divyani vara-pradani sakam vacam sprhaniyam vadanti TRADUCCIÓN ¡Oh, madre!, Mis devotos siempre ven Mi forma, de rostro sonriente y ojos como el naciente Sol de la mañana. Les gusta ver Mis diversas formas trascendentales, que están llenas de benevolencia, y también hablan conmigo de una manera favorable. SIGNIFICADO Los mayavadis y ateos consideran que las formas de las Deidades en el templo del Señor son ídolos. Pero los devotos no adoran ídolos, adoran directamente a la Personalidad de Dios en Su encarnación arca. Arca se refiere a la forma que podemos adorar en nuestra condición actual. En nuestro estado actual no podemos ver a Dios en Su forma espiritual, porque nuestros ojos y demás sentidos materiales no pueden concebir una forma espiritual. Ni siquiera podemos ver la forma espiritual del alma individual. Cuando un hombre muere, no podemos ver cómo sale del cuerpo su forma espiritual. Ése es el defecto de nuestros sentidos materiales. Para que nuestros sentidos materiales puedan verle, la Suprema Personalidad de Dios acepta una forma misericordiosa que recibe el nombre de arca-vigraha. Ese arca-vigraha, denominado a veces encarnación arca, no es diferente de Él. La Suprema Personalidad de Dios aparece en distintas encarnaciones y, de la misma manera, Se manifiesta en formas hechas de materia, como arcilla, madera, metal, joyas, etc. En los sastras hay muchos mandamientos que dan instrucciones para tallar las formas del Señor. Esas formas no son materiales. Si Dios está en todas partes, también está en los elementos materiales. No hay duda de ello; pero los ateos piensan de otro modo. Aunque predican que todo es Dios, cuando van al templo y ven la forma del Señor, niegan que sea Dios. Según su propia teoría, todo es Dios. Entonces, ¿por qué no es Dios la Deidad? En realidad no saben qué es Dios. Pero la visión de los devotos es distinta; han ungido sus ojos con amor por Dios. En cuanto ven al Señor en Sus diferentes formas, los devotos quedan saturados de amor, pues no ven diferencia alguna entre el Señor y Su forma en el templo, como ocurre con los ateos. Los devotos contemplan el sonriente rostro de la Deidad del templo considerándolo trascendental y espiritual, y aprecian mucho los ornamentos que adornan el cuerpo del Señor. El maestro espiritual tiene el deber de enseñar a sus devotos a adornar a la Deidad del templo, a limpiar el templo y a adorar a la Deidad. Hay diferentes procedimientos, reglas y regulaciones que se siguen en los templos de Visnu, adonde los devotos van para ver a la Deidad, el vigraha, y donde disfrutan espiritualmente de Su forma, porque todas las Deidades son benévolas. Los devotos expresan sus pensamientos ante la Deidad, y en muchas casos, la Deidad también les responde. Pero para poder hablar con el Señor Supremo hay que ser un devoto muy elevado. A veces el Señor Se comunica con el devoto en sueños. Esos intercambios entre la Deidad y los devotos no pueden entenderlos los ateos, pero el devoto disfruta de ellos. Indudablemente, aquellos que tengan ojos para ver a Krishna, Le verán. Cuando Caitanya Mahaprabhu entró en el templo de Jagannatha, tan pronto como vio a la Deidad, Se desmayó. Dijo: «¡Oh, aquí está Mi Señor!, ¡aquí está Mi Señor!». Para poder ver, tenemos que volvernos santah, y para volvernos santah, tenemos que practicar. Cuando tengamos amor por Krishna, inmediatamente veremos a Krishna y nos desmayaremos, diciendo: «¡Oh, aquí está Mi Señor!». Pero los que no tienen fe y siempre están tratando de negar a Krishna, simplemente dirán: «¡Oh!, aquí hay un ídolo. No es más que un trozo de piedra». Debemos estar ansiosos de ver a Krishna y hablar con Él. Krishna realmente está esperando a que tengamos interés en hablar con Él. En la Bhagavad-gita (10.10) Sri Krishna dice: tesam satata-yuktanam bhajatam priti-purvakam dadami buddhi-yogam tam yena mam upayanti te «A aquellos que están constantemente consagrados a servirme con amor, Yo les doy la comprensión con la cual pueden llegar hasta Mí». Para poder hablar con un hombre importante, debemos cumplir ciertos requisitos. No podemos ir y hablar con el presidente, o con los senadores, simplemente cuando queramos. Debemos seguir ciertos trámites. Krishna está dispuesto a hablar con nosotros, y con ese propósito, ha descendido en el arca-murti, la Deidad, para que podamos verle. Simplemente tenemos que capacitarnos para hablar con Él. Los no devotos, los mayavadis, cuyo interés es negar a Krishna, dicen que Dios no tiene ojos, ni piernas, ni manos, ni oídos, etc. Indirectamente están diciendo que Dios es ciego y sordo, y que no puede hacer tal o cual cosa. De ese modo están insultando a Dios indirectamente. Eso es una blasfemia. Dios no quiere escuchar semejante tontería. Por eso se dice en este verso: sakam vacam sprhaniyam vadanti. Al decir que Krishna es ciego, que no tiene ojos, ni manos, ni nada, estamos diciendo indirectamente que Krishna no existe. Ésa no es en absoluto una manera favorable de hablar de Krishna. Si queremos hablar de Krishna, debemos consultar las Escrituras védicas. Entonces podremos entender cómo se debe adorar a Krishna. En la Brahma-samhita (5.29), se afirma: «Sri Krishna toca Su flauta, y Sus ojos son tan hermosos como pétalos de loto. En Su cabello lleva una pluma de pavo real, y Su forma es muy hermosa». Los mayavadis dicen: «Basta con que imagines cualquier forma para Dios». Pero la forma de Dios no se puede imaginar. La forma de Dios no es imaginaria, sino real. Esa información la recibimos de los Vedas. Cuando Krishna estaba en esta Tierra, exhibió Su forma y Sus actividades, y todo ello es divino, no es material. El cuerpo de Krishna es sac-cid-ananda-vigraha. No tiene nada que ver con lo material. Él desciende para favorecer a Sus devotos, que siempre están ansiosos de verle. Su principal intención es dar placer a Sus devotos, y en segundo lugar matar a los demonios, que siempre están molestando a los devotos. La tendencia natural de los demonios es molestar a los devotos. Por ejemplo, en Occidente crucificaron al Señor Jesucristo porque estaba predicando conciencia de Dios. De la misma forma, Hiranyakasipu trató de matar a Prahlada Maharaja, su hijo de cinco años, porque hablaba de Krishna. Hubo muchos demonios que trataron de matar al propio Krishna, grandes demonios como Putana, Aghasura, Bakasura y Kamsa. No obstante, Krishna les destruyó a todos mediante Su omnipotencia. En realidad en el mundo material todos tienen algo de asura, de ateo. Si alguien predica, debe aprender a tolerar a los asuras y hablarles de manera que también ellos puedan volverse devotos. Siempre debemos hablar de Krishna de un modo agradable; eso nos beneficiará. Otro nombre de Krishna es Uttamasloka, que indica que a Él se Le adora con las palabras más selectas. No debemos usar cualquier palabra que se nos ocurra. En las Escrituras védicas, en la Biblia y en el Corán hay muchas oraciones. Los cristianos y musulmanes, aunque no adoran a la Deidad, ofrecen oraciones al Señor, y eso también es bhakti. Arcanam vandanam. Para adorar al Señor hay nueve procesos; podemos aceptar uno o aceptarlos todos. Debemos seleccionar muy bien nuestras palabras y entregarnos a Krishna, pero no debemos decir cosas que no Le complazcan. No debemos afirmar que Dios no tiene forma y que no tiene ojos, ni cabeza ni nada. De hecho, en los Vedas se dice que Krishna no tiene manos, pero que puede aceptar nuestra ofrenda. Eso significa que no tiene manos materiales. Si de verdad no tuviese manos, ¿cómo podría extenderlas a millones de kilómetros de distancia para aceptar una ofrenda? Goloka Vrndavana está a muchos trillones y trillones de kilómetros de distancia, pero Krishna puede aceptar todo lo que Le ofrezcamos. Cuando los Vedas dicen que Dios no tiene manos, significa que no tiene manos materiales. Sus manos son sac-cid-ananda-vigraha. Si podemos entender la forma, las cualidades, las actividades y pasatiempos de Krishna de esta manera, seremos aptos para ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios.
VERSO 36 tair darsaniyavayavair udara- vilasa-haseksita-vama-suktaih hrtatmano hrta-pranams ca bhaktir anicchato me gatim anvim prayunkte TRADUCCIÓN Al ver las encantadoras formas del Señor, sonrientes y atractivas, y escuchar Sus muy placenteras palabras, el devoto puro pierde prácticamente la noción de todo lo demás. Con sus sentidos liberados de toda otra ocupación, queda absorto en el servicio devocional. De este modo, y aun sin desearlo, alcanza la liberación sin necesidad de ningún esfuerzo adicional. SIGNIFICADO Hay tres clases de devotos: de primera, de segunda y de tercera clase. Incluso los de tercera clase son almas liberadas. En este verso se explica que, aunque no tienen conocimiento, por el simple hecho de ver lo hermosamente adornada que está la Deidad del templo, quedan absortos pensando en Krishna y pierden la noción de todo lo demás. Quien está fijo en el proceso de conciencia de Krishna, con todos los sentidos al servicio del Señor, se libera sin ni siquiera darse cuenta. Esto se confirma también en la Bhagavad-gita. El desempeño de servicio devocional libre de contaminación tal como se recomienda en las Escrituras, es suficiente para alcanzar la igualdad con el Brahman. En la Bhagavad- gita se dice: brahma-bhuyaya kalpate. Eso quiere decir que en su estado original la entidad viviente es Brahman, pues es parte integral del Brahman Supremo. Pero cuando olvida su verdadera naturaleza como servidor eterno del Señor, maya la cubre y la captura. Maya es el olvido de su posición constitucional. Por lo demás, la entidad viviente es eternamente Brahman. Aquel que ha sido educado para ser consciente de su posición entiende que es el servidor del Señor. «Brahman» se refiere a un estado de autorrealización. Incluso el devoto de tercera clase, que no es avanzado en el conocimiento de la Verdad Absoluta, pero que ofrece reverencias con gran devoción, piensa en el Señor, ve al Señor en el templo y lleva frutas y flores para ofrecerlas a la Deidad, se libera sin ni siquiera darse cuenta. Sraddhayanvitah: con gran devoción, los devotos adoran a la Deidad con reverencias y diversos artículos. Las Deidades de Radha y Krishna, Laksmi y Nara- yana, y Rama y Sita atraen mucho a los devotos, tanto que cuando ven a la Deidad adornada en el templo, quedan completamente absortos, pensando en el Señor. Eso es liberación. En otras palabras, aquí se confirma que incluso el devoto de tercera clase está en una posición trascendental, por encima de los que luchan por liberarse mediante la especulación u otros métodos. Incluso grandes impersonalistas como Sukadeva Gosvami y los cuatro Kumaras se sintieron atraídos por la belleza de las Deidades del templo, por los adornos y por el aroma de tulasi ofrecidos al Señor, y se volvieron devotos. A pesar de que estaban en la etapa liberada, dejaron de ser impersonalistas, y se sintieron atraídos por la belleza del Señor, y se hicieron devotos. Aquí es muy importante la palabra vilasa. Vilasa se refiere a las actividades o pasatiempos del Señor. Uno de los deberes prescritos en la adoración en el templo es que el templo no se debe visitar solamente para ver a la Deidad hermosamente ataviada, sino que al mismo tiempo hay que escuchar la recitación del Srimad- Bhagavatam, la Bhagavad-gita o alguna otra Escritura de las que regularmente se recitan en los templos. En Vrndavana se recitan los sastras en todos los templos. Incluso los devotos de tercera clase, que no tienen conocimiento literario ni tiempo para leer el Srimad- Bhagavatam o la Bhagavad-gita, tienen la oportunidad de escuchar los pasatiempos del Señor. De esa manera, sus mentes pueden permanecer siempre absortas en pensar en el Señor, en Su forma, Sus actividades y Su naturaleza trascendental. Ese estado de conciencia de Krishna es un estado liberado. El Señor Caitanya, por lo tanto, recomendó cinco actividades importantes en el desempeño del servicio devocional: (1) cantar el santo nombre del Señor: Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare/Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare; (2) relacionarse con devotos y servirles en todo lo que se pueda; (3) escuchar el Srimad-Bhagavatam; (4) visitar el templo y ver a la Deidad; y si es posible, (5) vivir en un lugar como Vrndavana o Mathura. Estas cinco actividades, por sí solas, pueden ayudar al devoto a alcanzar el nivel de perfección más elevado. Esto se confirma en la Bhagavad-gita y en este verso del Srimad-Bhagavatam. En todas las Escrituras védicas se acepta que los devotos de tercera clase también pueden conseguir la liberación, incluso sin darse cuenta. En lo que se refiere a la meditación en la forma arca-vigraha del Señor, tenemos que mirar a la Deidad comenzando por Sus pies de loto. Mirar directamente Su sonriente rostro no es lo más adecuado. Primero tenemos que tratar de ver los pies de loto de Krishna, y cuando nos acostumbremos a hacerlo, podemos mirar Sus muslos, Su cintura y Su pecho. Luego podemos llegar a Su rostro sonriente. Así es como debemos meditar en la forma de Krishna y relacionarnos con Él meditando en Su sonriente rostro, Su flauta, Sus manos, Su vestido, Su consorte Srimati Radharani y en las demás gopis que Le rodean. Así pues, debemos adquirir el hábito de ver al Señor Supremo, y con este fin Él ha aparecido ante nosotros como el arca-vigraha. Hay tres tipos de devotos: kanistha-adhikari, madhyama-adhikari y uttama-adhikari. El uttama-adhikari es el más avanzado; el madhyama-adhikari está en la etapa intermedia; y el kanistha- adhikari es el neófito. Al neófito se le recomienda que medite en la Deidad diariamente. Primero debe meditar en los pies de loto, y cuando se acostumbre a hacerlo, debe elevar su mirada hacia el sonriente rostro de Krishna. Además, el neófito debe leer y escuchar la Bhagavad-gita y el Srimad-Bhagavatam. Si solamente tratamos de ver, pero no escuchamos, los resultados no serán permanentes. En algunos templos hay Deidades pero no se habla de Krishna. La gente acude a ellos durante un tiempo, pero después pierden el interés. De modo que deben realizarse dos actividades. Hay que adorar a las Deidades, lo cual se denomina pañcaratriki- vidhi. También debe haber bhagavata-vidhi, lectura de la Srimad Bhagavad-gita y el Srimad-Bhagavatam. Pañcaratriki-vidhi y bhagavata-vidhi van de la mano. Participando en esos dos procesos, el neófito puede alcanzar gradualmente el nivel intermedio. Se considera que el maestro espiritual está en el nivel más avanzado, pero que para predicar desciende al nivel intermedio. El uttama-adhikari, el devoto más avanzado, no distingue entre devotos y no devotos. Él ve a todos como devotos, menos a sí mismo. El devoto verdaderamente avanzado ve que él no es devoto, pero que todos los demás sí son devotos. El kanistha-adhikari, el neófito, simplemente se concentra en la Deidad, y al principio es necesario: arcayam eva haraye pujam yah sraddhayehate na tad-bhaktesu canyesu sa bhaktah prakrtah smrtah «La persona que adora a la Deidad del templo con mucha fe, pero que no sabe cómo relacionarse con los devotos ni con la gente en general, es un prakrta-bhakta o kanistha-adhikari» (Bhag. 11.2.47). Hay que ocuparse de la Deidad conforme a los deberes prescritos que se mencionan en las Escrituras; pero cuando avanzamos un poco más, tenemos que considerar también nuestras obligaciones para con los demás. La visión de aquel que alcanza el nivel de madhyama-adhikari se describe de la siguiente manera: isvare tad-adhinesu balisesu dvisatsu ca prema-maitri-krpopeksa yah karoti sa madhyamah «El madhyama-adhikari es el devoto que adora a la Suprema Personalidad de Dios considerándole el objeto máximo del amor, hace amistad con los devotos del Señor, es misericordioso con los ignorantes, y evita a los que son envidiosos por naturaleza» (Bhag. 11.2.46). El madhyama-adhikari, además de interesarse en la Deidad, puede distinguir entre devotos y no devotos. Él sabe quién es inocente y quién no. Los inocentes no saben qué se debe hacer, ni saben nada sobre Dios. En realidad no son ofensores; pero hay otros que sí lo son. Los ofensores, tan pronto como escuchan algo acerca de Dios o Sus devotos, se llenan de envidia. El madhyama-adhikari sabe que Krishna es Dios: krsnas tu bhagavan svayam. Quiere cultivar su amor por Krishna, y no desea perder ni un momento sin ocuparse en actividades conscientes de Krishna. Siempre es cuidadoso de no desperdiciar el valioso tiempo de su vida. Ésa es la primera cualidad del madhyama-adhikari. Tenemos una vida muy corta, y nunca sabemos cuándo vamos a morir. No tenemos ninguna certeza. Los necios creen que vivirán para siempre, pero eso es una simple tontería. La vida es transitoria; por lo tanto, el devoto quiere utilizar cada momento para cultivar su conciencia de Krishna. El madhyama-adhikari tiene además un gusto especial por el canto del mantra Hare Krishna. También tiene un gran deseo de vivir en los lugares donde vivió Krishna, como Vrndavana, Dvaraka y Mathura. Por supuesto, como Krishna es Dios, reside en todas partes. Eso es un hecho. Reside incluso dentro de cada átomo. Andantara-stha-paramanu-cayantara-stham. No obstante, hay lugares como Vrndavana, Dvaraka y Mathura que son Sus residencias especiales; por eso el devoto tiene un gran deseo de vivir en ellos. El aumento de nuestro amor por Dios es un proceso gradual, y lo primero que se necesita es fe. Sin fe, no se puede hablar de desarrollo de conciencia de Krishna. Esa fe aparece después de leer cuidadosamente la Bhagavad-gita y de entenderla tal como es. Sin leer la Bhagavad-gita es imposible tener fe en Krishna. Hay que tener fe en las palabras de Krishna, especialmente cuando Krishna dice: «Abandona todos los dharmas y entrégate a Mí. Yo te protegeré completamente». Si estudiamos la Bhagavad-gita como un tratado literario y luego nos desentendemos, eso no es fe. Krsnadasa Kaviraja Gosvami define la fe de la siguiente manera: `sraddha'-sabde—visvasa kahe sudrdha niscaya krsne bhakti kaile sarva-karma krta haya «Con el amoroso servicio trascendental a Krishna, todas las actividades secundarias se ejecutan automáticamente. Esa fe firme, esa confianza que conduce al servicio devocional, se llama sraddha» (Cc. Madhya 22.62). En la Bhagavad-gita Krishna dice que Él no sólo es una persona, sino que además es la Suprema Personalidad de Dios. También dice que no hay nadie superior a Él. Aquel que crea esas palabras, tendrá fe. Los impersonalistas leen la Bhagavad-gita, pero no aceptan que Krishna es una persona. En el Capítulo Doce de la Bhagavad- gita, Krishna dice que al impersonalista le cuesta mucho más llegar a Él. Acabará llegando, pero le llevará más tiempo, pues la comprensión impersonal de la Suprema Verdad Absoluta es una comprensión parcial. Krishna afirma: kleso 'dhikataras tesam avyaktasakta-cetasam avyakta hi gatir duhkham dehavadbhir avapyate «Para aquellos cuya mente está apegada al aspecto no manifestado e impersonal del Supremo, el avance es muy penoso. Progresar en esa disciplina es siempre difícil para aquellos que tienen un cuerpo material» (Bg. 12.5). Hemos dado a menudo el ejemplo de que la comprensión impersonal es como la comprensión de la luz del Sol. Que alguien vea la luz del Sol que entra en su habitación por la ventana no significa que esa persona lo sepa todo acerca del Sol. La comprensión impersonal de la Verdad Absoluta es algo semejante. La luz del Sol representa el aspecto impersonal (Brahman); el Sol propiamente dicho, el aspecto localizado (Paramatma); y el dios del Sol que vive en el globo solar es una persona (Bhagavan). Así como podemos entender los tres aspectos del Sol —la luz, el Sol propiamente dicho, y el dios del Sol—, así mismo podemos entender también los tres aspectos de la Suprema Verdad Absoluta: Brahman, Paramatma y Bhagavan. Los impersonalistas sostienen que el Sol es solamente un globo incandescente, y nada más; pero en la Bhagavad-gita Krishna afirma específicamente que Él explicó la Bhagavad-gita al dios del Sol, Vivasvan. Por supuesto, nos cuesta muchísimo imaginar que haya una persona que sea el dios del Sol. El Sol es un gran globo incandescente en el que consideramos imposible la vida, pero ésa es una forma miope de pensar. No es lógico pensar que nadie puede vivir en el fuego sólo porque nosotros no podamos. Tampoco podemos vivir dentro del agua, pero hay seres acuáticos que viven en ella. Nosotros vivimos en este planeta, que está compuesto principalmente de tierra, y nuestros cuerpos, para que puedan vivir aquí, también están compuestos principalmente de tierra. Los cuerpos están hechos de tal manera que puedan adaptarse a su ambiente. Análogamente, el dios del Sol tiene un cuerpo apto para vivir en el fuego. Krishna es sac-cid-ananda-vigraha: Su forma está hecha de exis-tencia, conocimiento y bienaventuranza. La comprensión impersonal es entender el aspecto sat. Entender completamente a Krishna es entender todos Sus aspectos. El aspecto ananda se percibe en Bhagavan. Krishna toca Su flauta acompañado de Su potencia de placer, hladini sakti, Srimati Radharani. De las muchas potencias de Krishna, hladini sakti es la potencia dadora de placer. Eso es ananda. Aunque Krishna es completo en Sí mismo, cuando quiere disfrutar, Se expande. Esa expansión es Su potencia de placer, Radharani. Las gopis son las expansiones de Radharani, y las diversas formas de Krishna se manifiestan sólo para saborear la melosidad de la bienaventuranza trascendental. ananda-cinmaya-rasa. De modo que la comprensión Brahman es la comprensión de la porción sat, la comprensión Paramatma es la comprensión de la porción cit, y la comprensión Bhagavan es la comprensión de la proción ananda. En el Vedanta-sutra se dice que la Verdad Absoluta es anandamayo 'bhyasat. El lila de Krishna siempre está lleno de bienaventuranza trascendental, especialmente en Vrndavana, Su residencia original. En Vrndavana es donde Krishna juega con Sus amigos pastorcillos de vacas y baila con las gopis. También es en Vrndavana donde Krishna roba la mantequilla de madre Yasoda. Todas las actividades que allí ejecuta están llenas de bienaventuranza trascendental. Podemos comenzar a experimentar esa bienaventuranza si seguimos los métodos prescritos de servicio devocional. Cuando vemos a la Deidad, gradualmente podemos entender que Krishna sonríe, toca la flauta y disfruta de la compañía de Srimati Radharani. Además, también tenemos que escuchar acerca de Krishna. Esas dos actividades ocuparán cada vez más nuestro tiempo, de manera que automáticamente nos volveremos grandes devotos. Anicchato me gatim anvim prayunkte. Es un método verdaderamente científico. No es imaginación. La gente cree que es idolatría e imaginación, pero ése es el método que recomiendan todos los sastras para cultivar conciencia de Dios. Es una verdadera ciencia. sri-bhagavan uvaca jñanam parama-guhyam me yad vijñana-samanvitam sa-rahasyam tad-angam ca grhana gaditam maya «La Personalidad de Dios dijo: El conocimiento acerca de Mí tal como se presenta en las Escrituras es muy confidencial, y hay que comprenderlo conjuntamente con el servicio devocional. Yo estoy explicando todo lo necesario para ese proceso. Puedes emprenderlo cuidadosamente» (Bhag. 2.9.31). En la Bhagavad-gita, Krishna dice a Arjuna que le ha revelado este conocimiento más confidencial porque es Su muy querido amigo. Ese conocimiento confidencial es: sarva-dharman parityajya mam ekam saranam vraja: «Sencillamente entrégate a Mí» (Bg. 18.66). La comprensión del Brahman ciertamente es confidencial, y la comprensión de Paramatma es aún más confidencial, pero entender a Krishna tal como es, es el conocimiento más confidencial de todos. Si nuestra mente y nuestros sentidos están completamente absortos en conciencia de Krishna, estamos experimentando bhakti. El bhakti no es un sentimiento, sino una ciencia práctica. Podemos ocuparnos en muchas actividades, pero en todos los casos, nuestra mente debe estar completamente absorta en Krishna. Aunque un ama de casa siempre está trabajando en la casa, siempre se preocupa de ir bien peinada. Haga lo que haga, nunca olvida arreglarse el cabello de un modo atractivo. De la misma manera, el devoto se ocupa en muchas actividades, pero nunca olvida la forma trascendental de Krishna. Eso es lo que significa perfección.
Capítulo 16 Capítulo 16 Las opulencias espirituales de los devotos puros
VERSO 37 atho vibhutim mama mayavinas tam aisvaryam astangam anupravrttam sriyam bhagavatim vasprhayanti bhadram prasya me te 'snuvate tu loke TRADUCCIÓN
Como está completamente absorto en meditar en Mí, el devoto no desea ni la más grande de las bendiciones que se obtienen en los sistemas planetarios superiores, incluyendo Satyaloka. No desea las ocho perfecciones materiales del yoga místico, ni la elevación al reino de Dios. Pero aunque no las desea, el devoto disfruta incluso en esta vida de todas las bendiciones mencionadas. SIGNIFICADO Vibhuti, las opulencias que ofrece maya, son de muy diversas clases. En este mismo planeta experimentamos diversos tipos de placer material; pero aquel que pueda ascender a los planetas superiores, como Candraloka o el Sol, o a planetas aun más elevados, como Maharloka, Janaloka y Tapoloka, o incluso hasta el planeta más elevado de todos, Satyaloka, el planeta de Brahma, encontrará inmensas posibilidades de disfrute material. Por ejemplo, en los planetas superiores la vida dura muchísimo más que en éste. Se dice que en la Luna la vida es tan larga que seis meses nuestros equivalen a uno de sus días. No podemos ni siquiera imaginar lo que dura la vida en el planeta más elevado. En la Bhagavad-gita se afirma que doce horas de Brahma son inconcebibles incluso para nuestros matemáticos. Todo esto son descripciones de la energía externa del Señor, maya. Además de ésas, hay otras opulencias que pueden alcanzar los yogis mediante su poder místico, y que también son materiales. El devoto no aspira a ninguno de esos placeres materiales, aunque con sólo desearlos, estarían a su alcance. Por la gracia del Señor, el devoto puede conseguir éxitos materiales maravillosos con sólo desearlos, pero un verdadero devoto no lo hace. El Señor Caitanya Mahaprabhu ha enseñado que no debemos desear opulencia ni reputación materiales, ni debemos tratar de disfrutar de la belleza material; solamente debemos aspirar a estar absortos en el servicio devocional del Señor, incluso si no nos liberamos y tenemos que seguir por un tiempo ilimitado en el ciclo de nacimientos y muertes. Pero en realidad, aquel que se dedica al cultivo de conciencia de Krishna tiene la liberación garantizada. Los devotos disfrutan de todos los beneficios de los planetas superiores y de los planetas Vaikunthas. Aquí se dice específicamente bhagavatim bhadram. El devoto puro ni siquiera aspira a elevarse a los planetas Vaikunthas, donde todo está eternamente lleno de paz; no obstante, él recibe esa gracia; disfruta de todas las comodidades del mundo material y del espiritual, incluso en esta vida. El devoto puro nunca quiere nada del Señor. Ésa es la conclusión de Caitanya Mahaprabhu, de Rupa Gosvami en el Bhakti- rasamrta-sindhu, de Narada Muni en el Narada-pañcaratra, y de Bhagavan Sri Krishna en la Bhagavad-gita. El devoto no desea ni siquiera la liberación, y mucho menos cosas materiales. Generalmente la gente está interesada en dharma, artha, kama y moksa, en ese orden. En primer lugar, la gente quiere ser religiosa (dharma), para obtener opulencia material (artha). Quiere opulencia material para complacer los sentidos (kama), y cuando están cansados de tratar de complacer los sentidos, quieren liberación (moksa). De esta manera se suceden dharma, artha, kama y moksa. Sin embargo, el devoto no está interesado en ninguna de ellas. En la religión cristiana, la gente ora: «El pan nuestro de cada día dánosle hoy», pero un bhakta puro no pide ni siquiera su pan de cada día. El devoto puro es como una joya muy preciosa que Krishna guarda en Su mano. Cuando uno sostiene en la mano algo muy valioso, lo trata con cuidado; asimismo, Krishna sostiene y cuida al devoto. Podemos imaginar cómo nos sentiríamos si un hombre muy rico nos dijera: «No te preocupes. Yo me encargaré de todo lo que necesites». Krishna, el Señor Supremo, es el propietario de toda opulencia. No hay nadie más opulento que Krishna; por lo tanto, si Krishna dice que Él va a encargarse de Su devoto, es imposible que éste pase necesidades. La mayor parte de la gente desea opulencia material, pero no saben que Krishna es el propietario de toda opulencia. Ésa es su desgracia. Aunque el propietario de toda opulencia dice: «Sencillamente entrégate a Mí, y Yo te cuidaré», la gente no lo hace. Por el contrario, dicen: «Yo resolveré todos mis asuntos. Me mantendré solo. Yo cuidaré de mí mismo, de mi familia, mis amigos y mi país». Arjuna fue muy inteligente, porque prefirió a Krishna, mientras que Duryodhana tomó los soldados de Krishna. No es posible vencer a Krishna, pero el devoto Le puede capturar con bhakti, con amor. Es imposible que la gente entienda la gran opulencia de Sri Krishna. Por eso Caitanya Mahaprabhu nos pide que no especulemos acerca de Dios. Hay una historia de una rana en un pozo a la que un amigo va a visitar. Éste le dice: «Mi querido amigo rana, acabo de ver una gran extensión de agua». «¿De qué agua hablas?», pregunta la rana. «Del océano Atlántico», responde el amigo. «¡Oh, el océano Atlántico! ¿Es más grande que este pozo? ¿Medirá un metro?, ¿tres metros?» Nuestro intento de especular acerca de Dios es algo muy similar. Si queremos entender a Dios, tenemos que tratar de entenderlo a partir de Él mismo. Puede que tengamos un vecino muy rico, influyente, sabio, fuerte y bien parecido, y podemos especular acerca de su opulencia, pero si hacemos amistad con él, cuando nos hable de sí mismo podremos entender su posición. Dios no depende de nuestra imaginación. Nuestra imaginación es limitada, y nuestros sentidos son imperfectos. El proceso de bhakti-marga es el proceso de la sumisión. Dios no tiene por qué ajustarse a nuestra imaginación. Simplemente tenemos que volvernos muy humildes y sumisos, y orar a Krishna sinceramente: «Krishna, me resulta imposible conocerte. Por favor, explícame cómo puedo conocerte, y entonces podré hacerlo». Ésa fue la manera en que Arjuna se dirigió a Krishna en el Capítulo Once de la Bhagavad-gita. Ni siquiera podemos entender o comprender los innumerables universos. La palabra jagat se refiere a este universo, pero hay más de un universo. Aunque sólo vemos un universo, hay millones de universos, y Krishna está sosteniendo todos esos millones de universos con un simple fragmento de Sí mismo. Esto se confirma también en muchas otras Escrituras védicas: yasyaika-nisvasita-kalam athavalambya jivanti loma-vilaja jagad-anda-nathah visnur mahan sa iha yasya kala-viseso govindam adi-purusam tam aham bhajami «Brahma y los demás controladores de los universos materiales, que aparecen de los poros de Maha-Visnu, viven el tiempo que dura una de Sus exhalaciones. Yo adoro al primigenio Señor Govinda, de quien Maha Visnu es la porción de una porción de Su personalidad subjetiva» (Brahma-samhita 5.48). Ésa es la información que se da en la Brahma-samhita, las oraciones del Señor Brahma. Sri Caitanya Mahaprabhu reconoció la Brahma-samhita, y la copió en Su viaje por el sur de la India. Antes no había imprentas para reproducir esos libros, y esas importantes obras védicas se escribían a mano. Esas obras no eran muy baratas, y sólo los brahmanas muy cualificados podían tenerlas. Eran adoradas en los templos como la Deidad sastra, y no se podían encontrar con mucha facilidad. Ahora, por supuesto, las imprentas han cambiado todo eso, pero aun así, siempre debemos tener presente que los granthas, las Escrituras, deben recibir la misma adoración que Dios, porque son la encarnación sonora del Señor. La Bhagavad-gita y el Srimad-Bhagavatam no deben ser considerados libros corrientes; hay que tratarlos con el mismo esmero con que se trata a la Deidad. Cuando Sri Caitanya Mahaprabhu regresó del sur de la India con Su copia de la Brahma-samhita, la entregó a Sus discípulos y les dijo que era un resumen del Vedanta y del Srimad-Bhagavatam. Por consiguiente, nosotros reconocemos la Brahma-samhita como una Escritura autorizada, pues fue reconocida por la Persona Suprema, Caitanya Mahaprabhu. Así como en la Bhagavad-gita Sri Krishna explica de muchas maneras que toda la creación material reposa en una de Sus porciones, la Brahma-samhita explica el mismo tema. Se explica que todos los universos emanan de los poros de la piel de Maha-Visnu. En cada universo hay un brahma, un supervisor, que es la criatura suprema y el administrador principal. La vida de esos administradores dura solamente lo que una exhalación de Maha-Visnu. Cuando Él exhala, se crean todos los universos, y cuando inhala, regresan a Su cuerpo. De este modo aparecen y desaparecen muchísimos universos y brahmas. En la Bhagavad-gita se explica que la duración de esas respiraciones, que constituyen una vida de Brahma, es de muchos billones de años terrestres. Quizás alguien diga que todo eso es ficticio e imaginario, pero quien no lo crea no tiene derecho a tocar la Bhagavad-gita. Por lo general, la gente quiere ir a los sistemas planetarios superiores para tener más opulencia. Ése es el proceso karma-kandiya, y la gente ejecuta yajñas y actividades piadosas para elevarse a los planetas superiores. La idea es que allí se puede disfrutar más, tener una vida más larga, más opulencia, mujeres más hermosas, bellos jardines, etc. Todo eso es cierto, pero al devoto esas cosas no le interesan lo más mínimo, porque él acepta a Krishna. En la Bhagavad- gita (8.16), Sri Krishna dice: abrahma-bhuvanal lokah punar avartino 'rjuna: «Desde el planeta más elevado del mundo material hasta el más bajo, son todos lugares de sufrimiento en los que se dan repetidos nacimientos y muertes». Incluso si ascendemos hasta el planeta más elevado, Brahmaloka, donde vive el Señor Brahma, nuestra situación sigue sin ser eterna. Entonces, ¿por qué le va a interesar un lugar así al devoto? Al devoto sólo le interesa el eterno supremo, Sri Krishna. El Señor Supremo es el líder supremo de los nityas, las entidades vivientes eternas. Todos nosotros somos nityas, eternos, y Krishna nos guía y juega con nosotros. En el mundo espiritual, Krishna y Sus devotos son amigos, y juegan juntos como pastorcillos de vacas. No les interesa Brahmaloka ni Candraloka, porque al final esos planetas serán aniquilados. Hay ciertas entidades vivientes que solamente viven unos segundos o, a lo sumo, una noche. Por la mañana, están todas muertas. Cualquier vida en el mundo material puede compararse con esa. Quizás Brahma viva millones de años, pero al final tiene que morir. Tanto si vamos al planeta más alto como al más bajo, tanto si estamos en un cuerpo de brahma como en un cuerpo de gato, finalmente tenemos que morir. Krishna Se presenta ante los ateos como la muerte. Así fue como apareció ante Hiranyakasipu, quien decía: «Yo soy Dios. Todos los semidioses me temen. Soy muy poderoso». Krishna Se presenta ante esos ateos como la muerte y les quita todo: todo su poder, su opulencia, su dinero..., todo. Los teístas adoran a Dios mientras viven, y en esta vida su único interés es servir a Dios. Después de la muerte, ofrecen el mismo servicio; por lo tanto, para el devoto no hay diferencia entre Vaikuntha y un templo. En ambos casos su ocupación es la misma. Entonces, ¿por qué va a desear ir a Vaikuntha? En los planetas Vaikunthas se alcanza una opulencia como la de Krishna o Narayana. Hay cinco clases de mukti, de liberación, una de las cuales es sarsti. Esa clase de liberación aporta una opulencia igual a la del Señor. En los planetas Vaikunthas todos tienen cuatro brazos, como Narayana, y todos tienen Su misma opulencia. En Goloka Vrndavana, Krishna y los pastorcillos de vacas tienen la misma opulencia. En Vrndavana, los pastorcillos de vacas no saben que Krishna es Dios. Consideran a Krishna igual a ellos. Ésa es la opulencia de su posición devocional. No obstante, los devotos no aspiran a toda esa opulencia. Su única aspiración es servir al Señor, y con ello, lo obtienen todo. Tampoco están interesados en los siddhis místicos del yoga. No necesitan tener el poder de crear un planeta, pues pueden crear Vaikuntha al adorar a Krishna en el templo. El templo es nirguna, trascendental a las gunas. En los sastras se dice que el bosque se caracteriza por sattva-guna, la bondad, y que la ciudad se caracteriza por rajo-guna, la pasión, pues en la ciudad abundan las actividades sexuales ilícitas, las drogas y las bebidas alcohólicas, los juegos de azar y el consumo de carne. En el pasado aquellos que aspiraban a la iluminación espiritual abando-naban la ciudad y se iban al bosque. Ésa era la etapa vana-prastha. La palabra vana significa «bosque». Antes de aceptar sannyasa, el hombre debía abandonar la familia e irse al bosque a practicar austeridades. Vanam gato yad dharim asrayeta. Sin embargo, vivir en el templo es superior a vivir en el bosque, porque el templo es nirguna, está por encima de todas las gunas, incluyendo sattva-guna. Los habitantes del templo en realidad viven en Vaikuntha. El Señor Kapiladeva explicará a continuación la naturaleza de las opulencias especiales de los devotos.
VERSO 38 na karhicin mat-parah santa-rupe nanksyanti no me 'nimiso ledhi hetih yesam aham priya atma sutas ca sakha guruh suhrdo daivam istam TRADUCCIÓN El Señor continuó: Mi querida madre, esas opulencias trascendentales que los devotos reciben nunca se pierden; ni las armas ni el paso del tiempo las pueden destruir. Puesto que Me han aceptado como amigo, pariente, hijo, preceptor, benefactor y Deidad Suprema, en ningún momento pueden verse privados de sus posesiones. SIGNIFICADO En la Bhagavad-gita se afirma que las actividades piadosas pueden elevarnos hasta los sistemas planetarios superiores, incluso hasta Brahmaloka, pero cuando se terminan los efectos de esas actividades piadosas, regresamos otra vez a esta Tierra para comenzar una nueva vida con nuevas actividades. De manera que nuestra situación en los planetas superiores, adonde ascendemos para gozar de una larga vida, tampoco es permanente. Pero lo que los devotos obtienen, el servicio devocional y la consiguiente opulencia de Vaikuntha incluso en este planeta, nunca se pierde. En este verso Kapiladeva Se dirige a Su madre como santa-rupa, lo cual indica que las opulencias de los devotos son permanentes, porque están fijos eternamente en la atmósfera de Vaikuntha, que recibe el nombre de santa-rupa, pues está bajo la influencia de la modalidad de la bondad pura, libre de las perturbaciones de las modalidades de la pasión y la ignorancia. La posición de servicio trascendental de quien está fijo en el servicio devocional del Señor no puede ser destruida, y su placer y su servicio aumentan ilimitadamente. Los devotos ocupados en el cultivo de conciencia de Krishna en la atmósfera de Vaikuntha están fuera de la influencia del tiempo. En el mundo material, la influencia del tiempo lo destruye todo, pero en la atmósfera de Vaikuntha el tiempo y los semidioses no ejercen la menor influencia, pues en los planetas Vaikunthas no hay semidioses. Aquí nuestras acciones están controladas por los semidioses; incluso el movimiento de las piernas o las manos está controlado por los semidioses. Pero en la atmósfera de Vaikuntha, los semidioses y el tiempo no ejercen su influencia; por lo tanto, ahí no existe la destrucción. La presencia del elemento tiempo —pasado, presente y futuro— garantiza la destrucción, pero en su ausencia, todo es eterno. Por eso en este verso aparecen las palabras nanksyanti no, que indican que las opulencias trascendentales nunca serán destruidas. La razón por la cual no existe destrucción también se presenta aquí. Para los devotos, el Señor Supremo es el ser más querido, e intercambian con Él diversas relaciones. Ellos tienen a la Suprema Personalidad de Dios como el más querido amigo, pariente, hijo, preceptor, bienqueriente o Deidad. El Señor es eterno; por lo tanto, cualquier relación que tengamos con Él es también eterna. Aquí se confirma claramente que esas relaciones no se pueden destruir, y por lo tanto, las opulencias de esas relaciones tampoco se destruyen. Toda entidad viviente tiene la propensión a amar. Vemos que si alguien no tiene a nadie a quien amar, por lo general dirige su amor a un animal, como un gato o un perro. La eterna propensión a amar de todas las entidades vivientes siempre busca un objeto de amor. En este verso aprendemos que podemos amar a la Suprema Personalidad de Dios como lo más preciado, ya sea como amigo, hijo, preceptor o bienqueriente, y en ese amor no habrá engaño ni fin. Disfrutaremos eternamente de los diversos aspectos de la relación con el Señor Supremo. Un detalle especial en este verso es que se acepta al Señor Supremo como el preceptor supremo. La Bhagavad-gita fue hablada directamente por el Señor Supremo, y Arjuna aceptó a Krishna como su guru, su maestro espiritual. De la misma manera, nosotros debemos aceptar sólo a Krishna como maestro espiritual supremo. Cuando hablamos de Krishna, incluimos a Sus devotos íntimos; Krishna no está solo. Krishna incluye Su nombre, Su forma, Sus cualidades, Su morada, Sus compañías, etc. Un rey, por ejemplo, siempre va acompañado de su secretario, su comandante, su sirviente y todo su séquito. En cuanto aceptamos como preceptores a Krishna y Sus representantes, nada negativo puede destruir nuestro conocimiento. En el mundo material, el conocimiento que adquirimos puede cambiar debido a la influencia del tiempo, pero las conclusiones de la Bhagavad-gita, las palabras directas del Supremo Señor Krishna, nunca cambian. No sirve de nada interpretar la Bhagavad- gita; es eterna. Debemos aceptar a Krishna, el Señor Supremo, como nuestro mejor amigo. Él nunca nos engañará. Siempre dará al devoto Su consejo amistoso y Su protección. Si aceptamos a Krishna como hijo, ese hijo nunca morirá. Aquí tal vez tengamos un hijo, un niño muy cariñoso, pero los padres, o los que sienten afecto por él, siempre desean: «¡Ojalá que no muera mi hijo!». Pero Krishna no morirá nunca. Por lo tanto, aquellos que aceptan a Krishna, el Señor Supremo, como hijo, nunca lo perderán. Hay muchos ejemplos de devotos que aceptaron como hijo a la Deidad. En Bengala hay muchos ejemplos, e incluso, después de la muerte del devoto, la Deidad ejecuta la ceremonia sraddha para el padre. La relación nunca se acaba. La gente tiene la costumbre de adorar diferentes imágenes de semidioses, pero esa mentalidad se condena en la Bhagavad-gita; por lo tanto, debemos ser lo bastante inteligentes como para adorar únicamente a la Suprema Personalidad de Dios en Sus diversas formas como Laksmi-Narayana, Sita-Rama y Radha- Krishna. Quien lo haga, nunca será engañado. El que adora a los semidioses puede que se eleve a los planetas superiores, pero durante la disolución del mundo material, el semidiós y su morada serán destruidos. Sin embargo, aquel que adora a la Suprema Personalidad de Dios es promovido al planeta Vaikuntha, donde no existe el tiempo, la destrucción ni la aniquilación. La conclusión es que el tiempo no puede afectar a los devotos, para quienes la Suprema Personalidad de Dios lo es todo. La vida espiritual es eterna; no se puede destruir. Todo lo que tenemos aquí en el mundo material está expuesto a la destrucción. En el mundo material aspiramos a tener una buena casa, una buena propiedad, hijos, amigos y riquezas, pero en última instancia todo será destruido, incluso nosotros mismos. Aquí nada es permanente; por eso se dice que todo es ilusorio. Ciertamente, no entendemos esto: vivimos como si todo fuese permanente. Pero en realidad sólo Krishna es permanente. La energía material de Krishna no es permanente. Los mayavadis creen que en el mundo espiritual no hay relaciones. Sin embargo, en los sastras se afirma que en el mundo espiritual hay vida verdadera. La vida en este mundo material no es más que la sombra de esa vida. En el Capítulo Quince de la Bhagavad- gita se compara este mundo material con un árbol de los banianos con sus raíces hacia arriba y las ramas hacia abajo. Esto significa que es como una sombra. Si nos fijamos en un estanque, en el reflejo podremos ver que los árboles aparecen invertidos. En el mundo material tenemos también la experiencia de los espejismos. Creemos que hay agua, pero en realidad no es así. A veces los marineros creen ver tierra, pero no es más que un espejismo en el mar. Así es este mundo material. En esta vida creemos que estamos disfrutando de algún rasa, alguna relación. Nuestros hijos nos llaman padre, y disfrutamos de la relación con nuestra esposa, pero todas esas relaciones son como sombras, aunque la gente no lo sepa. El verdadero disfrute de esas relaciones se puede obtener con Krishna en el mundo espiritual. Por eso Krishna viene en persona para enseñarnos que podemos disfrutar con Él de esas mismas relaciones. Podemos disfrutar con Él como nuestro amo, amigo, hijo, padre o amante. Los filósofos mayavadis dicen que si Krishna Se ha convertido en todo, entonces no se puede hablar de Krishna como entidad, como persona. Eso es una idea materialista. Si rompemos en pedacitos una hoja de papel y los tiramos, la hoja desaparece. Pero Krishna no es así. advaitam acyutam anadim ananta-rupam adyam purana-purusam nava-yauvanam ca «Yo adoro a la Suprema Personalidad de Dios, Govinda [Krishna], que es la persona original, absoluta, infalible y sin principio; aunque Se expande en ilimitadas formas, sigue siendo la misma persona original, la más antigua, cuyo aspecto es siempre el de un joven adolescente» (Brahma-samhita 5.33). Krishna tiene muchos millones de expansiones, y también está en el corazón de todos. No sólo está dentro de los seres humanos, sino también en los animales, árboles, plantas, seres acuáticos, etc. Es un razonamiento materia- lista creer que Krishna pierde Su existencia individual al entrar en tantos millones de corazones. A pesar de que Se ha distribuido en tantos millones de partes, Krishna conserva toda Su fuerza. Krishna es sarvaisvarya-purna. Nunca se ve disminuido. Hay una interesante historia acerca de un niño pobre que estudiaba en la escuela. Durante la celebración del día del padre, el maestro pidió a los alumnos que le diesen algún tipo de ayuda. Antiguamente, el maestro no tenía un sueldo, sino que percibía lo que los alumnos le llevasen de las casas de sus padres o lo que mendigasen. Generalmente los maestros eran brahmanas, y no podían cobrar nada. Así pues, unos alumnos le llevaron arroz, y otros le llevaron otros productos. Había un alumno que era tan pobre que no se le ocurría qué llevarle; de modo que le dijo al maestro que antes hablaría con su madre. Al salir de la escuela, el estudiante dijo a su madre: «Mi querida madre, todos mis compañeros han prometido llevar algo al maestro. ¿Qué le voy a llevar yo?». La madre contestó: «Mi querido hijo, nosotros somos tan pobres que no podemos dar nada. Sin embargo, Krishna es el amigo de los pobres. Si Él te da algo, puedes prometérselo a tu maestro». «¡Oh!, y ¿dónde está Krishna?», preguntó el niño. «Bueno, me parece que está en el bosque», dijo la madre. De modo que el niño fue al bosque y llamó a Krishna. Se puso a llorar, y finalmente Krishna vino. Cuando un devoto está muy deseoso de ver a Krishna, Krishna es tan bondadoso que viene. «¿Y bien?, díme. ¿Qué deseas?», le dijo Krishna. «Tú eres el amigo de los pobres —dijo el niño—. Yo soy muy pobre, ¿qué puedo prometerle a mi maestro?» Krishna entonces le dijo: «Dile que le llevarás un poco de yogur, de dahi». El niño se puso muy contento, y al día siguiente le dijo al maestro: «Yo le traeré todo el yogur que necesite». Al maestro eso le pareció muy bien, y se sintió complacido con el niño. El día de la ceremonia, el niño fue de nuevo al bosque y llamó a Krishna. Krishna apareció y le dio un litro de yogur. El niño llevó el yogur a su maestro y le dijo: «Ésta es mi colaboración, señor». El maestro miró el litro de yogur y dijo: «¿Qué es esto? ¿Éste es el yogur que me traes para los cientos de personas que van a venir?». El maestro se enfadó tanto que derramó el yogur del recipiente. Cuando se agachó para recogerlo, vio que el recipiente volvía a estar lleno. Lo derramó de nuevo, y volvía a estar lleno. Entonces pudo entender que era espiritual. Ésa es la naturaleza de Krishna. Se puede tomar todo, pero quedará lo mismo. En el mundo material, uno menos uno es cero, pero en el mundo espiritual uno menos uno es uno. Eso recibe el nombre de advaya-jñana. En el mundo espiritual no hay dualidad: uno más uno es uno, y uno menos uno es uno. Si amamos a Krishna, ese amor no se terminará como el amor del mundo material. En el mundo material, el sirviente sirve al amo mientras él y el amo estén satisfechos el uno con el otro. El sirviente está satisfecho si el amo le paga, y el amo está satisfecho si el sirviente le sirve bien. Sin embargo, en el mundo espiritual el amo sigue satisfecho aunque el sirviente no pueda servir bajo determinadas condiciones. Y si el amo no le paga, el sirviente sigue satisfecho. Eso se denomina unidad, absoluto. El guru puede tener cientos de discípulos, cientos de sirvientes, pero no les tiene que pagar. Ellos le sirven por amor espiritual, y el guru enseña sin recibir un salario. Eso es una relación espiritual. En esa relación no hay engañadores ni engañados. Si aceptamos a Krishna como hijo, amigo o amante, nunca seremos engañados. Sin embargo, tenemos que abandonar al sirviente, al hijo, al padre o al amante ilusorios, falsos, porque, con toda certeza, nos engañarán. Quizás amemos a nuestro hijo de todo corazón, pero ese mismo hijo puede ser algún día nuestro enemigo. Quizás amemos mucho a nuestra esposa, pero un día esa misma esposa puede convertirse en un enemigo capaz de matarnos por su propio interés. De esto hay muchos ejemplos en la historia. Los filósofos mayavadis tienen miedo de ese tipo de relaciones, porque en el mundo material esas relaciones les han dejado una experiencia amarga. Por eso quieren negar todo tipo de relación: no más hijos, ni hijas, ni amantes, ni amos: no más nada. Molestos con esas cosas, tratan de que todo sea vacío. No obstante, si establecemos esas mismas relaciones con Krishna, nunca seremos engañados ni nos desanimaremos. Nuestro entusiasmo será cada vez mayor. De modo que Krishna nos anima a que Le aceptemos como hijo, como amigo y como amo. De este modo seremos felices.
VERSOS 39-40 imam lokam tathaivamum atmanam ubhayayinam atmanam anu ye ceha ye rayah pasavo grhah
visrjya sarvan anyams ca mam evam visvato-mukham bhajanty ananyaya bhaktya tan mrtyor atiparaye TRADUCCIÓN El devoto que con su servicio devocional ininterrumpido Me adora a Mí, el omnipresente Señor del universo, abandona toda aspiración por los planetas celestiales y por la felicidad de este mundo, como las riquezas, los hijos, el hogar, las vacas, y cualquier otra cosa relacionada con el cuerpo. Yo le llevo al otro lado del nacimiento y la muerte. SIGNIFICADO El servicio devocional ininterrumpido, como se explica en estos dos versos, significa ocuparse plenamente en el proceso de conciencia de Krishna, el servicio devocional, aceptando al Señor Supremo como el centro de nuestra existencia. Como todo existe dentro del Señor Supremo, todo aquel que Le adore con fe inquebrantable obtiene automáticamente todas las opulencias y cumple con todos los deberes. Aquí el Señor promete llevar a Su devoto al otro lado del nacimiento y la muerte. Por esa razón, el Señor Caitanya recomendó que aquel que aspire a trascender el nacimiento y la muerte no debe tener ninguna posesión material. Eso significa que no debe tratar de ser feliz en este mundo, ni de elevarse al mundo celestial, ni debe esforzarse por conseguir riqueza material, hijos, casas o vacas. Ya se ha explicado que el devoto puro obtiene imperceptiblemente la liberación, y cuáles son los síntomas. Sin embargo, la situación del alma condicionada es diferente. Si la influencia la modalidad de la bondad, puede que se esté preparando para ascender a los planetas superiores; si es la modalidad de la pasión, permanecerá aquí, en una sociedad donde hay mucha actividad; y si es la modalidad de la ignorancia, puede degradarse a la vida animal o a un nivel inferior de vida humana. Pero el devoto no se preocupa por esta vida ni por la siguiente, porque él nunca desea una mejor posición material. Él ora al Señor: «Mi querido Señor, no importa donde yo nazca, pero permíteme nacer, aunque sea como hormiga, en la casa de un devoto». El devoto puro no ora al Señor pidiéndole la liberación del cautiverio material. En realidad, el devoto puro nunca se cree merecedor de la liberación. Considerando su vida pasada y sus actividades pecaminosas, cree que merece ser enviado a la región más baja del infierno. Que en esta vida esté tratando de volverme devoto no significa que en mis muchas vidas pasadas fuese cien por cien piadoso. No es así. El devoto, por lo tanto, siempre es consciente de su verdadera posición. Sólo mediante su plena entrega al Señor se mitigan sus sufrimientos, por la gracia del Señor. Como declara la Bhagavad-gita: «Entrégate a Mí, y Yo te protegeré de toda clase de reacciones pecaminosas». Ésa es Su misericordia. Pero esto no quiere decir que quien se ha entregado a los pies de loto del Señor no haya realizado malas acciones en su vida pasada. El devoto siempre ora: «No me importa si por mis malas acciones tengo que nacer una y otra vez, pero mi única oración es que nunca olvide mi servicio a Ti». El devoto tiene esa fuerza mental, y le ora al Señor: «No me importa nacer una y otra vez, pero permíteme nacer en el hogar de Tu devoto puro, donde de nuevo tenga una oportunidad de cultivar mi vida espiritual». El devoto puro no desea que su próxima vida sea mejor. Él ha abandonado ya esa clase de deseos. En cualquier forma de vida, como hombre casado, o incluso como animal, el ser viviente tendrá algunos hijos, algunos recursos y algunas posesiones, pero el devoto no desea poseer nada. Se satisface con cualquier cosa que pueda conseguir por la gracia de Dios. No tiene el menor apego por mejorar su posición social o la educación de sus hijos. Él no es irresponsable; cumple con su deber; pero no invierte demasiado tiempo en mejorar su pasajera vida familiar o social. Está totalmente ocupado en servir al Señor, y en lo demás emplea únicamente el tiempo absolutamente indispensable (yathartham upayuñjatah). Ese devoto puro no se preocupa de lo que ocurra en la vida siguiente ni en ésta; no se preocupa ni siquiera por la familia, los hijos o la sociedad. Se ocupa completamente en el servicio del Señor siendo consciente de Krishna. En la Bhagavad-gita se explica que, sin que el devoto lo sepa, el Señor lo dispone todo para que Su devoto ascienda a Su morada trascendental inmediatamente después de abandonar el cuerpo. Una vez que abandone el cuerpo, no irá al vientre de otra madre. Las entidades vivientes comunes entran después de morir en el vientre de otra madre, según su karma, sus actividades, para tomar otro tipo de cuerpo. Pero en lo que al devoto respecta, él pasa inmediatamente al mundo espiritual, donde goza de la compañía del Señor. Así es la misericordia especial del Señor. Como es todopoderoso, el Señor puede hacer cualquier cosa. Puede excusar todas las reacciones pecaminosas. Puede transferir inmediatamente a una persona a Vaikunthaloka. Así es el poder inconcebible de la Suprema Personalidad de Dios, que tiene una disposición favorable hacia los devotos puros. En estos versos, Kapiladeva explica que el devoto acepta a Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, como lo más querido. Si queremos amar a Krishna como hijo, Krishna está dispuesto a ser nuestro hijo. Arjuna consideraba a Krishna como amigo, y Krishna fue su mejor amigo. Todos podemos relacionarnos con Krishna de muchas maneras. Podemos amar a Krishna a la manera de Arjuna, o como madre Yasoda. Análogamente, Pariksit Maharaja escuchó hablar de Krishna y en él creció el amor. El yogi de primera clase considera que Krishna lo es todo: priya, suta, sakha, guru: todo. Eso es verdadero bhakti. Si queremos un hijo, Krishna está dispuesto a ser nuestro hijo. Si queremos un amante, Él está dispuesto a ser nuestro amante. Si queremos un amigo, Él está dispuesto a ser nuestro amigo. Cualquier relación que queramos en el mundo material, podemos tenerla con Krishna. Todos tenemos una determinada propensión a amar, y Krishna está dispuesto a correspondernos. Krishna no es una persona como nosotros. Nosotros ocupamos un cuerpo, pero Krishna es el propietario de todos los cuerpos. El cuerpo es una máquina que Krishna nos ha dado. En el mundo material, un padre puede dar un coche a su hijo. De la misma manera, Krishna da a las entidades vivientes 8.400.000 diferentes tipos de cuerpos. La entidad viviente entra en el cuerpo tal como una persona entra en un automóvil, y con él va de un lugar a otro. Podemos conducir esta máquina denominada cuerpo durante muchos años; luego envejece y tenemos que cambiarlo por otra máquina. Así es el proceso del nacimiento y la muerte. Conducimos un automóvil durante un tiempo, y finalmente chocamos o se estropea. Puede que tengamos un accidente o no, pero el vehículo tiene que acabar en el desguace. Entonces necesitamos otro vehículo. En realidad nuestra posición es que nunca nacemos ni morimos; entonces ¿por qué se nos ha puesto dentro de estas máquinas? Ése es nuestro verdadero problema. ¿A qué se debe?: A que queremos disfrutar del mundo material con sus riquezas y posesiones. Mientras busquemos posesiones materiales, no podremos trascender el ciclo de nacimientos y muertes. Tenemos que abandonar todo esto y refugiarnos en Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, y adorarle. No podemos adorarle caprichosamente, sino según Su deseo. Si Krishna dice: «Quiero un vaso de agua», debemos llevarle agua. No podemos decir: «La leche es mejor que el agua. Le voy a llevar leche». Eso no es servicio favorable. Algunos mal llamados bhaktas dicen: «Yo puedo adorar al Señor a mi manera». Eso es pura imaginación. Los mayavadis dicen que el Brahman no tiene rupa, que no tiene forma, y sugieren que nos imaginemos alguna forma. Eso no es lo que ocurre con Krishna. Krishna está presente en Su forma original, y está descrito en las Escrituras védicas. Ya antes hemos citado esas descripciones. Si lo deseamos, podemos tener un cuerpo como el de Brahma. Si lo deseamos, podemos obtener un cuerpo de gusano del excremento. O, si queremos un cuerpo como el de Krishna, también lo podemos obtener. Ése es nuestro verdadero cuerpo de sac-cid-ananda. También podemos conseguir un cuerpo como el de un semidiós e ir a los planetas celestiales. O podemos quedarnos aquí, en el sistema planetario intermedio. Elegimos nuestro propio destino. Tenemos plena libertad de actuación. Con actividades piadosas, vamos a los planetas celestiales, y con actividades conscientes de Krishna, vamos a Vaikunthaloka. Somos partes integrales de Krishna, pero, por una u otra razón, lo hemos olvidado. En el Caitanya-caritamrta (Madhya 20.117), se dice: krsna bhuli' sei jiva anadi-bahirmukha ataeva maya tare deya samsara-duhkha «Olvidando a Krishna, la entidad viviente se ha visto atraída desde tiempo inmemorial por el aspecto externo. De esta manera, la energía ilusoria [maya] le da toda clase de miserias en su existencia material». Como hemos olvidado a Krishna, Krishna nos ha dado todos los Vedas y Puranas. Además, Krishna viene al mundo material para recordarnos Su existencia. En Kali-yuga, la gente se está olvidando cada vez más de Krishna. No están ni siquiera interesados en Él, pero Krishna sí está interesado en nosotros, porque somos Sus hijos. Puede que un hijo loco pierda todo interés en su hogar, en su padre o su madre, pero el padre nunca pierde el interés por su hijo. Siente ansiedad, porque su hijo se ha ido de casa y está sufriendo. Análogamente, el hijo de Krishna se va del cielo espiritual y acepta cuerpos materiales, uno tras otro, y de esta manera viaja de un planeta a otro pasando por diversas especies de vida. Por esa razón, Krishna viene a rescatarlo.
Capítulo 17 Capítulo 17 Refugiarse en Krishna, el Controlador Supremo
VERSO 41 nanyatra mad-bhagavatah pradhana-purusesvarat atmanah sarva-bhutanam bhayam tivram nivartate TRADUCCIÓN Jamás podrá deshacerse de los terribles temores del nacimiento y la muerte aquel que recurra a un refugio diferente de Mí, pues Yo soy el Señor todopoderoso, la Suprema Personalidad de Dios, la fuente original de toda la creación, y el Alma Suprema de todas las almas. SIGNIFICADO Aquí se indica que solamente el devoto puro del Señor Supremo puede escapar del ciclo de nacimientos y muertes. Se dice: harim vina naiva srtim taranti: No se puede superar el ciclo de nacimientos y muertes a menos que se reciba la gracia de la Suprema Personalidad de Dios. Aquí se confirma la misma idea: podemos tratar de comprender la Verdad Absoluta valiéndonos de nuestra imperfecta especulación basada en los sentidos, o podemos tratar de comprender el ser con el sistema del yoga místico; pero hagamos lo que hagamos, si no nos entregamos a la Suprema Personalidad de Dios, no podremos conseguir la liberación por ningún medio. Podría preguntarse si eso quiere decir que aquellos que siguen estrictamente las reglas y regulaciones, sometiéndose a grandes penitencias y austeridades, están esforzándose en vano. La respuesta la da el Srimad-Bhagavatam (10.2.32): ye 'nye 'ravindaksa vimukta-maninah. El Señor Brahma y otros semidioses oraron al Señor cuando Krishna estaba en el vientre de Devaki: «Mi querido Señor de los ojos de loto, hay personas que están envanecidas pensando que se han liberado, que se han vuelto uno con Dios, o que se han vuelto Dios, pero no tienen inteligencia». Se afirma que su inteligencia, mucha o poca, ni siquiera está purificada. Con una inteligencia purificada, la entidad viviente no puede pensar sino en entregarse. Por lo tanto, la Bhagavad-gita confirma que la inteligencia purificada es característica de los hombres más sabios. Bahunam janmanam ante jñanavan mam prapadyate: Después de muchísimos nacimientos, aquel que tiene una inteligencia verdaderamente avanzada se entrega al Señor Supremo. Sin entrega no puede lograrse la liberación. El Bhagavatam dice: «Aquellos que están envanecidos, creyendo que se han liberado mediante algún proceso no devocional, carecen de inteligencia, pues todavía no se han entregado a Ti. A pesar de llevar a cabo toda clase de austeridades y penitencias, e incluso llegar a un paso de la comprensión del Brahman, sólo imaginan que están en la refulgencia del Brahman, pero en realidad, como no realizan actividades trascendentales, caen al plano de las actividades materiales». No debemos contentarnos con saber que somos Brahman. Debemos ocuparnos en el servicio del Brahman Supremo; eso es bhakti. El Brahman debe ocuparse en servir al Parabrahman. Se dice que sin ser Brahman no se puede servir al Brahman. El Brahman Supremo es la Suprema Personalidad de Dios, y la entidad viviente es también Brahman. El que no entiende perfectamente que él es Brahman, alma espiritual, servidor eterno del Señor, sino que simplemente se imagina que es Brahman, tiene una comprensión solamente teórica. Tenemos que comprender perfectamente, y al mismo tiempo, ocuparnos en el servicio devocional del Señor; entonces podremos existir en el estado de Brahman. Quien no lo haga así, caerá. El Bhagavatam dice que la inteligencia de los no devotos no es pura, pues menosprecian el servicio amoroso trascendental a los pies de loto del Señor, y que por ello caen. Toda entidad viviente debe tener alguna actividad. Si no se ocupa en las actividades del servicio trascendental, tiene que caer al plano de las actividades materiales. Tan pronto como cae al plano de las actividades materiales, no puede ser rescatada del ciclo de nacimientos y muertes. El Señor Kapila afirma aquí: «Sin Mi misericordia» (nanyatra mad- bhagavatah). En este verso se dice que el Señor es Bhagavan, la Suprema Personalidad de Dios, indicando con ello que posee todas las opulencias, y que, por lo tanto, es perfectamente capaz de liberarnos del ciclo de nacimientos y muertes. El Señor también recibe el nombre de pradhana, porque Él es el Supremo. Él es imparcial con todos, pero favorece de modo especial a aquel que se entrega a Él. En la Bhagavad-gita se confirma también que el Señor es ecuánime para con todos; nadie es Su enemigo, y nadie es Su amigo. Pero siente una inclinación especial por aquel que se entrega a Él. Por la gracia del Señor, con tan sólo entregarnos a Él podemos salir de este ciclo de nacimientos y muertes. De lo contrario, podemos continuar durante muchísimas vidas tratando de liberarnos con otros procesos. Actualmente somos tan torpes y necios que no conocemos el significado de bhayam y tivram. La palabra tivram significa «muy terrible», y bhayam significa «muy aterrador». Estamos en medio de un terrible peligro, pero el hechizo de maya nos ha vuelto tan torpes que no nos importa. A la hora de la muerte hay muchos inconvenientes, y sentimos un gran miedo. A veces, cuando alguien está muriendo, cae en coma y yace inconsciente. No sabemos qué clase de prueba aterradora está sufriendo. Puede que esté soñando miles de cosas, o llorando. No puede expresar lo que le ocurre. De esta manera mueren especialmente los muy pecaminosos. Después de morir, hay que entrar en el vientre de otra madre. Ése es también un paso muy aterrador: estar metidos en una bolsa llena de excremento y orina, y permanecer apretados en esa bolsa hermética durante nueve meses. Es una situación horrible, pero la hemos olvidado por completo. Por eso Krishna dice en la Bhagavad-gita que nuestro verdadero problema es janma-mrytu: el nacimiento y la muerte. La entidad viviente, oprimida dentro del vientre, incapaz de moverse, ora a Dios: «Por favor, sácame de esta horrible situación. Si me sacas, Te adoraré». Por último, después de nueve meses, la entidad viviente sale del vientre, y tiene que sufrir muchos tormentos, tratando de aclimatarse a la atmósfera de un nuevo planeta. El bebé llora y llora, dependiendo por completo de la misericordia de su madre. A veces la madre no puede entender qué quiere el niño. Tal vez le esté picando una hormiga, pero la madre cree que tiene hambre. Hay insectos, gusanos, mosquitos, excremento, orina y muchas otras cosas que torturan su tierno cuerpo. Ésas son las tres miserias, y sin embargo, creemos que hemos progresado mucho. A cada momento padecemos una nueva aflicción, pero a pesar de ello la gente cierra los ojos al nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. Los ateos quieren olvidarse de esas miserias, y por ello les gusta pensar que no hay vida después de la muerte. Son como avestruces, que meten la cabeza en el suelo cuando se les acerca un enemigo. Aunque en el vientre promete adorar a Krishna, la entidad viviente no cumple su promesa cuando sale. Nace, crece, luego adquiere su buena cuenta bancaria, su esposa, hijos, y entonces empieza a pensar que sus problemas están resueltos y que vivirá muy feliz. Pero sus problemas no están resueltos. Quizás tenga algunas comodidades temporales, pero el problema principal continúa existiendo. Cada minuto, cada segundo, alguien muere y va a Yamaraja. Los que siguen viviendo creen que no morirán. Ven morir a sus amigos, pero de una forma u otra ellos se creen eternos. Yudhisthira Maharaja dijo que ésa era la cosa más maravillosa del mundo. Nadie piensa que va a morir, aunque todos los demás están muriendo. La entidad viviente se considera muy feliz en cualquier cuerpo que tenga. Puede estar en un cuerpo de perro o de gato, pero es feliz en él y no quiere perderlo. Eso se llama ilusión. Cuando una hormiga ve peligro, corre a más no poder. Eso se debe a que estima su cuerpo y no lo quiere perder. En cierta ocasión, el Señor Indra, el rey de los planetas celestiales, fue maldecido por Brhaspati a convertirse en un cerdo. Estaba en la Tierra, disfrutando de su cuerpo de cerdo, cuando finalmente vino el Señor Brahma y le dijo: «Mi querido Indra, ya has sufrido bastante. Ahora ven conmigo, regresa a tu reino celestial». Indra, en forma de cerdo, le preguntó: «¿Adónde tengo que ir?». «A los cielos», respondió el Señor Brahma. Entonces Indra le dijo: «No; tengo familia e hijos. ¿Cómo me voy a ir? Soy muy feliz. Mejor me quedo aquí». Del mismo modo, todos piensan que son muy felices, aunque están en una situación horrible y peligrosa. Sin embargo, aquel que es realmente inteligente puede entender que no es feliz de verdad, que está sufriendo. Se dice que la ignorancia es felicidad, pero es la felicidad del cerdo. El que realmente entiende que no es feliz en el mundo material, puede empezar a mitigar sus sufrimientos. No hay posibilidad de liberarse del sufrimiento sin refugiarse en los pies de loto de Krishna. La gente cree que puede liberarse del sufrimiento por medio del aborto, matando al niño en el vientre. De esta manera cometen pecado tras pecado, y se enredan cada vez más. Como consecuencia, la entidad viviente abortada tendrá que entrar en el vientre de otra madre a fin de pasar por el nacimiento que tiene destinado. Pero cuando entre en el cuerpo de otra madre puede que la vuelvan a matar, y tal vez no se le permita ver la luz del Sol durante muchos años. En Kali-yuga la gente se está volviendo tan pecaminosa que no hay posibilidad de rescate, excepto para aquel que se vuelve consciente de Krishna. Toda la civilización humana está cayendo en el fuego de la ilusión de maya. La gente vuela hacia el fuego al igual que las polillas. Atraídas por el fuego, vienen desde lejos, entran en él y ¡pop!, ¡pop!, ¡pop! Así morimos, nacemos y sufrimos, y volvemos a morir. Pero Krishna y Sus devotos son tan bondadosos y compasivos que se sienten infelices de ver todo el sufrimiento que hay en el mundo material. Krishna es el padre de todas las entidades vivientes, y Se siente muy infeliz de ver sufrir a Sus hijos. Por eso Krishna viene y predica: «¿Por qué estás cautivado con esta supuesta felicidad, con esta felicidad falsa? Abandónalo todo y entrégate a Mí. Ven a Mí, y Yo te aliviaré. Entonces podrás vivir eternamente feliz y lleno de bienaventuranza. No te faltará nada, ni habrá nada que te cause problema». Ésa es la razón por la que viene Krishna. En realidad, Él no tiene nada que hacer aquí, pues Su agente prakrti lo hace todo. Sin embargo, por compasión, Krishna viene en Su forma original, o como una encarnación como Kapiladeva. Krishna envía también a Su representante, que dice: «No seas necio; refúgiate en Krishna y sé feliz». Krishna viene una vez cada día de Brahma, y envía también a Sus encarnaciones para educar a la gente necia que cree que es feliz en esta Tierra. Kapiladeva viene a exponer esta filosofía sankhya de devoción pura por el Señor. Aquí Kapiladeva dice que quien no se refugia en el Señor está condenado a muerte. No hay otra manera de salvarse. Todos estamos en una situación muy peligrosa, pero no lo entendemos. Bajo el hechizo de maya, creemos que somos muy felices, pero no es así. Si queremos liberarnos de esta peligrosa situación, tenemos que entregarnos a la Suprema Personalidad de Dios y revivir nuestra vieja relación con Él. ¿Cuál es esa relación? Todos somos Sus sirvientes eternos. No debemos ser necios y creer que podemos llegar a ser uno con Dios o iguales a Dios. Todo eso es el resultado de nuestra poca verg$uenza. El conocimiento comienza cuando entendemos que somos hijos y sirvientes eternos de Krishna. No hay diferencia entre un hijo y un sirviente. El hijo sirve al padre, tal como el sirviente sirve al amo. Entre el amo y el sirviente hay afecto, y también entre el hijo y el padre. También el padre sirve al hijo de muchas maneras; por lo tanto, la relación es recíproca. Caitanya Mahaprabhu ha explicado que nuestro svarupa original, nuestra identidad original, es de sirvientes eternos. La gente piensa artificialmente: «Yo soy independiente. No soy sirviente de nadie. Me he vuelto Dios. Me he vuelto Bhagavan. Soy esto, soy lo otro». En el mundo material no es muy agradable ser sirviente de nadie. Pensamos que ser sirviente de Dios es lo mismo, pues estamos contaminados por la materia. Pensamos que ser un sirviente de Dios es como ser el sirviente de algún hombre, pero en el mundo espiritual el sirviente y el servido son lo mismo. Por ejemplo, el guru es el sirviente de Krishna, pero se le considera igual a Krishna: saksad dharitvena samasta-sastrair uktas tatha bhavyata eva sadbhih kintu prabhor yah priya eva tasya vande guroh sri-caranaravindam «El maestro espiritual debe ser honrado tanto como el Señor Supremo, porque es el servidor más íntimo del Señor. Esto se reconoce en todas las Escrituras reveladas, y lo siguen todas las autoridades. Por lo tanto, ofrezco mis respetuosas reverencias a los pies de loto del maestro espiritual, que es un representante genunio de Sri Hari [Krishna]» (Gurv-astaka 7). Ése es el veredicto de todos los sastras. El guru nunca dice: «Yo soy Krishna, yo soy Dios, yo soy Bhagavan». No; el guru dice: «Yo soy el más humilde sirviente del sirviente del sirviente de Dios». Ni siquiera dice que es el sirviente directo. No; es el sirviente del centésimo sirviente. Gopi-bhartuh pada-kamalayor dasa-dasanudasa. No debemos tratar de ser sirvientes directos, pues no es posible. Ante todo debemos volvernos el sirviente del sirviente. El guru es el sirviente de Krishna, y si nos volvemos sirvientes suyos, nos convertimos en verdaderos sirvientes genuinos. Ésa es nuestra verdadera posición. Por eso Caitanya Mahaprabhu ora: ayi nanda-tanuja kinkaram patitam mam visame bhavambudhau «¡Oh, hijo de Nanda Maharaja!, Yo soy Tu siervo eterno, pero de un modo u otro he caído en este océano de nacimientos y muertes» (Siksastaka 5). Caitanya Mahaprabhu Se dirige al Supremo Señor Krishna como hijo de Nanda Maharaja. Krishna Se complace mucho si alguien Le llama hijo de Vasudeva, de Yasoda o de Nanda Maharaja. A Krishna Le gusta que Le den nombres relacionados con Sus devotos puros. Por lo tanto, se Le llama Yasoda-nandana, Nanda-nandana, Vasudeva-nandana, Radhika-ramana, etc. Por eso Caitanya Mahaprabhu Se dirige a Krishna de esa manera. Dice que aunque es el sirviente eterno de Krishna, de alguna manera ha caído en el océano de nacimientos y muertes, aceptando un cuerpo tras otro, muriendo y de nuevo naciendo, no sólo en este planeta, sino por todo el universo, en muchas especies de vida. Ésa es la situación de las entidades vivientes condicionadas, que vagan de una vida a otra y de un planeta a otro durante millones y millones de años. Sin embargo, eso no nos preocupa, porque decimos que somos valientes y no tenemos miedo. Estamos muy orgullosos de ello, con el orgullo de los tontos. Se dice que los necios irrumpen donde los ángeles temerían entrar. Para salvarnos de esa terrible situación, debemos refugiarnos en la Suprema Personalidad de Dios. Ése es el veredicto de todos los sastras, y Krishna viene con ese propósito y envía a Sus devotos, que trabajan día y noche para propagar este movimiento para la conciencia de Krishna.
VERSO 42 mad-bhayad vati vato 'yam suryas tapati mad-bhayat varsatindro dahaty agnir mrtyus carati mad-bhayat TRADUCCIÓN Por Mi supremacía sopla el viento, por temor a Mí; por temor a Mí brilla el Sol; y el Señor de las nubes, Indra, envía lluvias por temor a Mí. El fuego arde por temor a Mí, y la muerte va y viene cobrando su tributo por temor a Mí. SIGNIFICADO La Suprema Personalidad de Dios, Krishna, dice en la Bhagavad-gita que las leyes de la naturaleza son perfectas debido a Su supervisión. No hay que pensar que la naturaleza funciona de forma automática, sin una supervisión. Las Escrituras védicas dicen que el semidiós Indra controla las nubes, que el dios del Sol distribuye el calor, que Candra distribuye la reconfortante luz de la Luna, y que el viento sopla bajo la supervisión del semidiós Vayu. Pero por encima de todos estos semidioses está la Suprema Personalidad de Dios, la entidad viviente principal. Nityo nityanam cetanas cetananam. Los semidioses también son simples entidades vivientes, pero por su fidelidad, por su servicio devocional, han sido elevados a esos puestos. Estos semidioses o directores, como Candra, Varuna y Vayu, reciben el nombre de adhikari-devata. Los semidioses son como ministros del gobierno. El área de gobierno del Señor Supremo no consiste sólo en uno, dos o tres planetas; hay millones de planetas y millones de universos. La Suprema Personalidad de Dios gobierna un territorio inmenso, para lo cual precisa de asistentes. Los semidioses son considerados como miembros de Su cuerpo. Las Escrituras védicas nos hablan de ellos. El dios del Sol, el dios de la Luna, el dios del fuego y el dios del aire actúan bajo la dirección del Señor Supremo. Esto se confirma en la Bhagavad-gita (9.10): mayadhyaksena prakrtih suyate sa-caracaram. Él dirige el funcionamiento de las leyes de la naturaleza. Él es quien está detrás de todo, y por eso todo se ejecuta puntual y regularmente. Aquel que se ha refugiado en la Suprema Personalidad de Dios está completamente protegido de toda otra influencia. No sirve a nadie más, ni está obligado a hacerlo. Por supuesto, él no es desobediente, pero todo su poder de pensamiento está absorto en el servicio del Señor. Las afirmaciones de Kapila, la Suprema Personalidad de Dios, de que bajo Su orden sopla el viento, arde el fuego, calienta el Sol, etc., no son sentimentales. Puede que los impersonalistas digan que los devotos del Bhagavatam crean e imaginan un personaje como la Suprema Personalidad de Dios, y que Le asignan cualidades; pero en realidad no se trata ni de imaginación ni de la imposición de un poder artificial en nombre de Dios. En los Vedas se dice: bhisasmad vatah pavate/bhisodeti suryah: «El dios del viento y el dios del Sol actúan por temor al Señor Supremo». Bhisasmad agnis cendras ca/mrtyur dhavati pañcamah: «Agni, Indra y Mrtyu actúan también bajo Su dirección». Esto es lo que afirman los Vedas. Si los semidioses pueden sentir temor, ¿qué diremos de las entidades vivientes comunes? La vida material no es muy feliz, porque siempre tenemos miedo de algo. Nadie puede decir: «Yo no tengo miedo de nada». Todo el mundo tiene miedo de algo. No hay pájaro, animal, ser humano ni entidad viviente con vida que no tenga miedo de algo. Eso se debe a que están absortos en el concepto corporal, pensando: «Yo soy el cuerpo». Como todos piensan de esa manera, todos temen la destrucción del cuerpo. Durante el terremoto de Los Angeles, todos salían corriendo de sus casas gritando. Todos estaban aterrorizados, pensando: «¡Viene la muerte!». Así es la naturaleza material. Hay muchos fenómenos de la naturaleza que causan temor: grandes ciclones y tornados, mucho calor, mucha lluvia, inundaciones, hambres, guerras. Pero la gente sigue pensando en ser feliz en este planeta. Los científicos modernos dicen que no existen ni Dios ni los semidioses, que todo lo que ocurre es obra de la naturaleza. Es cierto que la naturaleza está actuando, pero la naturaleza, después de todo, es solamente materia. La materia no puede actuar sin que la diriga un ser vivo. No podemos decir que la materia actúa por su propia cuenta. En el océano vemos siempre el movimiento de las grandes olas. El agua es materia inerte, pero el viento la empuja y forma las grandes olas, y las estrella contra la tierra. Los científicos dicen que la naturaleza funciona así y asá, pero la naturaleza no es independiente. Los sastras autoritativos nos informan de que la naturaleza se mueve bajo la dirección de los semidioses. Entonces, no podemos decir que esos procesos ocurren automáticamente. Los científicos admiten que la naturaleza funciona de un modo maravilloso, pero después de todo, la naturaleza no está bajo su control. Los científicos pueden aceptar a Krishna u oponérsele, pero no pueden oponerse a los actos de la naturaleza. Todos estamos subordinados a la naturaleza, que, sin embargo, funciona bajo la dirección de Dios; por lo tanto, todos estamos subordinados a Dios. El Sol, los océanos, la tierra, el espacio y todo lo que existe en la creación material no son más que manifestaciones de la energía externa de Krishna. Nada es independiente de Krishna o de Su energía. En la Brahma-samhita (5.44) se dice que la naturaleza material es tan poderosa que puede crear, mantener y destruir por sí sola: srsti-sthiti-pralaya-sadhana-saktir eka. Sin embargo, la naturaleza material funciona como una sombra. Si ponemos la mano delante de una luz, podemos ver que la sombra en la pared sigue los movimientos de la mano. Análogamente, la naturaleza material funciona debido a la acción del alma espiritual. Un automóvil no se puede conducir a sí mismo. Dentro de él tiene que haber una persona, un alma espiritual que maneje los mandos. La presencia del alma espiritual hace que la máquina se mueva. En forma similar, el universo se mueve debido a la presencia de Dios. Según los sastras, el viento sopla, el agua se mueve, el Sol brilla y la Tierra gira, todo bajo la dirección de la Suprema Personalidad de Dios. Si los directores de los elementos materiales no hacen su trabajo correctamente, son castigados por su amo, Krishna. Cuando Krishna estaba presente en la Tierra, vio que el Señor Indra, el señor de los cielos y de la lluvia, estaba un poco envanecido. De modo que Krishna aconsejó a Su padre, Nanda Maharaja, que no se molestase en adorar a Indra. Krishna dijo: «No es necesario ofrecer sacrificios a Indra. Es mejor adorar a la colina Govardhana, que es la representante de Dios. Las vacas reciben la hierba y los granos de la colina Govardhana; por lo tanto, es mejor que la adores a ella». Al principio, Nanda Maharaja no quería hacerlo, pero finalmente accedió, movido por el afecto que sentía por Krishna. Cuando Indra vio que Nanda Maharaja estaba adorando a la colina Govardhana, se puso muy furioso y mandó unas nubes malignas a que inundasen toda Vrndavana con un diluvio. Krishna demostró entonces a Indra que su poder no podía competir siquiera con el dedo meñique de Su mano izquierda. De modo que Krishna levantó la colina Govardhana con el dedo meñique de Su mano izquierda, y la utilizó como paraguas para salvar de los torrentes de Indra a toda la población de Vrndavana. Todo eso se relata en el Srimad-Bhagavatam. Así pues, todos somos sirvientes. Realmente, nadie puede pretender ser el amo. Si simplemente nos refugiamos en Krishna, no tendremos que ofrecer sacrificios a los diversos semidioses. Si regamos la raíz de un árbol, no tenemos que regar las ramas, los brotes, las flores y los frutos. Si le damos el alimento al estómago, no tenemos que alimentar por separado los ojos, las manos y las piernas. De la misma manera, si adoramos a Krishna, la fuente de todo, no necesitamos ninguna otra adoración. Para ejecutar sacrificios, se necesitan enormes riquezas. En eras anteriores se ofrecían al fuego como sacrificio toneladas de alimentos, pero en esta era eso no se puede hacer. Por eso se recomienda el sankirtana-yajña, el canto del maha-mantra Hare Krishna. Cualquiera puede cantar Hare Krishna. No se necesitan instrumentos, aunque Caitanya Mahaprabhu introdujo la mrdanga (tambor) y los karatalas (címbalos). Pero tocar las palmas es suficiente. Cualquiera puede sentarse con su familia, tocar las palmas y cantar Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare/Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare. Este sankirtana es muy fácil de ejecutar. Por las noches, la gente va al cine y al restaurante, y pierde su tiempo y su dinero en discotecas y clubes nocturnos. No están conscientes dela peligrosa situación del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. Están siendo arrastrados por las olas de la naturaleza material, a cuyas leyes están sometidos. En esta valiosa forma humana no debemos perder el tiempo, sino empezar a resolver nuestros problemas. En su momento, todo lo que hay en la Tierra será aniquilado. En la actualidad el agua cubre tres cuartas partes de la Tierra. Al principio toda la Tierra estaba cubierta con agua, pero el agua se está secando gradualmente, dejando al descubierto mayor extensión de tierra. Por este motivo, hemos establecido que esta parte es el continente asiático, aquella otra es América del Norte, Sudámerica, Ýfrica, etc. Con el paso del tiempo no habrá agua, sino solamente tierra, y eso significa que finalmente llegará la destrucción. Como no habrá agua, el calor será abrasador, y la Tierra será reducida a cenizas. Luego lloverá de nuevo, y todo volverá a mezclarse, y de nuevo será destruido. Así es como las cosas existen y desaparecen. Lo mismo ocurre con este cuerpo: empieza a existir, toma un hermoso aspecto, y después se termina para siempre. Entonces tendremos que aceptar un nuevo cuerpo. El cuerpo es como una burbuja: existe por un momento, luego revienta y desaparece para siempre. Vamos de burbuja en burbuja, de cuerpo en cuerpo, y somos tan necios que pensamos que esto nos hará felices. Krishna viene como una persona —como nosotros—, pero somos tan desvergonzados que Le consideramos un hombre común, y ésa es nuestra desgracia. Si tan sólo nos entregáramos a Krishna, dejaríamos de estar sometidos al karma de distintos cuerpos. Incluso si caemos después de intentar ofrecerle algún servicio devocional, no habremos perdido nada, y todo habrá sido ganancia. Se nos garantiza una forma humana en nuestra próxima vida. Por lo tanto, si aceptamos a Krishna, los beneficiados somos nosotros.
Capítulo 18 Capítulo 18 El servicio devocional: La perfección máxima
VERSO 43 jñana-vairagya-yuktena bhakti-yogena yoginah ksemaya pada-mulam me pravisanty akuto-bhayam TRADUCCIÓN Los yogis, equipados con conocimiento trascendental y renunciación, y ocupados en servicio devocional para su beneficio eterno, se refugian en Mis pies de loto; y como Yo soy el Señor, ellos se hacen dignos de entrar en el reino de Dios, sin ningún temor.
SIGNIFICADO Aquel que desea liberarse del enredo de este mundo material e ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios, es un verdadero yogi místico. Las palabras específicas que aquí se usan son yuktena bhakti-yogena. Los yogis o místicos que se dedican al servicio devocional, son los mejores yogis. En la Bhagavad-gita se explica que ellos están pensando constantemente en el Señor, en Krishna, la Suprema Personalidad de Dios. Esos yogis no carecen de conocimiento ni renunciación. Volverse un bhakti-yogi significa obtener automáticamente conocimiento y renunciación. Es el resultado del bhakti-yoga. En el Capítulo Segundo del Primer Canto del Bhagavatam se confirma también que aquel que se ocupa en el servicio devocional de Vasudeva, Krishna, obtiene a plenitud conocimiento trascendental y renunciación, y estos logros no tienen ninguna otra explicación. Ahaituki: se manifiestan sin ninguna causa. El conocimiento trascendental de las Escrituras se le revela incluso a una persona completamente analfabeta si tiene devoción. A cualquiera que tenga fe plena en la Suprema Personalidad de Dios y en el maestro espiritual, se le revela todo el significado de las Escrituras védicas. No hay que buscar por otro lado; los yogis que se ocupan en servicio devocional tienen conocimiento y renunciación completos. Si nos falta conocimiento o renunciación, debemos entender que no estamos dedicados totalmente al servicio devocional. La conclusión es que, sin entregarnos a los pies de loto del Señor, no podemos estar seguros de entrar en el reino espiritual: ni en la refulgencia impersonal brahmajyoti del Señor, ni en los planetas Vaikunthas que flotan en esa refulgencia. Las almas entregadas reciben el nombre de akuto-bhaya, pues no tienen dudas ni temores, y tienen garantizada la entrada en el reino espiritual. El servicio devocional es sumamente importante, porque en el mundo material hay peligro a cada paso. Nuestra vida puede termi-narse en cualquier momento. Podemos ir paseando muy tranquilos, y en un momento resbalar y partirnos el cuello; por eso este planeta se denomina Martyaloka, el planeta de la muerte, el lugar donde la muerte es segura. No importa lo fuertes o sanos que estemos: no podemos evitar la muerte. Aunque hagamos gimnasia en la playa todos los días, podemos morir en cualquier momento. No hay garantía. Todo el mundo quiere salud y seguridad, pero no tenemos la menor seguridad. Lucha por la existencia: eso es todo lo que hay. La gente lucha por tener seguridad, pero es una lucha sin sentido. La gente siempre tiene miedo porque ha olvidado a Krishna, o Le ha rechazado. Hemos olvidado que somos los sirvientes eternos de Krishna, Sus partes integrales eternas, y que tenemos una relación muy íntima con Él. Nuestra situación en el mundo material es asat, no permanente. Cuando un niño se pierde, tiene miedo. Llora por la calle: «¿Dónde está mi papá? ¿Dónde está mi mamá?». Si queremos dejar de estar en esa condición de temor, tenemos que refugiarnos en los pies de loto de Krishna. Krishna nos está rogando que vayamos a Él, porque todos somos Sus hijos. Dice: «Te estás pudriendo aquí por tus incesantes pecados. Estás cambiando de un cuerpo a otro, y piensas que eres un ser humano, un americano, esto o lo otro. En un instante puedes convertirte en un perro o en un insecto». La gente siempre cree que está segura; eso se llama maya, ilusión. Conocimiento, jñana, significa entender nuestra relación con Krishna. El sabio se pregunta: «¿Cuál es mi deber para con Krishna?». Una vez que entendemos nuestra relación con Krishna y nuestro deber para con Él, de un modo natural nos sentimos reacios a ocuparnos en actividades materiales. Esto se denomina vairagya, desapego de las actividades materiales. Jñana y vairagya se pueden despertar por medio del bhakti-yoga. Bhakti significa entregarse a Krishna. Sin entregarnos a Krishna no podemos entender nuestra situación. Krishna Se reserva el derecho de no manifestarse ante los necios y los pecadores. Él es sólo para los devotos. Sin ser devotos no podemos entender a Krishna. Vida material quiere decir vida sexual. La gente trabaja arduamente todo el día para tener un poco de placer sexual por la noche. En el mundo material, todos están sufriendo a causa de la afilada flecha de Cupido. Madana, Cupido, dispara su flecha a hombres y mujeres para enamorarlos; sin embargo, aquel que ve a Krishna, ve a Madana-mohana, el que ha cautivado a Cupido, y por eso la flecha de Cupido ya no le puede hacer nada. Eso significa que se libera del temor. En ese momento puede empezar a practicar el bhakti-yoga y renunciar al mundo material. Según los sastras, hay sreyas y preyas. Sreyas es la meta final. Debemos actuar de manera que, al final, seamos felices. Pero preyas es aquella felicidad inmediata que buscamos sin preocuparnos del futuro. Preyas es para la gente poco inteligente y para los niños. El niño disfruta jugando todo el día; no quiere ir a la escuela a recibir educación. La educación es sreyas, la meta final; pero a nadie le interesa. Los sastras nos orientan hacia sreyas y a no dejarnos cautivar por preyas. El sreyas supremo es el bhakti-yoga. En el mundo material luchamos por la existencia, con la esperanza de que algún día en el futuro seremos felices. Pero estamos confundidos. El animal ve un espejismo en el desierto, una sombra de agua, y empieza a correr tras esa sombra. Corre y corre, y a medida que avanza por las ardientes arenas tiene cada vez más sed, hasta que finalmente muere. Así es nuestra lucha por la existencia. Estamos pensando: «Voy a ir un poco más allá. Acabaré encontrando agua. Acabaré encontrando felicidad». Pero en el desierto no hay agua. Aquellos que son poco inteligentes, que son como animales, buscan felicidad en el desierto del mundo material. Este falso apego debe ser abandonado por medio del proceso del bhakti-yoga. Esto debe tomarse muy en serio, no de un modo artificial. Krishna quiere ver si seriamente hemos acabado con todos los deseos materiales. Cuando Krishna ve eso, Se complace mucho. Estamos muy ocupados en dharma, artha, kama y moksa, pero cuando trascendemos todo eso, comienza el bhakti. Si estudiamos la historia del mundo, vemos que no es más que la historia de una lucha. La humanidad trata de remediar una condición miserable, pero sólo consigue crear otra condición miserable. Mientras tratamos de resolver un problema, surge otro. La determinación de renunciar a nuestra relación con el mundo material se denomina mukti. Mukti significa elevarnos al plano espiritual. Como pertenecemos a la atmósfera espiritual, nos es imposible ser felices en la atmósfera material. Si tiramos un animal terrestre al agua, tendrá que luchar por su existencia, aunque sea un gran nadador. Hemos venido a este mundo material a complacer los sentidos, pero nuestros intentos nunca tendrán éxito. Si realmente queremos alcanzar un estado libre de temor, tenemos que aceptar este proceso de bhakti-yoga que expone el Señor Kapiladeva.
VERSO 44 etavan eva loke 'smin pumsam nihsreyasodayah tivrena bhakti-yogena mano mayy arpitam sthiram TRADUCCIÓN Por lo tanto, las personas cuyas mentes están fijas en el Señor se ocupan en la práctica intensiva de servicio devocional. Ésa es la única manera de alcanzar la máxima perfección de la vida. SIGNIFICADO Aquí son significativas las palabras mano mayy arpitam, que significan «con la mente fija en Mí». Debemos fijar la mente en los pies de loto de Krishna o de Su encarnación. Cuando la mente está siempre fija, libre de otros pensamientos, está en el sendero de la liberación. Un ejemplo de esto es Ambarisa Maharaja. Él fijó su mente en los pies de loto del Señor, sólo hablaba de los pasa-tiempos del Señor, sólo olía las hojas de tulasi y las flores ofrecidas al Señor, caminaba sólo para ir al templo del Señor, ocupaba sus manos en limpiar el templo, su lengua en saborear los alimentos ofrecidos al Señor, y sus oídos en escuchar los grandes pasatiempos del Señor. Así ocupaba todos sus sentidos. Primero se debe ocupar la mente en los pies de loto del Señor, en forma continua y natural. Cuando la mente está ocupada, todos los sentidos la siguen, pues los sentidos están subordinados a la mente. Eso es bhakti-yoga. Yoga significa controlar los sentidos. Los sentidos no se pueden controlar, en el sentido estricto del término; siempre están agitados. Con los niños ocurre lo mismo: ¿cuánto tiempo pueden permanecer sentados en silencio? ¿Podemos obligarlos? No es posible. Incluso Arjuna dijo: cañcalam hi manah krsna: «La mente siempre está agitada». Lo mejor es fijar la mente en los pies de loto del Señor. Mano mayy arpitam sthiram. El estado de perfección más elevado es ocuparse con toda seriedad en el proceso de conciencia de Krishna. Todas las actividades conscientes de Krishna están en el nivel más elevado de perfección de la vida humana. Este verso establece la conclusión del bhakti-yoga, según la explicación del Señor Kapiladeva a Su madre. Bhakti-yoga es la actividad de la persona avanzada en jñana-vairagya, conocimiento y renunciación. Sarvabhauma Bhattacarya ha explicado el bhakti- yoga con las palabras: vairagya-vidya-nija-bhakti-yoga. El bhakti-yoga empieza cuando aceptamos las instrucciones de Krishna: sarva-dharman parityajya mam ekam saranam vraja «Abandona toda clase de religión y sencillamente entrégate a Mí» (Bg. 18.66). Tenemos que renunciar a todas las ocupaciones materiales y aceptar los pies de loto de Krishna. Siempre estamos haciendo planes para ser felices en el mundo material, pero la Suprema Personalidad de Dios ha certificado que este lugar es duhkhalayam asasvatam, un lugar de sufrimiento. En realidad, este mundo material está hecho para el sufrimiento, tal como una prisión está hecha para el castigo. Cuando alcanzamos nuestra posición constitucional de brahma-bhuta, podemos entrar en el reino de Dios, el mundo espiritual. Con el karma-yoga intentamos salir del cuerpo material denso, y con el jñana-yoga intentamos salir del cuerpo sutil (mente, inteligencia y ego), pero con el bhakti-yoga podemos trascender directamente tanto el cuerpo sutil como el denso. Entonces podemos establecernos en el plano espiritual con nuestro cuerpo espiritual original. Mientras tengamos cuerpos sutiles y densos, estaremos sufriendo a causa de las tres modalidades de la naturaleza material. Cuando empezamos el servicio devocional del Señor, de inmediato alcanzamos el nivel de brahma-bhuta. Aham brahmasmi («Yo soy Brahman») es sólo conocimiento teórico; pero la ejecución de servicio devocional es conocimiento en la práctica. Entonces ya no estamos en el plano material, sino en el plano del Brahman. Haciendo que el Señor Nrsimhadeva le matase, Prahlada Maha- raja ofreció a su padre, Hiranyakasipu, el mejor servicio. Superficialmente, parecería que Prahlada Maharaja no ayudó a su padre, pero no fue así. En los sastras se dice que si una persona, aunque sea un demonio, muere a manos de Dios, se libera inmediatamente. Prahlada Maharaja estaba pensando: «Mi padre era tan pecaminoso y tan contrario al cultivo de conciencia de Dios que tal vez no se haya liberado». Después de que el Señor Nrsimha matase a Hiranyakasipu, Prahlada Maharaja dijo al Señor: «Mi querido Señor, ¿puedo pedirte una cosa? Mi padre era un gran ateo, y cometió muchas ofensas a Tus pies de loto. Ahora Tú le has matado. Yo Te pido que le perdones y le des la liberación». Hiranyakasipu ya estaba liberado, pero su afectuoso hijo estaba preocupado por saber si se había liberado o no. El Señor confirma que no sólo el padre de un vaisnava recibe la liberación, sino todos sus antepasados de las veintiuna generaciones anteriores. Así pues, el servicio que ofrecemos a la familia cuando servimos al Señor es el mejor, porque, si nos volvemos vaisnavas puros, se liberan veintiuna generaciones. El único deber de un yogi es concentrar la mente en Krishna. Ése es el verdadero sistema de yoga. Hay yogis que ejecutan muchos ejercicios gimnásticos, pero todo eso se les recomienda a aquellos que están muy preocupados por el cuerpo. Ofrecer servicio a Krishna veinticuatro horas al día se denomina bhakti-yoga, y es el verdadero samadhi. La gente trabaja día y noche para gozar de unos pocos resultados. La persona ocupada en bhakti-yoga también trabaja arduamente día y noche, pero ofrece los resultados a Krishna. Hay una gran diferencia entre un bhakti-yogi y un karmi común. Los karmis no pueden entender que los bhaktas están en el plano trascendental. Como ya hemos explicado, hay innumerables formas de Dios: Rama, Nrsimha, Varaha, Krishna, Kapiladeva, Balarama, etc. A veces, la gente ignorante dice: «Ustedes están adorando a Krishna. ¿Por qué no adoran a Rama?». De hecho, entre Krishna y Rama no hay diferencia; pero cada quien tiene su preferencia. Por ejemplo, Hanuman, particularmente, era un devoto del Señor Ramacandra. Las gopis están consagradas exclusivamente al Señor Krishna. Esto no son verdaderas diferencias. El Señor aparece en distintas formas, pero en todos los casos, Él es el Señor. En cierta ocasión Krishna abandonó a las gopis y adoptó Su forma de Visnu de cuatro brazos. Las gopis iban buscando a Krishna, y cuando vieron la forma de Visnu de cuatro brazos, no Le ofrecieron mucho respeto. Ellas sólo querían ver a Krishna. Por supuesto, entre Visnu y Krishna no hay diferencia, pero cada devoto tiene una inclinación particular. En la sampradaya vaisnava, algunos devotos adoran a Radha-Krishna, y otros adoran a Sita-Rama o a Laksmi-Narayana. También algunos adoran a Rukmini-Krishna. Todas esas adoraciones son lo mismo, y todos los devotos son vaisnavas. El que se cante Hare Krishna o se cante Hare Rama, no es muy importante. Sin embargo, no se recomineda adorar a los semidioses. El bhakti-yoga empieza por escuchar, sravanam kirtanam. Quien escuche de la fuente correcta y se convenza, automáticamente hará kirtana. Kirtana significa glorificación. Kirtana es predicar, glorificar y hablar acerca del Señor. Pariksit Maharaja alcanzó la perfección simplemente por escuchar el Srimad-Bhagavatam. Eso es sravanam kirtanam. Pariksit Maharaja estaba escuchando, y Sukadeva Gosvami ejecutaba el kirtana al explicar las glorias del Señor. Prthu Maharaja simplemente adoró al Señor, y Laksmidevi dio masajes a los pies de loto de Visnu. Arjuna hizo amistad con el Señor, y Hanuman cumplió las órdenes del Señor Ramacandra. Bali Maharaja ofreció todo lo que tenía al Señor Vamanadeva, y después de entregarle todas sus posesiones, Le ofreció también su cuerpo. Hay muchos ejemplos; pero en esta época, si escuchamos acerca de Krishna es suficiente. Dios nos ha dado oídos, y sólo necesitamos acudir a un alma iluminada y escucharla hablar acerca de Krishna. Ése es el proceso que se recomienda para esta era, porque la gente es muy caída y no tiene educación. Caitanya Mahaprabhu recomienda que busquemos a los devotos, sea cual sea nuestra posición. No hay necesidad de cambiar nuestra posición; es mejor permanecer donde estamos, y simplemente escuchar acerca de Krishna. El movimiento para la conciencia de Krishna tiene la finalidad de dar a todos una oportunidad de escuchar acerca de Krishna. Krishna está en el corazón de todos, y tan pronto como ve que alguien se interesa en Él, Él le ayuda. Así comienza el bhakti. Si escuchamos lo que dice Krishna, nos purificaremos, aunque no entendamos esta filosofía. En eso consiste el proceso de hari- sankirtana. Ni siquiera hay que entender qué es este Hare Krishna. Para purificarse, sólo hay que escuchar. Sin purificarnos, no podemos entender a Dios. En el corazón hay muchas contaminaciones, y en esta era la gente se ocupa en muchas actividades pecaminosas: la vida sexual ilícita, comer carne, tomar drogas y alcohol, y los juegos de azar. El mundo entero gira alrededor de esas actividades; pero aun así, tenemos que difundir este movimiento para la conciencia de Krishna. Puede que haya muchos obstáculos, pero por la misericordia de Krishna se pueden trascender todos. ánicamente tenemos que ser determinados en nuestra devoción. Lo demás vendrá por añadidura. Ésta es la esencia de las instrucciones del Señor Kapila a Su madre. Apéndices Apéndices Biografía de Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada Biografía de Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada nace en Calcuta en 1896. Su padre, Gour Mohan De, un comerciante de tejidos, y su madre, Rajani, le dan el nombre bengalí Abhay Charan, que significa «aquel que está libre del temor, porque se ha refugiado a los pies de loto del Señor». Nacido en una familia vaisnava, Abhay respira una atmósfera espiritual desde el primer instante de su vida. Más tarde Abhay Charan De participa de modo activo en el movimiento de no violencia de Gandhi. En el año 1922, al terminar sus estudios en la Universidad de Calcuta, hay un cambio en sus actividades, debido a su entrevista con quien más tarde será su maestro espiritual, Su Divina Gracia Sri Srimad Bhaktisiddhanta Sarasvati Gosvami Maharaja, fundador de la Gaudiya Matha, que multtiplica entonces sus centros en la India —64 en 1922—, incluso hasta Londres y Berlín. Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati que aprecia la personalidad del joven e intuye sus dotes, le confiere la misión de difundir la filosofía de la Bhagavad-gita en Occidente. En 1933, Abhay Charan De es formalmente iniciado por Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati y recibe el nombre Abhay Charanaravinda. En 1936, poco antes de dejar este mundo, su maestro espiritual le recuerda su deseo de que transmita el mensaje de la Bhagavad-gita por los países occidentales. En 1947, el Instituto de la Gaudiya Vaisnava le concede el título Bhaktivedanta, en reconocimiento a su erudición y devoción. En 1959 acepta sannyasa, la orden de renunciación; su antiguo nombre es sustituido entonces por el tradicional título de A.C. Bhaktivedanta Swami. Poco después, se traslada a Vrndavana, aldea en la que Sri Krishna manifestó Sus juegos y pasatiempos de infancia hace 5.000 años. Allí, en su pequeña alcoba del templo de Radha-Damodara, traduce del sánscrito y comenta en inglés el Canto Primero del Srimad-Bhagavatam y otros textos sánscritos. Montones de cuadernos, de hojas sueltas e incluso de hojas de periódicos, de las cuales utiliza la parte en blanco, se llenan, página tras página, de traducciones y de comentarios. Además de esta gran labor, A.C. Bhaktivedanta Swami continúa la publicación de su revista en inglés, Back to Godhead, que fundó en 1944. Él mismo se encarga de la redacción, financiación, tipografía, e incluso de la distribución de la revista. Una vez por semana, va a las calles de Nueva Delhi con los brazos cargados de Back To Godhead. Entra en los salones de té, se sienta sin siquiera tomar un vaso de agua y, de este modo, conversa con la gente hasta entrada la tarde, hablando sobre la ciencia de la Bhagavad-gita, y distribuyendo su Back to Godhead. En 1965 se embarca en una nave mercante con destino a los Estados Unidos. Sus manuscritos y libros, además de 40 rupias, son toda su fortuna. Se establece en Nueva York, donde numerosos jóvenes, y también menos jóvenes, se sienten fascinados por su personalidad, y comienzan a acompañarle en el canto del mantra Hare Krishna y a asistir a sus conferencias sobre la Bhagavad-gita en una tienda abandonada de la Segunda Avenida. Siempre ansioso de continuar con la traducción de los textos védicos, A.C. Bhaktivedanta Swami descansa sólo de las diez de la noche a las dos de la madrugada. El término empleado para describir su actividad es «traducción» porque, así como muchos, más que traducir, han adaptado los textos sánscritos a su propia interpretación, A.C. Bhaktivedanta Swami se preocupa siempre de dar, en todas sus obras, primero el verso sánscrito original, la transliteración en caracteres romanos, la traducción de cada palabra, y la traducción literaria, revelando a continuación el contenido y el significado, siempre siguiendo las enseñanzas de las Escrituras. De este modo es muy fácil verificar si las traducciones que propone son auténticas, conformes a la tradición vaisnava, que así se perpetúa, al mantenerse la transmisión científica de las Escrituras, sin adiciones personales. En el transcurso de los doce años que consagró más directamente a la propagación del movimiento de sankirtana de Sri Caitanya Mahaprabhu, Srila Prabhupada (como le llamaron afectuosamente sus discípulos), fundó por todo el mundo un centenar de centros de la Asociación para la Conciencia de Krisna, entre los que se cuentan numerosos asramas rurales, en los que sus discípulos llevan una vida simple y sana, y donde las estructuras y reglas siguen estrictamente las enseñanzas de las Escrituras. En cada uno de estos centros se desarrollan cotidianamente variadas actividades y se realizan programas y conferencias, todos basados en el proceso de la conciencia de Krishna. Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada es considerado actualmente el maestro más importante en filosofía védica, además del más leído. Ha publicado numerosas obras esenciales, como la Bhagavad-gita, el Srimad-Bhagavatam, el Sri Isopanisad, Las Enseñanzas de Sri Caitanya, El Néctar de la Devoción, El Libro de Krishna, y el Caitanya-caritamrta. Tras esta obra, el Srimad-Bhagavatam merece una atención particular, porque constituye el comentario del Vedanta-sutra, texto redactado por Srila Vyasadeva, el autor que puso por escrito los Vedas. El Srimad-Bhagavatam, también llamado Bhagavata Purana, es una obra de 18.000 versos que revela el aspecto personal de la Verdad Absoluta y proporciona toda la información necesaria para establecer una sociedad consciente de Krishna en el ámbito de la vida familiar, del gobierno, de la ciencia, del arte, etc. Cuando Krishna lo llamó con Él —el 14 de noviembre de 1977, en Vrndavana, en el templo de SriSri Krishna-Balarama—, Srila Prabhupada había publicado ya los primeros nueve Cantos del Srimad-Bhagavatam y una parte del Décimo, en treinta volúmenes. Él ha dado a sus discípulos la tarea de completar la traducción, hasta el final del Canto Decimosegundo, lo que aumentará a sesenta el número de volúmenes. Según la norma védica, un maestro espiritual es aquel que ha alcanzado el conocimiento a través de una sucesión de maestros, y cuyas enseñanzas no se desvían, en lo más mínimo, de las Escrituras y del maestro espiritual precedente. Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada es el trigésimo segundo en la Brahma-Gaudiya-sampradaya, sucesión de maestros espirituales que provienen de Sri Krishna mismo. No ha inventado una religión o un nuevo método de comprensión espiritual, sino que simplemente ha dado a conocer al mundo el conocimiento védico en su forma pura. Actualmente sus libros son considerados obras de consulta en el campo de los estudios orientales por los estudiantes de filosofía de la mayor parte de las universidades del mundo. Infatigable, Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada viajaba de un lugar a otro de la Tierra, dirigiéndose cada día a un vasto público, y con constancia instruía a sus discípulos, transmitiéndoles su patrimonio espiritual, para que, a su vez, pudieran ofrecer a todos el conocimiento védico en su pureza original. Glosario Glosario acarya—aquel que enseña la conciencia de Krishna con su ejemplo.
Bhakti-yoga—unión con el Señor Supremo mediante servicio devocional. Brahmacari—monje célibe. Brahman—la Verdad Absoluta, el Espíritu Supremo; especialmente Su aspecto impersonal. Brahmana—persona inteligente que entiende el propósito espiritual de la vida, y puede enseñarlo a los demás. Brahmajyoti—refulgencia que emana del cuerpo absoluto de Sri Krishna, y que representa el aspecto impersonal de la Verdad Absoluta.
Caitanya Mahaprabhu—avatara de Sri Krishna de esta era, cuya misión es enseñar el amor por Dios mediante el canto de Sus santos nombres.
Deidad—figura autorizada, genuina del Señor Supremo. Dhama—morada del Señor Supremo. Dharma—religión eterna; principios religiosos.
Gopis—las devotas más íntimas del Señor; Sus sirvientas más confidenciales. Grhastha—devoto que vive en familia. Guru—maestro espiritual.
Japa—canto de Hare Krishna en privado y en voz baja.
Karatalas—pequeños címbalos de mano. Karma—acción fruitiva, de la que siempre se sucede una reacción, ya sea buena o mala. Kirtana—glorificación de Dios, especialmente cantando Sus santos nombres. Ksatriya—persona ocupada en tareas de administración y protección.
Maha-mantra—gran canto para la liberación: Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare. Mandira—templo. Mantra—vibración sonora cantada que libera la mente.Maya—energía ilusoria del Señor Supremo. Mayavada—filosofía impersonalista. Mayavadi—seguidor de la filosofía mayavada. Mrdanga—tambor sagrado de arcilla utilizado en los kirtanas. Murti—Deidad.
Pandit—erudito. Parampara—sucesión de discípulos. Parikrama—circunvolución a los santos lugares. Prasada—alimentos vegetarianos espiritualizados por haber sido ofrecidos ante todo para el placer del Señor Supremo. Puja—adoración siguiendo ceremonias prescritas. Pujari—sacerdote que sirve y adora a la Deidad.
Rajarsis—reyes santos. Rama(candra)—encarnación del Señor Supremo actuando como rey ideal. Rsi—sabio.
Sadhu—persona santa. Samadhi—trance espiritual; tumba o monumento en honor a un gran santo. Sankirtana—kirtana en congregación o glorificación pública del Señor Supremo. Samsara—el ciclo de nacimientos y muertes repetidos. Sannyasa—orden renunciada de la vida. Sannyasi—aquel que pertenece a la orden renunciada de la vida. Sari—vestido típico de la mujer de la India. Sat—eterno. Sattva—la modalidad de la bondad. Sikha—mechón de cabello que deja un vaisnava cuando afeita su cabeza. Sudra—perteneciente a la clase obrera. Suta—hijo.
Tapasya—austeridad; aceptar voluntariamente molestias para un propósito superior. Tilaka—marcas de arcilla sagrada que pone un vaisnava en su cuerpo. Tirthas—santos lugares. Tulasi—la planta más sagrada de Sri Krishna.
Vaikuntha—el mundo espiritual. Vaisnava—devoto de Visnu, Krishna. Vaisnava Gaudiya—seguidor de Sri Krishna (Visnu) en la línea de Sri Caitanya Mahaprabhu. Vaisya—agricultor o mercader. Varnasrama—institución védica que divide la población humana en cuatro órdenes sociales y cuatro órdenes espirituales. Védico—relativo a la cultura humana que se basa en los Vedas. Visnu—primera expansión de Krishna con la finalidad de crear y mantener los universos materiales. Vrndavana—ciudad sagrada, hogar de Krishna durante Su niñez. Vyasasana—asiento que se ofrece al maestro espiritual.
Yajña—sacrificio. Yoga—cualquiera de las diferentes disciplinas destinadas a la purificación y comprensión espiritual. Yogi—trascendentalista que trata de alcanzar la unión con el Supremo. Yuga—cada una de las cuatro eras de un ciclo. Escrituras citadas Escrituras citadas Bhagavad-gita, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 10-11, 15, 16, 18-19, 22, 24-25, 26, 27, 28, 32, 34, 35, 36, 37, 38, 43-44, 46, 52, 54, 58, 61, 63, 64, 67, 70, 71, 73, 74, 85, 86, 88, 89-90, 94-95, 95-96, 98, 99-100, 102, 108, 112-113, 115, 116, 120, 121-122, 127-128, 130, 131, 132, 136-137, 139, 145, 149, 151, 153, 160, 161, 174, 177, 181, 184, 190, 198, 202, 203, 208, 211, 213, 217, 218, 219, 225, 233, 238, 239, 244, 253 Bhakti-rasamrta-sindhu, 24, 94, 121, 139, 161 Brahma-samhita, 25, 34, 35, 47, 52, 57, 69, 86, 113, 114, 125, 154, 162-163, 164, 178-179, 211, 224, 230, 245 Brhan-naradiya Purána, 3-4, 97 Caitanya-bhagavata, 95 Caitanya-caritamrta, 16, 17, 30, 53, 59, 74, 87, 100, 109, 110, 120, 130, 139, 159, 164, 169, 172, 184, 199, 217, 235 Katha Upanisad, 14, 73 Krishna-karnamrta, 194 Mahabharata, 17 Mundaka Upanisad, 33 Narada-pañcaratra, 55, 106 Padma Purana, 87, 141 Sad-gosvamyastaka, 186 Siksastaka, 70, 75, 183, 185, 197, 204, 242 Srimad-Bhagavatam, 3, 8, 9, 11, 17, 22, 23, 27, 28, 33, 35, 36, 37, 44, 47, 54, 65, 74, 78-79, 80, 81, 96, 97, 108, 110, 115, 116, 121, 129, 139, 142, 151, 181, 183, 186, 187, 191, 207, 216, 219, 237 Svetasvatara Upanisad, 26, 138 Vedanta-sutra, 38, 148 Visnu Purana, 7, 27 Pronunciación de las palabras sánscritas transliteradas Pronunciación de las palabras sánscritas transliteradas Las vocales se pronuncian aproximadamente como en español, excepto que hay vocales cortas y vocales largas. Estas últimas llevan una raya encima. Las vocales cortas son más breves que en español. Las vocales largas tienen el doble de duración que las vocales cortas, y son como las vocales acentuadas en español. La vocal r se pronuncia ri.
Las consonantes se pronuncian casi todas como en español, con estas excepciones: cuando van seguidas de una h (kh, gh, ch, jh, th, dh, ph, bh) son aspiradas, es decir, se pronuncian emitiendo con cierta fuerza el aire de la gargante. La g se pronuncia como la g de goma. La c se pronuncia como la ch de chino. La j se pronuncia como una ll fuerte. La y se pronuncia como la i de ionósfera. La l se pronuncia como la l en sol. La s y la s se pronuncian como una sh suave, así como en la palabra sha. La h es aspirada.
EN UNA ÉPOCA DEL LEJANO PASADO, advino en nuestro planeta el gran sabio Kapiladeva, el hijo de Devahuti. Encontramos la historia de Su vida en las antiguas Escrituras reveladas de la India. Cuando el esposo de Devahuti dejó el hogar para vivir en el bosque, en búsqueda de la perfección espiritual, Devahuti pidió a su hijo que le mostrara el sendero de la iluminación. Entonces Kapila le explicó la filosofía sankhya, el sendero analítico que lleva a una comprensión superior del mundo, del ser y de la causa original de todo.
Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada, erudito en filosofía védica de fama mundial, nos demuestra en este libro que las enseñanzas de Kapiladeva, a pesar de su antiguedad, son válidas incluso en nuestros tiempos. En él se explican las cualidades del maestro espiritual, la ciencia de la meditación, la sicología de la conciencia, las características de la persona autorrealizada, el secreto del conocimiento espiritual, y el proceso para alcanzar el plano más elevado de liberación.